Si viste este primero ve al anterior que fue actualización doble. Besitos

Y…se volvieron locos. Yanfeng abrió aún más sus piernas conteniendo la cadera de su hermano mientras él introducía el tercer dedo para terminar de dilatarlo. Su cabeza bajó a lo largo de su cuello chupándolo, mordisqueándolo, este sería un desastre al día siguiente. La boca de Yanhuan se cerró en torno a uno de los erectos pezones y lo chupó y mordió hasta dejarlo rojo e hinchado. El menos era un mar de temblores ante las estimulaciones y más cuando la punta de los dedos de su hermano rozó cierto punto duro dentro de él.

Gritó.

-Lo encontré- Yanhuan dijo complacido y siguió atacándolo una y otra vez hasta que el menor era un mar de temblores sin forma y la saliva corría fuera de su boca.

-Hermano, por favor no- le rogaba.
-Córrete para mi Yanfeng, quiero verte- Yanhuan gimió solo de imaginarse la escena y esas palabras fueron el detonante.

Hilos blanquecidos comenzaron a salir de su pene al asaltarle el orgasmo. Su espalda se levantó de la cama contorsionándose. Yanhuan por su parte sonreía.

-Hermoso- besó su mejilla- Realmente hermoso- su pecho estaba lleno de felicidad.

Yanfeng cayó jadeando sobre la cama nuevamente, sus ojos desenfocados, pero feliz. Aunque aún no estaba satisfecho, necesitaba más. Y eso lo notó su hermano que en ese momento pasaba un dedo por el levemente definido abdomen del menor llevándose consigo algunas gotas blanquecinas y las llevaba  a sus labios saboreándolas. El sabor en su paladar lo hizo estar un más duro dentro de la poca ropa que le quedaba.

-¿Puedo ponerlo?- le preguntó respirando agitado.

Yanfeng asintió y tuvo que morderse el labio cuando Yanhuan se incorporó sobre sus talones y desató su pantalón. Su erección salió a la vista, dura, húmeda y más larga que la de él, la genética de este siempre había sido mejor que la de él y esa parte era constancia de ello. Tragó en seco. Esperaba que no doliera.

Yanhuan vio la incertidumbre en su rostro y se inclinó y besó su frente.
-Lo haré suave-

Yanfeng asintió llevando su mano hacia la longitud de su hermano y recorriéndola de arriba abajo, lo oyó gemir contra su oído y se estremeció ante al aliento caliente. Besó su hombro y se relajó para él. Así era mejor.

Yanhuan con más confianza acomodó las piernas de su hermano para que estuvieran aún más abiertas y fuera más cómodo. Posicionó la punta de su glande en la entrada y aunque al principio vaciló movió su cadera hacia adelante insertándolo suavemente. Las paredes, a pesar de estar dilatadas le costaron ceder prueba de que esa zona nunca había sido usada para eso. Que su hermano se hubiera mantenido virgen para él lo excitó aún más.

-Yanhuan- Yanfeng gimió conteniendo sus lágrimas ante el avance que abría su cuerpo. Sentía como una vara caliente que no se detenía y que era entre dolorosa y a la vez insoportable en el buen sentido.

El mayor se detuvo a la mitad y acarició el vientre y la cintura del otro para relajarlo.

-¿Te duele?- le preguntó preocupado, aún faltaba una parte por introducir pero se detendría si el menor no podía soportarlo.

Yanfeng negó mintiendo. Si dolía, pero no quería que terminara. Sabía que el dolor era cuestión de tiempo, solo no había analizado el tamaño de su hermano resultado de los últimos tres años y su rápido desarrollo. Cruzó sus piernas detrás de la cadera de Yanhuan para no dejarlo ir.

-Estoy bien, hermano, hazlo hasta el final- una lágrima bajó por su mejilla.
Ante esto Yanhuan se inclinó y besó su mejilla. Odiaba verlo llorar, le hacía tener malos recuerdos. Quería que se sintiera bien, no que sufriera.

-Voy a dar una sola estocada para estar dentro de ti, será doloroso pero más rápido. Esperare hasta que te acostumbres antes de volver a moverme ¿sí?- le dijo uniendo sus frentes sudadas. Recibió una respuesta positiva.

Y entonces hizo lo propio. Impulsándose con sus piernas movió su cadera con un movimiento seco introduciendo todo lo que quedaba de su pene en el pequeño agujero hasta que las nalgas tocaron su pelvis. La espalda de Yanfeng se alzó y sus uñas se enterraron en los antebrazo de su hermano. Un gemido se atragantó en su garganta.

-Ya, ya pasó- Yanhuan besó toda su cara intentando consolarlo. Sabía que le había dolido pero ya estaba dentro de él y de verdad que contenerse lo estaba llevando a la locura. El interior caliente lo apretaba como una segunda piel y casi lo hace correrse dentro.

Yanfeng se quedó quieto. Se sentía tan, pero tan lleno que era casi insoportable. El dolor era constante, no estaba desgarrado ni nada pero la sensación era incómoda. Abrazó la espalda de su hermano que no se movió, permitió que se acostumbrara suavemente mientras le decía cosas hermosas al oído y que calentó su corazón. Nunca se imaginó que lo oiría decir cosas como esas
Su hermano era un total romántico. Y eso era lindo.

Minutos después, cuando el dolor se convirtió en algo más que una picazón en busca de algo más besó los labios de su hermano anunciándole que todo estaba bien.

-Voy a moverme- le anunció este y con un suave movimiento de la cadera salió hasta que solo la punta estuvo fuera y volvió a penetrarlo hasta el final.

Ambos gimieron ante la sensación inmensa y desconocida. Era como si su mundo se hubiera fusionado con la fantasía del placer y lo prohibido y se sentía genial. Las caderas de Yanhuan poco a poco tomaron un movimiento constante y más fuerte que los hizo jadear.

-No puedo creer que esté haciendo esto a plena luz del día- Yanhuan jadeó con los ojos apretados- Pero se siente realmente bien- temblaba completamente, no podía detener su cadera que se enterraba hasta la base dentro del cuerpo de su hermano abriéndolo todo lo que podía. Rozaba la próstata una y otra vez haciéndolo gritar contra su cuello.

-A mí no me importa- las palabras de Yanfeng apenas eran entendibles- Solo me interesas tú- jadeó- Y el señor Fengxiao-

Ante la mención de ese hombre Yanhuan alzó la cabeza con un puchero frunciendo el ceño.

-No digas el nombre de otro hombre mientras estás haciendo el amor conmigo- casi le gruñó.

Yanfeng sonrió divertido y besó la comisura de sus labios.

-Lo tendré en cuenta, pero no me equivoco-

Yanhuan hizo una mueca.

-Tienes razón, Fengxiao es especial para nosotros, pero no para este tipo de cosas-

El comentario los hizo reírse a los dos.
-Estoy tan feliz que no me lo creo- Yanhuan  confesó.

-Yo también- volvieron a besarse.

Los gemidos y el sonido de la carne chocando, frotándose, deleitándose fue lo único que se oía dentro de esas paredes. Dos cuerpos entregándose al amor y al placer. Dos cuerpos casi iguales pero a la vez tan diferentes.

Dos cuerpos que cuando llegaron al orgasmo y se derramaron uno junto al otro encontraron la felicidad plena y casi se comieron a besos.

Dos cuerpos que ya nunca se separarían de nuevo.

Un amor prohibido para muchos pero tan perfecto para ellos.

***

Al cabo de un año del regreso de Yanfeng, todos en la secta Tongli sabían sobre el romance de los dos gemelos. Nadie se atrevió a decir nada.

A los 4 años, Fengxiao se vio obligado a fortalecerse para proteger los suyo. Desapareció por un tiempo y cuando volvió, lo hizo con una nueva espada y no más volvió a sonreír como antes. Su rostro se volvió frío e irreconocible.

Y a los 7 años, Fengxiao conoce por primera vez a quien sería la persona que marcaría su vida: Fujie.

Y yaaaaaa terminamos a historia de los gemelos.

¿Quién regresa el capítulo que viene?

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Está buenísimo, todos comentan sobre mis historias y comparten teorías y hablamos entre todos. Se forman cada desmadre que para que…es súper chévere. Los invito.

Y este dibujo es cortesía de una de las hermosas lectoras. Yanhuan y Yanfeng