Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 31

—¿Y en qué carajos te afecta a ti si está o no embarazada? Ese es nuestro problema.

Diego me mira con preguntas en sus ojos... Cristo. Vin lo está fulminando con la mirada y sé que esto se convertirá en una guerra... ¡se armó la gorda!

—Me incumbe, porque cabe la posibilidad de que ese hijo sea mío —Vin se congela, sus hombros totalmente rígidos, mira a Diego tratando de entender lo que está diciendo, me mira a mí y luego a mi panza. Sacude su cabeza tratando de enfocarse.

Cam jadea y yo simplemente busco como sostenerme de la mesa. Esto no era lo que esperaba, miro a Diego con lágrimas construyéndose en mis ojos. ¿Tenía que soltar las cosas así?

—¿De qué mierda está hablando este tipo? Será mejor que recojas tus palabras porque si no, te hare picadillo ahora mismo —Diego también asume la postura rígida y alerta de Vin—. ¿Alec?

Cam ya ha avanzado hasta donde me encuentro. Me sostiene porque sabe que posiblemente caeré con lo que va a pasar a continuación.

—Vin... yo... —Mi garganta se cierra. Parpadeo mis lágrimas mientras observo la cara de Vin, hay tantas emociones allí—. No sé quién es el padre de mi bebé —Me sale tan despacio y tan susurrado pero sé que lo han escuchado.

—¿Te acostaste con este... imbécil? —Está aún más rígido si es posible. Ira, decepción, dolor, traición; veo todo eso en su hermoso rostro mientras señala a Diego—. Esto no puede estar pasando. Es una locura. Vengo para hablar con la mujer que amo —empieza a caminar por la sala como un león enjaulado—, la cual se alejó de mi por un maldito error y me encuentro con que está embarazada... y no solo eso ¡No sabe quién es el padre porque jodidamente se revolcó con el imbécil que le dije, no quería cerca de ella! —Detiene su andar y me penetra con esa mirada. Me estremezco y mi corazón se desangra. Está lleno de odio y repulsión—. ¿Tienes el maldito descaro de juzgarme cuando has dormido y te has embarazado de otro?, ¿a qué demonios juegas Alec? ¿A ser la victima? ¿Quién demonios eres?

Rompo a llorar. Tiene razón, como voy a hacerle eso. Cam trata de calmarme me doy cuenta de una presencia en la puerta y son mis padres.

—¿Acaso nos estabas follando a los dos a la vez? ¿Eso era Alec? —Oh Dios. Sus ojos son duros y su voz es veneno puro. ¿Cómo puede creer algo así?

—No te atrevas a insinuarlo. Será mejor que te detengas hombre o seré yo quien te haga papilla a ti.

—Tú cállate imbécil. Sabía que estabas detrás de ella. ¿Disfrutaron de maldito juego los dos? ¿Hace cuánto que andan juntos?

—Ellos no andan juntos cabrón. Y si vuelves a insinuar que mi amiga es una perra voy a rebanarte los huevos

—Me imagino que tú también lo sabías ¿no? Claro todos aquí le vieron la cara de imbécil a Vincent. ¡Maldita sea mujer! hiciste que me enamorara de ti —grita. Veo como sus ojos se llenan de lágrimas, pero pone todo su esfuerzo en contenerlas.

—Yo también te amo —Sólo puedo susurrar entre sollozos.

—¿Me amas? —Ríe de manera cruel—. Me amas tanto que te follas a otro. O de que otra manera este hijo de puta puede creer que eso que llevas ahí es de él. —¿Eso? El aire sale de mis pulmones cuando escucho la manera, tan despectiva, en la que Vin se refiere a mi bebé. Diego que estaba tratando de contenerse se abalanza contra Vin.

—¡No permitiré que hables así de ella ni de mi hijo! —Empuja a Vin

—¡No es tu maldito hijo! —Vin devuelve el empujón con un certero golpe en la cara de Diego rompiendo su nariz. Grito cuando veo que Diego se abalanza nuevamente.

—¡SUFICIENTE! —brama mi padre—. Será mejor que se larguen de una buena vez. No permitiré que ninguno de los dos le haga daño a mi hija. Tú... —señala a Diego—: será mejor que te marches ahora mismo. Lo único que has hecho es causar un lio y tú... —señala a Vin—: más te vale que hagas igual o quien te golpeará esta vez seré yo. No permitiré que tú, por muy herido que estés, insultes a mi hija de esa manera. Sé un verdadero hombre y calla a tu orgullo herido, porque más tarde lamentarás lo que has dicho.

—Lo que lamento es haberla conocido —dice con voz rota y duele. Trato de acercarme a él para tocarlo, se ve herido, humillado y dolido. La mirada que me da me detiene a unos cuantos pasos—. No te me acerques. Tiene razón voy a irme, no tengo nada que hacer aquí. Vine por una mujer que amo pero esa mujer no existe, no la creo capaz de algo como esto. Pero antes quiero saber una cosa ¿Qué posibilidad hay de que ese hijo sea mío o de él?

Trago, respiros dos veces y trato de contener las siguientes lágrimas que amenazan con seguir a las otras.

—La misma. Solo hay una semana de diferencia —Niega con su cabeza al oír mi respuesta

—Cuando estemos seguros de que ese bebé es mío, volveré. Por ahora no quiero saber nada de ti —Con esto, sale de mi casa y de mi vida. Vuelvo a sollozar y mis padres se acercan para consolarme.

—¿Tenias que venir y hacer este show? ¿No podías esperar? —grito hacia Diego. Si tan sólo hubiera esperado.

—No ibas a decírmelo y tengo el mismo derecho de saberlo que él. Mientras exista la posibilidad de que ese bebé sea mío voy a estar aquí.

—Lárgate. Mientras exista la posibilidad de que no sea tuyo quiero que te mantengas lo más alejado posible de mi —No quiero verlo, a ninguno de los dos, que se pudran en el maldito infierno.

—No yo nece...

-Mi hija ha dicho que no quiere verte. Será mejor que te vayas antes de que mi esposo te patee el trasero de aquí a Pekín —Wow mi madre se ve molesta

Diego duda un poco, pero al ver que ninguno de los tres le dejaremos acercarse a mí se marcha. Me derrumbo en los brazos de mi familia a llorar. Jamás he sido el blanco de miradas tan frías y llenas de odio como las de Vin y amándolo como lo hago mi corazón no lo soporta. Esto es muy duro.

Lloro todo lo que queda de la tarde, he intentado calmarme pero no logro hacerlo. He revisado mi teléfono mil veces esperando una llamada suya. En cambio Sonia me ha llamado, Mel ha enviado muchos mensajes preguntando qué ha sucedido con Vin. Mis padres y Cam no me abandonan. Adam regresa algunas horas después y me pide que lo disculpe, lo abrazo y lloro, no tengo nada porque disculparlo no fue su intención y ha sido un gran amigo.

En algún punto me quedo dormida y no despierto hasta el otro día para trabajar. Mi cara es un total desastre, tengo los ojos súper hinchados. Mis padres que aún siguen aquí me piden que me tome algunos días. Claro que no, no volveré a posponer las cosas, dejaré que todo pase de una vez y me dedicaré a seguir, ya basta de esconderme.

Como era de esperarse, todos se alarman cuando me ven llegar en mí estado y escoltada por mis padres. Les pido que por favor vayan a mi oficina porque debo hablarles. Una vez ahí, suelto todo sin anestesia. Los rostros de todos se tiñen de sorpresa y compasión pero jamás veo reproche. Son mis amigos, incluso Zamara está de mi lado. Me prometen estar siempre ahí para mí y mi bebé, Julia llora al pensar en lo duro que debe ser para mí recibir ese odio de la persona que amas. La abrazo y nos consolamos las dos.

Jaz y Amber se pelean por ser la madrina del bebé, pero les informo que ese lugar es de Cam y que aún es muy pronto. Gabi y Artie se nombran mis embajadores de la comida, pues ahora que Vin no quiere verme y yo no deseo tampoco estar en su radar, van a traerme comida o en su lugar llevarme a otros lugares. Unos minutos después todas están de acuerdo en comer en otro lugar.

—Jaz, Julie no pueden dejar de ver a sus chicos por mí.

-Lo siento Alec pero primero fuiste tú que ellos —responde Jaz mientras Julia asiente con la cabeza—. Además podemos verlos en otro momento. Ahora estamos contigo. —Su lealtad me hace llorar otra vez.

Alex viene de visita y le informo de todo, dice que va a golpear a los dos hombres que están haciendo mi vida un infierno, pero se calma. Me acompaña todos los días en la tarde. Ha perdido peso, aunque su médico dice que el tratamiento está dando efectos positivos.

****

Las siguientes semanas son un borrón para mí, esperando una próxima ecografía, inscribiéndome en los cursos para futuros padres, el trabajo, mi familia y amigos; hace que todo pase con mayor rapidez. Mel ha intentado hablar conmigo pero ahora que está en sus pasantías nuestros horarios son complicados. Cada fin de semana la paso en compañía de mis padres, amigos o Margot, quien vino a vivir conmigo para cuidarme. De Vin no sé nada, no lo he viso y tampoco he preguntado por él. Las chicas deben saber, Jaz alunas veces ha intentado nombrarlo, Amber y Julia no la dejan.

La revista sigue resurgiendo y nuevo personal llega. Adam se nombra a sí mismo junto con Cam y Alex los padres de acompañamiento y procuran asistir cada semana conmigo a las dichosas clases —debo decir que Adam ha conquistado totalmente a las otras mamis. Cam o golpea con más frecuencia ahora— Soy la única madre con tres acompañantes pero no la única sin el verdadero padre de su hijo presente.

—De verdad Cami cariño, deberías embarazarte. Mira el trasero de esa mamá y esas bubíes

—Si sigues observando a esa mamá voy a rebanarte el pene. Además, jamás tendría un bebé. Mira como tienes los pies la pobre. — señala a Lucille una madre en su noveno mes de gestación.

—Es porque está en su término Cam, así nos vamos a poner todas.

—Alec vas a ser una hermosa foca embarazada. —dice Adam, dándome una inocente sonrisa.

—Eres un Idiota Adam —digo mientras Cam lo golpea en la cabeza.

Alex y yo reímos. Siempre es lo mismo.

****

Las ocho semanas pasan rápido, mi vientre plano tiene una pequeña protuberancia. Adam dice que parezco un Liquid paper o —su comparación alterna—una lombriz con un frijol dentro. Hoy es lunes veintitrés de junio y tengo mi próxima consulta. Me acompañan Alex, Cam y por supuesto la garrapata Adam.

—Doc. Las náuseas aún no se quitan. Es horrible, no sé cómo aun subo de peso.

—Su trasero es enorme —Adam extiende sus manos y trata de medir mi trasero.

—Adam —advierte Cam mientras yo río y niego con la cabeza

—Siempre son así Doctor —Le informa Alex al doctor Moreno.

—Tu bebé está consumiendo lo necesario y está creciendo. Las náuseas pueden durar hasta el último día o pueden desaparecer antes. —Miércoles, eso no es esperanzador—. Tu peso es ideal, tienes buen color. Los exámenes han salido perfectos. El de VIH y otras posibles ETS es negativo. —Qué alivio—. Vale, vamos a hacerte otra ecografía y escucharemos el corazón de tu bebé.

—Oh el pequeñin nos va a saludar.

—Puede ser una niña también Adam —dice Cam

—Es niño —murmura con toda la convicción del mundo.

—¿Cómo lo sabes? —pregunto, una sonrisa dibujándose en mi rostro.

—Quiero que sea niño

—Oh ¿por eso crees que será niño? En serio eres raro, camicasie ¿por qué sigues con él? —Alex y Adam se ha llevado muy bien.

—Lo mismo me pregunto

—Sigue conmigo porque mi asombroso pen...

—¡Cállate! —gritamos todos. Adam se dobla de risa.

Entramos al mismo cuarto donde me han hecho las dos anteriores ecografías. Se realiza el mismo procedimiento, pero, que esta vez es sobre mi abdomen —mi vagina lo agradece Doc— el gel es frio. Pronto, la pantalla emite la imagen de un bebé. Es perfectamente visible, se ve su nariz, el cuello, la cabeza, incluso las extremidades logran verse, aunque son confusas.

—Tu bebé mide 10.7 centímetros. Sigue siendo un bebé grande. Calculo catorce semanas de embarazo. No se observan desprendimientos ni hematomas. El hueso nasal está presente, la sonoluscencia nucal es acorde.

—Es hermoso —murmura Alex.

—¿Se puede ver a color? —Interrumpe Adam, como siempre.

—Sí, una ecografía tridimensional, Alec la ha solicitado para las 22 semanas de embarazo. Bien, escuchemos ese corazoncito —Inmediatamente el consultorio se llena con el más hermoso sonido que puede existir. Un bum, bum fuerte y rápido nos deleita.

—Oh. Dios. Mío —Cam se tapa la boca y mira a mi bebé en la pantalla. Lágrimas se acumulan en sus ojos.

—No puedo creerlo, es tan chico pero mira ese corazón tan fuerte. Igual que el de su madre. —Alex aprieta mi mano.

—¿Es normal que sea así de rápido? Digo, es muy pequeño.

—Tranquilo ¿Adam? —pregunta el Doctor, y mi amigo asiente—. El corazón es normal ciento cincuenta y siete latidos por minuto.

Me entregan fotografías de mi bebé, las cuales son repartidas entre todos. Nuevamente envío una foto de mi móvil a las chicas.

Julie: OMG es lo más hermoso de este mundo. Estoy enamorada

Amber: ¡Quiero ser madre!

Zam: Esta enorme ese bebé. Hay que buscar los nombres ¡Quiero una foto!

Jaz: Es el frijol más hermoso que nunca comeré del mundo.

Artie: Felicidades Alec es muy bello.

Gabi: Estoy llorando... es increíble.

Luisa: Felicidades, cuando sabremos si es niña o niño.

Cristina: Yo quiero un bebé...

Jena: ¡I Love!

Andy: Dios bendiga esa criatura.

Llamo a mis padres y les informo sobre la consulta. De camino a casa me da unas ganas terribles por comer pollo, así que nos desviamos a un Presto. Mientras hacemos el pedido y nos ubicamos en las mesas. Contesto todos los mensajes de mis amigos. Siento que alguien me observa, es una rara sensación así que levanto mi mirada, miro a mi alrededor, pero no logro ver a nadie. Regresamos a casa y Margot me recibe con una deliciosa malteada de chocolate, amo a esa mujer. Tomo un delicioso baño y me recuesto en mi sofá para ver las repeticiones de TBBT en Warner. Amo a Sheldon. A las nueve de la noche estoy en brazos de morfeo.

El martes estoy en mi oficina programando una entrevista con Esperanza Gómez, una actriz porno Colombiana. Queremos hablar con ella sobre su matrimonio y su carrera. Sí, chicas está casada. Termino de confirmar nuestra reunión cuando Eunice me informa que alguien vino a verme.

—Señorita, la mujer dice llamarse Sonia y la señorita Melisa —Santos vibradores rosados.

—Diles que pasen, Eunice. Gracias —Bien es ahora o nunca.

—Buen día Alec ¿Cómo estás? —Sonia entra con una sonrisa sincera en su cara—. Es bueno verte de nuevo cariño.

-Ho...Hola Sonia. Gracias, igualmente.

Mel se abalanza sobre mí. —Oh Dios Alec te he extrañado. ¿Por qué estas evitándonos?

—Yo no... —Las dos me dan una mirada de "no mientas"—. Está bien. No sé qué tanto sepan, pero entre Vin y yo las cosas no están bien. Es decir no hay nada y...

—Lo que pase entre mi hijo y tú es muy diferente a lo que pasa entre nosotras Alec. Eres nuestra amiga. —reprende Sonia.

—Lo sé es solo que... pensé que estarían enojadas conmigo. Después de todo lo que he hecho.

—¿Cómo está el bebé? —pregunta Mel, las miro con horror a ambas—. Sí, sabemos que estas esperando un bebé, Alec. Tuve que estar alrededor de mi hermano muchos días para que por fin soltara la sopa —No quiero ni imaginar todo lo que dijo. Cristo, por qué siempre que pienso en él tengo que llorar.

—Nos preocupamos por ti querida. Vin está un poco enfadado y es normal en su situación, pero nosotras hemos llegado a conocerte y sabemos que hay más. No debes decirlo y no es por ello que hemos venido. Sólo queremos saber cómo está mi nieto y como estás tú.

¿Nieto?

—Sonia. Yo lamento mucho decirte esto, pero hay posibilidad de que no sea hijo de Vin.

—¿Qué posibilidad hay de que lo sea?

—¿Cincuenta por ciento? —Es más una pregunta. Sonia y Mel sonríen y ambas dicen al tiempo

—Es suficiente para nosotras.

—Me quedo con ese cincuenta por ciento Alec. Es mi sobrino o sobrina.

—Así es.

—Lo siento tanto —Empiezo a llorar nuevamente. Soy como la llorona que en vez de decir "ay mis hijos" digo "lo siento". Patética pero no me juzguen son las hormonas.

Suelto todo. Todo lo que sucedió con Whitney, Diego, el club, la noche de mi borrachera. Todo. Ellas escuchan y simplemente me dicen que en esta vida cosas pasan y que mientras exista la posibilidad de que ese bebé sea parte de su familia estará ahí para mí. Vaya, lo que un bebé puede hacer, aún no ha nacido y ya es amado por muchos.

Sonia y Mel me invitan a almorzar, vamos a un restaurante cerca, hablamos un poco más. Mel está súper enganchada con un compañero de trabajo, dice que va a vengarse de Gabi y de Sebas por no decirle sobre mi estado. No pregunté sobre qué les dijo Vin. Terminamos nuestro almuerzo y Sonia me entrega un hermoso conjunto con zapaticos amarillos.

—Los compre apenas me enteré. Quiero que sin importar qué, el bebé use esto al nacer. Por favor.

—Claro que sí. —prometo. Recibo el regalo y sonrío.

—Yo te compré esto —Mel me entra una cobija blanca con ositos estampados.

—Gracias a ambas.

Regreso a mi trabajo y ellas a su rutina. La semana pasa entre nauseas, vómitos, comidas, amigos, familia y mi bebé. Cada vez que puedo le hablo y froto mi panza. Cam me compró unas cremas para las estrías y otras humectantes así que paso mucho tiempo frotando mí estómago. La semana continúa su ritmo

El lunes siguiente cumplí veintiocho años, Cam y mis padres decidieron hacer una comida el fin de semana. Fui al centro comercial y compré un lindo vestido que lucía con mi panza de cuatro meses. Un hermoso vestido azul de corte imperio hasta las rodillas.

En la cena me acompañaron mis amigos y familiares, incluso Alex estuvo allí, recibí muchos regalos. Sonia y Mel enviaron sus presentes pero por alguna situación familiar no asistieron. Quise preguntar si era por Vin pero me abstuve. Ese sábado en la noche recibí una llamada

—¿Aló? —repetí varias veces—. ¿Hay alguien ahí? Mire si no va a hablar ¿para qué llama?

Nada. Y así estuvo por unos minutos, hasta que colgó

El lunes recibí muchos regalos. Oficialmente tuve veintiocho años. Mis padres me levantaron con un delicioso desayuno preparado por Margot. Las chicas me obsequiaron otras cosas y Zam compró un enorme pastel que compartimos en la oficina. Diego me envío un ramo de girasoles. Antes de salir recibí una rosa blanca y unos chocolates. La tarjeta solo decía "Feliz Cumpleaños"... sabía que era de Vin. Eso animó mis esperanzas. En la noche, en la soledad de mi habitación me cante a mí misma con sólo mi hijo de testigo el cumpleaños y me comí un enorme trozo de torta de chocolate.

Las semanas siguen pasando y es increíble que no me cruzara con Vin en ningún momento. Diego ha intentado contactarse conmigo pero no le respondo, hasta que Adam me recalca que si dejo que la familia de Vin se acerque, debo permitírselo a él también. No es su culpa que Vin no quiera verme... Bueno el tarde que temprano se iba enterar. Sé que tiene razón así que le envío fotos del bebé a Diego.

Como lo presentía recibo la visita de los padres de Diego, Amanda se ve muy entusiasmada con ser abuela pero Juan Pablo es receloso conmigo. Puedo entenderlo. Sara está muy emocionada y temo romperle su corazón. Me llenan de cosas de bebés y me siento culpable por recibir regalos de ambas familias.

Mis padres están que no se cambian por nada, la pasada ecografía fue grabada así que cada vez que tienen visitas, les enseñan a su nieto o nieta con orgullo. Margot es una mamá oso conmigo, está pendiente de mis comidas y vitaminas. Las siguientes consultas al médico son normales, mi bebé crece rápidamente y es asombroso ver como mi panza también lo hace.

Pronto debo empezar a comprar ropa que se ajuste a mi nueva forma, Cam y las chicas me acompañan. Compró lindos jeans maternos y hermosos vestidos, blusas, camisas, pantalones y todo lo que pueda usar. Estoy me probándome una blusa siento un tirón en mi estómago. Pienso que puede ser hambre pero luego lo siento aún más fuerte

—Miércoles —He decido dejar las malas palabras sólo en mis pensamientos—. ¿Eres tu bebé? —Otra vez— Oh mi querido Buda... eres túuuu... ¡Chicas se esa moviendo! ¡Te amo bebé te amo!

Las chicas vienen, les cuento y tratan de sentirlo pero no se vuelve a mover. Creo que no le gusta la atención

Para la semana veintidós tengo una nueva ecografía, esta es tridimensional así que el bebé se verá mucho más claro, además de que sabremos el sexo. La familia de Vin y la familia de Diego se enteran de esa cita y me exigen dejarlos asistir.

—Tenemos el mismo derecho que ustedes de ver a nuestro nieto. —espeta Amanda

—Igual que nosotros, también es nuestro nieto. —contraataca Sonia.

—No pueden ingresar todos ustedes. —Soraya la recepcionista nos informa.

—Nosotros somos los padres de Alec, así que somos quienes ingresaremos —dice mamá.

Y así empieza una terrible discusión sobre quienes deben ingresar y quienes no.

—Yo soy el posible padre y el único de los dos que está aquí, así que creo mi familia y yo debemos entrar. —le dice Diego con furia a Mel. Una mirada de dolor cruza por su bello rostro. Esa sola mención indirecta de Vin me hace estallar.

—¡Cállense todos! —grito, la poca audiencia que teníamos aumenta—. Diego tienes razón tú estás aquí, pero por el momento soy yo quien decide a quién quiero a mi lado, y como no quiero herir los sentimientos de nadie al tener la posibilidad de que alguno de ustedes sea la familia de mi hijo —Miro a cada persona que me rodea para hacer mi punto—. NINGUNO de ustedes va a entrar conmigo. Mi bebé, mi cuerpo, mi vida. Sólo mi familia estará ahí dentro incluida Cam que es mi hermana. ¿Entendido?

—Pero Alejandra querida, nosotros queremos saber así podremos comprar...

—He dicho que ninguno Amanda. Y para acabar con esta absurda pelea de quien le compra que a mi bebé lo mejor, que se traen ustedes. De ahora en adelante no recibiré regalos de nadie... de nadie. Hasta que las pruebas de ADN no confirmen la paternidad de alguno.

Sé que quieren objetar pero mi postura y mi mirada de determinación los frena. Sonia me sonríe al igual que Miguel. Amanda luce molesta como Sara y Diego a quien Mel fulmina con la mirada. Juan Pablo me observa con reproche.

—Soraya confirma por favor, sólo estaremos mis padres Cam y yo. —Lamentablemente hoy Alex tuvo una revisión médica así que no puedo acompañarme.

—Está bien señorita.

El doctor Moreno nos recibe con una sonrisa. Me invita a acomodarme en la camilla, lo cual es un poco difícil ahora. Mi estómago es mucho más grande y redondo. Pero lo hago, quiero saber que nombre será el de mi bebé, es sí ahora soy una hermosa ballena.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro