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†Capitulo 11 †

Notita: Un inicio de año bien, HP, pero... vengo con todo, muchas ganas de escribir lo que se viene en esta historia. Pacense por mi libro: "La vida en un mundo hostil" Tengo nuevos escritos, los cuales ayudaron con este bloqueo.

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Bienvenidos a mi mundo irreal

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Si hablas de ello, es un sueño, si lo visualizas, es posible, pero si lo programas, es real - Anthony Robbins.


Apatía disfrazada de contrariedad.

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2 DE SEPTIEMBRE DEL 2024.

Londres/ Día.

Middlesex Guildhall, Tribunal Supremo del Reino Unido.

Los destellos y las cámaras de los fotógrafos capturan la figura del hombre de gran estatura y presencia que surge de la imponente formación rocosa.

Me ocupo de concluir la conversación con Karim por medio telefónico; él está desanimado por el fracaso. Yo anticipaba que esto sucediera, pero él no. Ha sido un golpe duro para él darse cuenta de que mi padre y todos nosotros salimos victoriosos.

No está al tanto de que lo utilicé para entregar los nuevos productos al gobierno, lo cual nos otorga una ventaja y le da un golpe a su ego por tanto fracaso.

El mundo entero celebra el reciente descubrimiento, y en los titulares se resalta el nombre de Darek Baker, un destacado bioquímico y médico científico que ha logrado salvar la vida de numerosas personas. La cura para la diabetes ha sido entregada al gobierno de Londres.

A pesar de que nuestra familia se dedica legalmente a la fabricación de armas, la atención del público se ha desviado hacia este importante avance médico. Nadie está al tanto del ambicioso plan de unificación liderado por Cala, el cual solo podrá llevarse a cabo si el gobierno no toma conciencia de ello.

Me alegra presenciar la notable y enfadada expresión en el rostro de Cala. Tenía la intención de diseñar un virus que, como resultado, provocaría el desarrollo de la diabetes y luego vender su cura. Claramente, tendrá que idear otro plan. Este proyecto ha sido una labor de años, y no puedo ni siquiera imaginar cuánto tiempo ha invertido mi padre en él.

Los abogados diseñaron su estrategia de defensa argumentando que el plan siempre tuvo como objetivo el mundo entero, y no existían pruebas que refutaran esta afirmación. Los audios solo sirvieron como una forma de protección para mi familia y para intentar capturar nuevamente a Grigori, el ex de Cala que se convirtió en el peor criminal, intentando asesinar a mi padre y acabando con la vida de un posible candidato a la alcaldía de Londres.

Además, es importante mencionar que amenazó a una de las familias más poderosas e influyentes del mundo.

En el audio que presentó la policía, se escucha perfectamente como Cala dice: "Efectivamente, ese es nuestro objetivo. Deseamos que te conviertas en el ser supremo que ha descubierto la cura, sin olvidar, por supuesto, nuestro apoyo. Trabajaremos para que Londres sea una fuente de ingresos considerable y, posteriormente, daremos comienzo al plan de unificación"

La parte acusadora intentó indagar en la frase "daremos comienzo al plan de unificación", interpretándola como si mi familia tuviera la intención de cambiar de nacionalidad y aliarse con países que perjudicaran el sistema de Londres. Aunque puede parecer exagerado desde una perspectiva lejana, es evidente que Cala podría ser capaz de ello.

El plan de unificación no va en esa dirección. Los abogados presentaron un discurso emotivo sobre la unión de las familias para poder pasar más tiempo con sus seres queridos supuestamente enfermos, respaldado por numerosos testimonios de buena fe dirigidos a los Baker.

Mirarlo desde otro ángulo es bastante desagradable, porque significa que hay engaños y manipulaciones a cada paso.

Tener respuestas para todo se debe a la actitud de mi madre, quien siempre está preparada para cualquier eventualidad. Desde siempre nos ha enseñado a no afirmar que los productos o armamentos están completamente terminados; esto dará pie a que, si los ven como amenaza, se justifique como una falla o error de fábrica.

No puedo negar que esta lógica es acertada, ya que gracias a ella hemos logrado liberarnos de la culpa.

Se realizarán modificaciones a la bazuca de acuerdo con las normas establecidas, con el fin de evitar que sea percibida como una amenaza por otros países, como Rusia, que podría sentirse atacado. Asimismo, se realizarán ajustes al suero de la verdad para garantizar que no cause daño a la persona.

Todas estas modificaciones resultarán en vano, ya que los productos seguirán estando en nuestras manos con el mismo funcionamiento y en uso. Una vez que los prototipos estén en posesión del gobierno, serán considerados como objetos desechables.

Me resulta sorprendente que mi madre haya deseado que nos fotografiaran como una familia perfecta, abrazando y recibiendo al hombre que fue acusado y ahora será libre. Nos encontramos casi todos, ya que mi hermano mayor regresó; falta Nuriel, quien está postrado en cama.

Los flashes me deslumbran y, cuando la prensa nos agobia, elijo alejarme lo más posible, situándome detrás de mis padres y hermanos.

―Estimado señor, Kale Baker, ¿Cuál es su estado emocional tras haber sido objeto de acusaciones? ―la periodista rápidamente acerca el micrófono al rostro de mi padre.

―Me encuentro en buen estado, agradezco a mi familia por su apoyo y por haber estado a mi lado durante este proceso. Todo fue un pequeño error y fuimos acusados de manera injusta, por lo que es satisfactorio que todo se haya aclarado. Esta nueva entidad debe hacer mejor su trabajo y no acusar a la ligera.

Entiendo que habla de Wolflynn.

―Señora, Cala, ¿los rumores de su esposo enfermo son reales? ―se percibe una tensión generalizada y resulta evidente la ira reflejada en los rostros de los presentes, quienes tratan de ocultarla tras una sonrisa artificial.

―Como usted dijo, son rumores ―el cambio de voz es notable.

―¿Cuál es plan ahora, Darek? ¿Una cura para el cáncer o más armas? ―esta pregunta si es interesante, en estas ocasiones si amo a la prensa amarillista.

―¿Cuál prefieres tú? ―Darek la reta con la mirada y la mujer retrocede avergonzada.

―¿Cómo harán ustedes en tanto a su relación? Se ha mencionado que tienen la intención de mudarse a otro país para poder mantener su relación poliamorosa y convertirse en esposos, dado que legalmente la señora Cala Baker está casada con Nuriel Baker.

―No nos interesa tener un papel, yo estoy casada con los tres, no más preguntas ―Madre empieza a avanzar. Esta es la razón por la que no permite que la prensa esté cerca.

―Señora Cala espere, ¿como espera que Londres le crea si se dice que usted es una asesina?

―¿Considera cierto los rumores sobre la posible investigación que se le está haciendo?

―¿Es cierto que usted patrocinó la destrucción de la competencia de su farmacéutica?

―¿Qué pasó con los supuestos desvíos de los fondos de la fundación Baker?

Comenzamos a escapar bajo la vigilancia de los medios de comunicación, al mismo tiempo que los guardias de seguridad nos abren paso para ingresar a nuestros vehículos. Una vez dentro, puedo respirar con mayor tranquilidad.

Resulta frustrante estar rodeado de tanta gente que te grita todo tipo de preguntas.

―Llevame a la casa de Aleix ―le ordeno al perro, que ahora es hasta mi chofer.

―Denegado, su madre ordenó que todos estuvieran en casa mientras las aguas se calman.

―comunícale a mi madre que ella cuenta con la compañía de sus dos esposos para que se la follen, mientras que yo no tengo a nadie a mi lado. Por lo tanto, te solicito que cumplas con mis instrucciones.

―Jefa, tenía entendido que había quedado claro que no sigo sus instrucciones. Si permito que juegue conmigo es porque también encuentro diversión en ello.

―Cada vez estás más cerca de recibir un balazo ―no contesta, ni yo tampoco le insisto en una conversación.

-...-

Con el fin de ocupar mi tiempo, me dedico a realizar un análisis minucioso de él, no tanto en términos físicos, sino más bien tratando de descifrar sus verdaderos deseos. Es como si tuviera la intención de conocer sus pensamientos más profundos.

Necesito obtener información sobre la ubicación de los sujetos con los que experimentan, ya que recientemente escuché que Kai fue enviado al lugar donde los tienen. Me preocupa si esas personas aún están vivas. Además, es crucial que descubra a quién están vendiendo armas y quiénes están involucrados en este negocio para informar a la agencia.

Por último, necesito averiguar cómo se enteró de que estoy fingiendo tener afecto por mi familia. Me encuentro bajo su escrutinio y ha sabido leerme bien, eso me pone en desventaja.

Si guarda silencio, es porque requiere algo de mí. No creo que se trate de sexo; va más allá de eso. ¿Quién es Kai? ¿Y por qué se está infiltrando en esta familia? ¿Acaso compartimos los mismos intereses?

―La princesa llego a su castillo ―dice y nuestras miradas se encuentran, ninguno de los dos está dispuesto a apartarla.

Como mencioné anteriormente, deseo tener el control y verlo rendido a mis pies, observar cómo su egocentrismo se desvanece y él busca lo mismo.

La interrupción del sonido de otro vehículo sonando su bocina, solicitando que nos apartemos, rompe la tensión que estaba a punto de estallar. No tardo en descender y dirigirme rápidamente a la habitación donde encuentro a mi pequeño hermano durmiendo. Inevitablemente, siento una gran ira.

―Tarde mucho, ¿cierto?

―Se cansó de esperarla y decidió no comerse el helado. Así que cuando despierte, podrán ver las películas juntos.

―Está bien ―frustrada, me recuesto en un mueble y por mi mente cruza una idea.

―Llámame apenas despierte.

Me desplazo sigilosamente por la casa y noto el paradero de mi madre, a quien desde lejos veo que está recostada en el escritorio mientras mi padre la penetra. Presumo que Darek ya debe estar en el laboratorio. Continúo mi camino y casi me cruzo con Kai, pero me oculto tras la pared.

El hombre se desplaza con una toalla envuelta alrededor de su cintura, y me permite vislumbrar su prominencia... Detente, Daría. Debes pensar con claridad y no dejarte llevar por impulsos o mi atracción hacia penes grandes.

Después de lograr pasar desapercibida de manera exitosa, evitando ser detectada por el personal de seguridad y mis hermanos, puedo percatarme de que mi hermano Adriel no se encuentra presente. El hermano del medio: Cadmon, está ocupado de exhibicionista con la coreana y el enfermo Benyamin se entretiene con un juego de cacería improvisado.

Finalmente, ingreso a la habitación acondicionada como cuarto de hospital donde se encuentra Nuriel.

―Padre, ¿me extrañaste? ―su iris se mueve―. Oh, eso es un sí. Me gustaría comentarte sobre lo que te estás perdiendo, ya que estás indispuesto y no creo que compartan contigo esta información. Tus análisis de salud han llegado a un punto preocupante, ¡qué pena! Es posible que mi madre aún sienta tu ausencia, o tal vez no. No debes estresarte, pues ella está siendo bien atendida por el pene de Kale.

»Vengo con la ilusión de compartir un chisme. ¿Recuerdas al exnovio de mi madre? En caso de que no lo conozcas, su nombre es Grigori. Lo vimos el día en que nuestro padre fue encarcelado. En ese momento, él nos relató todos los momentos románticos que compartió con Cala. ¿Estabas al tanto de que ella lo abandonó para casarse con tres hombres poderosos? Es decir, ¿nunca se han cuestionado por qué fueron elegidos?

»En lo que te queda de tiempo, reflexiona sobre ello. Aquí entre nosotros, la presencia de ese hombre afectó profundamente a Cala; incluso pude observar cómo ella bajaba la guardia. En última instancia, nada de esto importa, ya que ella está con ustedes y se aman, ¿no es así?

Puedo notar cómo el ritmo cardíaco se incrementa debido al sonido de la máquina. Me acerco a mi padre y empiezo a realizar un masaje en su cuero cabelludo.

―Tranquilo, mantén la calma, no estarás presente para presenciar cómo pongo fin a esta familia, al menos, no con conciencia. Debes sentirte orgulloso de ser parte de este proceso. El desenlace final está reservado para aquellos que son fuertes, y tú, padre, lo eres, afortunadamente o desafortunadamente. Logras que Cala refleje un poco de ese sentimentalismo que le queda y se empeña en ocultarlo; eres lo que más quiere y tengo un buen desenlace para ambos.

El teléfono suena y es una llamada que estoy esperando.

―Hola, ¿qué pasó con Hilai? ¿Ya sabes por qué tiene información mía?

Sí, está aliado con la agencia de lobos, encontré algo sobre los cargos, pero todo es muy confuso, ¿procedemos a matarlo?

―No. Tú no eres el único que me ha ofrecido formar parte de mi plan, ya veré qué hago con él. Te informo que si quieres matar a tu padre tú mismo, hazlo ya, porque Cadmon lo está esperando en las Maldivas, así que inicia tu partida, Cesare.

¿Si mato a mi padre estoy fuera del tablero?

―Si así lo quiere, no piense en traicionarme porque no sabes lo creativa que puedo llegar a ser con los traidores.

Si quiero formar parte, ¿puedo?

―No tienes opción, ya estás dentro. De mi tablero solo se sale muerto.

Averiguaré más sobre tu guardaespalda, Kai, también tengo sospechas de él.

Suspendo los movimientos en el cabello de mi padre, extrayendo de mi bolsillo una jeringa que contiene una sustancia que le he estado administrando. Cuando expresé mi intención de hacer sufrir a todos en su fallecimiento, lo hice con total seriedad. Siempre que tengo la oportunidad, le administro este producto que provoca dolor.

He diseñado personalmente este producto, el cual contiene una dosis moderada de ácido que se dirige específicamente al sistema circulatorio del aparato reproductor.

―No llores, papi, todo acabará, o quizás no «¡Adquiere fortaleza y aprende a protegerte! ¡No requerimos personas débiles! ¡Mantente siempre alerta o te convertirás en una presa fácil! ¡No te vayas hasta acabar el entrenamiento! ¡Eres un soldado, resiste!» ―una lágrima rueda por su mejilla al haber imitado las palabras que él me decía―. Viste que si aprendí, papi, despierta logre tener al cazador.

Sin más preámbulos, inserto la jeringa.

Solo al observar detenidamente sus ojos, pude percatarme del intenso sufrimiento que experimentaba. Con delicadeza, limpié sus lágrimas y me dirigí directamente hacia donde me aguardaba Daren, pues esta noche está reservada para disfrutar de helado y películas de superhéroes.

-...-

2 DE SEPTIEMBRE DEL 2024.

Londres/ Día.

Casa grande.

La dama ajusta el corsé de mi vestido; me siento atrapada, estresada y un poco agobiada. No tengo ningún interés en asistir a este desagradable evento.

Desearía estar involucrada en la operación con el equipo del beta, contribuyendo a la desarticulación del puerto utilizado para el tráfico de personas. En cambio, me encuentro siendo apretujada mientras intentan forzarme a usar un vestido de una talla más pequeña que la mía, todo por una fiesta organizada por Cala.

Resulta gratificante observar a todos en un estado de calma, sin sospechar que en este preciso momento se está llevando a cabo un allanamiento y, al mismo tiempo, se cuenta con una prueba irrefutable del negocio que lidera Cadmon. Incluso es posible que ingresen por esa imponente puerta con una orden de arresto.

―¿Ya terminaste? ¿O acaso falta aplastarme otro órgano más para tener una cintura irreal? ¿Que no la que tengo es lo suficientemente pequeña?

―Disculpe, señorita, me parece que ha habido un error en la toma de medidas o en la asignación de la talla. Su cuerpo luce muy bien, tiene unas medidas perfectas.

―Sí, lo sé. Lo que pasa es una equivocación llamada Cala Baker, retírese.

Tras la partida de la dama, me observo en el espejo y aparento encontrarme en buen estado. El evidente rubor en mis mejillas no se debe a un golpe de calor, sino a la opresión que me está causando el vestido. Este es de un suave tono azul pastel, elaborado en seda y posee un estilo moderno no tan apropiado para una fiesta con temática de época.

Experimento dificultades para respirar correctamente, por lo que decido liberarme o al menos intentarlo, ya que no puedo alcanzar las cuerdas que me mantienen atrapada en el vestido.

Al escuchar el sonido de la puerta abriéndose y los pasos acercándose, giro mi cabeza y me encuentro con la mirada desafiante de Kai. Me he estado divirtiendo últimamente gastándole bromas. Seguramente ya se ha dado cuenta de que he llenado su champú con tinte de cabello cobrizo, y si necesita confirmarlo, solo tiene que buscar un espejo para notar las hebras de su cabello teñidas.

No puedo evitar reír y hacer caso omiso de ello descaradamente mientras sigo intentando quitarme el traje.

―¿Cuándo se cansará de fastidiarme?

―Cuando deje de ser mi perro faldero ―hago mención de mi frustración mientras jadeo, incapaz de soltar el amarre del lazo.

Me abrumo con la aparición de su sombra, mientras siento cómo sus manos se deslizan por mi espalda hasta llegar al lazo y desatarlo. La opresión en mis caderas y abdomen desaparece y me encuentro frente al espejo contemplando los ojos grises de ese hombre que se abren paso en mi costado derecho.

―¿Mucho mejor? Jefa ―realizo una inhalación profunda y observo en el reflejo cómo acerca su nariz a mi cabello, adentrándose en el hueco de mi cuello causando un cosquilleo.

Sujeto el vestido y me alejo de él de forma agresiva; su mirada animada y burlona se encuentra con la enfurruñada que yo traigo.

―¿Que mierda es lo que quiere?, deje de andar olfateando como perro.

―¿No es eso lo que soy? Según usted.

―Si y no, bueno... olvídelo y mejor cese en sus acciones y desista de intentar seducirme, ya que no logrará su objetivo ―empiezo a retroceder al verlo acercándose.

―Me gustan las cosas difíciles.

―Pues no soy una cosa ―me empino para alcanzar su altura.

Sus manos me sujetan ágilmente por la cintura y me acercan a su pecho, dejándome inmovilizada. No puedo soltar el vestido para defenderme y alejarlo, de lo contrario, terminaría desnuda frente a él.

―¿La pongo nerviosa? ―acomoda delicadamente mi cabello detrás de mi oreja, mientras acerca sus labios y los roza suavemente en mi oído, para luego chupar, morder y besar el lóbulo auditivo―. Yo creo que sí te inquieto, jefa. Estamos 1-1.

―Idiota, esto no es juego. Si fuera así no lo dejaría ganar.

―Me incomoda que me moleste y luego espere que me quede inactivo. Cada vez la comprendo más y me doy cuenta de cómo interactuar contigo en un plano de igualdad.

La puerta se abre y mis oídos captan los sonidos de pasos y risas de un niño. De inmediato, me siento liberada y me apresuro hacia el niño pequeño que lleva puesto un encantador traje. No pasa mucho tiempo antes de que el infante se acerque a abrazar mis piernas.

―Mana, iré a la fiesta, mi otro hemano dijo que haría amigos.

Las palabras de mi hermano me causan preocupación. Parece que Adriel está muy cercano e interesado en pasar tiempo con él, lo cual no me sorprende, ya que posiblemente planean anunciarlo como miembro de la familia.

Esto me resulta impactante, puesto que cuando regrese, teníamos la intención de mantenerlo en secreto. ¿Qué es lo que están planeando?

―Corazón, me cambio y nos vemos abajo. Recuerda no hablar nada, no hables del castillo donde antes nos encontrábamos. Como acordamos, debes decir que vivíamos en una modesta choza en la costa de Colombia. ¿Está claro? ―mueve su cabeza en señal de confirmación, me agacho y le beso la mejilla―. Cuídalo.

La mujer asiente y se retira junto a mi hermano; sin embargo, al voltear para buscar a Kai, no está presente.

Por último, cambio mi atuendo. Opto por un vestido de tonalidad similar, aunque confeccionado en una tela diferente. Este tiene mangas abombadas y un escote recto. La falda de la prenda me brinda una sensación de elegancia y distinción, similar a la de una princesa.

Al bajar, me encuentro con el elegante salón, repleto de personas distinguidas. En ese momento, un amable mesero se acerca rápidamente y me ofrece un exquisito bocadillo, el cual gentilmente llevo a mi boca. Entre la multitud, busco con la mirada al pequeño niño rubio y lo encuentro acompañado de Adriel y Benyamin.

Me dispongo a acercarme a él, pero una mano en mi brazo me detiene. La presión es fuerte y me causa cierto dolor; trato de no reflejarlo en mi rostro. Me giro y es Cala: La mujer me jala y me lleva por otro camino.

―¿Por qué no te pusiste el vestido?

―Hablas del que me quedaba pequeño porque evidentemente es una talla o dos menos que la correcta.

―No, es la incorrecta ―ruedo los ojos y tomo la copa de champán que bebo sin dudar.

―¿Una fiesta de época tipo debutante? ¿Cómo se te ocurre algo así? ―rio―. No soy ninguna virginal y dudo que las demás chicas lo sean ¿Acaso ya me andas buscando otro prospecto de esposo?

―No lo eres, pero eso no lo saben los presentes.

―Yo creo que tu socio, el coyote, que está allá ―lo señalo con la mirada―, si ha de saber.

―No dirá nada.

―¿Entonces si me estás vendiendo como una virginal?

―Cállate y saluda ―nos encontramos con una familia dueña de las petroleras más grandes del mundo y nos saludamos cordialmente.

Sobrellevo la conversación sobre el mercado petrolero y los desafíos que los ambientalistas les están causando. Cuando ya no pronuncio nada y son ellos los que conversan, me escabullo y me acerco a la niñera de mi hermano.

―Llévatelo de aquí, ahora mismo ―le ordeno y me acerco al infante para explicarle que debe irse, no lo tomara bien, se notaba lo animado que estaba.

―Te llevarán al cine, no te enojes ¿Vale?

―Me guta aquí.

―Te acuerdas cuando te conté de los lobos que fingen ser ovejas, pues aquí hay muchos de esos y tú eres mi pequeña oveja que debo cuidar, ¿entiendes? ―él asiente y se va cabizbajo con la mujer.

―Daria ―aquella voz me hace tensar, lo que faltaba, tener que enfrentarme posiblemente con el coyote y ahora mi exnovio intenso que no se cansa de joderme e investigarme.

―Hilai.

―Tenemos que hablar y esta vez hablo en serio ―intenta jalarme, no se lo permito y con disimulo le extiendo una copa.

―Aquí no, así que... mañana te aviso donde será el encuentro.

―¿Cómo sé que no mientes?

―Porque te necesito ―menciono, la sonrisa se vislumbra en su rostro y no tardo en abandonarlo.

No fui completamente sincera, ya que era consciente de que pronunciar esa frase elevaría su ego y me permitiría tener una noche tranquila. Me reuniré con el propósito de obtener algo que necesito. O, más precisamente, iremos en conjunto, tanto yo como mis colaboradores.

Veo en la mesa los bocadillos que contienen salmón y, sin dudarlo, me acerco para disfrutar de algunos, manteniendo mi atención en cada movimiento del coyote. Si tan solo pudiera envenenar una copa que sé que él tomará si se la ofrezco, me desharía de él al instante. No puedo hacerlo, ya que me resulta más útil tenerlo vivo que muerto.

―Si es la oscuridad hecha mujer, o más bien, mi amiga la perdida ―aquella voz me hace emocionar.

―¿Qué haces aquí, Heba? ―la abrazo un segundo, no mucho, pues no nos llevamos así.

La mujer ajusta su hiyab que se ha movido y me entrega discretamente una memoria USB, la cual guardo entre mis guantes. Ambas nos miramos con complicidad, atentas a nuestro entorno. Mis hermanos y el coyote también me observan unos segundos; al notar que los vemos, cortan el contacto.

―Estoy de paso ―eso te servirá ―asiento y dos figuras aparecen.

Brenda, llena de emoción, no duda en hacerle numerosas preguntas a Heba, quien responde de manera brusca. No hay cambios, o mejor dicho, no hemos cambiado. Aleix y yo intercambiamos miradas cómplices; no prestamos mucha atención a las mujeres que charlan.

―Estás hermosa, D ―Aleix susurra tan cerca de mi oído, provocando un temblor en mis piernas, mientras disimuladamente desliza su mano por la parte superior de mi espalda descubierta.

―Lo sé ―menciono con egocentrismo―, te espero en la librería de esta casa, en una hora.

―Qué hay del evento.

―Me da igual.

―¿Qué es lo que tanto hablan ustedes? ―la voz entusiasta de Brenda se hace oír.

―Comida ―relato.

―Y vestidos ―continúa Aleix.

―Qué aburridos, no ven que Heba volvió, esta noche nos vamos a beber.

―¿No bebiste suficiente en tu "no boda"? ―pregunta Heba.

―Qué odiosa eres, no me lo recuerdes y... ¿Tú como sabes eso? Ni siquiera te invite ―le saca la lengua y todos reímos.

Sería deshonesto si no admitiera que siento nostalgia por este encuentro. El primer encuentro que tuve con Heba fue cuando ella lucía una toga larga. En aquel entonces, tenía alrededor de seis años y no comprendía el motivo de su peculiar forma de vestir. Sin embargo, ella me explicó su origen y, sin vacilar, me dediqué a investigar todo lo relacionado con el tema.

Por otro lado, está Brenda, quien es la heredera de las minas más importantes de Canadá y de varios otros países. Tengo presente que ella solía venir a jugar a nuestra casa debido a la asociación empresarial entre mis padres y los suyos. Diría que al principio la amistad fue forzada, con el tiempo se convirtió en algo más que simplemente la niña que traían a casa para jugar mientras hacían negocios.

El padre de Aleix es un mercenario de gran fortaleza, encargado de entrenar a aquellos dispuestos a trabajar en nuestra protección y colaborar en la eliminación de cualquier obstáculo que se interponga en el camino de Cala. Administra todas las sedes del oráculo. Es un exmilitar proveniente de Colombia que arribó a Rusia y se topó con Nuriel.

Tuve la oportunidad de conocer a Aleix cuando tenía catorce años, gracias a la intervención fraudulenta de Brenda en uno de los bares que él administraba. Asistimos con identificaciones falsas. Resultaba sorprendente que un adolescente estuviera involucrado en negocios a esa edad.

Ya lo había visto previamente en mi casa cuando iba en compañía de su padre; nunca habíamos entablado conversación. Me llamó la atención su distintivo estilo metalero, así como sus ojos de un color zafiro dorado y su cabello castaño claro. Lo que más me cautivó fue su acento; luego descubrí que le gusta imitar todos los que hay en su país.

―Me entero siempre de todo ―responde Heba, ganándose una mala mirada de Bren.

―No desaparezcas que te extraño ―Brenda dice y hace un puchero.

―Nefasto que extrañes a tu amiga, la cual no invitaste a tu boda, un evento supuestamente importante para ti, Brenda ―ironiza Heba.

―¿Soy tu amiga?, oyeron, Heba tiene corazón.

―¿No lo olvidará nunca, verdad? ―la frustración es evidente en el rostro de la mujer.

―Jamás lo hará ―Aleix y yo hablamos al mismo tiempo.

Los cuatro estábamos disfrutando de una animada conversación y riendo a carcajadas cuando, de repente, un mesero se acerca y se sitúa frente a nuestro grupo.

―Su madre la necesita ―dice, todos lo ven con fastidio.

Me pongo de pie y acompaño al caballero hasta llegar a un lugar desprovisto de cualquier presencia humana: la biblioteca.

―¿Qué hace aquí? ¿Y la misión? ¿Pasó algún contratiempo? ―lo ataco con esas preguntas.

―No asistí, pero... si tuvimos un pequeño problema.

―¿Qué pequeño problema?

―El negocio resultó ser de otra persona, la cual está siendo arrestada en este momento.

―¿Cómo que no es de Cadmon?, yo estuve ahí ¡Mierda!, yo y Cadmon, yo vi a los niños y a...

―Oye, tranquila ―toma mi rostro con una genuina preocupación―, era previsible que contaran con un plan de contingencia. Si procedemos con tu testimonio, se iniciará la debida investigación, pero serás detenida y se acabará la fachada. Además, no sabremos si recolectaremos las pruebas necesarias para confirmar su testimonio.

―O sea que estás aquí para decirme que no podemos hacer nada ―quito sus manos de mi rostro con frustración.

―Sí.

―¡Mierda! ―pateo la mesa y tiro las cosas que hay encima.

―Entiendo su enojo, estoy igual, nunca había fracasado tanto, primero lo que paso en el restaurante y ahora esto.

―¿Qué sigue entonces? ―mantengo la compostura, no debo desbalancear los sentimientos, únicamente mantener estrategias y buscar soluciones.

―Propongo que nos enfoquemos en el tema de la droga y recolectemos pruebas al respecto. Una vez que salga al mercado, permitamos su venta por un tiempo y luego procedamos a incautarla. Además, debemos trabajar en recopilar pruebas sobre el plan de unificación que me mencionaste, incluyendo evidencia relacionada con el armamento y las personas involucradas. Todo esto será útil para nuestro caso.

―Mi padre está casi muerto, no creo que lo puedan encarcelar y tampoco está actualmente fabricando armas. Puedo buscar registros de las ventas anteriores de sus armas en el mercado negro y de sus compradores. La responsabilidad recaerá en Benyamin, quien es ahora el que ha tomado su puesto.

»He descubierto algo preocupante: Benyamin está involucrado en la explotación sexual de menores. Durante nuestro tiempo en Colombia, tuve un encuentro con él en el que mencionó un negocio relacionado con un orfanato. En un principio, pensé que lo decía solo para provocar; no era así. Pronto le enviaré las pruebas que respaldan esta afirmación.

―No estoy seguro de por dónde deberíamos comenzar sin ser descubiertos. Sería prudente aprovechar para infiltrarnos en los negocios del hermano Adriel en cuanto al manejo del dinero. ¿No cree que sería una buena opción ir por ese camino?

―Adriel posee habilidades en el ámbito del hackeo; podría descubrirnos fácilmente. Personalmente, he optado por no involucrarme en ese tipo de actividades debido a la amplia gama de recursos tecnológicos que Woflynn posee, él podría robarlos o destruirlos. Estoy consciente de que no pasará mucho tiempo antes de que él descubra mi participación. Adriel, como primogénito, es el más astuto de todos; es el único que tiene una relación cercana con mi madre.

―Entonces partamos desde la destrucción de los negocios, ya sean visiblemente limpios o ilegales. Ya acabamos con el tráfico de órganos, pasemos al de prostitución infantil y, de paso, con los niños que reclutan en el oráculo.

Pienso en el padre de Aleix, que es el que los entrena; antes lo hacía junto con Aleix. Mi amigo trabaja ahora como mercenario independiente y tiene sus propios grupos de mercenarios que trabajan para él en toda Latinoamérica, Asia y Europa, sin mencionar todos sus bares; no saldrá salpicado con los asuntos de su padre, de él si no hay nada por hacer.

―De acuerdo, paralelamente estoy con la recolección de pruebas de la farmacéutica y todos los medicamentos. También puedo buscar la ayuda de Heba; ella también es buena en lo que se refiere a tecnología. Pero sería como Daria Baker y no como agente.

―Ojalá Dios nos ayude.

―¿Dios? ―rio―. Más bien nosotros —Al ver su rostro dejo la burla, ¿cree en Dios? Esperé de todo menos que fuera un creyente.

―No todos creen en las mismas cosas, pero ¿quiénes somos para juzgar, verdad?

―Tú si me sorprendes.

―Quería conocer cómo soy detrás de esta coraza de agente, pues, llámame un gurú espiritual. Espero que con esto deje de investigar... ¿Qué pasa?

―Es que sigo sin procesar, algo gira en mi cabeza... me lo estoy imaginando haciendo meditación.

―No me imaginé de a mucho, soy de los que están en pantalones holgados y sin nada que lo cubra arriba ―la revelación me deja atontada y apenada―. Qué tierna se ve colorada, así como su cabello.

Sin más me da la espalda y me deja sola en la habitación, Karim es un gurú y cree en Dios, eso sí que no lo veía venir.

No creo en Dios, no por escéptica sino más bien porque, si existe, ¿dónde estaba cuando los monstruos llegaron? ¿Por qué permitió que la oscuridad consumiera la luz? ¿Por qué dejó que mis huesos se congelaran sin traer el calor? Mi garganta se secó y no me trajo agua.

El fuerte rugido de mi estómago no fue lo suficientemente fuerte como para saber que el hambre me consumía. ¿Dónde estaba mi ángel de la guarda para protegerme?

A veces la fe se empieza a apagar debido a las vivencias.

Me inclino para empezar a recoger algunos libros que tiré en mi ataque de rabia y la puerta es abierta.

―No pensé encontrarte tan temprano aquí ―la voz de Aleix inunda cada espacio.

―¿Así? ¿Por qué?

―Pensé que estabas ocupada.

―¿Me viste?

―¿Había algo que ver?

―Sí, estaba con mi madre.

―Ahora me mientes.

―Aleix, cállate y fóllame ―me giro y lo encaro, sus ojos ámbares que están muy dilatados no dejan de ver mi cuerpo cuando dejo caer mi vestido.

Palmea mi trasero y salto por lo inesperado que fue, el ardor es sensible en esa zona y no tardo en mojar mi entrepierna.

-...-

En algún lugar...

Daba.

Penetro a la mujer de carácter ruidoso y admirablemente virtuosa que atrajo mi atención de inmediato. Sus atributos físicos, en particular sus senos, fueron lo primero que capté al verla.

Solo aquella mujer a la que llegué a conocer más a fondo logró llamar mi atención. Pude observar cómo su esencia se desvanecía lentamente. A pesar de esto, no pude evitar reconocer y admirar la transformación que experimentó.

Es común que aquellos que se consideran superiores no se percaten del poder que puede tener un enemigo pequeño y vulnerable.

Desde siempre he sabido que terminaría siendo más peligrosa. El inconveniente radica en su sentimentalismo y la excesiva importancia que le otorga a ello, persiste en reflexionar sobre lo que es correcto o incorrecto. Por eso, necesito acabar con lo que es importante para ella y le brinda esperanza.

Desde que tengo memoria, he establecido mis propias normas, lo cual me ha resultado más sencillo debido al entorno en el que me críe. He creado mis propios juegos, trazado mi propio camino y dictado mis propias instrucciones.

Poseo la determinación de afrontar cualquier desafío que se presente ante mí, y mi objetivo es fomentar la creación de alguien que comparta mis mismas oscuras cualidades.

Me he obsesionado con la idea de crear un ser igual a mí. No temo que esta persona me supere, de hecho, me emociona enormemente saber que he construido un mal más grande y poderoso. Me excita de forma exorbitante.

No me adhiero a la noción convencional de lo bueno y lo malo, ya que en mi mundo no existe tal distinción. La libertad es inexistente en este entorno, pero en el mío sí prevalece. Únicamente me guío por los anhelos más profundos de mi ser.

Retiro mi miembro de la cavidad de la mujer, quien rápidamente se apresura a contradecirme. La observo con una expresión pasiva; se da cuenta de que no debe provocar mi enojo. Llevamos una semana conociéndonos; el segundo día me abrió las piernas. Fue la primera y única vez que permití que llegara al clímax. Esta situación pretendía seguirla así; no obstante, mi aburrimiento por ella fue aumentando.

―Por favor, déjame.

La mujer expresa su incomodidad al llevar sus manos a su área íntima y comienza a frotar y explorar de manera desordenada. No transcurre mucho tiempo antes de que se escuchen sus gemidos. Mientras ella está inmersa en su disfrute, tomo un cuchillo del cajón y me acerco a la mujer.

―Detente.

La persona comienza a lamentarse y suplicar, tal como mencioné: su actitud me está agotando y pondré fin a su sufrimiento.

―Lo necesito ―toma mi mano acercándome a su cuerpo.

―Eres una persona de poca fortaleza, no eres capaz de controlar tus instintos. Si quieres, puedes acabar, así que yo te ayudaré.

Empujo suavemente a la mujer hacia la cama, y ella, complacida, separa sus piernas. Con delicadeza, introduzco mi mano en su interior, lo cual provoca gemidos y algunas lágrimas escapan de sus ojos cerrados. Ella me suplica más y más, con palabras entrecortadas de deseo. Satisfaciendo sus anhelos, aumento la intensidad y la velocidad. Deslizo el cuchillo por su cuerpo, desde su rostro hasta llegar a su zona íntima.

Este juego le gusta, y descifrar sus deseos no fue tan complicado.

Piensa que todo lo que estamos haciendo es un juego de roles: yo represento al asesino y depredador, mientras que ella se convierte en la presa que se deja atrapar para obtener su recompensa.

Retiro mi mano y, ante su inminente protesta, introduzco el mango del afilado cuchillo, comenzando a moverlo dentro y fuera sin mostrar compasión alguna. Al presionar sus muslos, logro cortar su piel, haciendo que el color rojo intenso se manifieste en esa tez tan pálida como la nieve.

―No juntes las piernas, te estás cortando ―le ordeno.

―Me gusta, quiero más... ―sus palabras se pierden al acelerar las estocadas.

Termina empapando mis manos y el mango del cuchillo.

Extraigo el objeto de su interior, humedecido por sus fluidos, y lo limpio con mi camisa antes de asear mis manos. La mujer experimenta temblores mientras intenta recuperarse y regular su respiración. Coloco delicadamente la hoja sobre su clítoris y la masajeo suavemente, deslizándola sin dificultad debido a su estado todavía húmedo.

―Quiero sentirte ―expresa la mujer.

No puedo evitar sonreír. Me gusta sacar las ideas imposibles y perversas de la cabeza de las personas. Todos estamos influenciados por la sociedad, nuestras emociones y la moralidad. ¿Qué sucede cuando dejamos de lado estas convenciones y simplemente hacemos lo que nos complace? ¿Quién determina qué es correcto y qué es incorrecto?

Las diferentes culturas tienen posturas diversas, ¿por qué no crear nuestra propia religión y justificar nuestras acciones a través de ella? En mi opinión, hay individuos que han optado por abandonar los ideales establecidos y han elegido seguir sus propios deseos, lo cual implica una moral subjetiva.

―No cariño, no me sentirás ―tras su intento de levantarse, presiono intencionalmente el cuchillo y ella expresa su malestar, esta vez debido al dolor experimentado―. No te muevas, puede doler.

―¿Qué te pasa? ¿Por qué lo haces...?

―¿Por qué hago esto? ¿Por qué cambiaste? ¿Quién eres? ¿Estás en un estado de desequilibrio mental? ¡No es cierto! Me equivoco, la última pregunta la hacen más corta: ¡¿Estás loco?! Si ganara dinero cada vez que me dicen estas frases... No me hago responsable por mi carisma y por captar la atención de personas como tú. ¿Me usaste para que cumpliera tus fetiches?

―Si, ahora déjame ir ―me resulta divertido su intento de intimidación con la mirada, y no puedo evitar soltar una risa.

Me acerco a su rostro, alejando el afilado cuchillo de su entrepierna. Ahora coloco mi mano en su cuello, aplicando una presión considerable.

―No has percibido que también estoy aprovechándome de ti; fuiste un divertido pasatiempo, pero ya me he cansado.

Clavo el cuchillo directo a su corazón, ella decía que quería tener libertad, no la tenemos, así que se la estoy ofreciendo.

Una de las críticas dirigidas hacia la moral relativa es que, si cada individuo determina por sí mismo lo que es ético o no, entonces no existe un marco universal para discernir entre lo moral y lo inmoral, lo cual dificulta o incluso imposibilita la existencia de leyes y reglas.

Si se permite la realización de todas las acciones, ¿qué ocurre en caso de que alguien pierda el control?

Sería una amenaza.

Entonces yo soy esa amenaza que busca acabar con la moralidad que nunca debió existir.

Las cámaras me alertan de que dos individuos están ingresando a mi residencia. Rápidamente, busco y me coloco la máscara de gas. En breve, escucho el sonido de la puerta al ser golpeada dos veces y, segundos después, observo cómo las dos figuras se detienen frente a mí.

―¿Te divertiste? ―a través del lenguaje de señas, me pregunta sin apartar la vista de la mujer que yace sin vida en la cama.

―Sí, ¿ya hiciste que Heba mordiera el anzuelo? ―pregunto con la misma jerga.

―Sí, ¿me comunico con Cesare?

―No, déjalo que se una a Daria, lo necesitaba para confirmar los planes que ella tenía, como precipite, regresó para acabar con los Baker.

―¿Entonces cuál es el plan?

―Espero recibir información de Cesare, quien se encuentra allí como infiltrado. Además, la mujer encargada de cuidar al niño también me proporcionará noticias. El final del primer acto se acerca, con esto no le quedará a ella más opción que sucumbir a sus planes más oscuros.

―¿El mercenario? ¿No necesitamos liquidarlo?

―No, que se divierta con él, que se lo coja cuantas veces quiera.

―¿Cómo es que un sordomudo acabó odiando tanto a los Baker? ―me pregunta.

―No odio a nadie.

Se retiran y mi atención se dirige hacia la mujer a quien le he quitado el cuchillo del pecho y comienzo a limpiar meticulosamente, ya que es una de mis armas favoritas.

Envío un mensaje dando instrucciones para que se organice y limpie el desorden. Luego, me visto rápidamente, arreglo mi cabello y salgo a toda velocidad en mi automóvil. Una de las cosas que más disfruto es la adrenalina, pues es una sensación emocionante.

Una persona de gran importancia me espera, no puedo dar el gusto de generar sospecha alguna, todos mis movimientos son planeados con total orden.

―¿Por qué la tardanza? ―me exige el hombre frente a mí.

―Estaba ocupado, escupe lo que tengas que decirme.

―¿Cuéntame lo que sabes?

―Con todo gusto.

Mi mirada se extravía en la dama que transita; resulta inevitable que las ideas se entrecrucen en mi mente. Deseo tantas cosas, la espera me agota. Sin embargo, este es mi juego, uno pausado, tortuoso y penoso.

Y más aún... nadie anticipará su llegada.

.

.

.

Nuevo narrador, que empiecen las apuestas por saber de quien se trata.

¿Quién será el próximo muerto?

Yo le veo algo de futuro a la relación de Kai y Daria, esos dos solo necesitan estar solos en una habitación, ajajajja, para arreglar sus problemas *toso, toso*

El próximo cap se viene con toda.

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