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Cap. 48

Atsuko Kagari Pov

Me siento nerviosa y estoy muy pensativa. Espero no tener problemas cuando ingrese a ese hogar, ya que después de ignorarlos toda la noche, pienso en la posibilidad de que estén enojados, pero, ellos me lo pidieron. Debo dejar de pensar tanto las cosas, probablemente, Diana, me esté observando en este momento y eso no me ayuda a calmarme. Si llega a pasar algo malo, vendrá a buscarme y no quiero imaginar la tensión que se crearía con su presencia en esa casa.

Compre unas cuantas cosas para el desayuno con el dinero que me dio mi madre anteriormente. Mi familia se despierta a las diez y quedan cinco minutos para esa hora. Llegare a tiempo y no recibiré un regaño, creo. Tal vez ellos piensen positivo; su hija a la cual rechazaron muchas veces se acordó de sus alimentos y no les robo el efectivo. Cedric no demoro en memorizarse mis indicaciones y en unos pocos minutos se estaciono frente a la vivienda.

Antes de bajarme y agradecerle me quite el collar que me regalo Diana, guardándolo en mi bolsillo. Seguidamente, una noticia dicha en la radio me tomo por sorpresa.

''La empresa Shima ha anunciado una suspensión temporal a todos sus servicios. Los rumores hablan que se trata de una posible banca rota o prestado adquirido que los ha dejado en esta posición. Esperemos que ese problema se resuelva y podamos obtener nuestros productos comerciales favoritos, pronto''

Es la empresa de Natsuki...rayos, esa multa debió ser muy alta para que llegaran a cerrarla, no puedo evitar sentirme un poco culpable, pero no podía hacer nada en el momento que me quiso entregar la varita; reglas estrictas de Luna Nova. Si la hubiera tomado, Diana estaría pagando la mitad de ese efectivo y eso me haría sentir mucho peor. Ella no es un banco y no siempre estará para resolver mis problemas, por eso y otras razones, trato de prevenirlos.

Lentamente me acerque a la puerta con las bolsas en mi brazo izquierdo, toque dos veces esperando una respuesta. Pasaron unos cinco minutos y fui recibida por mi hermana Aiko que, se restregó los ojos mirándome con una expresión de cansancio. La observé con una sonrisa nerviosa y mostré las compras.

—Buenos días—salude.

—Cruza sus brazos—creí que estarías en un avión privado justo ahora, no aquí.

—Rasco mi mejilla incomoda—vi-vine por mis cosas.

—Suspira pesado—adelante, nuestros padres te están esperando en la sala.

¿Me esperan? Por un instante pensé que no lo harían por lo mencionado de Aiko. No es inoportuno, pero tampoco tiene porque ser malo, mejor me concentro en alistar mis pertenencias rápidamente e irme de aquí. Diana, me está esperando y lo que menos quiero es que ocurra una pelea, ya que presiento que puedo estallar y decir cosas sin pensar.

Entre a mi hogar pidiendo permiso, miré mis alrededores e hice contacto visual con mis padres unos segundos, notando una ira profunda en sus ojos. Gire mi cabeza velozmente y camine hacia la cocina dejando las compras en la mesa. Empecé acomodarlas en su lugar con delicadeza de no estropear algo que los haga enfurecer más. ¿Porque se encuentran enojados? No lo sé, debería yo estar molesta con ellos, sin embargo, eso me da a entender que por cualquiera cosa mala que, haga ahora mismo, seré regañada.

Al terminar, subí los escalones sin saludarlos y entre a mi habitación. Saque debajo de mi cama la maleta de viajes que use para venir a Japón y comencé a meter mis pertenencias; mi colección completa de Shinny Shariot, el peluche que me regalo Diana, ropa, etcétera. Deje mis cuadernos aun lado y cuando acabe, cerré la maleta contenta, observe la mesita en donde abandone mi celular antes de ser recogida por Miu. Al no verlo, registré el cuarto, pero no lo encontré. Suspire pesadamente teniendo una idea de quien lo debe tener. Salí de la habitación dejando la maleta y bajé los escalones con tranquilidad.

—Madre, ¿Has visto mi celular?

— ¿Hablas de este? —lo enseña.

— ¿Podrías entregármelo? Es lo único que me falta.

—Que lastima, no te lo daré—dijo sin dirigirme la mirada.

— ¿Por qué? —pregunte confundida.

—Hablemos de lo que todos vieron en esa fiesta—dijo mi padre entrando a la conversación.

— ¿Que quieren saber? Creí que había quedado muy clar-

—Pensé que estabas saliendo con la joven, Natsuki—interrumpe levantándose del mueble.

—No lo hice, solo me invitaba a salir como amigas—aclaré.

—Se notaba desde lejos el interés que tenía en ti, Akko—me apunta con su dedo índice—. Acepte que salieras con esa chica, pero no voy a permitir que te vayas de esta casa.

Rayos...Diana está escuchando esto, necesito calmar las cosas.

— ¿Porque no lo haría? Cumplí mis dieciocho años, terminé mis estudios en ese asqueroso instituto en el cual me metiste, e hice todos los deberes de este hogar por meses, ¿Que más quieren de mí? No lo comprendo.

—Esa relación que tienes no es buena. Cavendish puede poseer cuatro empresas en su nombre y tener una suma alta de dinero, pero, es una persona que se cansa de lo que tiene y luego lo abandona. La gente multimillonaria es así y no quiero que cometas un error yéndote de esta casa.

—No la conoces—digo extrañada por sus palabras.

¿Por qué dice eso? No tiene sentido.

— ¡No tengo porque hacerlo para saber sus intenciones! —eleva la voz.

—A ella solo le importa el efectivo, ¿Lo entiendes? —dice mi madre colocándose alado de mi padre.

Tengo un pequeño Déjà vu de este momento, cierto, cuando me mandaron a cambiarme de ropa para ir a comprar comida en una helada noche y usándolo eso como excusa para que no los acompañara.

—Cruzo mis brazos—no quiero problemas.

— ¿Me estas amenazando? —dijo mi padre enojado acercándose con agresividad.

—No—retrocedo—, pero enserio no quiero comenzar una pelea.

Mis manos empezaron a temblar por los nervios, las sujete ocultándolo ante los ojos de mis padres. Mi abuela me ve desde la distancia, al igual que Aiko. Agache mi cabeza para no toparme con sus miradas de decepción y furia. No entiendo porque quieren hacer todo este show, me voy de sus vidas, deberían estar contentos. Ellos dijeron otras palabras que no escuche por estar metida en mis pensamientos. Al levantar la cabeza y guiar mi mirada hacia ellos, recibí un golpe con la mano abierta de parte de mi padre que me hizo voltear el rostro bruscamente y tambalearme un poco.

— ¡Te estoy hablando!

Tantee la zona afectada con dos de mis dedos impresionada y desconcertada. Comencé a respirar entrecortado y lágrimas de impotencia salieron de mis ojos. Mire a mi padre asombrada y confundida, poniendo mi mano completa en mi mejilla izquierda.

—Te están llamando—dijo un poco más calmado extiendo mi celular.

Seguí observándolo con temor y lentamente dirigí mi mirada hacia el móvil.

— ¡Agárralo y Contesta! —mando en un tono seco y fuerte.

Acerqué mi mano temblorosa tomando el celular, leí el nombre del contacto sorprendiéndome de quien es. Natsuki.... Trague pesado y acepte la llamada aproximándolo a mi oreja.

— ¿Ho-hola?

Miré de reojo unas señas hechas por mi padre y lo puse en altavoz; como mando.

— ¡Hola! ¡Gracias por responder! Enserio te lo agradezco ¿Estas ocupada? Necesito hablar contigo, es urgente.

—N-no cr-

Mi mandíbula se tensó cuando la mano de mi padre me tomo de mi barbilla, obligándome a verlo.

—Creo que te enteraste que mi empresa cerro temporalmente, así que...pensaba conversar contigo sobre ese tema, en privado. ¿Te gustaría ir por un chocolate caliente?

—N-no...e-estoy c-co-

—Diana, era obvio—exhala pesadamente—, también me gustaría charlar de eso.

Basta.... Me separé de mi padre bruscamente y colgué la llamada. Rápidamente él se acercó y agarro con fuerza mi muñeca libre, nuestras miradas de disgustos y furia comenzaron una batalla mutua cuando se toparon. Aclarando que los dos poseemos ojos de color carmesí.

—Te permit-

— ¡No tienes derecho de decidir por mí! —reclame.

— ¡Acabaras en las calles si sigues con esa mujer! ¡Te está manipulando! ¿¡No lo vez!? —ataca.

— ¡No lo hace! ¡Estas celoso y arrepentido! —aprieto mis dientes—puedo verlo.... Te gustaría mucho volver al pasado y haberme tratado mejor para sacarme beneficio a través de ella.

— ¡Patrañas! —grita irritado.

Cerré mis ojos fuertemente al sentir una gran presión lastimar mi muñeca.

—Suéltala...—murmuro mi madre frustrada— ¡Yasahiro! ¡Suéltala ahora!

Mi padre obedeció y acaricie la zona afectada, notando una marca roja y algo morada.

— ¿Cuándo Aiko quiera irse de la casa le harás lo mismo? —pregunte molesta.

— ¡Ella consiguió un buen hombre! —la señala.

—Te lo estamos advirtiendo, Akko—dijo mi madre tomando mis mejillas.

Quite mi rostro con desprecio a sus acciones hipócritas y arrogante. Aparte la mirada hacia suelo tratando de calmarme.

—No debí venir...—solté en murmuro arrepintiéndome.

Debí dejar que Diana viniera conmigo.

— ¿Que dijiste? Repítelo—desafía mi padre.

—Frunzo el ceño y levanto la mirada— ¡Me hubiera quedado con Diana y no hubiera pisado esta casa!

— ¡Si sales por esa puerta! ¡Te olvidaras de tu familia! ¿¡Eso es lo que quieres!? —pregunta frustrado e irritado.

Apreté mi mandíbula y cerré mis manos formándolos en puños. Comencé a pensar unas palabras adecuadas para salir de esta situación y de este hogar con mis cosas. Se me paso la idea de llamar al escolta y hacer que haga ese trabajo por mí, pero no, no deseo que se forme algo violento.

—Extiendo mi celular—puedes quedártelo, no lo necesito.

—Rie agarrándolo—Natsuki era mejor para ti, ella no te abandonaría. Al contrario, nos beneficiaria mucho.

Esto está colmando mi paciencia...quiero decirle unas...palabras fuertes ¡Ahora mismo!, pero no les faltare el respeto, no caeré tan bajo...eso lo aprendí de Diana.

—No estaré en una relación con ella porque eso quieres—sonrió de manera amarga—. Es mi vida y yo decido con quien quiero estar. Pudieron manipular a Aiko desde que era una niña, pero no soy igual.

—Nunca debí mandarte a esa academia—sitúa dos dedos en el puente de su nariz—. Esto es tu culpa—mira a mi abuela—, si no me hubieras convencido en matricularla en esa estúpida institución de magia, esto no estaría pasando.

—Y posiblemente estuviera emparejada con Natsuki de ser así—agrega Aiko.

Mi abuela se levantó del sillón y camino a pasos lentos a mi dirección con una expresión de preocupación.

—Akko—toma mis hombros—, has caso a tus padres, ellos solamente quieren lo mejor para ti.

¡Hasta aquí! ¡No puedo más! ¡Me tiene harta esta familia! ¿¡Enserio cree ella que va a poder convencerme de esa forma!? ¿¡Que hace falta!? ¿¡Que me sobornen!?

— ¿¡Lo mejor para mí!? ¡Si fuera así me dejaran ir y tal vez pensaría en perdonar todo lo que me hicieron! ¡Mas a ti! —dirijo mi mirada a Aiko— ¡Arruinaste mi vida en ese colegio! —avanzo— ¡Quieres que las personas confíen en ti! ¡Pero no puedes mantener la maldita boca cerrada!

— ¡No le hables así a tu hermana! —exclama mi madre.

— ¡Usted! —volteo a verla— ¡Apoya a un hombre que maltrata a su hija! ¡Mira lo que me hizo! —muestro mi mejilla y muñeca roja— ¿¡Y te haces llamar madre!? ¿¡Qué clase de madre eres!?

— ¡Le estas faltando el-

— ¡¡¡Cállate!!! —interrumpo apretando mis puños— ¡Ahora es mi turno de hablar! ¡Desde que tengo memoria siempre los he soportado! ¡Solo me mantienen aquí para que sea su maldita esclava! ¡Me han tenido así por años!

¡Hasta que me fui a la academia y agarré un poco de aire!, Mi padre levanto su mano dispuesto a cerrarme la boca, pero lo detuve antes que ese golpe impactara en mi mejilla derecha.

— ¡Tienes envidia! —presiono el agarre— ¡Si tanto deseas que una de tus hijas se case con alguien de dinero! ¿¡¡¡Por qué no te casaste tu con una mujer así!!!?

Un sonido fuerte estampo contra el suelo, baje mi mirada notando mi celular roto en el suelo. Arrugue mi frente dejando de lado ese asunto y levante mis ojos retando a mi padre. Estoy cansada...de aguantar todas estas sinvergüenzuras. No soy Aiko, y ahora, no me considero alguien de esta familia. Tal vez, desde un comienzo nunca fui parte.

El silencio se apodero del salón y antes que unas palabras de desagrado y repugnancia salieran de mis labios, fui callada por la mano abierta y libre de mi padre que lastimo mi mejilla malherida. Comencé a reír con burla limpiando la sangre de mi labio roto con mi dedo pulgar, al ver el líquido más lagrimas salieran de mis ojos y un malestar en mi pecho me hizo cerrar los parpados con fuerza tragándome ese dolor y ardor.

—Maldito viejo...—susurre.

Mi padre me tomo del cuello de la camisa y me levanto un poco. Lo mire con rabia manteniendo mis brazos a los costados.

—Si esta es la única manera de acerté entender, la usare sin titubear—dijo en un tono amenazante.

—N-no lo-lograras na-nada—respondí con mi voz rota.

—Sonríe ampliamente—eso lo veremos.

La puerta se abrió de golpe llamando la atención de todos y dejando nuevamente el salón en un total silencio. Unos pasos fuertes y pesados se escucharon entrar, para después dejar a la vista a los dos escoltas que poseen una expresión seria en sus rostros. Seguido, se oyeron nuevos pasos firmes acercase a su posición...y al mostrar su presencia en la sala mi familia reacciono cambiando sus semblantes a uno de espanto, miedo y extrañes. Cuando sus ojos color azules se posaron ante todos de una manera fría y contundente, se quedaron quietos sin saber cómo reaccionar.

— ¿Di-diana?... —mencione aliviada.

—Apártese de ella. Ahora—dijo en un tono fuerte, lleno de poder e ira.

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Fin del Cap. 48















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