Capítulo 4
NARRA NAIA
Llegamos a Berk y vimos a muchos vikingos corriendo hacia acá, entre ellos están Patan y Patapez.
Antes de que llegaran, Johann nos dijo que tendríamos que esperar a que llegara el jefe.
—Chicos el señor Estoico tardará un poco en venir.
— No se preocupe, esperamos. —dijo mi hermano.
— Si, usted vaya a atender a la gente, nosotros nos quedaremos aquí por si necesita ayuda —le dije sonriendo por la emoción de ver a Hipo.
— Muchas gracias jovenes, me hará falta un poco de ayuda.
— De nada, lo hacemos como agradecimiento por habernos ayudado.
Johann comenzó a atender a la gente y el trabajo que nos dio a nosotros es vigilar a Patán que no rompa nada.
Fuimos a donde estaba Patán pero tratamos de no acercarnos mucho, así que nos quedamos apoyados en el borde del barco vigilando desde ahí.
El se encuentra observando las armas hachas, espadas, escudo, etc… al tomar un hacha nos alarmó, así que Daiki y yo nos acercamos más para evitar que haga cualquier tontería, pero al parecer nos acercamos mucho porque volteo a vernos, soltó el hacha y se acercó rápido hacia nosotros, más bien, se acercó más a mi que a Daiki.
— Hola hermosa, nunca te había visto por aquí ¿eres nueva? —me dijo coqueteando y pasando su brazo por encima de mis hombros.
— Si, nuestro barco fue destruido, pero gracias a Johann quien nos ayudó estamos aquí —dije sin dar mucha explicación y mirando a mi hermano para que me ayudara, no con la explicación, sino con quitármelo de encima. El pareció entender y se acercó a nosotros, pero antes de poder hablar, Patán habló primero.
— Oh que tragedia, pero no te preocupes, el gran Patán te ayudará a sentirte cómoda en Berk —dijo nuevamente coqueteando y acercándome más a él. Daiki solo suspiró y comenzó a hablar.
— Gracias por la oferta, pero ya tenemos la ayuda de Johann —dijo tomándome del brazo y alejándome de Patan.
— ¿Y quién eres tú para decidir por ella? —dijo molesto.
— Soy su hermano.
— ¿Ah? ¿Su hermano? —preguntó sorprendido y luego de vernos bien, noto lo parecido que somos.
— Si, soy Naia Scalet y él es mi hermano Daiki ¿tu eres...?
— Patan, Patan Mocoso, un gusto conocerte bella dama —dijo tomando mi mano para darle un beso, pero gracias a Daiki quien me jalo del otro brazo, no logró su objetivo.
— También es un gusto conocerte —dijo con sarcasmo— Mi nombre es Daiki y ahora tenemos que irnos —paso por delante de Patán y jalando mi mano para que lo siguiera sin darme tiempo a despedirme.
Después de esa charla nos acercamos a Johann para seguir ayudándolo y después de media hora apareció Estoico juntó a Hipo, dejé lo que sea que estaba haciendo y me le quede observando.
— Disimula un poco, lo vas a asustar con esa cara de boba —se burló mi hermano.
— Cállate —dije sonrojada.
Seguimos con lo que estábamos haciendo hasta que Johann nos llamó.
— Daiki, Naia vengan por favor —nos llamo Johann, fuimos a donde está él, Estoico e Hipo— Señor Estoico, ellos son los jóvenes que encontré en la isla que está a unas cuantas horas de Berk.
—Hola señor, mi nombre es Daiki Scarlet y ella es mi hermana Naia.
— Hola. —salude con un movimiento de mano.
— Un gusto conocerlos, soy Estoico el vasto, jefe de Berk y el es mi hijo, Hipo.
— Hola, bienvenidos a Berk. —dijo Hipo.
— Gracias. —dijimos al mismo tiempo yo y mi hermano.
NARRA DAIKI
Después de esa presentación, Estoico y Johann se pusieron a hablar, Johann le contaba dónde y cómo nos encontró, no sin antes decirnos que continuemos con nuestro trabajo, Naia y yo fuimos a donde estábamos antes y retomamos nuestro trabajo. Hipo también entró al barco para ver lo que trajo Johann.
Nuestro trabajo es mover algunos barriles y cofres, y ponerlo a un costado para que no estorbe el camino, noté que mi hermana no me estaba ayudando, la busqué con la mirada y vi qué está hablando con Hipo.
Me dejo trabajando solo.
Iba a ir enojado a reclamar, pero vi a Patán que se acercaba a ellos, de seguro para coquetear a Naia, ja eso le molestara mucho más que mi reclamo.
Lleve el último cofre al costado del barco y lo puse arriba de otro más grande, suspire cansado y luego mire a Johann, él aun sigue hablando con Estoico, así que me acerqué a Naia y los otros dos.
— Gracias por ayudarme hermanita —le dije con sarcasmo a mi hermana.
— De nada hermanito —me respondió con burla.
La ignoré y dirigí mi mirada en Patan quien se aguantaba la risa y luego mire a Hipo, este miraba a todos sin entender.
— Hipo, ya que eres el hijo del jefe, no te importaría mostrarnos la isla —le hablé, pero antes de poder responder Patán se le adelantó.
— Yo puedo guiarlos a conocer la isla, mostrando los lugares increíbles que tiene Berk y… —dijo Patán, pero lo interrumpí.
— No gracias, ya le pedí ayuda a Hipo —mire a Hipo esperando una respuesta.
— Ah, claro, vengan, le avisaré a papá.
— Genial —dijo Naia muy feliz.
— Papá, llevaré a Naia y Daiki a que conozcan Berk.
— Está bien hijo, pero llega a casa antes del anochecer, tengo que hablar con ellos.
— Si —le dijo a su padre y luego miró a Johann— Adios Johann.
— Adiós Johann, gracias por ayudarnos. —dijimo al mismo tiempo Naia y yo.
— Adiós chicos. —se despidió Johann.
Empezamos a caminar, Naia e Hipo van adelante charlando mientras que yo caminaba detrás de ellos con las manos en el bolsillo y miraba al mi alrededor para recordar el camino.
------------- O -------------
Llevamos como 20 minutos caminando y esos dos no paraban de hablar animadamente, sonreí para mis adentro al ver que Naia al fin tiene un amigo y lo mejor es que es la persona que ella más quiere, pero una voz conocida interrumpió la charla.
— ¡HIPO! —gritó la voz femenina.
— Oh, Astrid —dijo sorprendido y nervioso.
— ¿Has visto a Patan? —preguntó Astrid sin notar que estábamos aquí.
— Está en el barco de Johann, pero… —dijo Hipo pero fue interrumpido por Astrid.
— ¿Quiénes son ellos? —preguntó mirando a Naia y luego a mi.
— ¿Eh?, ah ellos son Naia y Daiki Scarlet, son nuevos en Berk.
— Hola —saludó Naia con una sonrisa fingida.
— Hola —saludé normal.
— Hola soy Astrid. Bueno me tengo que ir, adios.
— Adiós. —dijimos los tres.
Retomamos la caminata, pero al voltear vi a Astrid que miraba hacia acá, nos quedamos viendo unos segundos pero luego volteo la mirada nerviosa y siguió corriendo.
— Bien, llegamos al primer lugar que quiero mostrarle —dijo Hipo, voltee hacia delante para ver y era la herrería— Vengan quiero presentarle a alguien —nosotros no dijimos nada solo lo seguimos.
— Oh, Hipo, que raro verte por aquí tan temprano.
— Vine a presentarte a Naia y Daiki Scarlet, son nuevos en Berk —luego nos miró a nosotros— Chicos él es Bocon.
Nosotros le saludamos y él devolvió el saludo. Después de las presentaciones, Hipo nos mostró casi todo lo que había aprendido de la herrería.
Continuamos con la caminata, nos presentó con varios vikingos algunos conocidos y otros no, los conocidos eran el de cubeta en la cabeza y su compañero que olvidé su nombre, a Patapez quien estaba en el barco de Johann pero cuando nos presentaron estaba en su casa, y también a Brutacio y Brutilda que estaban haciéndoles broma a los vikingos.
Ya estaba anocheciendo y fuimos a casa de Hipo.
— Papá ya llegué.
— Al fin llegas hijo —dijo Estoico, él estaba bajando las escaleras— ¿Y bien? ¿Qué| les pareció Berk?.
— Es un lugar muy bonito y la gente es amable. —dijo Naia.
— Opino lo mismo.
—Que bueno oír eso, ¿Entonces quieren vivir en Berk?
— ¡SIII! a mi me encantaría ¿tu que dices Daiki?
— Claro, gracias por dejarnos vivir aquí señor.
— No tienen nada que agradecer.
— Quiero pedirle un favor señor, que me entrene para ser fuerte como ustedes los vikingos —le pedí serio y decidido.
— YO TAMBIÉN QUIERO —gritó Naia antes de que Estoico pudiera responder.
— Bien si eso es lo que quieren, mañana le dire a Bocon que los entrené, hoy van a descansar aquí y mañana les daré una cabaña para los dos.
— Si —respondimos.
NARRADOR
Al día siguiente habían comenzado el entrenamiento, primero les fue difícil pero con el paso del tiempo iban mejorando y su amistades también, Hipo y Naia eran inseparable, mientras que Daiki y Astrid son amigo pero no tanto como Hipo y Naia.
Ambos Scarlet usan dos espadas como armas de ataque.
Ya llevan 3 meses de entrenamiento y sus habilidades como vikingo han mejorado mucho, algunos vikingos dicen que están al nivel de Astrid. Estoico al escuchar estos rumores los pondrá a prueba, enfrentando a Astrid.
DIA DEL ENFRENTAMIENTOS
— ¿Cómo llegamos a esto? Aún no estoy lista para enfrentar a Astrid, solo llevamos tres meses de entrenamiento —se quejó la pelirroja que camina junto a su hermano al lugar de enfrentamientos.
— Ya deja de quejarte, tarde o temprano iba a pasar. —dijo su hermano
— Prefiero tarde que temprano —volvió a quejarse la pelirroja y cruzando los brazos.
Llegaron al lugar de enfrentamientos que es donde pelean contra dragones.
Al entrar vieron a varios vikingos que vinieron a ver la pelea.
La pelea está por empezar y la primera es Naia, al entrar al ruedo vio a Astrid parada esperando a su primer oponente y al estar lista ambas se pusieron en pose de pelea.
La primera en atacar fue Astrid agitando su hacha contra Naia, quien esquiva algunos de los ataque y otros los bloquea con sus espadas pero no logró esquivar una patada que se dirigió a su estómago lanzandola al suelo. El golpe fue fuerte pero logró levantarse y fue a atacar, atacaba de forma veloz pero la rubia lograba esquivarlo.
El último ataque lo bloqueó con su hacha, aprovechó que la pelirroja tiene el estómago sin proteger y le lanzó una patada. Naia se retorció un poco por el dolor, haciendo que baje la guardia y Astrid no dudo en lanzar un puñetazo en la cara tirándola al suelo pero esta vez no pudo levantarse por el dolor.
La pelea duró menos de una hora. Al dia siguiente le tocará pelear a Daiki
AL DIA SIGUIENTE
— Espero que tengas más suerte que yo. —dijo Naia.
— Yo también lo espero. —respondió Daiki.
Ya dentro del lugar de la pelea ambos se pusieron en pose de pelea, otra vez la primera en atacar fue nuevamente Astrid.
(Soy pésima para narrar peleas, así que usen la imaginación n.n)
La pelea duro como una hora y media, a Astrid le costó derribar al pelirrojo, pero aún así la ganadora fue la rubia
CONTINUARÁ...
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