La noche avanzo entre juerga, conversaciones y tragos entre amigos. Estaba siendo una de las noches más agradable previa a su ida de Corea. Todos compartían cómodamente, más que Seokjin que hacía ameno el lugar con su risa y anécdotas de su noviazgo con Namjoon, quien solo negaba muerto de la risa y sonrojado.

Entre ello, Yoongi y Namjoon invitaron a Jungkook a tocar la guitarra una noche en el bar donde a veces salían a presentarse, aquella actividad era mero ocio que les gustaba hacer para despejarse, claro que Jeon acepto gustosamente, Jimin también lo animo bastante, ya que le dijo que debía buscar un pasatiempo mientras no estaba. Hubo un momento melancólico en donde Taehyung y Jimin, los primeros meses, era difícil viajar de Londres a Seúl, pues era periodo de adaptación, y que recién a fines de años quizás viajarían a visitarlos.

Seokjin les regaño al poner malas caras y llorar, el mismo intervino y llamo al mesero para que les tomara una foto para el recuerdo.

—Una por pareja y luego todos juntos. ¿Les parece? —Todos asintieron y el mesero, completamente entregado a la labor, tomo el teléfono de Namjoon y comenzó a sacar fotos, dos por cada pareja y dos donde salían todos de manera grupal.

Jungkook refunfuño al ver que sin querer pestañeo y Min se rio en tono de burla, luego pidieron la última. El chico se despidió y les entrego la cuenta.

Al salir del local cada uno tomo caminos distintos.

Taehyung y Yoongi iba tomados de la mano por la calle mientras las luces de la calle iluminaban la calle en compañía de las demás luces nocturnas. El chico de cabello azabache siento su teléfono vibrar y era la foto que se tomaron él y Taehyung juntos.

—Nos vemos bien.

—Podríamos imprimirla por ahí y yo me llevaré una copia conmigo. —Propuso.

­—Es una buena idea.

Dicho y hecho, se detuvieron en un pequeño local de fotografías que tenía una extensa vitrina exponiendo todo tipo de marcos de madera refinada y se notaba hecha a mano. Quien los atendió fue un señor de gafas, amable, ha de decirse, que la pareja quedo fascinada por su buena voluntad teniendo en cuenta lo tarde que era. Al pagar, el señor les entro una a cada uno con una grata sonrisa.

De regreso al auto, Taehyung delineo el borde con su dedo.

—Gracias por llegar a mi vida este año, Yoonie.

—Lo mismo digo, muchas gracias, hiciste que mi vida diera un giro radical, aprendí mucho por ti. —Le beso la mejilla. —Vamos a dormir, mañana debes estar temprano en el aeropuerto.

Era cierto, era cuestión de horas para el último adiós.

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«No quiero mirar nada más ahora que te vi a ti. No quiero pensar en nada más ahora que pensé en ti.»

—El próximo llamado es para los pasajeros del vuelo con destino a la ciudad de Londres. Se informa que el avión está próximo a aterrizar y se solita su presencia en la puerta de embarque número veinticinco con cedula de identidad, pasaporte y boleto en mano. Gracias por su cooperación.

La voz femenina que hablaba a través del megáfono del aeropuerto hizo el primer llamado. Kim se quedo mirando la pantalla que mostraba todos los vuelos próximos a salir y a llegar, suspiro aferrando su mano a la maleta pequeña que llevaría en la cabina del avión, ala adecuada para el espacio que disponía. Miro su teléfono y no quedaba mucho para comenzar el embarque que comenzaba a las nueve y media y aun no veía a Yoongi allí. Comenzó a mover la pierna de manera inquieta, pues su novio había ido a una tienda a comprarle agua y no ha vuelto aún. Jimin estaba igual mirando hacia donde se hallaban la mayoría de tiendas.

Cuando el reloj marco las nueve con treinta se coloco al final de la fila para no intervenir a los demás pasajeros. Jimin le siguió. Se quedo parado esperando a ver su cabellera azabache hasta que por fin lo vio correr entre la gente pidiendo permiso y disculpas por si chocaba, el rubio respiro tranquilo y sonrió al verlo con unas dos botellas y una bolsa de papel de una cafetería.

—Espero que lo que sea que hayas comprado sepa como para que te tardaras tanto. —Le regaño tomando las cosas. —Pensé que no llegarías...

—Luego de una extensa charla educada con una señora que llegó y se puso por delante... Te traje tus muffins favoritos. —Conto como toda una odisea.

—Gracias, Yoonie.

Kim miro hacia atrás como todos los pasajeros comenzaban a entregar los boletos y mostrar los documentos necesarios que verificaran la compra y la reserva del vuelo. Su corazón se apretó al ver como cada vez quedaban menos hasta que solo eran cinco personas delante de ellos, sin contar a Jimin quien aun se despedía de su novio con un abrazo eterno. Taehyung presiono sus labios y soporto las intensas ganas de llorar.

—¿Qué pasa? Ya casi te toca. —Min miro la fila.

—Deberías irte... —Bajo la mirada. Yoongi no le entendió. —No puedo verte más aquí porque siento que no me subiré nunca... No quiero irme, Yoongi.

El mayor se asusto tanto que apenas les explico mejor su corazón comenzó a latir con frecuencia normal, casi cree que Taehyung le estaba terminando de la manera más cruel posible.

—No me hagas esas bromas...

—¿Eh? —Murmuro confundido.

—Pensé que quería terminar y casi me rompes el corazón. —Le tomo el rostro, Taehyung negó. —Debes irte a hacer lo que quieres, yo hare lo mismo para que el tiempo se pase rápido y volamos a vernos antes de lo que imaginas. —Kim sonrió. —Oye yo igual estoy apunto de llorar, pero... no quiero arruinarte el viaje, será toda una experiencia, asi que graba, saca fotos y apenas llegues llámame, da igual si son las dos o tres de la madrugada, tendré el teléfono pegado en la oreja.

—Eres lindo aun que te veas rudo por fuera —dijo como elegio.

—Tampoco se te ocurra enamorarte o fijarte en un británico... —Le dijo con rencor. —Y recuerda que yo soy gracioso y sé cocinar.

Kim rio y le dio un empujón suave en el pecho.

—Jamás me fijaría en otro hombre cuando tengo a mi chico de Daegu, tatuador, sexy, romántico y amante del cigarrillo mentolado. —Enumero algunas cualidades. —A ti tampoco se te ocurra andar de amistoso o te juro por Dios que tomó un vuelo a primera hora para venir a patearte ese trasero pálido que traes. —Amenazó.

—Que miedo, Kim Taehyung... —Fingió temblar del susto. —Yo menos dejaría a mi chico que el gusta la danza, es hermoso, huele delicioso y que tiene un carácter peculiar.

Ambos unieron sus labios en un beso largo y profundo, despidiendo por ultima vez. Abrazándose y acariciando sutilmente sus cuerpos con delicadeza.

—Te extrañare tanto...

—Yo mucho más. Ahora ve o tendré que pagar otro boleto y casi me quedo pobre con el primero. —Murmuro y Taehyung rio.

—Te amo, adiós.

—Cuídate mucho.

El rubio camino hacia la azafata quien le sonrió enormemente al revisar sus documentos y ver le boleto. Taehyung dio la ultima mirada y agito sus manos en alto despidiéndose de su novio. Min hizo igual, sin importarle que la gente los miraba como dos adolescentes enamorados. El rubio ahogo su llanto al voltearse y ver como Min se ponía un poco de puntillas con tal de verlo avanzar hasta el final del pasillo que lo llevaba finalmente al avión.

Su corazón estaba apenado, su mente divagaba, sin embargo, el pensar que por fin llego al punto que soñó lo hacia feliz, y más cuando tenia alguien que lo apoyaba de modo incondicional. Al buscar su asiento se dejo caer mirando por la ventana y tratando de no llorar más. Su teléfono vibro en su bolsillo, al verlo era un mensaje de Yoongi que decía que había algo dentro de la bolsa, disculpándose por no ser algo más romántico. A Taehyung le dio igual, amaba los detalles de Min que eran tan propios de él.

Al abrir la bolsa vio un pequeño sobre celeste con una flor de jazmín dibujada en la zona de la abertura de la carta, al despegar la abertura vio que había una carta. Cuando la saco y la extendió y empezó a leer línea por línea siento su corazón pleno.

“Primera vez que leerás algo escrito por mí, sabes que soy más de decir las cosas que plasmarlas en una hoja blanca, pero bueno, lo intente solo por ti y porque sabia que no iba a decir ni la mitad de lo que escribí aquí porque se me olvidaría o mi mente y mi boca se desconectaría dejándome incapaz de formular lo que siento que no es poco... es más de lo que yo pensé sentir.

Admito que le día que te conocí, no eras de mi tipo y te veía como un reto, algo que quería simplemente lograr, claro que, con el tiempo, me di cuenta de que no eras de esos chicos de un rato, eras y eres más que eso. No sé como empezar, Taehyung, es la primera vez en mi vida que siento este torbellino de emociones y sentimientos que abrumar cada día, pero en el buen sentido.

Lograste sacar una mejor versión de mi mismo, hiciste ver que no solo soy un tatuador, sino que un chico que puede ser capaz de amar. Decirte te amo es repetitivo, pero no hay otra palabra que pueda expresar lo que de verdad siento por ti cada que te veo a tus ojos, te beso o toco tu cuerpo con mis manos siéntenlo ese abrumador calor en mi pecho.

Eres perfecto en cada sentido, valiente, fuerte, dedicada y sé que te ira increíble en esa parte del mundo siendo tu mismo.

Las palabras que escribo y las que quizás de te diga, no bastan para expresar todo lo que hay por ti y espero que te sientas o igual, que yo creo que si por algo me dijiste que no quería que acabara y que siguiéramos. Fue una buena decision, pasamos por mucho y lo mejor es que acabo de un modo donde ambos aprendimos a tomar decisiones acordes a lo queremos; estar juntos. Contare lo días para ir o que tu llegues, de algún modo iré a ver al chico que me robo el corazón y me cambio del cielo a la tierra.

Gracias por enseñarme a amar, por entenderme, por oír mis problemas familiares que son realmente jodidos. Y te lo dije y te lo repito, de seguro papá te adoraría más que a su propio hijo.
Te amo y llega bien a Londres, llámame apenas llegues.

Una cosa más... cariño, tu aroma a coco me tiene en el cielo.”

—Yoonie... —Se toco el pecho al terminar de leer la carta. —Igual te amo. —Susurró.

Al releer la posdata rio un poco, nuca olvidaría aquello, fue en un momento íntimo que más de una mariposa revoloteó en su estómago.

Los recuerdos junto al lado de Min, pasaban como en cámara lenta ante sus ojos perdidos en la vista sobre las densas nubes. Un paisaje, sin dudas, encantador a los ojos humanos. Aun así Kim permanecía con una persona rondando en su cabeza.

Cada momento vivido, cada segundo, minutos y horas a su lado, le hizo un pequeño cambio en su corazones generando latidos de amor, anhelo y esperanza de que si existen las relaciones para chicos como él. Hace año, creyó que seria soltero siempre, presumiendo que el no se enamoraba porque en si los hombres, su propio género, eran... difíciles. A pesar de ello, logro encajar con ese hombre de sonrisa gingival, tez pálida y de porcelana al tacto, estatura promedio, cabello largo y negro cual penumbra, dejando de lado lo físico, Yoongi era perfecto en cada sentido, sin ánimos de alabanzas, pero lo debía admitir. 

Inteligente, un humor sarcástico, atento, comprensivo, dedicado, valiente y sobre todo, adorable. Por más cara ruda, dentro había un ser frágil y con un alma reconstruyéndose parte por parte tras tener dificultades. 

Los sentimientos era recíprocos. Así como Taehyung se sentía con Yoongi, este ultimo, se sentía con Kim. Aunque hayan empezado con el pie izquierdo, los momentos le dieron tiempo para conocer cada parte de ellos; sus caracteres, sus pasiones y sus sueños. Aprendieron a amar, a crecer y saber entenderse a pesar de todo. Vivieron momento difícil, como toda pareja que ha tenido altos y bajos, de ello nunca se olvidaría, puesto que fue una etapa decisiva para los dos. 

Durante ese pequeño viaje a sus recuerdos, sacó la foto de su bolsillo, la que habían impreso juntos. La giro y vio una pequeña palabra escrita y la firma de su pareja.

"Eres lo que amas."

Taehyung abrazo en su pecho en la imagen, agradeciendo a los fuera, destino o suerte, estaba feliz por haber conocido a Min Yoongi o conocido como Agust D, el tatuador de underground que trajo su arte a Seúl,  Así mismo Yoongi, que llego solo por un sueño, acabo conociendo a Kim Taehyung,  un chico de carácter complicado, amante de la danza y con un delicioso aroma a coco.

—Nos vemos pronto, Agust D...

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Hemos llegado al final de una de mis historitas queridas, amadas por mi y por ustedes. Espero de corazones que les haya encantado tanto como a mi escribirla, no fue tan larga, pero siento que es justo y preciso que seguir agregándole más drama seria relleno, por otro lado. También espero que les haya gustados los personajes y su evolución a lo largo de Coconut And Cigarette, he de decir que me inspire en muchas canción y las que serán escuchadas por ustedes.

Debo recalcar que las historias son del gusto de todos.

Como yo sé que no quieren que acabe y yo tampoco, les daré un pequeño extra más la playlist de Spotify para que se adentren más en la historia, les invito igual a leer las traducciones, algunas no las elegí porque sí, la fui eligiendo acorde al capítulo, excepto Starboy que es la puse por el ritmo y la situación que se estaba dando entre los personajes. Sin nada más que agregar, muchas gracias.

Y me da mucha pena acabarla, he aguantado mis gamas de llorar porque amo mucho esta historia, espero que tenga esa misma sensación.

Gracias por cada lectura, comentario y voto que me animaron a continuar. ✨️💞