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Jungkook entra con tranquilidad en la habitación de los Reyes siendo recibido por su esposo que se encuentra parado junto a uno de los grandes ventanales observando la vista.

—Lindo paisaje ¿No?

Pronuncia Jungkook acercándose a él hasta pararse justo a su lado.

—Es raro, no estoy acostumbrado a tanto verde.

Afirma Jimin sin apartar los ojos del paisaje frente a él, observa las montañas, el mar, el bosque, todo le sigue pareciendo tan ajeno y extraño que todavía es incapaz de realmente sentirse como el Rey Consorte de ese lugar.

—¿Crees que vas a poder acostumbrarte?

Pregunta Jungkook observando los ojos de Jimin que parecen estar cargados de nostalgia, y es que ahora que lo piensa bien, él ni siquiera conoce a sus padres.

—Lo dudo.

Admite Jimin en voz alta, y esas palabras logran que un sentimiento extraño lo recorra de pies a cabeza, el se vivía quejando pero todo en ese lugar es conocido.

¿Cómo se debe sentir Jimin que desde que llego es ajeno a absolutamente todo?

—Jimin, estaba pensando, podríamos ir a visitar Corea, además tengo que conocer a tus padres y-

—Ir a Corea siendo un matrimonio abiertamente homosexual...dudo que sea una buena idea, Jungkook. Y no me llevo bien con mis padres, ni yo los conozco, no hay necesidad alguna de que lo hagas vos.

Nuevamente Jimin usa ese tono cortante con Jungkook, ese tono que traza una línea imaginaria entre ellos, un límite que Jimin sabe peefectamente que ya cruzo pero le gusta fingir que no lo hizo.

—Vayamos a la mierda esta, quiero saludar e irme de ahí lo antes posible.

Es lo único que dice Jimin para empezar a caminar hacía la salida de la habitación siendo seguido por Jungkook.

Caminan juntos hacía la habitación de su hija e hijo, Jimin se encarga de tomat en sus brazos a Minsoo, mientras que Jungkook toma la mano de la futura heredera al trono y salen de allí los cuatro juntos.

Todos estaban sorprendidos por la educación y crianza que estaban teniendo la Princesa y el Príncipe, cuando Jungkook nació, los antiguos reyes apenas pasaban tiempo con él, siempre era cuidado por los, ahora, antiguos sirvientes del palacio, cuando crecio un poco fue básicamente criado por los diferentes profesores que le enseñaban todo tipo de actitudes.

Jungkook no tiene nada de sus padres porque ellos jamás le ofrecieron nada, sólo el trono.

Pero con la Princesa y el Príncipe era diferente, tanto el Rey como el Rey Consorte pasaban todo el tiempo posible con ellos, incluso a veces los llevaban a dormir con ellos en la hbitación de los Reyes. Incluso cuando salían del Palacio, sí no era por asuntos puramente diplomáticos, los dos niños los acompañaban a todas partes.

Jungkook y Sebyeol observan como Jimin le hace gestos graciosos a Minsoo provocando que el pequeño ria con dulzura cubriendo sus ojitos.

Ninguno de los niños los había llamado "Papá" aún, pero eso a los Reyes no les importaba, entendían las circunstancias y comprenden que las heridas tardan en sanar, la confianza tarda en ganarse. Ellos no van a obligar a nada a esos dos niños y están dispuestos a respetar sus tiempos todo lo que sea necesario.

"Saluden al Rey, su Rey Consorte, a la Princesa Heredera al Trono de Von y al Príncipe Heredero al Trono de Nova"

Esa voz, que Jimin aún no sabía a quien le pertenecía, llega a oídos de todos causando que hagan una reverencia en dirección a la familia Real.

Jungkook se siente asqueado en cuanto ve todas esas sonrisas falsas, advierte todas las miradas cargadas de intenciones malvadas posándose no sólo en su esposo, también en sus dos pequeños hijos.

—Bienvenidos, que disfruten.

Es lo único que dice, para dirigirse directamente a la mesa de la Familia Real, donde ya se encuentran sentados Yoongi, Seokjin, Yongsun, Taehyung, Hoseok, Namjoon y el abuelo Song.

—Que perra mi amiga.

Susurra Jimin en la oreja de Sun causando que la chica sonría con superioridad.

Si, estaba hermosa y lo sabía, ese era el motivo por el cual Seokjin no había sido capaz de sacarle los ojos de encima, simplemente le resultaba la mujer más hermosa del mundo.

Ese vestido blanco, no hacía más que favorecerla, ese maquillaje tan natural la hacía ver simplemente preciosa.

Por otro lado estaban Hoseok y Namjoon, que desde que llegaron están con sus celulares jugando una partida de ajedrez en la aplicación Plato.

Luego estaban Taehyung y Yoongi, Tae no se rendía y seguía mirando al chico, le sonreía, le decía lo lindo que estaba, no es tímido ni a palos, y por otro lado, Yoon estaba tan avergonzado que el color blanco de su piel había sido reemplazado por el color rojo.

—Quedo todo hermoso, Jimin.

Felicita Jungkook a su esposo con una sonrisa en el rostro, todavía no entiende como es posible que él y sus amigos hayan sido capaces de organizar todo en tan sólo tres días.

—Lo se, que bronca, es más de lo que merecen, los odio.

Las palabras del modelo logran hacer reír a Jungkook que asiente completamente de acuerdo con sus palabras.

La hora del Brunch inicia, muchos empleados del palacio salen del mismo con bandejas repletas de distintos platos en sus manos y otros con bebidas, se pasean por todas las mesas tal y como habían planeado.

Jungkook se sorprende por eso pero al mismo tiempo le gusta.

De esa forma, cada quien elige comer sólo lo que le gusta y no se ve obligadona comer algo que por ahí no es de su agrado pero es lo único que hay.

Ese tipo de originalidad, no es a lo wue esta acostumbrado pero la fascina.

—Tae y Joon, hicieron un trabajo espectacular.

Afirma Jimin levantando una copa en su dirección causando que todos en la mess de la Familia Real hagan exactamente lo mismo llamándo la atención de todos los nobles.

Finalmente brindan en honor a los dos chicos y siguen comiendo con tranquilidad en medio de risas y conversaciones de todo tipo.

Jungkook no puede evitar reír al ver la cara de sorpresa y confusión en el rostro de absolutamente todos los nobles.

Él ya estaba más o menos acostumbrados, hasta era capaz de integrarse en la conversación, pero generalmente la mesa de la Familia Real debe ser el ejemplo a seguir, comiendo en silenció y con clase siguiendo todos y cada uno de los pasos que la etiqueta dicta y exige.

Para Jungkook se sigue sintiendo extraño pero de alguma forma le resulta extremadamente liberador.

Finalmente la hora de la comida acaba, solo se escucha la banda de jazz contratada para la ocasión logrando que los rodee un ambiente agradable a la hora del brindis.

Noble por noble se paran de su lugar felicitando a los Reyes y deseándoles un prospero Reinado con sonrisas falsas en el rostro.

Todos ahí están resentidos, porque por culpa de esos dos Reyes sus privilegios desaparecieron de la noche al día.

Finalmente es el turno del Duque Lee Jung Jae para hablar, quien sorpresivamente obliga a su hija, la Duquesa Lee Hyori a pararse junto a él.

—Antes que nada felicitar a nuestros maravillos Reyes y a nuestro Reino por nuevo aniversario pero, me gustaría compartir una hermosa noticia con todos aprovechando que es una de las pocas veces que estamos reunidos...

El Duque toma la mano de su hija, quien simplemente cierra sus ojos, ella no quería ir pero fue obligada, sabe perfectamente lo que su padre va a decir y es por ese motivo que cierra sus ojos.

—...me complace anunciar el compromiso de mi hija con el hijo mayor de la Princesa Consorte de Noruega, Marius Borg Høiby, y espero que tanto ustedes como yo les deseen toda la felicidad del mundo en su futuro matrimonio. Muchas gracias.

Los aplausos no tardan en llegar, el Duque observa con burla en como los ojos de Jungkook se clavan en el con enojo puro.

Hyori se siente miserable, porque ella creyo que se había librado de todo eso el día en que Jungkook se caso, pero su padre esta decidido a usarla como un instrumento para obtener poder ¿Qué poder espera tener? Su futuro esposo ni siquiera esta en la línea de sucesión al trono, es el hijo del primer matrimonio de la Princesa Consorte de Noruega, no hay ningún beneficio político ni diplomático en esa unión, absolutamente nada.

Por eso Hyori lo sabe, no es más que un movimiento para hacer enojar al Rey, sólo eso.

Jungkook eleva su copa, y brinda por las palabras del Duque sin decir absolutamente nada, Jimin ni siquiera lo mire, no quiere ni saber que tipo de expresión tiene el Rey en su rostro justo ahora, simplemente no quiere saber absolutamente nada.

Pero esta incómodo, esta muy incómodo, y él no se va a quedar en un lugar en el que no quiere estar, por ese motivo se para de su silla llamando la atención de absolutamente todos, incluso de Jungkook que lo mira con confusión mientras ve a su esposo tomar a su hijo menor en sus brazos y tendiéndole la mano su hija mayor.

—Van a tener que disculparme, pero aún hay varios detalles de último momento que tienen que ser atendidos para que la celebración del aniversario salga a la perfección, por ese motivo me voy a retirar antes. Muchas gracias por asistir.

Es lo único que dice, para salir de ahí con sus dos hijos, siendo seguido inmediatamente por sus Guardias Reales y los de los niños.

—¿Por qué se fue?

Pregunta Yoongi en un susurro, siendo incapaz de haber percibido la incomodidad en el chico.

—Todavía falta organizar algunas cosas del Aniversario, no hubo otro motivo.

Afirma Taehyung cubriendo la espalda de su mejor amigo, quien aún no hablo bien con Jimin respecto a todo pero sabe muy bien lo que esta pasando, después de todo lo conoce demasiado.

—Exacto, Mimi realmente se esforzo mucho para que todo salga bien.

Agrega Yongsun preocupada por el chico.

—Y hablando de eso, yo debería irme, tengo que terminar de arreglar los horarios con los artistas así que también me retiro.

Es lo único que dice la mujer para pararse de su lugar pero Jungkook la detiene en seco.

—Yo voy.

Es lo único que dice el Rey para pararse y caminar detrás de Jimin bajo la mirada cargada de burla del Duque Lee. Jungkook simplemente no ve la hora de borrar esa asquerosa sonrisa de sus labios.

Jimin camina por los pasillo del palacio fingiendo tranquilidad, para su suerte se encuentra con empleadas que cuidan a sus hijos y les pide que les ponga una ropa más cómoda para ir a pasear por la ciudad, avisando que los iba a estar esperando en la entrada principal del Palacio.

Las mujeres asienten y se llevan al Píncipe y la Princesa con sonrisas en los rostros para vestirlos apropiadamente tal y como les ordeno el Rey Consorte.

Jimin continua su caminar y finalmente llega a la entrada principal del Palacio donde se dedica a esperar tránquilamente, hasta que sus ojos se cruzan con los de ese hombro que tiene sus dos ojos clavados en él, no se esperaba que el Guardia Real se acerque dispuesto a entablar una conversación.

—Buenas tardes, su Alteza, disculpe mi atrevimiento de acercarme a hablarle pero quería darle algo.

Choi San dice esas palabras tratando de mantener su rostro serio, pero Jimin no puede evitar advertir esa sonrisa que amenaza con formarse en sus labios.

—¿Darme algo?

Pregunta el Rey Consorte confundido, viendo como el Guardia Real saca un frasco deo bolsillo de su pantalón y se lo entrega haciendo una reverencia hacía él, Jimin lo toma con tranquilidad y lo mira con desconfianza para luego sonreír y mirar al chico.

—¿Me estas vendiendo drogas?

Le pregunta con burla causando que Choi San se vea obligado a ahogar una sonrisa en su garganta.

—Tan carismático como siempre, su Alteza. Son vitaminas, si bien no soy más su Guardia Real, sigue siendo mi Rey, voy a velar por su seguridad toda mi vida, fuí capaz de notar el gran esfuerzo que hizo al organizar el Aniversario del Reino, como también note la palidez en su rostro a medida que pasaban los días, es simplemente una forma de pedirle porfavor que se mantenga saludable.

Jimin no puede evitar sonreír ante esas palabras, debe admitir que se siente bien saber que por lo menos hay otra persona aparte de sus amigos y abuelo que se preocupa por él.

—Muchas gracias, prometo tomarlas y cuidar mi salud. Espero que podamos ser amigos o aunque sea llevarnos bien, San.

Admite Jimin observando como el Guardi Real parece observarlo con corazones en los ojos, creyo que Jungkook estaba exagerando pero tenía razón, Choi San no es para nada disimulado.

—Sería un honor tener su amistad, su Alteza.

—¡Jimin!

Esa voz que el mencionado reconoce a la perfección se escucha a sus espaldas, ahí esta, Jeon Jungkook, quien había visto toda la escena mientras caminaba hacía ellos.

—¿Que haces a-

—¿Qué te pensas que estas haciendo?

Pregunta Jungkook al llegar a ellos, interrumpiendo por completo las palabras de su esposo mientras mira fijamente al Guardia Real que enseguida hace una gran reverencia en dirección al Rey.

—¿Acaso no fuí lo suficientemente claro con vos la última vez que hablamos? Fuí bueno y te reasigne. Pero mi amabilidad tiene un límite, Choi San, no me obligues a degradarte el rango o a quitarte tu posición como Guardia Real ¿Me entendiste?

—Si, su Majestad.

Es lo único que dice el Guardia Real sin elevar la cabeza.

—Volvé a tu posición.

Ordena el Rey causando que el Guardia Real haga una reverencia nuevamente en dirección a los Reyes, y se vaya por el mismo lugar por el que había llegado.

—¿De que hablaban?

Pregunta Jungkook mirando a Jimin con dureza, el modelo simplemente rueda sus ojos con cansancio y le muestra el frasco de vitaminas en su mano.

—Me regalo vitaminas porque dijo que me había visto muy debilitado por todo lo del aniversario, no es para tanto. Pero vos...¿Qué haces acá? Venís atrás mío cuando sabes perfectamente que tenemos que fingir delante del Duque y-

—Me importa muy poco el Duque, Jimin, que piense lo que quiera, que haga lo que se le de la gana, no va a poder lograr absolutamente nada, no se lo voy a permitir. Lo que me importa ahora es saber por qué te fuiste.

Jungkook observa a Jimin quien evita su mirada a toda costa, como sí cualquier cosa fuese más importante que mirarlo a él.

—Jimin sí es por lo de Hyori-

—Dios, Hyori, Hyori, Hyori, yo nunca la nombre, el que la trae siempre a colación sos vos, Jungkook. Deja de meterme en cosas que no importan una puta mierda.

Pide Jimin tratando de parecer calmado, no quiere admitir que si se trata de eso, no quiere admitir que se fue porqur no soportaba el hecho de girar su rostro y ver la expresión de miserable en la cata de Jungkook.

No quería saber nada, sólo quiere seguir fingiendo que el Rey le cae mal y que no lo soporta, necesita hacerlo porque de otra forma va a terminar admitiendo todo eso que se esta esforzando tanto por negar.

—Simplemente no quiero que pienses cosas que no son, Jimin y-

—¡Su Majestad!

Esa voz que ambos conocen tan bien se escucha a sus espaldas, por ese motivo es que los dos se giran, uno con cansacio y el otro con enojo en la mirada.

Ahí esta, Lee Hyori, quien se siente pequeñita ante la mirada del Rey sobre ella, le duele saber que el chico le tiene tanto rencor pero al mismo tiempo sabe muy bien que lo tiene merecido.

En ese momento es que llegan la Princesa y el Príncipe con atuendos más cómodos para salir a pasear.

—Hyo, divina, un placer verte pero yo me voy.

Es lo único que dice Jimin, nuevamente sin pararse a mirar la forma en la que Jungkook la mira a ella, realmente no quiere saberlo.

—Jimin yo voy con ustedes.

Afirma Jungkook listo para salir de ahí junto a su esposo e hijos.

—Su Majestad, sí no es molestia, me gustaría hablar con usted.

Jungkook mira con confusión a la chica, no quería hablar con ella, pero la conocía, y si había ido a buscarlo era por alto.

—Jimin esperame dos minutos, hablo con Hyori y-

—Habla todo lo que quieras, yo no te voy a esperar.

Es lo único que dice Jimin para tomar a sus hijos y salir de ahí causando que Jungkook se tome la cabeza y suspire con cansancio.

Ve como su esposo y sus hijos son escoltados por la Guardia Real y eso logra tranquilizarlo a medias, pero sabe perfectamente que lo que acaba de pasar significa varios pasos hacís atrás en su relación con Jimin.

—Su Majestad...

—Vamos a mi oficina.

Es lo único que dice Jungkook, para caminar con tranquilidad mientras la mujer lo sigue rapidamente bajo la atenta mirada de todos con quienes se cruzaban.

No era un secreto para nadie que el ahora Rey y la Duquesa habían tenido una relación sentimental, por ese motivo todo se sienten sorprendidos de verlos caminando juntos hasta la oficina del Rey.

—¿Qué queres?

Pregunta Jungkook lo más cortante posible.

Hyori siente como sí una daga se clavara en su corazón, ella ama a Jungkook como un amigo, y pesar de saber que se lo merece, le sigue doliendo ser tratada de esa forma por él.

—Darle esto, su Majestad.

Hyori saca de un bolsillo escondido de su vestido, un pendrive que le ofrece al Rey, quien lo toma con desconfianza.

—Ahí están los nombres de los Nobles que estan complotados con mi padre, también los Ministros y políticos de otros países de los cuales recibe apoyo.

Jungkook suaviza su mirada y vuelve a mirar a la chica pero esta vez con una débil sonrisa en el rostro.

—¿Por qué me das esto, Hyori?

Le pregunta con confusión, ls chica esta traicionando a su padre con la expresión más tranquila que vio en su vida.

—Creí habertelo dicho, Jungkook. No me importa sí me odias, yo siempre voy a ser tu aliada, se que no estoy en posición de pedirte nada y me hago cargo de todo lo que hice. Pero aún así te voy a pedir que jamás desconfies de mi Jungkook, porque si bien no te ame de forma romántica, la verdad es que el amor que te tengo sigue ahí, seguís siendo mi mejor amigo y lo vas a ser toda mi vida sin importar cuanto me odies.

Las últimas palabras son dichas con dificultad, la hermosa mujer rompe en llanto frente al Rey, quien no puede evitar caminar hacía ella y abrazarla.

—No te odio, Hyori, no podría odiarte jamás...

Jungkook se separa de ella, la observa con una sonrisa en el rostro, sabiendo la chica frente a él es su primer amor.

—...pero me mentiste. Creí que eras la única que jamás me iba a mentir y aún así lo hiciste. Me siento traicionado. Muchas gracias por ayudarme y estar de mi lado, y odio pedirte esto pero tengo que hacerlo de todas formas...

Jungkook toma una profunda respiración sabiendo perfectamente que esta a punto de hacer eso que jamás creyo que iba a hacer.

—...te lo pido como un amigo, Hyori, deja de acercarte a mi con tanta facilidad, no quiero que mi relación con Jimin se haga aún más complicada de lo que ya es. Y esto, el hecho de que este aca encerrado con vos, le da todo el derecho a él a desconfiar de mi. No quiero tener que prohibirte la entrada al Palacio.

Hyori asiente con una sonrisa triste en el rostro, se limpia sus lágrimas y se despide del Rey para salir de allí a toda velocidad.

Jungkook se queda parado en mitad de su oficina, sabiendo perfectamente que va a tener que explicarle todo a Jimin, sintiendo como el dolor de cabeza quiere apoderarse de él, sabe que eso vana terminar en una discusión, es capaz de predecirlo.

Camina hacía su escritorio, y toca el botón que lo comunica con los Guardias Reales.

—¿Dónde esta Jimin?

Pregunta con tranquilidad.

"En el puerto, su Majestad"

—Llevenme con él.

"Si, su Majestad"

Realmente esperaba que Jimin no se haya hecho una idea equivocada.

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BUENOOOOO hasta aca por hoy pq lo q sigue es una narración tambien y quiero hacerla bien tkm 💛










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