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CONFUNDIDA


Después de la cita no logré dormir tranquila, hubo un silencio incomodo entre Diego y yo, luego apareció el autobús y llegué a tirarme a mi cama.

¡Cómo es posible! ¡Ya tengo 19 años y aún no sé besar!

¿Nunca me puse a pensar en eso?
Obvio no, jamas pensé en eso, por eso no logré dormir bien en toda la maldita noche.

Me levanté de mi cama a las 2 de la tarde y me quedé mirando mi zapato 20 minutos. Agarré mi celular y vi 4 mensajes de Rafael preguntandome por la cita y por la pijamada en casa de Karen.

Abrí mis ojos con susto y recorde lo de Karen, me coloqué unas pantuflas de oso y caminé al baño con el animo por los suelos.

—Qué enormes ojeras.—susurré a mi reflejo mientras me tocaba el labio inferior. Deseé arrojarme a un pozo profundo y nunca salir.

Nuevamente sostuve mi celular y le envié un mensaje a Rafael avisandole que nos veremos en la casa de Karen.
Suspiré, fuí a mi habitación y me vestí; no me importó ponerme cualquier ropa, un pantalón azul viejo y un suéter negro, no me coloqué maquillaje y sólo me acomodé el cabello.

Salí de casa y me despreocupaba el frio que hacia, caminé hasta tomar el autobús y al bajarme de él fuí a comprar cervezas.

Solo unas pocas cervezas, después de todo, seria una noche tranquila...

    
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—¡Toc toc, Karen!—exclamé y limpié mis zapatillas en el tapete.

—Abre la puerta, zorrita.—dijo Rafael apoyandose en la ventana del lado izquierdo de la puerta.

Karen abrió la puerta y sonrió al ver el globo que traia Rafael.
Tenia la rara costumbre de siempre estar bellisima hasta en su propia casa.
    
—Dos cervezas, dos gaseosas y un globo.—anunció Rafael al entrar, miró a todos lados de la casa y luego volteó a ver a Karen
—Muy pocas cervezas, ¿qué haremos, preparar la garganta para algo más o sólo seran estos?

—¿Y ese globo?—señaló ella y cerró la puerta detras mio.

—Tuve que salir de un cumpleaños... y me traje el globo.

—Bien, Rafa, esto sera algo tranquilo, nada más. No iremos a comprar más.—aclaré con cierta autoridad.

Él soltó una enorme carcajada y luego se fue a la cocina.

—Oye, ¿qué tal tu cita?—susurró ella, dandome un golpesito con su dedo.

Volteé a mirarla y solté un suspiro como si me quitara un enorme peso.

—Y... mal,—contesté mirando sus ojos—no se besar.—reí y ella arrugó su frente, era obvio que queria reirse de mi.

Yo de verdad esperaba su risa como respuesta, levanté mi ceja y ella me dió unas palmadas en el hombro derecho.
Fuimos a la cocina y pusimos manos a la obra con la mezcla de cervezas y gaseosas, hasta pareciamos dos brujas haciendo un maleficio y Rafael era el mayordomo que nos pasaba las pociones.

A los primeros vasos de cerveza lo tomamos en la mesa de la cocina.
La cuarta ronda de bebidas le habia afecto muy mal a Rafael, comenzó a dar unos pasos de baile terribles y luego se paró en la escalera, subió al segundo piso cantando My Way de Sinatra y luego bajó con pasos cansados aferrandose de la barandilla.
En el segundo escalón se dió por vencido y luego se sentó con la cabeza oculta entre sus brazos.

Karen y yo reimos como locas al ver a Rafael en ese estado.
   
—No se rían, brujas.—balbució con el vaso de cerveza en sus labios—Esto es como tomar aguita en mi pueblo.

—Si, claro.—sonrió Karen con la cabeza apoyada en su brazo.

Me tomé dos tragos más y Karen aún no lograba terminar su copa, ella estaba jugando con un tenedor al frente de la mesa, yo golpeé dos veces la mesa y ella levantó la mirada hacia mi.
Entre nosotras hubo un gran silencio después de que ella me mirara, parecia que nada podria alegrarla o hacerla sentir acompañada.

—¿Qué te pasa?

—Nada.—contestó.

—No. Algo te pasa, vamos, dimelo.

Ella se enmudeció, mordió su labio inferior y desvió su mirada.

—Dime...

— ...

—Dimelo...—insistí al borde de enojarme.

—Hubieran venido más personas, si mi novio hubiera venido.

Al mirarla sentí como si nunca la hubiese conocido.

—¡Pero bueno!—exclamó—Él puede irse al diablo. Él, y sus amigos, y él y mi novio.
—afirmaba ella mientras sostenia su vaso.

Tambien era gracioso verla en ese estado. Muy pocas veces gozaba de ese lujo, ya que yo siempre era la primera en enbobarme.

—Así se habla, mujer.—añadí con un golpe a la mesa. Karen bebió y vació todo el vaso y luego lo dejó en la mesa.

Yo decidí llenarme una copa más de cerveza luego de ver a Karen así. Nos fuimos a su habitación a ver una pelicula, mientras subiamos por las escaleras, cada una agarró un brazo de Rafael, contamos hasta 3 y lo arrastramos hasta el segundo piso.

Ya en la habitación de Karen acostamos a Rafael en la alfombra y le pusimos unas sabanas.
Al levantarme tambaleé un poco y no llegué a caer en la cama de mi amiga, más bien, caí en la orilla de su cama, carcajeé un poco y me senté en el piso sin derramar la cerveza.

El silencio del minuto era odioso.

—¿Sabes cuál es el colmo... de un niño sin manos?—pregunté, y miré a Karen que estaba sentada en la orilla su cama.

—No empieces con tus chistes feos, Erminda.—atacó ella. Me sonroje al oir mi primer nombre y luego me enojé.

—No me llames asi.—reí dejando salir un hipo. Karen bajó poco a poco de su cama y luego se sentó a mi lado

Rapidamente coloqué mi vaso de cerveza a mi izquierda y le hice cosquillas a Karen, hice una voz irritante y ella alejaba mis manos entre risas. Ella no paraba de decirme "detente, Erminda", con su risa y sus golpesitos mientras yo pellizcaba su barriga.

Detuve las cosquillas y solté un enorme suspiro, coloqué mis brazos detras mio y los apoyé en el piso, así tranquilamente puse mi peso en ellos.

Karen dejo de reir y se inclinó hacia el frente, me miró y frunció el ceño como si pudiera ver mi alma.

—Por qué sentia que algo iria mal en tu cita...—dijo Karen, y luego se apoyó en mi hombro.

—Nadie sabe. Aunque si pudieras ver el futuro, yo te lo hubiera preguntado.

—¿No lo sabes?—preguntó en tono burlesco—Si puedo ver el futuro.

—¿Si? No te creo.—decidí seguir el juego.

—Si, es verdad. Aunque ver el futuro no es tan divertido como todos piensan. Es triste porque la misma palabra te lo dice a gritos.

—Dime mi futuro.—miré a mi derecha observando a Karen.

Ella negó con la cabeza varias veces.

—No... porque te enojaras conmigo, o te sentiras mal. Así son las cosas.

—¡Vamos!—exclamé mientras tambaleaba con mi mano izquierda a Karen, paré de insistir y nuevamente se apoyó en mi hombro.
   
—Te enojaras.—replicó.

—Dime mi futuro, ¿o eres una mentirosita?

—Bien... es-espera.—Karen comenzó a hacer circulos con su mano derecha, cerró sus ojos y habló en voz baja.

.
.
.

Sonreí un momento sin que ella se enterara.

—¿Y? ¿Qué pasara en mi futuro?

Abrió los ojos y me miró con una expresión de angustia, y luego de temor.

—Te enojaras...—afirmó.

Puso su mano en mi mejilla izquierda y luego me besó.

Mantuvo su calido beso mientras lentamente apoyaba su cuerpo con el mio: con su mano acarició un poco mi mejilla y separó sus labios de los mios y continuó besandome.
Aprovechó para poner un poco de mi cabello detras de mi oreja, al terminar ese delicado movimiento suyo, nuevamente acomodó su mano a la posición anterior.

Sus labios suaves seguian junto a los mios, ladeó su cabeza sin alejarse mucho de mi boca y siguió con suavidad, ella abalanzaba su cuerpo hasta el punto de hacerme sentir sofocada.
Mis ojos estaban entrecerrados y mi mano izquierda estaba en su hombro, empujé lentamente su cuerpo hasta separarme de sus labios.
Respiré con agitación mientras la miraba, sentí mi cuerpo muy pesado como si me estuviera aplastando un auto, ella sólo me miraba con miedo.
No sabia que pensar, no logré pensar nada, mi mente estaba en blanco, ninguna idea venia a mi cabeza.

—Raven... Perdón.

—No, n-no, tranquila, estás ebria.
—tartamudeé—En muchas historias y novelas suceden cosas así...

Karen se acomodó su hermoso cabello y no quiso verme.

—Si, tienes razón. Quizás sea mejor que nos vayamos a dormir.

—Si...

Karen se levantó despacio y cayó boca abajo en su cama, siguió así mientras se arrastraba hasta su almohada.
Yo decidí dormirme a lado de Rafael, Karen no preguntó el porqué. Tantos años que siempre dormiamos juntas después de una pijamada o una gran borrachera.

Ya no sé como mirarla a la cara.









   
  

   
•Hola guapos y guapas ;3
Ay, que linda es la amistad.
¡Qué les cuesta comentar y votar! (。-'ω-)ー denle amoOor a esto, chamacos.
Los tkm, besos ;3•
              

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