El fotógrafo Ross Halfin cuenta en un libro biográfico dedicado a Metallica, que Cliff era un hombre seguro de sí mismo, en comparación a la actitud inquieta y un tanto infantil del resto de chicos. No obstante, una vez logró sacar de sus casillas a Burton tras tenderle una pequeña broma: En Marzo del 85', cuando tocaron en el Palladium de Los Ángeles, Halfin le mencionó al bajista que entre el público se hallaba uno de sus ídolos, nadie más ni nadie menos que Geezer Butler de Black Sabbath. Aquello causó que Cliff actuara con nerviosismo durante todo el concierto. Ya se imaginarán lo decepcionado que quedó al enterarse de que todo era falso.