Capitulo 19
Esa noche, las luces de cada casa se extinguieron gradualmente, mientras que la única taberna de la aldea brillaba intensamente.
Fugaku estaba sentado en un rincón, encima de la mesa había una jaula cubierta con una tela negra.
La puerta del establecimiento se abrió y entro un hombre cojeando de una pierna. Miro a su alrededor, buscando a alguien y cuando se topo con el Uchiha, se detuvo y camino hacia él.
-Creí que estabas muerto – dijo el hombre, mientras se sentaba.
Fugaku sonrió -Hierba mala nunca muere –
-Estoy de acuerdo –
-Aunque también huir hace que no te maten ¿Verdad, Danzo? –
Danzo suspiro -Lamento lo que sucedió con tus amigos –
Danzo parecía haber escuchado una risa. Miro aturdido al azabache que se reía como si le hubieran contado un chiste. Aunque sus labios estaban claramente levantados, no tocaron sus ojos, solo contenía frialdad y avaricia.
-¡Esos idiotas no me importan! Lo que más me interesa, es el árbol dorado que comentaste –
Danzo tardo en volver a sus sentidos y asintió con la cabeza.
-Es muy difícil entrar a ese bosque, tu mismo lo viste –
Fugaku le dedico una mirada astuta – Si te dijera que tengo un espía en el bosque ¿Me creerías? –
-Aunque tuvieras un espía, el problema son los animales y el guardián del bosque, tenemos que deshacernos de el –
-De eso no hay problema – las palabras de Fugaku fueron ligeras, seguidas por su sonrisa sin alegría.
Danzo supo después de escuchar eso, que el azabache ya tenia un plan.
-Se me olvido decirlo, pero antes tenia un hijo doncel. Como sabes los donceles al cumplir los 18 años se unen al harem del emperador, pero el bastardo de mi hijo decidió suicidarse antes de cumplir los 18 –
El hombre estaba aturdido, incapaz de entender lo que dijo. Fugaku bebió el licor, suspiro y dijo fríamente.
-Resulta ser que mi hijo sigue con vida y al parecer es pareja del zorro –
Danzo se quedo sin habla "¿Pareja del zorro?". Él pensó un poco antes de hablar.
-¿Cómo sabes eso? –
El azabache señalo la jaula.
-Mi espía me lo dijo – respondió, mientras retiraba la tela.
Dentro de la jaula, había un cuervo, su pico estaba atado con un hilo, al igual que su pata izquierda.
Danzo abrió los ojos sorprendidos -¿De donde lo has sacado? –
Fugaku no respondió, abrió la puerta de la jaula y desato la cuerda que tenía amarrado en el pico.
-Responde a nuestro invitado –
-¡Cuack! – el cuervo sacudió todo su plumaje – Vengo...vengo del bosque, señor –
Danzo quedo maravillado - ¿Cómo lo atrapaste? –
-Haces muchas preguntas, mejor hablemos de negocios –
-Tienes razón – Danzo respondió – mi plan es pedir ayuda al emperador, pero lamentablemente no tengo que ofrecerle –
-Mi amigo, ¿Olvidaste lo que dije? –
El hombre negó con la cabeza – Si eso fuera cierto, no creo que el emperador te crea –
Fugaku señalo al cuervo - Aquí tengo mi prueba. El cuervo le dirá todo ¿No es así? –
El cuervo tembló de miedo y asintió frenéticamente.
Danzo sonrió -Pues bien, es mejor que nos pongamos en marcha –
Despertó desnudo y adolorido, con el rubio envuelto a su cuerpo como un pulpo. Cuando trato de estirar su mano, un estallido de dolor le atravesó el hombro.
Naruto se despertó al oír su exclamación ahogada; sus ojos azules se enfocaron enseguida, y sus manos acudieron a su rostro automáticamente. El zorro llego a abrir la boca para preguntar que pasaba, pero para entonces ya había comprendido el motivo.
Sasuke vio la satisfacción arder en sus ojos al ver la herida todavía fresca. Pero también había amor, posesividad y felicidad.
-¿Te duele? – su voz era un murmullo; Naruto estiro una mano para acariciar su hombro y cuando asintió beso su hombro amorosamente. Sasuke noto una corriente recorriéndolo con violencia de arriba abajo, y gimió al sentir la lengua del rubio sobre su herida. El alivio fue instantáneo y le invadió el cuerpo entero como una ola fresca; suspiro y no dejo que se separase de él.
-Siento como si esto fuera un sueño que cuando despierte todo desaparecerá – murmuro, cerrando los ojos.
Naruto apoyó la frente en su hombro desnudo.
-Es la realidad – susurró.
Sasuke le paso la mano por el pelo rubio y sonrió al escuchar un suave ronroneo.
-¿Eres un zorro o un gato? –
-Puedo ser las dos cosas –
El azabache miro hacia afuera de la ventana y se dio cuenta que todavía estaba oscuro - ¿Vas a salir? –
El rubio asintió de mala gana -Tengo que vigilar el árbol – dijo con suavidad. Se separo de su piel y tomo su cintura con ambas manos -¿Vienes conmigo? –
-Si – Sasuke no deseaba quedarse solo.
Los dos se bañaron en el lago entre caricias y besos.
Ya vestidos entraron de nuevo a la cabaña. Sasuke no pudo evitar lanzar un suspiro al ver los pedazos de lo que fue su Kimono. Naruto beso su cuello como disculpa y tomo su mano para que se marcharan.
La mordida le escocia ligeramente, se sentía mareado y adolorido de su parte trasera, tanto que le era complicado caminar y arrastraba los pies con cada paso.
El zorro se dio cuenta y se sintió algo culpable -Lo lamento ¿Quieres que te lleve sobre mi espalda? –
El doncel asintió sin dudar, ya le daba igual el orgullo.
Naruto se arrodillo dándole la espalda al azabache, este se subió en su espalda lentamente y dejo que sus piernas se envolvieran en la cintura del zorro.
Naruto se incorporó y siguió con su camino.
-Camina un poco más despacio –
El zorro obedeció y redujo su velocidad.
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