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23. Un día medianamente normal

Te dije que estaría allí hasta el final, pero es muy difícil. Difícil... Es demasiado difícil. Sigues corriendo hacia él, sé que es difícil. Difícil... Es demasiado difícil. Sé que dije que sería tu amigo, pero es muy difícil.

Hard — Why Don't We


20 de mayo de 1972

Alexandra Stafford

Había pasado varios meses desde que habíamos entrado a Hogwarts y todo iba de maravilla había conocido a gente increíble y bueno los chicos y yo éramos demasiado unidos, al igual que Marlene, Mary, Dorcas y yo.

También había conocido a Lily y era una niña muy encantadora al igual que Alice y Pandora. Digamos que el año estaba yendo bastante bien, aunque es cierto que también hubo algún momento triste y ese fue al enterarme de que mi abuelo había muerto.

No lo había visto desde mi cumpleaños número once y lo extrañaba demasiado, pero sabía que estaba bien en donde estaba. Alexander y Matthew eran demasiado sobreprotectores conmigo, hasta tan punto de a veces alejar a todos los chicos de mi lado, incluso a Sirius y James. Aunque bueno a Remus si lo dejaban y me gustaba demasiado ir con Remus a la biblioteca a hacer tareas o a leer.

Era bueno tener amigos tan buenos como ellos. Mia bueno Mia era un caso aparte, ella siempre solía meterse en líos al igual que Kath, James y Sirius. Era divertido pasar todos juntos en la Sala Común cuando todos estaban dormidos. Los viernes y sábados nos quedábamos más tiempo porque al día siguiente no había clases, así que nos la pasábamos todos juntos jugando o contando cualquier cosa.

La mayoría de las veces solía dormir con los chicos y habíamos decidido que rotaría para dormir con cada uno menos con Peter, porque solía dar patadas demasiado fuertes y mi espalda no estaba feliz con eso.

Además, teníamos un profesor de Defensa de las Artes Oscuras, llamado Thomas Martin y era un buen profesor, incluso debía admitir que sus clases eran entretenidas, pero su cara me sonaba demasiado familiar.

—¿En qué tanto piensas hermanita? —mire a mi hermano Matt con una sonrisa.

—En lo rápido que han pasado estos meses y sin duda alguna ha sido un año increíble —él me abrazo por los hombros.

—Y eso que solo es tu primer año princesa, aún te queda muchos años para disfrutar y vivir tu vida al máximo.

—¿Estarás conmigo? —lo miré con una pequeña sonrisa.

—Ahora y siempre... Eres mi hermosa hermana y pase lo que pase siempre estaré contigo, aunque estés casada y con hijos yo siempre estaré para ti.

—Ahora y siempre —susurre.

Era nuestro lema familiar tanto paterna como materna, ya que nos habíamos convertido en una gran familia, siempre estábamos para el otro y estos meses habían sido un poco complicados por la muerte del abuelo.

Además, Matt me había presentado a Amelia, la chica de la cual estaba enamorado y era demasiado encantadora, amable y divertida.

—Exacto Lex, no importa lo que pase siempre estaremos el uno para el otro sin importar nada.

—Siento que mataron al abuelo por mi culpa —él me agarro delicadamente de los hombros.

—Escúchame atentamente Lex, nada de lo que está pasando en nuestra familia o en el Mundo Mágico es culpa tuya. Simplemente, las cosas ocurren sin que podamos esperárnoslas, a veces las cosas ocurren porque así deben ocurrir, pero no puedes culparte por todo.

—Pero Matt...

—Pero nada hermanita, todo irá bien, te lo prometo —Matt me abrazo muy fuerte y yo le correspondí con la misma intensidad.

—¿Todo irá bien? —él se separo un poco de mí para verme a los ojos y limpiarme algunas lágrimas.

—Todo irá bien hermanita... ¿Sabes una cosa? Es bueno llorar de vez en cuando.

—Eso es de débiles Matt, yo soy fuerte —él negó viéndome con una pequeña sonrisa.

—Llorar no es de débiles, no sé quién te dijo eso, pero es una verdadera mentira. Tú cuando naciste y todos, lloramos y eso no nos hace débiles, llorar es tomar aire Lex, es sacar todo lo que nos duele y nos perturba y hace que logremos seguir adelante siendo más fuertes como siempre. Llorar es lo que hace la gente que ya no puede más y quiere sacar todo su sufrimiento y es un acto valiente. No puedes guardártelo todo Lex, no cuando hay gente que está para ayudarte pase lo que pase. No quiero que algún día explotes y te pase algo por no habérselo dicho a alguien. Sé que es muy difícil, pero eso no significa que dea imposible, con el tiempo podrás lograrlo. Las personas lloran no porque sean débiles, sino porque están cansados de ser fuertes y tú Lex eres la niña más fuerte que he conocido, eres valiente, amable, divertida, eres un amor de persona y estoy muy orgulloso de tenerte como hermana. Estoy orgulloso de verte crecer y de estar viendo cada paso que das.

—Gracias por ser el mejor hermano del mundo Matt —le regalé una pequeña sonrisa.

—Gracias por ser la mejor hermana del mundo Lex... Mi hermana, mi responsabilidad —mi sonrisa se agrando un poco más.

—Mi hermano, mi responsabilidad —lo volví a abrazar.

Era bueno tener una familia tan buena como la que tenía yo, además sabía que pasara lo que pasara siempre los tendría a mi lado.

—Que injusticia que estéis pasando tiempo de hermanos sin nosotros —Matt y yo nos separamos viendo divertidos a Tyler que estaba enfrente nuestro con Alexander a su lado. A lo lejos pude ver a los chicos y a James viéndome con una sonrisa.

Lo saludé con la mano y él también me correspondió el saludo, la verdad es que James era la persona más increíble que había conocido, siempre estaba para todo el mundo sin importar el que.

—Ahora vuelvo —corrí hacia James con una gran sonrisa al igual que él que me estaba esperando con los brazos abiertos.

—¡Ven aquí Alexandra! — ignoré a Matt y seguí corriendo hasta llegar con James abrazándolo fuerte.

Debía admitir que estos últimos días había ido a la habitación de Matt, porque solo le quedaba un año para irse de Hogwarts y estaba al tanto de que se iría a América, para ser Auror ahí. La idea no me gustaba demasiado pero bueno.

—¿Cómo estás Solecito? —me separe un poco de él para verlo con una sonrisa.

—Muy bien, ¿y tú? —él me abrazo por los hombros viéndome sonriente.

—Digamos que hoy ha sido un día medianamente normal, no hemos hecho tantas bromas como teníamos previstas —soltó una pequeña risa.

—Muy raro de vosotros —James asintió riendo.

—¿Verdad que si? Incluso a mí me sorprendió, supongo que la razón del porqué es porque no estas tú —me sonroje un poco.

—Cállate.

—Es verdad Solecito, estos días te he echado de menos, simplemente nos vemos en el Comedor y en las clases, además Mia no para de molestarme —y era cierto, pero era porque mis hermanos querían pasar unos días conmigo.

—Es culpa de mis hermosos hermanos que quieren pasar tiempo conmigo, pero cuando dejen de ser unas garrapatas pasaré tiempo con vosotros y sobre Mia, le debo pagar por ello —él asintió.

—No te preocupes Lex, aún tenemos muchos años para crear momentos juntos como grupo y que sepas que lo último me duele —solté una pequeña risa, de pronto Sirius se coloco en medio y nos abrazo por los hombros.

—Llego el amor de vuestra vida —James y yo soltamos una pequeña risa.

—No eres el amor de nuestra vida —le dijo James logrando que Sirius lo viera indignado.

—Me dueles, en fin siempre supe que amabas a Lex más que a mí.

—Eso es obvio querido amigo —Sirius le golpeo en el brazo.

Era demasiado divertido pasar tiempo con ellos, siempre sabían como hacer reír y cada día que pasaba era una nueva aventura para los cinco. Nos gustaba merodear por el castillo aunque debíamos pensar en un plan para que nadie nos descubriera cada vez que intentáramos pasear por el castillo.

Era demasiado bonito tenerlos en mi vida, además era genial pasar tiempo los cinco pensando en nuevas bromas y en todo lo que haríamos en estos años que estaríamos en Hogwarts.

Cada día nuestro pequeño grupo se convertía en una familia y era algo precioso.



En mi mente estás siempre, siempre. Todo esto me asusto, así que me aleje, me aleje. Prefiero ahogarme en mis malas decisiones, que llevármelas a la tumba. En mi mente estás siempre, siempre, siempre... En mi mente estás siempre, siempre... Todo esto me asusto, así que me aleje, me aleje. Sé que no queda nada a lo que aferrarme, pero sigo llamando tu nombre.

Always — Gavin James






NOTA DE AUTORA

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