𓏲 Capítulo 7
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— Chaeyoung, yo debería preguntar si puedo tener el honor de sentirme enamorada de ti toda la vida— comentó mientras se paraba en seco en medio de la pista de baile, con el corazón latiendo desenfrenado por simples palabras que la castaña había pronunciado, el pecho le subía y le bajaba con exageración y realmente al momento de hablar no tuvo nada de filtro.
— Déjate de bromas— Son también paro de moverse al ritmo de la música y nerviosa golpeó el hombro de Myoui con una sonrisa — toda la vida es mucho tiempo y ni me conoces.
— No estoy bromeando— ojalá lo estuviera, pero no, se sentía completa estando ahí, con ella, una ella que no la conocía, una ella que ni siquiera se esperaba nada después de ese día, una ella de la que en efecto, no conocía en nada— no necesito conocerte mucho como para saber que realmente quiero tenerte en mi vida.
— Claro que lo haces, no es ningún honor.— para Chaeyoung, su existencia era lo menos importante, no es como que quisiera ser protagonista, estaba bien siendo personaje secundario en la vida de los demás — Aparte, no sabes nada de mi, solo somos extrañas en una fiesta aburrida.
— Cariño, tú más que nadie debería saber que si es un completo privilegio estar a tu lado, no lo digo de broma, realmente cautivas a quien quieras.— ¿Notan eso?, Era Chaeyoung apunto de caer al suelo por tanto que aquello le provocó, el decir que estaba bien siendo secundaria era mentira, estar en su zona de confort no implicaba que eso estuviera bien, a veces, también necesitamos ser protagonistas— Y conforme lo de extraños ¿Que no todos somos unos extraños en la vida de todos? ¿A quien conocemos realmente? Respira, nadie debe decirnos cómo vivir.
Era verdad, absolutamente todos somos unos extraños, a veces hasta para nosotros mismos, somos extraños, porque por más que conozcan de tiempo nuestro estado físico, nadie jamás conocerá nuestra mente, y lo que guardamos ahí. Bueno, puede que en X men, el profesor X, el señor pelón de silla de ruedas, si conocieras a todos. (Ya saben, con eso de leer mentes) pero Mina dudaba de que su super héroe favorito existiera en el mundo real.
— ¿Mina?— escuchó la vocesita de Chaeyoung diciendo su nombre, juraba que había disociado en ese momento, al pensar en el profesor x y sus poderes.
—¿Si?— la incitó a que continuara hablando, con toda la atención puesta en Chaeyoung a pesar de los pisotones y empujones que estaba pasando por estar parada en una pista de baile.
— ¿Esto es amor a primera vista?— ¿así era eso que todo mundo habla? — ¿Así se siente?
Mina quedó muda, no sabía ni que responder, estaba nerviosa, su corazón bombardeaba fuertemente y su hipotálamo estaba en zona roja, trabajando a todo lo que daba, juraba que si estuvieran en intensamente, las personitas que tenía como emociones sin duda se moverían de un lado para el otro con pánico, emoción y nerviosismo. Seguro la personita amarilla controlaría todo en ese momento, y sin dudarlo sonrió antes de preguntar.
— ¿Qué sientes?
¿Qué sentía? Sentía que la sangre le bombeaba más fuerte, que el corazón se le saldría del tórax, que la punta de los dedos temblaba al querer tocar a Mina, para descubrir si era real y no un sueño donde tarde o temprano despertaría, sentía las orejas calientes y la sonrisa bailar en su rostro, las brumas mentales que le acompañaba siempre, ya no estaban más ahí, ya no estaban por ahí esa noche, desde el momento en que sus manos se entrelazaron.
Sentía que el estómago le revoloteaba y que los pies le flaquean, sentía todo eso y más, pero solo alcanzó a decir:
— Que solo quiero mirarte toda la noche
Y no solo toda la noche, todo el día, toda la vida o hasta que dijera basta, quería contar cada hebra de cabello, cuantos lunares tenía, lo suave de su piel, quería saberlo todo de Mina, como si realmente eso no le asustara.
— Me está pasando lo mismo
La nipona también sentía eso, sentía nervios, sus sistemas todos locos y en descontrol, sentía que su disciplina tambaleaba y que se descontrolaba sin sentir miedo al cambio, Mina supo que se había enamorada en una sola noche.
— Tengo dos teorías, pero en medio de la pista de baile, no puedo decírtelas. ¿vamos al jardín?— que tan poderosa era la mente ¿No? Absolutamente, ninguno de los dos escucho el ruido de la música que estaba a todo volumen, ignoraron a la gente que lo rodeaba y no importaba si habían aventones o pujones, eran solo de ellas esa noche.
— Sí, mejor, la señora de atrás mío ya me piso muchas veces — señaló atrás de ella y en efecto, la señora ya la había pisado más veces de las que podía contar.
Salieron al jardín que rodeaba el salón, estaba la alberca, un camino de piedras bonitas, césped bien cortado y banquitas lejanas a donde todo el barullo no era tan escuchado y para suerte de ambas, nadie estaba afuera, absolutamente nadie, nadie estaba para oírlas, y la soledad de la noche, se sentía llegar.
— A que el atardecer es lo mejor del cielo.— comentó Mina volteando la vista al cielo, sentándose en la banca blanca de metal que estaba fría porque nadie se había sentado ahí en un largo rato.
— ¿Te gusta el atardecer?— preguntó Chaeyoung mientras la volteaba a ver.
Mm, era guapa y con la vista al cielo más, era guapa, con la mandíbula perfilada por la posición en la que se encontraba, quería pasar los dedos por es su parte de su cara, lo suave que lucía la piel del cuello, ella luciendo tan calmando como si todo estuviera bien al rededor suyo, lucía bien, bonita, tan bonita que con solo verla, ya estaba a sus pies.
— Si, es como... Un cierre maravilloso a tu día, perderse en el rojo, naranja y morado del cielo es sentirse prácticamente infinito, me agrada mucho.— y sin olvidar que con sus palabras, hacía iluminar la vida, sabía que dijo que no tenía buena labia, pero Mina no la necesitaba, todo lo que decía era bonito, incluso si solo describía el cielo y sus atardeceres.
— No creo que sea un cierre realmente, creo que es ese inicio a lo profundo de la tierra, cuando da paso a la oscuridad.— si había alguien que no le temiera a lo oscuro, era Chaeyoung, le encontraba bonito a esa bruma con ausencia de color— La oscuridad me gusta, es cuando mi cabeza mejor piensa.
Mina sabía que la cabeza de Chaeyoung era todo un misterio, un misterio que lucía melancólico, Chaeyoung amaba el negro, pero Mina quería enseñarle que había más colores.
— ¿Cómo Batman? ¿Acaso eres una especio de caballero de la noche?— bromeó, sacando una risa de Chaeyoung, a Mina le gustaba que sonriera, a Mina le gusta que lo hiciera porque los ojos se le achicaban un poco y hoyuelos se le formaban a lado de las mejillas, las perlas que tenía por dientes sobresalian de su rostro y su nariz se arrugaba en el acto, haciéndola lucir muy tierna. Sin olvidar que el tono de su risa era como una melodía, bonita.
— Tonto.— le dió otro golpe amistoso en el brazo, y Mina solo lo vió como un tonto, un tonto perdido en la belleza de alguien.
— A mi me da miedo lo oscuridad, es como... Una caja de secretos.— sí, Mina aún dormía con la lamparita de noche prendida, y no es por trauma, es porque la oscuridad no le gustaba simplemente, por eso su departamento en Seúl tenía un enorme ventanal costoso que lo dejaba ver las luces externas sin que lo mirarán.
— Para mi es una zona de confort.— uy el confort, que nunca era bueno.
— Te escuchaste muy poética, me gusta.— Mina admiraba la forma en la que Chaeyoung hablaba, pero eso de ser su confort no le gustaba, solo porque ya sabía a qué se refería— ¿Quieres una copa?
— Si, por favor.— un mesero que se paseaba por el jardín se hizo presente, Mina le hizo señas y en seguida fue a ellas.
— El mesero viene directo a nosotras — en efecto, el hombre (quién sí reconocío a Mina, pero no dijo nada), les atendió con rapidez y pronto estaba volviendo con sus copas, ambas agradecieron y luego el mismo joven se fue por donde llegó.
— ¿Quieres saber mis teorías?— Mina asintió muy gustosa, estaba esperando eso desde que salió, estaba esperando por todo lo que tenía que decirle, que era, como era, porque era.
— Por favor, pero antes, ¿No sería mejor sentarnos en el piso?— propuso con un tono de voz bastante complaciente— es que la banca ya se me enterró en el trasero, es incómoda.
Chaeyoung sonrió de nuevo.
— Bien— sin importar la humedad, ambas tomaron asiento en el césped, la noche pintaba bien en su pronta llegada, eran las siete de la noche, poco más que eso y por eso el sol se estaba yendo a dormir.
— Ahora sí, Dime las teorías.— le ánimo a seguir hablando, ambas, con las copas en mano y una charla pendiente.
— La primera es que, realmente me tienes cautiva en tu belleza, guapa, un poco tonta, graciosa, en pocas palabras eres todo mi tipo y no sabía siquiera si tenía un tipo.— Chaeyoung ni se mordió la la lengua al decirlo. Mina estaba sorprendida y aún más enamorada.
— Uy, hoy llamé la atención de la chica guapa de la fiesta, tendré que anotarlo en mi diario para decírselo a mi mamá cuando llegue a casa.— bromeo, no aguantaría hasta llegar a casa, esa noche llamaría a su mamá para decirle que había conocido a alguien.
— Eres una tonta — tal vez, la manera de coquetear de Chaeyoung era decirle que era una tonta, si, no lo decía con afán de molestar.
— Solo poquito. bueno, pero ¿cuál es la segunda?— Mina tan impaciente, queriendo saber todo a como de lugar
— El alcohol hizo efecto y es por eso que no dejo de mirarte. Supongo que esa lleva gane.— no era verdad, ambas sabían que la primera opción era quien ganaba por mucho, Mina era alguien que sin duda amarías a primera vista, en primera por su belleza física y cuando la conocías, oh cuando la conocías, no había nada mejor que la belleza de su noble alma y de sus hermosas palabras al hablar, Mina era todo lo que está bien en esta vida.
— Eres una grosera, yo que ya me pintaba una vida con un ajolote contigo y un capibara de nombre Rufina, ahora dices que es alcohol, eso no es justo.
— Solo bromeo — Chaeyoung soltó una carcajada.
— Yo no bromeo contigo ahora.— se cruzó de brazos y fingió un berrinche, alzó la boca en un piquito tierno.
— ¿O sea que ya no hay Rufina para Mina y Chaeyoung?— Chaeyoung le siguió el puchero
— No, por grosera — sí habría Rufina, es más, hasta veinte Rufinas si Chaeyoung quisiera.
— Oh, Minari, no te enojes, yo sé que no estoy siquiera lo suficientemente tomada, si te estoy viendo, es porque me has atrapado en lo absoluto y no sé porque no me está dando miedo decirlo en voz alta, ¿Lo sabes?
Miedo, Chaeyoung vivió tanto tiempo en miedo por decir lo que sentía en voz alta.
— No deberías sentir miedo al decir tus sentimientos en voz alta.— nadie debería tener miedo de decir lo que amamos en voz alta.
— Es fácil decirlo.— tal vez sí lo era.
— También hacerlo— aseguró Mina, quién nunca tuvo filtros.
— No, no lo es.— aseguró una Chaeyoung que se guardó todo por miedo
— Si.— aseguró Mina — Sí lo es, mira, ¡el pasto está húmedo y me mojó el trasero! — gritó a todo pulmón sacando otra risa a su acompañante, quién estaba tomándose el estómago de tanto reír
— Dijiste sentimientos.— le acusó con su dedo.
— Bueno, es que yo siento mi culo mojado por el pasto, estoy sintiendo ¿No? — no había fallas a esa lógica.
— Mina, el culo mojado no es un sentimiento.— ambos soltaron a reír nuevamente.
— Está bien, voy a gritar de nuevo, ¿Okey?— Chaeyoung asintió complacida
— Está bien.
— ¡Estoy abrumada con la horrible canción de vals que vi esta noche! — realmente se sentía bien al gritar esa frustración.
— Baja la voz van a oírte.— no era verdad, el ruido dentro del salón ailenciaba las voces de dos chicas en el pasto verde gritando cosas al aire.
— Es que el vals era horrible, la novia baila chueco.— Mina ya no tenía ganas de morderse la lengua para atacar a la novia
— No se puede bailar chueco.— la simple escena le hizo reír a Chaeyoung contagiando a Mina.
— Si, aparte de dispareja, tiene dos pies izquierdos, baila horrible. Descoordinada y le faltó empeño. La canción era básica y ni quisiera se aventó un tutorial en Youtube para aprender a bailar, dios pobre novio, no sabes nunca que es bailar hasta que los pies le duelan, solo porque su esposa es una descoordinada.
— Si bueno, no todos bailamos bien, Mina.— Chaeyoung se metió al saco.
— Cariño, tu bailas de maravilla, y si no sabes, no te preocupes, te enseñaré todo lo que sé.— Chaeyoung no podía estar más que complacida
— Una experta en baile.— amaba a las bailarinas.
— Decir que no estoy presumiendo sería una vil mentira despiadada, soy una buena bailarina — el mejor de su generación se atrevía a decir.
— "Lady Katherine, ha elogiado mi ligereza de pies a la hora del baile"— citó Chaeyoung dándole drama a sus palabras, tomando un tono de voz como si estuviera diciendo un guión de teatro.
— Mmm orgullo y perjuico, mujer de cultura.— reconoció Mina.
— ¿Conoces orgullo y prejuicio?— Mina amaba orgullo y prejuicio.
— Sí, y también la adaptación con zombies.— se sentía toda una sabionda, pero sabía que solo se vio esa adaptación porque salía Douglas Booth — Espera... ¿Acaso me estás comparando con el odioso primo de las Bennett?
— Claro señor Collins. — volví a burlarse de ella y Mina volvió a hacer un puchero.
— Oh, eres malo.— le señaló
— Y tú una presumida — Chaeyoung alzó los hombros con gracia.
— Me gusta elogiar lo que sé hacer bien.— y es que Mina bailaba realmente bien, no de en vano gasto toda su vida bailando en el estudio, perfeccionando cada uno de sus pasos y movimiento, realmente era todo un espectáculo verla bailar.
— Ojito con tu narcisismo.— se burló Chaeyoung, pero con las ganas de querer verla bailar como tanto decía, ¿Sí sería muy buena bailando?
— A que te gusta— Mina se acercó un poco más a ella y le tocó la nariz con su dedo índice y Chaeyoung la encogió como acto reflejo.
— mentiría si dijera que no.— tan sincero. Y tan nervioso por la cercanía.
— Bien, es tu turno gritar un sentimiento.— lo insito Mina con ganas de que sacará todo lo que guardaba.
— ¡Estoy tan enojado por volver a ver a esas idiotas! — gritó tan fuerte que sus cuerdas vocales vibraron.
— ¡Yo estoy enojada porque Somi es una idiota! — gritó Mina, y es que todo mundo sabía que lo era.
— ¡Y estoy triste pero mejor de lo que me sentí antes! — ya no estaba en ese hoyo negro que llevaba años guardando, ¿Cómo era eso posible?
— ¡Estoy feliz porque mis críticas nada constructivas me trajeron algo bueno! — lo mejor que pudieron traerle a su vida.
— ¡Me siento en paz mental! — era tan bueno sentirse de esa manera.
— ¡Me siento enamorada esta noche, de una extraña de nombre Son Chaeyoung!— y entonces Chaeyoung volteó a mirarla y Mina también la miró, tan cerca que las respiraciones se mezclaban en una, y el aliento caliente de ambas chocaban en sus caras de forma agradable.
— ¿Q-Qué?— enamorada de Son Chaeyoung nunca nadie lo había dicho, jamás y era nuevo.
— Que esta noche, comprendí que sí siento algo, es un enamoramiento absoluto a tu persona, Chaeyoung— se acerca más, sin despegar la vista de la cara de la chica, estaba dispuesta a darlo todo esa noche, por esa chica de hermosas mejillas y ojos almendrados.
—¿Hablas enserio?— quería que se lo confirmara para que no fuera alucinación suya.
— Nunca en la vida había hablado tan seriamente de algo, Chaeyoung.— necesitaba seriamente que Chaeyoung aceptara lo que ella sentía, si es que sentía algo.
— Entonces tú...— Mina asintió lentamente.
— Yo estoy sintiendo mariposas, Chaeyoung.— lo hacía, las sentía. Y sobre todo sentía mejor estar a centímetros de aquella labios donde quería posar los suyos con esmero, jamás deseó algo tanto en la vida como esa noche, por poner sus labios en los de Chaeyoung.
— Eo pastel está por servirse, Chaeyoung — la voz de ella le distrajo y rompió su burbuja, una vez más Somi rompiendo sus ilusiones ya no era algo raro.
— Uh, si, si, vamos dentro pronto.— Chaeyoung se separó de inmediato y Mina maldijo en diez idiomas distintos a Somi.
— Está bien, solo es un aviso.— dijo la novia, pero sin despegar la vista de aquella rubia que su nombre desconocía. Luego le preguntaría a su esposo por el nombre de esa invitada
— Debemos entrar— dijo con gracia y se levantó de golpe, pero tropezó
— ¿Estás mareada?— preguntó Mina tomándola de la cintura para que no cayera.
— Solo me movieron el piso, ya sabes lo bromistas que son las placas tectónicas.
— Te creeré.— sabía que el alcohol ya podía hacer efecto.
Ambas se metieron al salón de nuevo, con vista al pastel que descansaba cerca de la mesa principal.
— Tienes razón, el pastel es feo.— le concedió Chaeyoung y Mina ahogó una risa.
— Solo un poco, tampoco tanto.— mentía, Chaeyoung vió a los novios, y entonces los evaluó.
— Y él es tan guapo.— se le salió el comentario sin querer.
— No tanto como tú.— porque para Mina, Chaeyoung era el ser más hermoso que vio nunca.
— ¿Acaso no te fijarias en él?— Mina lo pensó.
— ¿Si fuera hetero? Sí,— Dan era bonito y parecía ser una chico lindo — por suerte soy lesbiana y mis ojos están puestos en ti.
— Tan romántica — Chaeyoung fingió un suspiro dramático, aún cerca de la puerta del jardín.
— Esta noche, gracias por estar aquí, acompañándonos en este día tan especial para Dan y para mí, no diré mucho, así que gracias, a todos los aquí presentes, gracias por todo, pero sobre todo, gracias a Chaeyoung, por ser mi mejor amiga y testigo de esta unión que planeo dure para siempre; gracias amiga, te quiero mucho.— dijo Somi como discurso, alzando su mano para saludarla con una sonrisa casi burlona en el rostro.
Incluso decir un te amo, amistoso era demasiado gay para ella, joder, incluso la familia de la novia miró feo a la dirección de Chaeyoung.
— Es una hija de puta— susurró una colérica Chaeyoung.
— No le hagas caso— aunque lo dijo entre dientes, conteniendo su propio enojo.
— Es que... Ah, tienes razón, debo dejarlo de lado.— en todos los sentidos.
— Debemos estar en la mesa para que nos den pastel — Mina me tomó la mano con toda confianza y juntas se dirigieron a la mesa.
— Necesito tomarme otra copa para soportar a esos idiotas, no pienso sentarme en la misma mesa con ellos de nuevo.— una mesera paso con copas y Chaeyoung agarró dos, poniendo la suya vacía en la charola.
— Vamos, pero que sea la última.— Mina también dejo la copa.
— Okey, mamá.
Se sirvió el pastel, y llegaron a la mesa justo cuando les estaban sirviendo, los idiotas las veían muy atentos y con burla, eran tan odiosos de solo verlos.
— El pastel es de chocolate.— susurró Mina.
Ella odiaba el pastel de chocolate, el chocolate en general.
—¿Pasa algo con eso? A mí me tocó de coco.— Chaeyoung dijo emocionada, le gustaba el coco y el chocolate
— No me gusta el chocolate— admitió Mina en voz baja.
— ¿Quieres el mío? Anda come de este.— Chaeyoung le cambió su pastel y cuando iba a comer una cucharada, la mayor se le quedó viendo con rechazo — Axel no me quita la mirada de encima, me está poniendo de nervios.
— Ignora-...— Chaeyoung, con todo el afán de molestar y a la vista de Axel, quién la miraba como el auténtico bully que era, hizo una catapulta con la cuchara y su dedo y lanzó el primer bocado de pastel, justo en la cara del mencionado, haciendo un sonido pegajoso cuando se estampó y la cara de enojo del afectado fue lo más épico de la noche.
Oh, oh, esto no era buena idea.
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