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Capítulo 16

— ¿Qué diablos estás diciendo Thomas? — preguntó Ian, colocándose de pie — No puedes tomar una decisión como esa y listo.

— No quiero tener un hijo con este... — empujó a Jack hacia el piso — No puede estar pasándome esto.

— Jack no tiene la culpa de que tu polla todo el tiempo este parada y quiera un orificio para entrar y soltar esperma sin un condón — gruñó, ayudando a Jack a colocarse de pie — No vengas ahora a darte del buen esposo que no te queda.

— Sé que Jack no tiene la culpa de nada, pero no quiero a ese niño — se acercó a ellos con la intensión de tomar una vez más a Jack y llevárselo — Jack no tendrá a ese niño y es mi última palabra.

— Por favor, Thomas — Jack se escondió detrás de Thomas y Valeria — Déjame con mi bebé, nada malo pasara.

— ¡Eso es mentira! — Gritó, furioso — Estoy seguro de que le sacaras le sacaras provecho.

— No le dirá a nadie, Thomas — dijo Thomas, soltando un suspiro — Yo me encargare de Jack en lo que pasa tu embarazo en lo que pasa tu faceta de marido feliz.

Thomas se puso ambas manos en la cabeza sentándose en el sillón un poco lejos de sus amigos. Debía de ser algún castigo de la vida para que eso le esté pasando a él. En verdad que Jack no podía estar embarazado de él. Ese niño no podía ser suyo como Jack le había dicho una y otra vez.

Pero, Jack nunca estuvo con nadie. La casa estuvo bien custodiada por sus guardias que le decían cada uno de los movimientos del omega. Ahora iba a tener su primer hijo por una estúpida inconsciencia de su mente..., Jack no tenía su marca en el jodido cuello.

— No estás marcado, Jack. Es imposible que estés esperando un bebé — lo miró con rencor y Ian rió con sarcasmo.

— No naciste precisamente de una marca, Thomas — puso los ojos en blanco — Se supone que solo el embarazo que se adelanta...

— Thomas me marcó en Pekín — murmuró Jack, quitando un poco del maquillaje que ocultaba la marca.

— ¿Cómo es que malditamente tienes mi marca? — gruñó, enfadado y colocándose de pie — No recuerdo haberte hecho una marca en el cuello cuando estábamos en Pekín hace semanas.

— Fue la noche en la cual Ethan quedó embarazado de Ian... — sus mejillas se tiñeron de rojo carmesí — Me la hiciste en la mesita china que estaba pegada al suelo.

— ¿Es en serio? — Se burló Thomas, sin poder contener la carcajada que salió de su garganta — ¿No pudiste encontrar una cama cerca?

— No cuando estas con ganas — rodó los ojos — Pero no recuerdo el haber dejado una marca en tu cuello, Jack — cuando estaba a nada de acercarse a Jack Ian se puso en medio — Quiero que me diga que sucedió esa noche.

— Recuerdo que estaba tomado — murmuró Jack, por lo bajo, sin levantar la mirada del piso en ningún momento — Llegó con una botella de whiskey en la mano y se tropezó dos veces con la mesita china en el piso y yo fui ayudarlo...

— Recuerdo eso, te dije que tuviésemos sexo allí mismo porque...

— Solo era una mascota y no podía hablar a menos que sea para complacer a mi dueño — sonrió, triste mirando a Thomas — tuvimos sexo allí mismo y su celo llegó de improviso cuando — torció los labios — Me mordió y ambos caímos inconscientes..., Valeria tenía maquillaje en su maleta y fui hacia donde ella antes de que despertara... — miró un momento el techo para evitar que más lagrimas salieran de sus ojos — Por esa razón evitaba que nos ducháramos juntos.

Thomas dio varios pasos hacia atrás colocando sus manos sobre la cabeza, en verdad que estaba a nada de pegarse un tiro en la cabeza y torturarse una y otra vez con un palo en el culo por ser tan estúpido y no conocer un condón en su vida. Ahora estaba Jack en medio de todo esto y él no tenía idea de qué diablos estaba pasando.

Un jodido bebé que podía nacer omega como su padre o que podía ser un alfa como él. Respiró varias veces y de no cometer una locura con su hijo, en sí el niño no tenía la culpa de nada d lo que estaba pasando en ese momento.

— Jack tendrá ese bebé, Thomas — la voz de Thomas lo sacó de sus pensamientos — Yo me encargare de desde hoy al igual que Valeria hará lo mismo con él — se alejó de Jack para ir hacia donde estaba su amigo sentando — Valeria será conocida el día de hoy como mi prometida y mi futura esposa dentro de unos meses en lo que las cosas en el país se calmen por lo que te pido que por favor no vayas con él.

Thomas negó con la cabeza, no podía dejar ir a Jack tan fácilmente de su vida.

— No, Jack no irá a ningún lado con ustedes — su mirada fue hacia donde estaba Jack — Yo pague por él en esa casa de prostitución.

— ¡Thomas! — Gritó Ian, sorprendido por la actitud de su mejor amigo en ese momento — ¡¿Qué diablos te está pasando?! No eres así, Thomas. Siempre eres el que piensa con la cabeza fría las cosas — se colocó de cuclillas frente a él — Deja que Jack se vaya con Thomas a su casa con Valeria o deja que se quede con Ethan para cuidarlo..., pero tú no podrás verlo hasta que yo de la orden de que lo hagas, y para eso pasara mucho tiempo — tomó el rostro de Thomas entre sus manos — El tiempo que dure el embarazo del omega, de tu omega — le sonrió, con cariño al ver como el rostro de este se volvía suave otra vez — Te necesito conmigo, Thomas. Ese Thomas que reaccionó de esa forma no es mi amigo no es el Thomas que yo recuerdo que siemp0re nos daba buenos concejos a Thomas y a mí de cómo debemos tratar la ira en los momentos menos pensados de nuestras vidas.

Thomas solo miraba a Ian hablar, su cuerpo se fue relajando y la ira se drenó de su cuerpo en cuestión de segundos ya estaba mirando a Ian con suavidad y no como hace unos minutos atrás.

— Jack se quedara con Ethan en lo que pasa su embarazo, ya después veremos que hare con él — colocó una de sus manos en la boca de Ian para que no hablara — No está a discusión Ian — subió una de sus cejas — Recuerda que yo soy el pacifico y tú eres el hijo de perra que tiene a todo un país en busca de su cabeza por nuevas leyes y no las de tránsito.

Ian negó con una sonrisa en el rostro, al menos en el tiempo en que Jack tuviese en cinta podían hacer cambiar de opinión a Thomas con respecto a eso.

Jack soltó todo el aire que tenía en los pulmones al escuchar esas palabras salir de Thomas, no le haría daño a su bebé y eso era lo que en verdad importaba en ese instante de su vida. Solo esperaba que su hijo no fuese un omega porque no podría vivir con el desprecio de Thomas en su contra por toda su vida..., o mejor dicho por toda la eternidad.

Cuando Thomas se puso de pie, Jack en serio que temió por su vida y la de las personas por la forma en la cual lo hizo. Solo se paró y se fue por el elevador como si nada hubiese pasado en ese piso de hospital.

Jack cayó al piso sosteniendo su vientre con ambas manos sin poder evitarlo. Thomas estaba en verdad dispuesto a matar a su hijo si no hubiese sido por Thomas y por Ian que intervinieron para salvarlo. Al menos los hombres de yeso tenían corazón después de todo.

En la sala de operación Ethan estaba siendo anestesiado y en poco tiempo ya estaba en el limbo en los que los doctores hacían su trabajo con él. Era sorpréndete como todo a su alrededor se volvía más oscuro de lo que ya era. Podía sentir la parte baja de su cuello, en si todo su cuerpo, menos su rostro. Sus hijos estaban allí con él y eso era bueno para él porque no estaba solo.

Sus hijos le mandaban descargas de alegría a todo su sistema en cuestión de minutos y lo que vio en su sueño le hizo sonreír mucho. Allí estaban tres hermosos niños en un gran jardín lleno de flores de muchos colores vivos que él no tenía conocimiento de sus colores por estar ciego por culpa de una persona que solo le desgració la vida desde el vientre de su madre, pero eso era algo que solo él sabía por el momento.

Con solo ver a sus tres hijos dos hermosas nenas y un nene fuerte que las vigilaba con su vida era digno de ver en algún momento de su vida. Al otro lado, se podía escuchar a los doctores moverse de un lado a otro.

— Es bueno que este omega tenga la marca de un león en su cuello, doctor — dijo la enfermera a cargo — La sangre en su sistema ayuda bastante con cada cosa que hace con él — miró el monitor cardiaco.

— Su corazón está estable — siguió con su trabajo — Parece que está soñando algo bueno..., ya casi acabo aquí con él.

La enfermera asintió sin dejar de anotar en el record del omega, cada uno de los avances que tenía Ethan.

— Necesito unas vendas para terminar aquí — dijo, y la enfermera fue rápidamente hacia donde estaban las vendas esterilizadas y se las pasó seguida de otras que aún no estaban esterilizadas.

En poco tiempo ya Ethan tenía los ojos vendados con ambas vendas y era cuestión de días para que todo volviera a ser luz para el omega hibrido. Le hizo una seña a uno de los doctores que habían observado la operación durante el transcurso para que lo ayudara a lima al omega y a la enfermera que busque al camillero designado.

La respiración del omega se volvió un poco irregular por como lo habían levantado para colocarlo en otra Camila y sacarlo de allí, logrando que saliera de su maravilloso sueño para volver a la realidad.

— Hola, Ethan — dijo el doctor — Ya todo terminó y en poco tiempo podrás volver a ver..., para ser más específicos en unos días — le ordenó al camillero que sacara a Ethan de allí — Si todo sale bien como lo tenemos previsto.

— ¿Hay alguna posibilidad de que salga la operación mal? — peguntó, sintiéndose un poco mareado.

— Nada de eso, Ethan — negó, divertido — Por esa razón decidí hacer esa operación ahora que tu embarazado no esté avanzado, aunque por lo visto será dentro de poco que los bebés se notaran y sabremos el sexo.

— Creo que eso está bien, doctor — soltó un suspiro — Puedo con esto.

— Bien, es hora de salir de aquí y llevarte a tu nueva habitación.

Ethan asintió estando de acuerdo con él. Tenía que decirle a Ian que había tenido un sueño con sus bebés en un lugar hermoso. Ahora tenía que sentirse feliz porque sus hijos iban a crecer sanos y fuertes.

Ian se puso de pie rápidamente cuando vio a Ethan salir en una camilla seguido del camillero empujándola hacia el elevador. Sonrió feliz al ver las vendas en el rostro del menor, Ethan parecía un niño pequeño con esa bata puesta.

— Salió todo bien, señor — le sonrió a Ian — Ethan es un omega muy fuerte y más aun con la marca que tiene en su cuello de un león alfa.

Ian se rascó la nuca sin saber que decir a eso, en verdad es que lo habían atrapado con las manos en la masa. Ethan era su omega por una marca que no se borraría tan fácilmente de su cuerpo como por arte de magia.

El sonido del elevador siendo abierto detuvo su caminata con ellos. No quería perder más tiempo en charlas que no llegarían a nada.

— Vendré en cuanto me desocupe de las cosas que tengo que hacer — miró a Thomas y a Jack — Jack se quedara con él durante el tiempo que este aquí.

— Me parece bien — miró al omega que caminaba hacia ellos — Me imagino que habrán algunos guardias cerca de la habitación de sui omega el tiempo que este aquí.

— Así es — se arregló un poco y dirigió su vista hacia Ethan — Nos iremos dentro de poco a casa, Ethan.

— Esta bien — sonrió, de lado — Gracias por hacer esto por mí, amo.

— No es nada, después me pagas — dijo, sugerente y con picardía — Nos veremos dentro de poco.

Ian se despidió del omega con un beso en los labios y esperó que el elevador cerrara las puertas. Esperó a que llegara al piso de la habitación de Ethan para volver a llamarlo y salir del hospital.

— ¿Estás seguro de esto, Thomas? — Presionó el botón del primer piso — La prensa estará sobre ustedes.

— Si, sé muy bien que la prensa estará allí — se encogió de hombros entrelazando sus dedos con los de Valeria.

— Aunque no es mala idea quitarle todo la atención que debe de tener Jessica justo en este momento — se sobó las manos con maldad – Esto será interesante.

— Parece un niño pequeño con ese gesto que acaba de hacer — negó divertida Valeria — Es como si estuviese haciendo una travesura que desea que caiga bien.

— No tienes idea de lo que le hare esta noche a mi esposa en su fiesta de cumpleaños y ustedes me ayudaran con eso.

Valeria y Thomas se miraron entre ellos sin saber qué diablos estaba planeando Ian hacer esa noche en la fiesta de cumpleaños de su esposa, y lo que fuese seria digno de ver las cámaras.

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