Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Primer día

- ¡Bienvenido a la familia! - dice Finn extendiendo la mano a Bell.

El pallum lo ayuda a levantarse.

- Gracias, Señor Finn. Quiero decir... Capitán.

- Puedes llamarme Finn si te sientes más cómodo.

- ¡Entendido, señor!

- No hace falta ser tan formal, somos una familia. - dijo Finn con una sonrisa.

- Supongo que ahora me toca a mí... - dijo Loki acercándose a los dos. - Chicos, el espectáculo ha terminado, ¡ya podéis iros! - dice ella a los espectadores.

La pequeña multitud que rodea el patio se dispersa.

- Muy bien Bell-tan... Vamos a mi oficina.

Bell asiente, se despide de los ejecutivos y se va detrás de Loki.

********************************************************************************

La habitación de Loki.

La diosa estaba terminando de poner su tatuaje familiar en la espalda del niño.

Bell Cranel

LV 1

-Fuerza: I 01

-Resistencia: I 01

-Destreza: I 01

-Agilidad: I 01

-Magia: I 01

///////////////////

Milagro:

<Lanza de luz>

El milagro de la luz. Aumenta la potencia de los ataques físicos y mágicos al imbuirlos de un intenso poder de luz, proporciona regeneración física. Cuanto más tiempo se activa, más se fortalece, requiriendo gradualmente más mente.

/////////////////////

Habilidad:

<Avatar>

Perfecta unión de cuerpo y arma. Aumenta masivamente todos los atributos. Requiere una gran cantidad de mente.

/////////////////////

Loki miró atentamente los estados que se formaban en la espalda del chico.

- Bell-tan. - dice la diosa llamando la atención del chico.

- ¿Sí?

- Esta magia tuya... ¿Lo tienes desde cuándo? - preguntó la curiosa diosa.

- Bueno... No lo sé con exactitud, pero empecé a controlarlo a partir de los ocho o nueve años.

- Um... Entiendo. - Loki volvió a mirar la espalda del chico. - "Normalmente los elfos desarrollan la magia debido a su fuerte vínculo con el fauno, que es un característica única de ellos... Pero un humano que desarrolla la magia... No... ¡Un milagro! Eso es totalmente imposible... Los milagros son magia de un nivel superior. Este chico es un punto fuera de la curva... ¡un diamante en bruto!"

La diosa respira profundamente intentando asimilar todo aquello, tras unos segundos de reflexión termina y anota los estados de Bell en una hoja.

- ¡Toma! - dice Loki dándole la hoja a Bell.

El chico coge la hoja y la analiza rápidamente, se levanta y pone la hoja sobre una mesa.

- Ya me retiro.

- ¿Ahora?

- Gracias Kami-sama. Hasta luego. - sale de la habitación.

Loki respira profundamente.

- Espero que no sea tan problemático como Ais-tan...

De camino a la salida, Bell acaba chocando accidentalmente con alguien. Mira a la persona en cuestión.

- ¿Qué carajos estás haciendo aquí? - dijo el golpeado, esa persona era nada menos que el hombre lobo de la <familia Loki>, Bete Loga.

- Finn y Kami-sama me invitaron a la familia, y aquí estoy. - replicó Bell manteniendo la mirada seria y tranquila.

Bete levanta al chico en el aire mientras cierra el puño para darle un golpe, Bell no transmitió ninguna expresión sólo una mirada seria que cortaba. El lobo detiene su puño a milisegundos de la cara de Bell.

- Tse... - suelta al chico. - Al menos no parece un cobarde. - dijo Bete mientras seguía su camino, dejando a Bell atrás.

- ¡Oye, tú! - dijo el chico llamando la atención del lobo que estaba de espalda.

- ¿Eh? - Miró a Bell con el rabillo del ojo.

- ¿Cómo te llamas?

- Bete.

Bell sonríe al lobo.

- Es un placer conocerte, Bete, me agradas.

- ¡Tse...! ¡No me molestes! - dice caminando por el pasillo.

Bell sigue su camino.

********************************************************************************

Ya en las calles de Orario, Bell caminaba hacia la Dungeon. En medio del camino ve el Gremio.

"Creo que debería ir allí primero. Tengo que actualizar mi documento desde que me uní a una familia".

Entra en el establecimiento. El flujo de personas era escasa en comparación con el otro día que vino aquí, así que no fue difícil encontrar personal disponible. Se acerca al mostrador dirigiéndose a una empleada de pelo corto y rosa que parecía distraída leyendo unos documentos.

- Disculpe - dice Bell, llamando su atención.

- Oh, perdón. ¿En qué puedo ayudarle? - Se congeló al ver al chico.

- Busco a una funcionaria llamada Eina Tulle, es mi asesora. ¿Sabes si está disponible?

- Ahn.... - parecía aturdida. Como si estuviera viendo un fantasma.

*PHAAH*

Desde detrás del chico se oye un fuerte sonido de carpetas cayendo al suelo, mira hacia atrás y ve a Eina con la misma reacción que la otra empleada.

- ¿Bell...?

- Ah... Señorita Eina.

- ¡Bell! - una sonrisa comienza a surgir en su rostro.

- Señorita Eina.

- Bell. - la sonrisa de la semielfa comienza a desaparecer de su rostro, dando paso a una expresión de furia.

- Señorita Eina... ¿Estás bien?

- Tú... tú... ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡IDIOTA!!!!!!!!!!!!!!!

********************************************************************************

Sentado en una mesa, Bell escuchaba en silencio los sermones de Eina.

- ¡¡¡Eso fue completamente imprudente!!! ¿¡Tenías alguna idea del peligro en el que te estabas metiendo!? ¡Podría haberte matado ese minotauro! Te dije que no bajaras más pisos... y llegas al séptimo piso. ¿Te has vuelto loco?

- No...

- ¡NO ME CONTESTES!

Bell traga en seco. Parecía algo intimidado por la actitud de Eina.

Mientras tanto, en la distancia los funcionarios observaban toda la situación.

- ¿No es ese el nuevo aventurero bajo la tutela de Eina?

- Por lo que he oído fue atacado por un minotauro en el séptimo piso. Lo daba por muerto.

De hecho, el personal, incluida Eina, recibió la información de que los pisos superiores habían sido invadidos por un grupo de minotauros, junto con la información de que un chico de pelo blanco y capa oscura "tuvo no tuvo la suerte de escapar", lo que hizo que Eina se preguntara por la muerte de Bell y su ausencia no hizo más que reforzar este hecho. Lo que explicaba y hacía plausible toda su preocupación.

De vuelta a la mesa con Bell y Eina.

Eina hace una pausa en su sermón.

- Pensé que había perdido otro.... - dice Eina en un susurro con tono melancólico, que no pasó desapercibido para Bell. - Después de todo... Me alegro de que estés a salvo, Bell. - dice con una suave sonrisa, sus ojos parecían estar a punto de lagrimear pero consigue contenerse.

- Lamento haberla preocupado, señorita Eina. No era mi intención. Lo siento mucho. - dice con una mirada de arrepentimiento.

- No, es... No pasa nada. Ya a pasado. - hace una pausa para rascarse los ojos. - ¿Por qué has estado fuera tanto tiempo?

- Te garantizo que no fue intencional...

Bell explica todos los acontecimientos de la Dungeon hasta donde la parte donde ahora está al cuidado de su nueva familia.

- Ya veo. Así que fuiste rescatado por la "familia Loki" cuando estabas inconsciente. Bueno, te diría que les dieras las gracias, pero conociéndote mínimamente creo que ya lo has hecho. Tuviste mucha suerte... Si te hubieras dormido en el calabozo estarías en problemas.

Asintió con la cabeza positivamente.

- Bueno, um... ¿Qué te trae hoy por aquí?

- Iba a ir a la Dungeon, pero he optado por venir aquí para completar la información de mi expediente.

- ¡Oh! ¿Así que conseguiste unirte a una familia? ¿Cuál fue?

- <Familia Loki>.

- Ah, sí. La <familia Loki>... Espera... - Al darse cuenta de que Bell se refería a la familia de Cazagigantes, Eina entra momentáneamente en shock. - ¡Pero eso es surrealista Bell! ¿Cómo lo has conseguido?

- Ayer estaba comiendo en la <Anfitriona de la Fertilidad> mientras casualmente llegaban, cuando fui a ayudar a algunas de mis compañeras, Kami-sama y el señor Finn se acercaron a mí y me preguntaron si quería unirme a la familia y acepté. - dice Bell con la mayor naturalidad.

- Vaya... ¿Así que la diosa y el capitán de la familia más fuerte de Orario acudieron a ti para invitarte a unirte a la familia? - Dice Eina quedando un poco impresionada.

- Sí. - Bell comenzó a pensar un poco sobre eso. - Viéndolo así... Supongo que realmente es un "gran logro".

Tras un poco más de conversación, Eina devuelve el documento y Bell rellena el último espacio en blanco.

- Me voy a ir ahora. Hasta la próxima, señorita Eina. - se despide de la semielfa y se dirige hacia la puerta.

- ¡Espera, Bell! - le llama la atención.

- ¿Sí? - se gira.

- ¿Vas a ir al Dungeon así? - dice, mirando la armadura de Bell.

- ¿Por qué? ¿Pasa algo?

- Parece viejo y desgastado...

En efecto, la armadura de Bell era bastante vieja, y aunque el joven la cuidaba bien, se podían ver algunas grietas y abolladuras en ella, como si tuviera una historia.

- Tendrás que comprar una nueva armadura. Esto no durará mucho más.

- Supongo que tienes razón. ¿Dónde hay herrerías?

- En la Torre de Babel hay tiendas de la <familia Hefesto>, son la familia con los mejores herreros de Orario.

- Hm... Lo tengo. Voy a echar un vistazo.

- ¡Ah, Bell! ¿Podría esperar un segundo?

- ¿Eh?

********************************************************************************

Pasó un tiempo y Bell caminaba hacia la Torre de Babel, pero esta vez iba acompañado de Eina, que llevaba ropa más "informal".

- ¿Es la primera vez que me ves sin uniforme y no dices nada? - dice Eina de forma calmada.

- Oh... Perdóname. Te ves... más bonita. Pareces más joven. - dice Bell torpemente con las mejillas ligeramente sonrosadas.

- ¿Más joven? ¿Qué edad crees que tengo, Bell?

- Um... 21? - dice el chico un poco asustado.

Eina rodea con su brazo el cuello del chico tirando de él, la cara del chico se encuentra con su pecho.

- ¡Sólo tengo 19 años! ¡Soy joven, peste! - dijo Eina con un tono ligeramente molesto pero relajado mientras lo frotaba sobre su pecho.

- E-Espera... Lo siento... - dice Bell tartamudeando un poco por la vergüenza.

********************************************************************************

Ya en la Torre de Babel.

Las puertas del ascensor se abren y los dos salen, Bell vislumbra un amplio pasillo algo lujoso con varios escaparates.

- Pensaba que sólo existía la Dungeon de abajo, no imaginaba que pudiera haber comercio aquí dentro.

Eina sonríe.

- Me gustaría enseñarte las tiendas de arriba, pero como aquí se encuentran las más famosas de la <familia Hefesto>, quería mostrártelas.

Comienzan a caminar por el pasillo. Bell miró los escaparates con atención.

Son de calidad.

- Pero un poco caro... - Bell dijo al ver el precio de un guantelete, "10.000,00 de Valis".

- Sí. Esos son los productos de primera clase hechos por los mejores herreros de la familia. Así que el precio está justificado.

- Ya veo. - dijo Bell mirando una vitrina de espadas.

¡Ni siquiera lo pienses!

- Lo siento...

- ¿Por qué te disculpas, Bell? - dijo Eina mirando a Bell.

- No es nada... Vamos al otro piso. - Dijo el chico dirigiéndose al ascensor.

- ¿Eh? - ella parecía un poco confundida, pero terminó siguiéndole la corriente.

Al llegar al último piso, Bell se dio cuenta de que el pasillo era mucho menos luminoso que el piso anterior siendo incluso un poco gris y oscuro. Había varias armas y armaduras expuestas en el exterior de las tiendas, que parecían más bien cobertizos, y varios de los aventureros más humildes se paseaban por allí, curioseando e intercambiando mercancías.

- ¡Ya estamos aquí! ¡Es aquí! - dice ella caminando un poco más adelante deteniéndose frente a una serie de armas expuestas.

- 1.200 valis... - dijo Bell leyendo el precio de una espada. - Es mucho más barato que los otros que vimos.

- Así es. Todos estos artículos son de jóvenes herreros que están empezando su carrera. Aunque vendan a un precio más barato, les beneficia que su trabajo se venda y se aprecie. Incluso como herreros novatos hacen grandes armas. Vamos, busquemos una armadura para ti. - Dice caminando delante de él y Bell le sigue detrás.

Se dirigieron a una tienda que parecía tener una mayor especialidad en armaduras. Bell parecía fascinado, como un niño en una tienda de caramelos, pasaba los ojos por cada pieza de armadura que encontraba. Eina parecía feliz de ver a Bell tan emocionada, algo que no se ve todos los días.

- Voy a echar un vistazo en la parte de atrás. - dijo Bell, desapareciendo ya de la vista de la semielfo.

- Ah... Bell calma... - suspiró. - Parece bastante animado... Incluso es adorable. Creo que hice bien en venir aquí con él.

Mientras tanto, Bell buscó en la parte trasera de la tienda una armadura que le pareciera ideal.

- Demasiado brillante... demasiado extravagante... No es muy funcional. ¿Eh? - se detiene mirando una caja en el suelo con un conjunto de armaduras.

El chico recoge la parte de la coraza de la armadura. Era una armadura de acero claro grisáceo con algunos detalles rojos, comienza a evaluar la armadura.

- Es ligero y bastante fuerte... ¿Eh? - Detrás de la pieza se encuentra la firma justo debajo de un pequeño dibujo de un conejo. - Welf Crozzo... Parece que he encontrado una perla entre las conchas. - Vuelve a colocar la pieza en la caja y comprueba la etiqueta colgante. - 9.900 valis. Bueno, tengo 40.000 así que no me parece tan caro. De todos modos, me quedo con este.

Bell coge la caja y se dirige al mostrador.

- ¿Has encontrado algo para ti?

- Sí - dice con la caja en la mano.

Eina mira dentro de la caja y lee el nombre del juego que había cogido.

- "Gray bunny"... ¡jajaja!

- ¿De qué te ríes? - dijo Bell un poco confundido.

- Jaja... Es porque te conviene mucho...

Bell mira su reflejo en la armadura e infla las mejillas.

Paga su nueva armadura, poco después de salir de la torre. Los dos se detienen frente a la fuente, Bell no se contuvo y ya llevaba puesta su nueva armadura mientras la vieja estaba en la caja.

- Gracias por mostrarme los alrededores, Señorita Eina. Estoy seguro de que será muy útil.

- No hay de que Bell. - dijo con una sonrisa. - ¡Ah, Bell! toma. - dice ella desenvolviendo algo en sus manos.

De la envoltura de tela se desprende un hermoso guante de bronce sin ningún tipo de adorno.

- Señorita Eina... No puedo aceptarlo.

- Vamos Bell... Esto es un regalo de mi parte para ti. - su mirada baja un poco. - He visto a muchos aventureros perder la vida en la Dungeon, incluso a gente que estaba bajo mi tutela... Así que, por favor, ¡acéptalo! Es lo menos que puedo hacer por ti.

- Um... - Bell toma el guante. - ¡Muchas gracias!

Ella le dedica una sonrisa. Y se pone el guante en el brazo derecho.

- Bueno, tengo que volver. ¡Hasta la próxima vez Bell!

- Ah... ¡Señorita Eina! - dice Bell llamándola.

- ¿Si Bell?

- Perdone que le haga esta petición, pero ¿podría guardarme esto? - sostiene la caja en sus manos.

- ¡Oh, claro! No hay problema. - Ella toma la caja.

- Gracias. Hasta luego.

Eina se va mientras I Bell va de nuevo a la Torre de Babel, pero esta vez iba a la Mazmorra. El chico se detiene de repente ya cerca de su destino, había sentido una presencia extraña. Bell dirige su fría mirada hacia el origen de la presencia que había sentido, la cima de la Torre de Babel, por el susto momentáneo que el chico puso en el mango de Maanna.

¿Bell pasa algo? ¿Sentiste algo?

La presencia desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Bell retira su mano si Maanna.

- Sentí algo extraño... Como si alguien me estuviera observando.

Hm... Si esto vuelve a ocurrir, no dudes en decírmelo.

- Muy bien. - Bell relaja su mirada y sigue su camino.

********************************************************************************

Ya era de noche, y un grupo de chicas regresaba a la Mansión Crepúsculo.

- Oh... ¿Un carruaje? - señala Tiona mirándola aparcada frente a la mansión.

- Me pregunto para qué será. - pregunta Lefiya con curiosidad.

De repente las puertas se abren revelando a una diosa con el pelo rojo y un vestido negro que corre hacia las chicas con un grito completamente loco.

- ¡¡¡BIENVENIDOS!!!

El monstruo de pelo rojo salta hacia las chicas. Ais, Tiona y Tione se quitan de en medio pero Lefiya no tiene la misma suerte y la diosa acaba atrapándola.

- ¡Espera, ayúdame! ¡Oye! ¡Para! - dijo Lefiya incapaz de defenderse del ataque de Loki.

- Nunca aprendes, ¿verdad Lefiya? - dijo Tione.

- Tal vez estaba esperando esto - dijo Tiona con respecto a Loki.

- ¡Tan suave y mimoso! ¿Cómo se siente? - dijo la diosa con una pequeña sonrisa traviesa.

- ¡Para! - dijo Lefiya muy avergonzada. - ¡Por favor, ayúdeme, señorita Ais! - la elfa llora por su amiga.

- Lo siento, Lefiya. - dice ella entrado a la mansión junto con las dos amazonas.

- ¡No digas que lo sientes ahora! ¡Ayuda!

Después de que Lefiya consiga deshacerse de Loki, porque la diosa llego tarde, entra a casa.

Ya reunidos de nuevo, los cuatro se dirigieron a sus habitaciones. En el camino escucharon algunos murmullos de sus familiares.

- ¿Viste la pelea de esta mañana? ¡El novato logró presionar al Capitán Finn!

- ¿Es serio? Estás bromeando, ¿verdad?

- Yo también lo vi, ¡es cierto! ¡Ese chico es muy fuerte!

Las chicas escucharon los susurros de los aventureros más alejados, todos parecían un poco curiosos.

- ¿Un novato? - dijo Lefiya confundida.

- Parece que han reclutado a alguien nuevo en la familia. - dijo Tione.

- Muy fuerte... ¡Quiero conocerlo! - Dijo Tiona emocionada preguntándose cómo sería su nuevo compañero.

"Presiono a Finn..." - piensa Ais con cierta curiosidad, sus ojos estaban ligeramente abiertos evidenciando sorpresa por parte de la chica.

- De todos modos si se unió a la familia hoy es probable que Loki lo anuncie al menos hasta mañana.

Las chicas continuaron su camino. Ya frente a sus habitaciones se despidieron el uno del otro.

- Bueno, entonces... Buenas noches, Ais, Lefiya.

- Hasta mañana.

- Sí... Buenas noches.

- Buenas noches.

Las hermanas se despiden de ambas y entran en su habitación. Lefiya se vuelve hacia Ais.

- Buenas noches, señorita Ais. - dice haciendo una breve reverencia.

Después, la joven elfa se dirige a su habitación.

- Ah, Lefiya... - dice Ais llamando su atención.

Leffiya se voltea hacia Ais.

- Gracias... Para ropa. - dice Ais con una ligera sonrisa.

Al escuchar las palabras de la chica de pelo dorado, los ojos de Lefiya brillan y una gran sonrisa aparece en su rostro.

- Así es, ¡gracias por ayudarme este día! - dice, inclinándose hacia Ais. - Bueno... ¡Hasta luego! ¡Buenas noches!

- Buenas noches. - dice mientras ve salir a la joven elfa.

Ais entra en su habitación y se tumba en su cama. Mira al techo pensativa, la chica seguía pensando en aquel novato. Después de alejarse un poco de sus pensamientos, finalmente se queda dormida.

********************************************************************************

Bell se despierta en su cama en la Mansión Crepúsculo, había tenido una larga noche de batalla en la Dungeon. Poco después de despertarse, hace algunos estiramientos y se pone su nueva armadura.

Pareces ansioso, Bell.

La felicidad del joven no era visible en su rostro, pero debido al largo tiempo que Maanna lleva conociendo a Bell pudo discernir fácilmente los matices de su expresión junto con sus discretas "actitudes".

- ¡Hm! - murmuró Bell mientras asentía con la cabeza positivamente. - Espero llevarme bien con los demás.

¡Pero claro que sí!

El chico se acerca a la puerta y pone la mano en el pomo, curiosamente se queda encarando a la puerta mirando su mano que estaba a punto de abrirla.

¿Qué pasa Bell?

- Yo... - parecía ligeramente nervioso. - ¿Ellos...? ¿Será que ellos...?

¡¿Eh?! ¿No me digas que eres tímido?

- Hm... Más o menos... - dice tímidamente mientras sus mejillas se inflan ligeramente.

Adelante, Bell. No tienes nada que temer... O eres así por eso...

Maanna es interrumpido por Bell que fue tomada y luego golpeada contra la pared para que se callara.

¡! ¡AÍ!

- Deja de inventarte cosas. - dijo Bell con las mejillas ligeramente sonrojadas, poseía una expresión tímida y ligeramente enfadada que podría calificarse de adorable.

Después de unos minutos, Bell se armó de valor y salió de su habitación. Fuera pudo ver el pasillo vacío, lo que le alivió, se dirige al comedor. Al llegar, Loki y los ejecutivos de la familia se fijan inmediatamente en él.

- ¡HEY! ¡BELL-TAN! ¡AQUÍ! - dijo la diosa Loki señalando la silla a su lado.

El grito de la diosa llamó la atención de todos los presentes, haciendo que miraran en dirección al chico. Bell estaba lleno de nerviosismo, parecía el mismo estoico de siempre, pero por dentro su cabeza era un desastre.

¡Vamos Bell!

El chico volvió a la realidad con la ayuda de su compañera. Tragó en seco y caminó tranquilamente hacia el lugar donde su diosa le había pedido que se sentara, mientras las miradas de todos le seguían.

En una de las mesas.

Las cuatro chicas miraron a Bell, Lefiya no lo conocía pero el resto lo había visto antes.

- ¿No es el chico que luchó contra el minotauro? - dijo Tione.

- ¡Es él! ¡El de pelo blanco! - dijo Tiona, algo contenta de ver al chico.

- ¿Así que él es el "Novato"? - dijo Lefiya.

Tione, Tiona y Ais parecían sorprendidas por la presencia del chico, pero con diferencia Ais era la que parecía más sorprendida de las tres, sus ojos se habían fijado en el chico de pelo blanco. Pareció sumergirse en sus pensamientos al ser despertada por la llamada de su amiga elfa.

- Señorita Ais... ¿Está todo bien? - pregunta Lefiya preocupada.

- Sí... Estoy bien. - dijo para terminar con una leve sonrisa.

Dirige su mirada a Bell de nuevo, que ya estaba cerca de Loki y los tres ejecutivos.

Con Bell.

- Buenos días, Kami-sama. Señor. Finn, señor. Gareth, señorita Riveria... Buenos días. - les hace una reverencia y se sienta.

- Ah... ¡Bell-tan! Primero debo anunciarte. - dice Loki levantándose de su silla y poniendo su brazo sobre los hombros del chico mostrándolo a todos. - ¡Hola chicos! Conozcan a su nuevo compañero... ¡Bell Cranel! ¡Seam amable con él! - retira su brazo del hombro del chico.

- Es un placer. - dice Bell con serenidad, pero muy nerviosa por dentro.

Luego se sienta y Loki le da al chico un plato de sándwiches.

- Gracias.

- Buenos días, Cranel. Veo que el día anterior ha dado sus frutos. - dijo Finn mientras miraba la nueva armadura de Bell.

- Hmm. Mi consejera me indicó que debía cambiar de armadura y me llevó a la Torre de Babel a comprar una nueva.

- Ya veo. A mí me parece bien.

- ¿Acaso fuiste al Dungeon ayer, chico? - dijo Gareth.

- Sí. Después de comprar la armadura me fui directamente a la mazmorra, pero por desgracia no pude quedarme mucho tiempo, ya que mi paseo por las herrerías me costó bastante tiempo. Tuve que conformarme con ir sólo a la sexta planta y poco después volví.

Incluso Bell subió a la sexta planta con la costumbre de limpiar los pisos, y por eso se dedicó a registrarlos todos, lo que le llevó buena parte de su tiempo el día anterior. Los ejecutivos y Loki parecían un poco sorprendidos, aunque habían vislumbrado el potencial de Bell el día anterior aún era un novato de nivel 1, lo normal para los nuevos aventureros era quedarse entre la primera y la segunda planta y como mucho la tercera mientras que el chico de pelo blanco se fue directamente a la sexta planta en su primer día como aventurero y aun así encontró poco en este hecho.

- Loki. - dice Riveria en un susurro.

- ¿Eh?

- ¿Cuál es el estatus de Cranel? - parecía un poco curiosa.

Loki miró a un lado y a otro y susurró junto a la elfa.

- Es un todo en uno. - dijo la diosa sorprendiendo a Riveria. - Sorprendente, ¿verdad?

Riveria se recompuso tras el breve choque.

- Parece que hicimos bien en aceptarlo.

Al cabo de un rato Bell empezó a sentirse más a gusto con Loki y los tres ejecutivos, incluso hablaba más relajadamente con ellos, pero sin faltarles al respeto. Después de terminar su comida, Bell se levanta y se despide de los cuatro.

Ais observa al chico salir de la habitación y se levanta de la silla.

- ¿Señorita Ais? - dice Lefiya ligeramente sorprendida por su comportamiento atípico.

La chica de pelo dorado acaba por ignorar a Lefiya y se dirige al exterior.

- Me pregunto qué le habrá pasado. - dice Tione con cierta preocupación.

- ¿Querrá saludar al novato? - dice Tiona, respondiendo a la pregunta de su hermana con otra pregunta.

- No lo sé. No es propio de ella hacer eso.

Mientras tanto, una alta elfa observaba la escena de Ais con una sonrisa en la cara.

Fuera de la sala.

Bell se dirigía a la salida, pero se detiene de repente al darse cuenta de que le seguían.

- ¿Puedo ayudarle? - dice Bell llamando la atención de la persona que le seguía. Al mirar hacia atrás sus ojos se llenan de brillo al darse cuenta de que quien le seguía era nada menos que la propia Princesa de la Espada.

- Disculpa... por molestarte. - Dice Ais tímidamente, parecía estar pensando en las palabras adecuadas. - ¿Podemos hablar un momento?

Bell se recompone y asiente.

Se dirigieron a un lugar más privado donde pudieran hablar sin preocuparse de ser escuchados. Al llegar allí Ais parecía pensativa, pensaba en las palabras que debía utilizar mientras Bell esperaba pacientemente a que la chica hablara. De repente se inclina hacia el chico, dejándolo evidentemente sorprendido.

- Lo siento...

El chico no parece entender el motivo de la disculpa de la chica, pero ésta continúa rápidamente.

- Siento lo del bar... Me... Me disculpo por no haberte ayudado con el minotauro... Yo... Lo siento. - dice una apenada Ais, que Bell pudo ver claramente incluso con la mirada estoica que tenía la chica.

- Está bien.

La chica levanta la postura, mirando al chico con sorpresa.

- No pasa nada. Los errores de otros no son tu culpa. Supongo que debería darte las gracias...

- ¿Gracias? - dice Ais confundida junto con una mirada de sorpresa.

- Sí. Gracias por, digamos, confiar en mí. - El chico dijo refiriéndose a su batalla con el minotauro, en su entendimiento ella no interfirió porque confiaba en su habilidad. - Gracias. - dice con una sonrisa.

Ais no reaccionó, no es que le pareciera insensible, sino que se quedó sin palabras porque el chico la dejaba sólo para aceptar su sincero agradecimiento. Un silencio incómodo prevalece, Ais ya no sabía qué decir y Bell estaba en la misma situación. Los dos se quedan un rato enfrascados en sus propios pensamientos.

- Ah...

- Ah...

Ambos hablan al mismo tiempo haciendo que se sorprendan.

- ¡Oh, lo siento! Adelante...

- ¡Oh, lo siento! Adelante...

La situación se repite. Los dos se miran con cierta vergüenza, para cualquiera esta escena sería bastante adorable. El incómodo silencio persiste en el aire, hasta que Bell toma la iniciativa y rompe el hielo.

- Lo siento... Creo que no sé su nombre. - dice Bell, aprovechando la oportunidad para conocerla.

- Ah... Lo siento. Mi nombre es Ais Wallenstein... y el tuyo es Bell Cranel, ¿verdad?

El chico asiente.

- Es un placer conocerla, Milady Wallenstein.

- Ais.

- ¿Eh?

- Llámame Ais. Todo el mundo me llama así. ¿Te molestaría?

- En absoluto. - Mueve brevemente la cabeza en negativa. - Hay voy. Fue un placer conocerte... Milady Ais.

- Yo... Yo digo lo mismo.

Bell la deja, mientras ella permanecía pensativa.

- Mi... ¿lady? - dice inclinando ligeramente la cabeza.

Ya estando fuera de la mansión. Bell se lleva las manos a las mejillas, estaban extremadamente calientes, su mirada estoica había dado paso a una mirada tímida, y su corazón latía más rápido de lo normal. El chico sacude la cabeza tratando de deshacerse de esos sentimientos que le parecían "extraños". Para luego dirigirse a la Dungeon.

********************************************************************************

En la tarde de ese mismo día Tiona, Tione, Lefiya y Ais se reunieron en la <Anfitriona de la Fertilidad>. Estaban charlando sobre asuntos triviales hasta que la amazona más joven, Tiona, toca un tema.

- Así que Ais... Esta mañana en el desayuno te fuiste de la mesa de repente. ¿Para que fue?

- Um... Fui a ver al nuevo miembro de la familia.

Las palabras de Ais sorprendieron a las chicas, excepto a Tiona que ya lo había deducido en ese momento.

- ¿Ves? ¡Sabía que había ido a ver al peliblanco!

- Sólo dije que no era algo típico. - dijo Tione.

- Señorita Ais, parecía un poco apurada cuando dejó la mesa. ¿Por qué a hablar con él? Si quieres decirlo, por supuesto...

- ¡Es Ais! - dijo Tiona inclinándose sobre la mesa. - ¿De qué fuiste a hablar con él? ¿También te interesa?

Al escuchar las últimas palabras de su amiga amazona, Ais apartó la mirada un poco apenada.

- ¡Tiona, tienes que dejar de ser tan entrometida! - dice Tione con la mano en la frente.

- ¡Sólo estoy preguntando! - se vuelve hacia la chica de pelo dorado. - ¿Qué pasa Ais? ¿Qué piensas de él?

La chica se queda pensativa.

- Um... Conejo.

Todas miraron a Ais confundidas.

- Él... parece uno. - dice con las mejillas ligeramente sonrojadas.

- Ahora que lo mencionas... - Tiona queda pensativa. - Sí que lo parece. ¿No es así, Tione?

- Viéndolo así... Me recuerda un poco.

Las dos hermanas empiezan a discutir sobre el aspecto de Bell, mientras que Lefiya parecia totalmente fuera de lugar en la conversación. Después de un rato de discutir sobre el conejo, Tiona le pregunta a Ais.

- Ais, ¿por qué no te tomas una copa? - pregunta la amazona extendiendo su jarra de licor, el efecto del alcohol parecía haberla golpeado.

- No, estoy bien. Gracias. - dice con una ligera sonrisa.

La atención de Ais se centra en Tione y Lefiya, que la incluyen en la conversación. Viendo la oportunidad, y sobre todo estando un poco borracha, Tiona vacía el vaso de su amiga y lo llena con un poco del licor de su gran taza.

- Qué tontería... Hay que divertirse un poco.

Mientras tanto, saliendo de la Dungeon...

Bell vuelve de otro día en la Dungeon, se pasa por el Gremio para cambiar sus piedras y visitar a Eina. Después de despedirse de su consejera, el chico continúa hacia su nuevo hogar. En medio del camino ocurre algo inesperado para él.

*Grrrrrrrr*

Su estómago ruge con fuerza, el chico había permanecido desde la mañana hasta la noche en la Dungeon sin comer nada, estaba hambriento.

- Tengo que ir a algún sitio a comer algo. Creo que iré al bar de Mia. - dice Bell, cambiando su rumbo.

*******************************************************************************

Bell entra en a la <Anfitriona de la Fertilidad> y ya en la entrada es reconocido por una amazona.

- ¡¡Oh, peliblanco!! - dijo Tiona llamando la atención de Bell y al mismo tiempo atrayendo la atención de sus compañeras hacia el chico.

El chico de pelo blanco no conocía a Tiona, pero la reconoció como miembro de su familia por haberla visto junto a la <familia Loki> en una ocasión anterior. Se acerca tranquilamente a la mesa redonda en la que estaban.

- ¿Sí?

- ¿Por qué no te sientas con nosotras? Ya que todos somos de la misma familia. - dijo Tiona con su habitual tono alegre.

- No es una mala idea. ¿Te parece bien?... ¿Bell? - dijo amablemente Tione, que tardó en recordar el nombre del chico.

- Hm. - negó brevemente con la cabeza. - Estoy de acuerdo.

El chico acerca una silla y Tiona le hace una señal para que la ponga a su lado, cosa que hace un poco nervioso. Se sienta.

- ¿Eh? - Bell tardó un rato en darse cuenta de que Ais estaba allí en la mesa con ellos. Sus mejillas se sonrojaron ligeramente, pero su rostro permaneció tan inexpresivo como siempre. - Hola, Milady Ais.

- Hola Bell.

Uno miraba al otro, sus expresiones eran idénticas, un extraño estado de ánimo se instalaba entre ellos que poco podían explicar, pero de alguna manera no se sentían incómodos y sus ojos no se apartaban del otro. El silencio se instaló en la mesa, las tres chicas miraron las escenas de Ais y Bell un poco confundidas por la situación. Esta vez Tione rompió el silencio sacando a los dos de su hipnosis.

- Así que Bell... ¿Cómo llegaste a nuestra familia?

- Kami-sama y el señor Finn me invitaron y acepté.

- A nosotras también nos ocurrio lo mismo. ¿No es asi Tione?

- Más o menos... - Tione empieza a perderse en sus pensamientos poniendo una cara extraña.

- ¿Tione? - dice Tiona pasando la mano por delante de los ojos de su hermana.

- Creo que aún no nos hemos presentado... Soy Lefiya Viridis. Es un placer conocerle Cranel-san.

- Lo mismo pienso señorita Viridis. Puedes llamarme Bell si quieres.

- Oh... claro... Bell-san.

- ¡Ahora es mi turno! - dice Tiona acercándose mucho al chico. - ¡Soy Tiona y esta es mi hermana Tione! Encantada de conocerte. - dice ella con una sonrisa, señalando a su hermana que seguía vagando por sus pensamientos.

- Um... Es un placer. - dice un poco incómodo por la cercanía de la amazona.

Con el tiempo los cinco comienzan a hablar, Bell había simpatizado con las chicas. Ordena y come su "montaña" de comida, en lo que se encuentra de nuevo con Ryuu y Anya, conversan brevemente con ellos, poniéndose al día. Bell se toma la libertad de preguntar por Syr y Mia, le dicen que Mama estaba ocupada mientras Syr era camarera hace unos minutos pero había desaparecido de repente, el chico acaba teniendo que conformarse con eso. La comida y la bebida continuaban en su mesa, hasta que de repente Ais aparece con una actitud inusual.

- ¡Hey Tiona! - dijo en un tono más alto que el habitual.

- Uh... ¿Qué sucede Ais? - dice Tiona un poco sorprendida por el tono de Ais.

- ¿Por qué está el conejo contigo? ¡No es justo! ¡Yo lo vi primero! - dice Ais como una niña mimada que acaparaba un juguete.

- Se-señorita A-Ais... ¿se encuentra bien? - pregunta Lefiya algo preocupada

- ¡Claro que lo estoy! - dice Ais un poco agitada.

La chica se levanta y arrastro al chico por su cadera a su lado, un poco demasiado cerca lo que hizo que Bell se sonrojara.

- Ais, cálmate - dijo Tione a su amiga que estaba un poco inquieta.

- Parece que la bebida ya le afecto - dijo Tiona de manera burlona.

- ¡Tiona! ¿¡Acaso le diste alcohol!?

- Si - respondió Tiona con la mayor naturalidad.

- ¿Por qué hiciste eso? ¡Sabes que Ais no aguanta las bebidas! - dijo Tione regañando a su hermana.

- ¡Solo quería que se divirtiera! ¡Maldita sea! ¿Acaso no luce feliz? - dice Tiona señalando a Aiz.

La chica de pelo dorado estaba apretando a Bell entre sus brazos.

- Señorita Ais... Estás asfixiando a Bell-san... - Lefiya intentaba acercarse un poco más a su amiga, pero ésta se aparta con Bell aún entre brazos.

- ¡No! ¡Es mío! ¡Sólo mío! - dijo Ais apretando aún más al pobre chico.

Mientras las chicas intentaban por todos los medios convencer a Ais de que le dejara ir, Bell se estaba sin reaccionar, no sabía cómo comportarse en aquella fatídica situación, lo único que podía sentir era su cara ardiendo por completo, su mente era aún más caótica que hace un rato como si se estuviera librando una guerra en ella.

"¡Eso es Bell! ¡Así se hace chico!" - Bell escucha el eco de la voz de su abuelo en su mente, lo que le avergüenza aún más.

"¿Abuelo?"

- Muy bien... Lo entendemos, pero déjalo ir. - Dijo Tione intentando un nuevo enfoque.

La chica relaja un poco su abrazo, facilitando la respiración de Bell. Las tres se acercan poco a poco, como si trataran de ganarse la confianza de un animal rabioso. De repente, Ais lo levanta y sale por la puerta.

- ¡¡¡AIS!!! / ¡¡¡SEÑORITA AIS!!! - dijeron las tres al unísono mientras veían a su amiga salir corriendo con un conejo en brazos.

- Ayud... - fueron las únicas palabras que Bell consiguió decir antes de ser "secuestrado".

- ¡Lefiya, quédate aquí! ¡Vamos a por Ais! - dijo Tione corriendo fuera junto a su hermana.

- A-Ah... ¡Espera! - se levanta de la mesa, pero sus amigos ya se han ido. - ¡Me dejaron la cuenta!

En las oscuras calles de Orario.

Ais corría hacia la Mansión Crepúsculo aún con Bell en brazos, el chico intentaba convencer a la chica de que le dejara ir pero era en vano, ella no le escuchaba y sus intentos de escapar eran totalmente inútiles ya que Ais es de nivel 5 y Bell es simplemente de nivel 1. Al llegar a la entrada de la mansión, la chica es detenida por un alto elfo que aparece de entre las sombras.

- ¿Es este el momento de volver? - dice Riveria regañando a Ais. Comienza a mirar más de cerca a la joven notando que sus mejillas estaban bastante sonrosadas y su mirada estaba caída, no deja de notar a Bell que estaba siendo asfixiada por ella. - ¿Cranel? - quedando totalmente sorprendida. - ¿Qué significa...?

- ¡¡Riveria!! - dice Tiona corriendo tras Tione en dirección de las dos, y Bell.

Ais se pone en posición defensiva ocultando a Bell de la vista de las amazonas con sus mejillas infladas.

- Tiona, Tione. ¿Podría explicarme qué está pasando? - dice Riveria.

- Ah... Bueno...

- Tiona le dio alcohol a Ais y no ha dejado ir a Bell desde entonces. No quiere escucharnos.

La elfa baja las escaleras y va hacia la chica.

- Ais, por favor, déjalo ir. - dijo Riveria con serenidad.

-No... Es mi conejito... Busca el tuyo... - dice Ais en rabieta en un tono cansancio.

El efecto del alcohol la había derribado, Ais estaba durmiendo en el suelo con los brazos alrededor de la cintura del chico de pelo blanco. Riveria se acercó a ella para llevarla a su habitación pero la chica reaccionó abrazándolo más fuerte, Bell viendo que esto no le daría ninguna alternativa.

- No creo que se deje levantar... Puedo llevarla Señorita Riveria.

La actitud del chico sorprende a todos. Riveria se recompone y asiente.

- Muy bien, entonces. Te guiaré a su habitación.

Bell se dirige a las amazonas.

- Buenas noches. Me disculpo por el inconveniente. - dice, inclinando ligeramente la cabeza.

Los dos entran en la mansión. Riveria le guió hasta la habitación de Ais, que casualmente estaba justo al lado de la suya, abre la puerta y Bell deja a la chica delicadamente en su cama teniendo la amabilidad de cubrirla. Cuando el chico se disponía a salir siente un par de brazos alrededor de su cuello que lo jalan hacia la cama, esto llamó la atención de Riveria porque ese era un acto totalmente inusual incluso para una Ais borracha.

- No te vayas... - dijo Ais en un susurro que estaba consecuentemente cerca del oído de Bell.

El chico se sonrojó violentamente, algo que estaba fuera de lo normal, podía sentir el aliento caliente que salía de la boca de Ais, lo que no ayudaba a su situación.

- Ais. Vamos, déjalo ir.

Riveria intenta varias veces separar a Ais del chico, pero es en vano, no lo dejaría ir por nada del mundo.

- No hay manera... - la hechicera se rinde. - Tendrás que quedarte con ella esta noche. Compórtense. - dice Riveria saliendo de la habitación con una pequeña sonrisa en la cara.

- Señorita Riveria... ¡Espera!

El elfo sale de la habitación y cierra la puerta dejando a los dos solos en la oscura habitación.

- ¿Qué quiso decir con "compórtense"? - Bell dice confundido, aunque ya tenía 16 años todavía era un poco inocente en este sentido.

Bell viendo que sus esfuerzos serían inútiles contra el abrumador abrazo de la <Princesa de la Espada>, se rinde y se acuesta junto a Ais. La niña, aunque con sueño, se da cuenta de la poca resistencia del conejo y lo abraza de forma más cariñosa, por lo que el niño acaba recuperando el sueño y los dos comparten el espacio de la pequeña cama durmiendo abrazados.

//\\Continuara...//\\

*Swones al habla*

*No... Es mi conejito... Consigue el tuyo* pfff JAJAJAJA, esa parte casi los deja sin traductor, estuve a poco de morirme de la risa, bueno, aquí un capitulo traducido más espero que lo disfruten y ya saben denle apoyo también al autor original y señalen algo que crean que se pueda mejorar. Ahora los dejo con un meme que solo los que leyeron este capítulo entenderán.

Ahora sí, este fue Swones, cambio y fuera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro