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Buscar un nuevo hogar para los niños es más difícil de lo que Luffy pensó que sería. Se ha corrido la voz entre susurros de que Nico Robin está aquí y, aunque todos guardan silencio ante la amenaza implícita de Luffy, nadie llegaría tan lejos como para llevarla a su casa.
De alguna manera, Robin parece más tranquila que nunca. En los dos meses que han pasado desde que llegaron a la isla de Dawn, la niña se ha adaptado fácilmente a vivir con un bebé y un adulto más inútil que el bebé.
Los papeles en el hogar quedaron claros el primer día. La tarea de Luffy es cazar, llevar a los niños a pasear y alimentar a Ace. Robin es la encargada de cocinar y básicamente ser el cerebro de la casa. La limpieza... Bueno, digamos que Luffy le pasó el relevo a Ace por lo que el polvo de la casa y los pequeños insectos han sido ya adoptados por el trío de azabaches. Muchas veces Luffy lo convierte en un juego para que Robin y él puedan limpiar sin aburrirse hasta la muerte.
Robin también ha comenzado una relación de amistad vacilante con Makino. La niña mayor es siempre amable y paciente, ayuda a Robin a relacionarse con la gente de la villa y a cambio ella le enseña muchos de sus conocimientos. A pesar de la inseguridad de los pueblerinos al principio, muchos han comenzado a encariñarse con los dos niños al cuidado de Luffy. Le regalan libros a Robin y se ofrecen a ayudar a que Ace crezca sano.
Todo parece ir bien, pero en el fondo, Robin aún no está segura de qué pasará. Tiene una mochila llena de cosas que necesitará si en algún momento tiene que huir, si un día Luffy llega y les dice que ha encontrado un hogar para ellos. El problema más grande es Ace, que ha empezado a hacerse un camino larguísimo hasta el corazón de la niña. Si ella lo lleva cuando tenga que huir, no está segura de cómo lo cuidará.
"¡Ah! ¡Echo de menos la comida de Sanji!"
Robin termina su plato mientras ve a Luffy retorcerse en el suelo. Ace levanta su cabecita de la cuna para darle a Luffy una mirada divertida, Robin también suelta una risita.
"¡Tu comida también es genial, Robin!", exclama Luffy de repente. "Es solo que Sanji era el mejor cocinero del mundo... No puedo esperar a que nazca, ¡tienes que probar su comida!"
Robin está extrañamente acostumbrada a estos arrebatos. A veces Luffy dirá nombres al azar, nombres con los que ella está ya familiarizada. Dirá que los echa de menos y que está deseando que nazcan de una vez. Es raro y casi preocupante, pero después de conocer a Luffy por unos meses Robin ya no puede extrañarse por sus rarezas.
"Estoy deseando conocerlo también", dice la niña mientras se levanta para recoger los platos sucios.
Luffy se levanta de un salto y sonríe. "¡Te ayudaré a limpiar para que termines rápido y podamos jugar un rato con Ace!"
Ella sonríe y asiente. Lava la vajilla y la deja en las manos de Luffy, que toma cada pieza cuidadosamente para evitar romperlas mientras las seca con un trapo. Cuando terminan, Robin saca a Ace de la cuna mientras Luffy tira un puñado de mantas al suelo.
...
La tarde pasa con Luffy y los niños revolcándose por el suelo. Él y Robin juegan con Ace y la risa de la niña es como música para sus oídos. Antes, Luffy jamás escuchó a su nakama reír tan abiertamente.
Incluso si es más lento de lo que él pensaba, el crecimiento de Ace es notable. Luffy suelta una carcajada cada vez que el bebé frunce el ceño y Robin lo imita, aunque ella no entienda qué es lo que hace que sea tan gracioso. La Robin adulta nunca llegó a conocer a Ace, recuerda Luffy brevemente, aunque Sabo y él le contaron tantas cosas sobre su hermano que probablemente es como si lo hubiera conocido. Ver a dos personas tan importantes para él ser tan felices sabiendo lo mucho que sufrieron la primera vez lo llena de orgullo, Luffy se asegurará de que esta vez los dos crezcan protegidos y amados, en una familia de verdad.
En algún momento del día, Robin se queda dormida en su costado. Con el rostro de la niña pequeña casi enterrado debajo de su brazo y Ace intentando trepar por sus piernas, el sueño comienza a llegar a él.
La puerta de la entrada se abre de golpe, Luffy se sobresalta porque no está acostumbrado a ser sorprendido con la guardia baja de esta manera. Garp entra a la casa riendo.
"¡Mocoso! No vas a creer la que armó el hijo de Sengoku el otro día en el Cuartel General. Se prendió fuego en medio de..."
Se detiene en seco al llegar al salón. Luffy está congelado, aún sin recuperarse de la sorpresa por la inesperada llegada. Garp, sin embargo, se congela por otra razón.
Desde la puerta del salón, todo lo que Garp ve es a su hijo menor con un bebé trepando por su regazo y una niña pequeña dormida junto a él. No puede ver el rostro de la niña, pero el cabello de los dos infantes es suficiente indicación para algo que no creyó posible hasta que lo ha visto.
Garp se echa a llorar.
"¡Mi mocoso, mi hijo menor!", aúlla. "¡¿Cómo te atreves a hacerme abuelo tan joven?! ¡Solo tengo 56 años!"
El rostro de Luffy se arruga en confusión, ladea la cabeza y casi aparece un interrogante sobre él, haciéndole ver a su padre lo perdido que está.
"¡No te hagas el tonto! ¡¿A qué mujer dejaste embarazada?!", da pisotones fuertes en dirección a su hijo y termina su llanto, cambiándolo por una risa profunda cuando toma al bebé bruscamente en sus brazos. "¡Bwahahaha! ¡Mira esto, tiene los ojos grises como tu bisabuela!"
Más signos de interrogación aparecen sobre la cabeza de Luffy, sin entender de qué habla Garp.
"¡Mocoso! ¡Soy Garp, tu abuelo!", el anciano comienza a hacerle burlas al niño que ríe un poco por las payasadas del marine. "¿Quién lo iba a pensar? Supe que algún día sería abuelo pero creí que Dragon dejaría embarazada a una mujer, le pondría a su hijo el nombre de su hermano y me daría al niño para que lo criara... ¡Bwahahaha!"
"Papá", llama Luffy al fin. "¿De qué estás hablando?"
Garp levanta al bebé en el aire para mostrárselo al adolescente. "Tu hijo", dice para luego señalar a la niña que aún duerme. "Tu hija."
Luffy parpadea mirando a Ace. "¿Crees que son mis hijos?", el mayor asiente, Luffy mira ahora a Robin. "¿Sabes que Robin tiene ocho años?"
"¡Bwahahaha! ¡Parece que has estado ocupado!"
El adolescente abre la boca para decirle a su padre lo estúpido que es, que ya es algo viniendo del mismísimo Luffy. Sin embargo, una idea se clava en su mente.
"Tú piensas que Ace y Robin son mis hijos", repite.
"Así que el nombre del mocoso es Ace", murmura el anciano distraídamente aún jugando con el bebé en sus brazos.
"Si tú piensas eso, probablemente los demás también lo pensarán, ¿no?", dice más para sí mismo. "Y entonces Robin y Ace pueden ser..."
Mira en silencio a su padre y a Ace. Luego su mirada se dirige a la niña durmiendo en su costado y comienza a moverla para despertarla.
"Robin, Robin necesito tu ayuda."
La niña parpadea adormilada en dirección a su cuidador sin reparar en la presencia del anciano.
"¿Sucede algo, Luffy-san?"
El adolescente se inclina para hablar con la niña entre susurros.
"Robin, ¿recuerdas que estaba buscando una familia para ti y para Ace?"
La niebla de sueño en la mente de Robin se dispersa en el momento en que la niña se tensa. Mira a Luffy con los ojos abiertos y horrorizados, con un miedo tan profundo que no ha sentido en meses.
"¿Has encontrado...?"
"Robin, ¿crees que yo puedo cuidar de vosotros?"
Luffy se pierde el extraño brillo en los ojos de la niña mientras su mente va más allá. Nunca pensó en quedarse él mismo con los niños porque Luffy ya era el hermano menor de Ace y el nakama y capitán de Robin.
Ace ya no puede ser su hermano mayor pero Luffy puede ser su Dadan. Lo mismo pasa con Robin. Él pensaba buscar a alguien que amara a los niños y los cuidara, ¿quién puede amarlos más de lo que Luffy lo hace?
Quizás Luffy no es el más indicado para cuidar a los niños. No es el más inteligente y tampoco el más hábil, siempre ha necesitado a otros con él para complementar todas sus asperezas. Pero, por otra parte, Luffy siempre ha sido insistente en sus sueños. ¿Cuál era su sueño en esta vida?
Reunir y cuidar a sus nakamas para que ninguno de ellos vuelva a sufrir.
Cumplió su sueño en su primera vida, ser el Rey de los Piratas. Su sueño en esta vida podría ser...
"¡Mocoso estúpido!", un puño incrusta la cabeza de Luffy en el suelo del salón de su casa. Ace ríe ante la brutalidad de su abuelo mientras que Robin palidece. "¡Tu hija te está hablando, no la ignores!"
"¡Papá!", se queja mirando al mayor con el ceño fruncido. "¡Papá, acabo de encontrar mi sueño!"
El anciano sonríe mirando a su hijo con interés. "¿Si? ¿Vas a ser un buen marine para darle ejemplo a tus hijos?"
"¡Por supuesto que no!", se burla el joven. "¡Voy a ser el Rey de los Papás!"
Luffy saca al bebé de los brazos de su padre y lo mete en su pecho al mismo tiempo que abraza a Robin.
"¡Voy a ser el mejor papá de todos! ¡Desafiaré a cualquiera que intente herir a mis hijos!"
Garp le da una mirada extraña antes de echarse a reír. "Conozco a un hombre que estaría dispuesto a desafiarte por la posición del mejor padre de los mares. ¡Asegúrate de darle una paliza al viejo Barbablanca!"
Ambos, padre e hijo, comienzan a reír con sus particulares risas "Shishishi" y "Bwahaha". Robin parpadea con desconcierto mientras procesa las palabras de Luffy. Sus ojos se abren con sorpresa cuando se da cuenta de lo que quiere decir. Aún siendo abrazada por el adolescente, ella levanta una mano vacilante y acaricia el cabello de Ace.
"Mi familia..."
...
"Realmente me resultas familiar", insiste Garp mirando a la niña pequeña.
Robin ha aprendido que su nuevo abuelo, Garp, es un vicealmirante de la marina. Para su suerte, parece que la estupidez de Luffy fue heredada. Probablemente Garp ha visto cien veces el cartel de recompensa de Robin y aún así no consigue reconocerla.
"Eso es porque me parezco a mi papá", responde con un poco de orgullo, saboreando la palabra desconocida.
"Debe ser eso, ¡las mujeres de nuestra línea familiar son muy hermosas y fuertes así que asegúrate de crecer rápido para convertirte en una gran marine!"
Robin mira a Garp impasible. "No me gustan los marines."
El anciano ni siquiera parpadea, clava su puño en la cabeza de la niña pequeña. Robin abre los ojos con sorpresa antes de sollozar de dolor.
¿Qué tipo de abuelo golpea a su nieta de ocho años?
"¡Papá! ¡No le pegues a Robin, estúpido!"
"¡¿Estúpido?! ¡Ten más respeto, mocoso! ¡Me aseguraré de que Robin y Ace se conviertan en grandes marines para hacerme orgulloso."
Garp se distrae cuando Ace comienza a balbucear galimatías. Luffy suspira y acaricia la cabeza de Robin con cuidado.
"Debería haberte advertido, Robin, papá no tendrá reparos en golpearte", se estremece con terror. "Aún así, esto me ha dado una idea."
La niña mira con atención, una idea de Luffy no puede ser buena señal. "¿Qué es?"
"Voy a entrenarte", dice Luffy con determinación. "Aunque yo os protegeré, no puedo dejar que estés indefensa si en algún momento no estoy cerca. ¿Qué te parece?"
Robin lo piensa durante unos segundos para luego asentir. "Yo también quiero ser capaz de defenderme. Y a Ace, ya que él no puede defenderse solo."
Luffy se ilumina y vuelve a acariciar la cabeza de Robin. "¡Eso es genial!"
Ella se sonroja ante los mimos del mayor. "Um... ¿Luffy-san? ¿Puedo... Puedo llamarte papá?"
El chico asiente fervientemente. "¡Debes hacerlo!"
"Está bien. Nunca he tenido un padre, así que..."
"Yo nunca he sido papá", sonríe él. "Aprenderemos juntos, no te preocupes por eso."
Robin sonríe y asiente felizmente. Todos los temores que tuvo en los últimos dos meses desaparecen cuando se da cuenta de que esto es lo que ella quería, quedarse con la única persona que le ha mostrado bondad y amor desde aquel día. Mirando a Garp y Ace, recuerda que el futuro es incierto para todos ellos y que tendrán que enfrentar muchos retos para sobrevivir. Sin embargo, dándole una mirada a Luffy, ella sabe que no tiene de qué preocuparse.
Si alguien puede amar y cuidar a un grupo de marginados, ese es Luffy, el hombre que se convertirá en el Rey de los Papás... Y quizás algo más grande que eso.
Esta historia tiene tan poco sentido que me encanta.
Llevamos ya 8 capítulos y todavía estamos en el año del nacimiento de Ace... Intento resumir para no enrollarme mucho pero creo que esta historia va a ser más larga de lo que pensé cuando la empecé.
No iba a actualizar esta semana pero nadie me ha insistido mucho por un nuevo capítulo y los comentarios de ánimo del capítulo anterior me hicieron tan feliz que no he podido evitarlo 🥺❤️ Sois preciosxs, merecéis poder leer mil historias que os gusten!!!
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