16: The story of the nymph of the river of tears.
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VOL. I | CURSED
E16T1: SPRING COURT
El relato de la Ninfa
del Río de Lágrimas
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Corte primavera...
Estuve los próximos dos días pensando en lo que eso significaba. Allí, encerrada en las protecciones invisibles que mi cabeza habia dibujado alrededor de la pequeña camita de paja; en el calor de la extraña cabaña. Dos días en los que, tras la primera ola de impresión de aquella primera mañana, no pude haber hecho otra cosa más que callar... y caer en un estado pétreo silencioso. Una reacción predecible, esperada, producida por la conmoción de mi más reciente hazaña. Ni siquiera Ritta, la inmortal de piel tostada, ojos brillantes y cuernos de carnero que habia salvado mi vida, habia logrado sacarme del agujero meditabundo que yo misma habia cavado para mí misma. En su lugar, opto por darme un poco de espacio; dejarme asimilar por mi propia cuenta los últimos acontecimientos que habían desencadenado el pánico y mi rechazo a todo lo que me rodeaba.
Y como no sentirse extraño... Cuando el único movimiento que podrían haber captado mis sentidos —mientras me desvelaba día y noche mirando por aquella ventana torcida, con el terror carcomiéndome ante la posibilidad de ser devorada ante el primer indicio de debilidad— habia sido el del lento compas de mi propia respiración; tan lenta y al mismo tiempo tan pesada; tan difícil de incluso de soportarla. Como... Como si por fuera se estuviera llevando el más tranquilo de los mares pero, por dentro, se estuviera desatando una tormenta de sentimientos y emociones. No podía ponerlas a todas en orden y, como consecuencia, la ansiedad y la cobardía ante lo que habia logrado me sumía en una jaula de caos, donde la confusión me inmovilizaba, impidiéndome reaccionar como tiempo atrás hubiera querido una vez hubiera cruzado las fronteras de Prythian.
Prythian...
Porque allí era donde me encontraba; Prythian.
Habia estado semanas enteras haciéndome la idea, hablando de infinitas posibilidades con Hazel para cuando me encontrara en territorio inmortal; la emoción que habia sentido ante el plan que habia trazado en mi cabeza para salvar a mi hermana Feyre y ahora, cuando finalmente era una realidad, cuando podía oler la magia que desprendía el aire y mirar los cuernos de Ritta... simplemente no lo creía. Y tal vez la razón fuera porque, en realidad, nunca habia creído lo suficiente en mí como para pensar que pudiera lograrlo. Tal vez me hubiera dispuesto a intentarlo, pero realmente no habría esperado conseguirlo de verdad.
Sin poder evitarlo, solté un suspiro. Pero ni siquiera eso parecia aligerar el doloroso peso en mi pecho.
En el presente, las melódicas notas de la naturaleza danzaban a mi alrededor, refrescando el ambiente con su dulce aroma a flores silvestres: El canto calmado de la brisa primaveral, el correr tranquilo de un rio cristalino en el que Ritta, esmeradamente, se hallaba sacando piedras mientras yo solo observaba sentada sobre una roca cubierta de musgo; sin nada mejor que hacer más que contar las rocas que ella me pasaba y apilarlas perfectamente dentro de una canasta.
Mis ojos se pasearon por el cielo, tan iluminado y despejado por encima de nuestras cabezas. Ritta habia mencionado algo sobre que el clima se debía a la tan inminente primavera en sus tierras, un evento importante, considerándose que su territorio era literalmente una corte con el mismo nombre. Saeta, por otro lado, se encontraba cerca pastando y seguramente de buen humor. Durante aquel pequeño periodo de tiempo no habia descubierto lo que Ritta habia usado para curarla pero, sea lo que sea, habia tenido un rápido efecto en mi yegua. Tan efectivo que, para cuando habia despertado, solo tenía una ligera cojera. Ahora, mientras buscaba por su cuenta algo que pastar entre los arbustos más cercanos, podía trotar como si nunca hubiese recibido el impacto de un cuchillo de caza.
Casi de manera inconsciente, mis dedos tocaron la fina tela color hueso que se ajustaba en mi cabeza con firmeza. Un recordatorio de lo tan cerca que habia estado de la muerte. Una prueba de que aún seguía con vida, respirando. El dolor era casi inexistente bajo las protecciones de la venda; mucho más soportable que el primer día, lo que afirmaba mis sospechas del uso de la magia en los ungüentos que Ritta usaba para cicatrizar la herida. De otra forma, dudo que pudiera estar allí de pie como si nada, sin sentir alguna especie de mareo o malestar.
Habían pasado dos días desde mi llegada, pero aquella era mi primera vez fuera de la cabaña. Mi primera vez experimentando a conciencia como se sentía estar en una tierra desconocida y mágica. Y aun no tenía una respuesta para describir lo era, como era.
Pero, ¿Qué era lo que esperaba realmente? ¿Ser devorada por una manada de lobos salvajes? Por supuesto, ¿Morir de inanición? Sin duda alguna, ¿Encontrarme con un callejón sin salida que me hubiera devuelto a la aldea? Esto hubiera sido mucho más probable, si recordaba cómo habían pasado los días y no habia hallado ni rastro del tan famoso muro. Muchos libros habia leído desde que habia decidido lanzarme en aquella peligrosa travesía y jamás hubiera creído que lo lograría, mucho menos inconsciente; mucho menos sanada y salvada por un inmortal. Una raza que durante toda mi vida me habían inculcado que eran la abominación de los humanos. La especie de las que teníamos que temer o cazar, por sus incontrolables deseos de asesinar o controlarnos.
No obstante, allí estaba yo; bajo el cuidado de una inmortal que durante los días que habia permanecido sin conciencia hasta ahora, habia cuidado de mi con una dedicación admirable. A pesar de mis gestos recelosos o inútiles intentos de hacerla a un lado, Ritta habia sido enormemente paciente conmigo, ignorando mis miradas de desconfianza y tratándome como si fuera una más de sus pacientes a los que sanar. No me miraba con desagrado, a pesar de que yo si pude haberla mirado de esa manera. Nunca se dirigía a mí con algo más que genuina preocupación y eso, en parte, era la razón de mi confusión... y mi silencio.
Pero ese día, mientras miraba a Ritta cantarle a la madre naturaleza, recolectando piedra tras piedra dentro de las faldas de su vestido inmaculado, me dije que habia sido suficiente silencio.
— ¿Para qué son las piedras?
El canto de Ritta se vio interrumpido por mi pregunta. Estaba segura que la habia tomado por sorpresa, al juzgar por como sus cejas, perfectamente perfiladas, se alzaron de un salto. De hecho, no la culpaba. Desde que habia descubierto que era un inmortal, me habia cerrado como una ostra ante ella. Que le dirigiera siquiera una pregunta era una sorpresa tanto para ella como para mí misma. No obstante, trató de no parecerlo mucho mientras volvía a su tarea en el rio y respondía:
—Tienen efectos medicinales.
— ¿Cómo? —Inquirí.
—Ellas recogen y almacenan la magia curativa del agua —Al ver mi expresión confundida, explicó— Mi abuela tenía la antigua creencia de que el Rio de Lagrimas habia sido creado por el corazón roto de una Ninfa a la que le habían arrebatado su primer amor. —No sabía si habia visto la incredulidad en mi rostro, pero de todos modos continuó— Cuenta la leyenda que tras el trágico momento, la Ninfa se apartó de sus hermanas y busco un sitio apartado para llorar su perdida. Y cuando encontró un claro desolado en el corazón del Boque de Primavera, lloro tanto que, para cuando se quedó sin lágrimas que derramar, se dio cuenta de que habia creado un rio. Un rio que se volvería famoso por sus bellas corrientes brillantes a la luz del día, como pequeños diamantes de colores. Un rio nacido del dolor con la capacidad de curar y sanar.
Me quedé mirando el rio por un momento, pensativa.
—Es una historia algo...
— ¿Triste? —Adivinó con una pequeña sonrisa, comprensiva. Cuando asentí, dijo—: Muchas historias de amor terminan al menos con un corazón roto.
Fruncí el ceño ante sus palabras, no comprendiendo del todo su significado.
—Y las piedras... ¿Son mágicas?
—Eso depende de ellas.
La mire sin dar crédito. ¿Acaso era de inmortales hablar como si todo fuese un acertijo?
— ¿Eso qué significa?
—Significa que incluso la magia es caprichosa y tiene sus propias reglas. —Hablaba con tal convicción y al mismo tiempo con tanta... calma. Como si el tema de la magia fuese algo común de su día a día; Y seguramente lo era, por supuesto. Sin embargo, para un humano como yo, era como escuchar uno de esos cuentos fantasiosos para niños que Hazel habia conseguido para mí, cuando habia querido enseñarme a leer la primera vez. Todo era tan... surrealista— El regalo de la segunda oportunidad; la oportunidad que el amado de la Ninfa nunca pudo tener solo puede ser obsequiada para un pequeño número de afortunados —Tras recoger una media docena de piedras, cuya formas y tamaño variaba tanto como las que yo sostenía, se acercó. No hice ni un amago de moverme cuando comenzó a dejar las que habia recogido en el interior de la cesta, junto a las demás que habia apilado. Hubo una chispa de diversión en el ocre brillante de sus ojos— No sería sensato tener todo un rio de agua milagrosa para cualquiera, ¿No creéis? Solo imaginaros lo que podrían hacer con ella.
Entendía a lo que se refería.
—Pero, ¿Cómo funciona? —La curiosidad era palpable en mi voz, por muy débil que esta pudiera sonar. El recuerdo de mi madre me golpeo con fuerza; el recuerdo de ella agonizando en una cama, rodeada de médicos y cuidadoras que solo miraban a mi padre con pena absoluta por lo inevitable— ¿Cómo puede el rio salvar un pequeño número de vidas?
—La leyenda dice que ella misma decide a quien salvar y a quien no. Como si el espíritu de la Ninfa viviera en lo más profundo del rio. —Una pausa, donde ambas miramos el hermoso rio correr junto a nosotras, embriagándonos con su reconfortante sonido y luego—: Muy pocos han tenido el privilegio de ser verdaderamente salvados por estas aguas; aquellos que de verdad se han merecido ese regalo. Para todos los demás... sería como tener en sus manos agua corriente —Ritta arruga la nariz, encogiéndose de hombros— Como mucho podría ayudarles con un resfriado, sarpullidos o leves intoxicaciones. Siempre enfermedades menores.
— ¿Y porque las piedras? ¿Por qué no usar el agua, si de allí viene su poder?
—Porque eso sería considerado robo. Y las Ninfas son las guardianas de la naturaleza. —Ritta me miró con una expresión que decía lo mucho que comprendía por qué habia formulado la pregunta, como si todos alguna vez le hubieran preguntado lo mismo—. Yo solo tomo las piedras, las uso y una vez que he terminado con ellas las regreso al rio. A diferencia de muchos otros que creen que pueden tomar el poder por la fuerza, yo solo la tomo prestada. Y mi recompensa es saber que he podido ayudar a más de uno en este territorio. —Sin nada más que agregar sobre el tema, toma la cesta de entre mis manos y comienza a caminar en dirección a la cabaña. La parte inferior de su vestido empapada; arrastrándose por la grama. Continuó diciendo al viento, con una voz tan melódica como hermosa—: Ahora debo irme. Me necesitan en el pueblo para atender una emergencia... Algo sobre una pelea de bar. Con lo cerca que esta el Calanmai, cosas como estas no son para nada una sorpresa.
Cuando Ritta vuelve a salir, ahora con un cambio de ropa seco y con el mismo turbante pálido atado en su cabeza, sé lo que tengo que hacer. Habia llegado el momento de salir de la burbuja protectora que habia creado; comenzar con el plan que habia trazado para conseguir a mi hermana Feyre. Ya habia tenido suficiente tiempo para asimilar mi situación. Ahora debía moverme. Debía avanzar. Por eso, liberándome del pánico y la inseguridad de los últimos dos días, doy un salto, bajándome así de la roca. Miro a Ritta y con una voz que no reconocí como mía, me dirijo a ella:
—Iré contigo.
La inmortal de ojos brillantes me sonríe, para nada incomoda por tutearla, como si mi repentino cambio de actitud hubiera sido lo que esperaba desde un inicio. Mete una de sus manos decoradas por brazaletes en un bolso de lana que lleva consigo, el mismo bolso que alguna vez le habia visto usar para guardar sus frascos medicinales y ungüentos. De el saca un objeto pequeño; oscuro.
—Entonces, supongo que querrás usar esto.
Sin previo aviso lanza el objeto en mi dirección, sorprendiéndome. Apenas si consigo tomarlo en el aire. Pero cuando observo el tan familiar estuche, tan diminuto y ligero entre mis dedos, inmediatamente lo reconozco y caigo en la cuenta de algo.
No habia estado usando las lentillas ni una sola vez en su presencia.
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Publicado: 23/01/2023
Correcciones: NO
NA: ¡Hola de nuevo, mis queridas Ilyrianas!
━━━¡INFINITAS GRACIAS POR ESPERAR! En serio, siento de todo corazón haber dejado abandonado el fic por tanto tiempo. Han pasado cuatro meses, lo se. Pero verdaderamente no me habia sentido preparada para volver a la historia. Ocurrieron tantas cosas en septiembre, luego de traerles el capitulo 15 que... bueno, me bloquearon a nivel personal en lo que restó del año. No quería volver con un capitulo cuando los ánimos los tenia por los suelos. No me hubiera sentido para nada bien actualizar solo porque si. Aprecio demasiado el fic como para hacerle eso. Pero sobre todo, los aprecio un montón a ustedes, y no hubiera sido justo darles un capitulo que no transmitiera la misma emoción que en los capítulos anteriores.
Pero a la vista del apoyo que CURSED a estado recibiendo en las ultimas semanas (Una vez mas: MUCHAS GRACIAS por sus votos, sus comentarios y el cariño que le brindan a Blair en cada capitulo) he querido regresar de nuevo a Prythian con ustedes. Como ustedes, quiero ver mas de Blair y lo que tiene por ofrecer. Por eso, a partir de hoy, prometo ser mas constante con las actualizaciones. Aun queda mucho que ver ahora que nuestra pequeña de cabello blanco esta en el territorios de los inmortales, específicamente en el de Tamlin (Ojito) y los que les tengo preparado les volará la cabeza.
Pero ¡HEY! antes de cortar esta nota me gustaría saber una cosa: ¿Cuántos lectores antiguos/nuevos siguen conmigo? ¿Cuántos han logrado llegar hasta aquí? ¡Pues veamos!
1. Deja un corazoncito naranja (🧡) si eres un antiguo lector.
2. Deja un corazoncito morado (💜) si eres un nuevo lector.
3. En ese caso... ¿Cuál es tu parte favorita del fic hasta ahora?
¡ATENTA A SUS COMENTARIOS! Me gustaría saludarlos y darles mis agradecimientos a cada uno.
Y bueno, para no hacer esta nota taaan larga... ¡Hasta el próximo capitulo!
ATT: Lux. 💜🧡
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