✨-Capítulo 19
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Especial navidad PT2
Lo único que le gustaba del invierno era que se podía poner outfits muy lindos y sobre todo amaba la nieve que cubría toda la ciudad. Era divertido jugar con ella y hacer muñecos de nieve, pero no le agradaba estar temblando como perro chihuahua todo el tiempo.
Taehyung era más de climas cálidos y templados.
Iba conduciendo por carretera desde hace casi tres horas, observando el bello paisaje cubierto por el blanco manto de nieve. Todo se veía tan bonito y suave…
Pero ni esos increíbles paisajes se comparaban a la preciosa vista que tenía a su lado. No pudo evitar sonreír al ver a su precioso alfa profundamente dormido en el asiento de copiloto. Había reclinado el respaldo, pero sin quitarse el cinturón de seguridad y cubriéndose con una adorable pero suave manta llena de patitos.
Hoseok se había despertado muy cansado, así que Taehyung decidió que él conduciría hasta la casa de sus suegros que se ubicaba en Gwangju, lugar donde pasarían navidad. A Tae le agradaba mucho la familia de su alfa, todos eran tan alegres y sonrientes… tal como su Hobie.
El trayecto fue de casi cuatro horas, porque el omega iba conduciendo con precaución, pues a causa de la nieve, las calles se congelaban y podrían tener un accidente. Así que más vale llegar tarde que nunca.
—¡Abuela! —gritó una pequeña voz. —¡El tío Hoseok y el tío Taehyung llegaron!
Más chillidos se escucharon, así que en cuanto Tae y Hoseok bajaron del auto, tres pares de pies pequeños corrieron en su búsqueda hasta atrapar sus piernas.
—¡Hola chicos! —exclamó el alfa pelirrojo con entusiasmo tomando en brazos a la más pequeña de todas. —¡Hola Yul! ¡Mira cuánto has crecido!
—¡Tío Hopie! ¡Tu cabello es rojo como las manzanas!
—¡Sí! ¿Te gusta como se me ve?
—¡Mucho!
Por su parte, Taehyung se inclinó en la nieve para abrazar a los dos cachorros mayores. —¡Hey! ¿cómo se han portado mis gemelos favoritos?
Jun y Jihu eran un par de gemelos de seis años de edad, mientras que la pequeña Yul tenía cuatro. Los tres eran hijos de la hermana mayor de Hoseok, Dawon.
Alfa y omega fueron arrastrados por sus sobrinos hasta dentro de la casa donde de inmediato fueron recibidos por más abrazos.
—¡Tu cabello! —exclamó la omega de largos cabellos castaños recogido en una coleta alta. —¡Tesoro, te ves maravilloso!
—¿Verdad que sí? —dijo Taehyung esta vez. —¡Yo se lo pinté! Mi alfa quedó muy guapo, ¿No es cierto?
—¡Muy guapo! —exclamó la mujer de antes sin dejar de abrazar a su hijo llenándole el rostro de besos. —Mi Hoseokie siempre ha sido guapo~
—Mami~ —estaba avergonzado, pero se dejaba consentir.
—Yo también quiero pintarlo rojo —dijo una segunda voz. —¡Pero tú madre no me deja! Hoseok, dile algo.
—¡Yo se lo puedo pintar, Jiyu! —Tae se ofreció de inmediato a cumplir el deseo de su suegra.
—¡¿En serio?! —chilló abrazando a Tae con fuerza. —¡Cómo te quiero, Taehyung!
—¡Pero Jiyu! ¡Sabes que me encanta tu cabello negro! —renegó la omega formando un enorme puchero.
—A mí me parece aburridoooooo. —la alfa se alejó de Tae para tomar su largo cabello y colocarlo sobre su hombro. —Vamos, un cambio de look no me vendría mal, Yulhee… —puchereó. Era tan parecida a Hoseok. —, además, Hoseokie y yo combinaríamos muy bien, ¿Verdad, hijo?
—Bueno… —se rió bajito. —Yo digo que mamá se vería increíble con el cabello rojo.
Las madres de Hoseok eran todo un caso.
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—¡Taehyung! —gritó Dawon. —¿Quieres venir con nosotros al súper mercado?
—¡Sí! —rápidamente se levantó del sofá en el que acompañaba a su alfa. Tomó su bolso y abrigo. —Necesito comprar unas cosas, ya vuelvo.
Hoseok también se puso de pie para besarle en los labios con dulzura. —Yo quiero unas gomitas.
—De acuerdo. —se rió para después salir de la casa.
Casi todos se habían ido, los tres cachorros, Dawon, Juyi y Taehyung. Solo quedaron en casa Hoseok y su madre omega quien se hallaba muy ocupada en la cocina. A ella le gustaba hacer todo y no quería que nadie más metiera mano en sus preparaciones.
Hoseok subió a su vieja habitación donde terminó de acomodar sus cosas y las de su omega, también puso a cargar su celular y laptop. Se vistió con el típico suéter feo navideño y una hora después, bajó para ver qué tal le iba a su madre, solo esperaba no recibir algún sartenazo por interrumpirla.
—Mami~ —llamó entrando a la cocina. —¿Necesitas ayuda?
—Hola, tesoro. —negó terminando de partir unas verduras. —Esto ya está casi listo.
Hoseok asintió olfateando el delicioso aroma de la cena navideña. Lo transportaba a su infancia.
—Estoy segura de que tu madre comprará ese tinte rojo. —dijo angustiada. —Ella nunca se ha pintado el cabello, y hasta ahora lo quiere teñir, ¡Y rojo!
—Mami… —Hoseok rió bajito abrazando a su madre desde atrás. Recargó su mentón en su cabeza, ella era realmente bajita. —, deja que mamá se lo pinte, se va a ver genial, como yo.
—¡Pero tú eres joven, cariño!
—Tú y mamá se ven de treinta~
—Lo sé, gracias cachorrito. —se giró para abrazarlo. —¿Qué tal las prácticas?
El alfa comenzó a contarle a su madre todo lo que había estado aprendiendo y haciendo. A Yulhee le encanta escuchar a su hijo hablar con tanto entusiasmo, se sentía tan orgullosa de él. Momentos más tarde, Hoseok subió a su habitación para tomar varias cajitas de regalo que había traído, tenía que colocarlas bajo el precioso árbol navideño de la sala que sus madres habían decorado.
—Tesoro~
—¡Mamá! —el pobre alfa había pegado un gritito, no se esperaba que su madre entrara. —Me asustaste…
—Siempre tan asustadizo como tu madre —se rió refiriéndose a Jiyu. —Venía a decirte que las galletas están listas, por si querías antes de que los niños se las coman cuando lleguen.
Hoseok asintió con mucho entusiasmo. Amaba las galletas que su madre hacía. Ella se sentó en la cama junto con él observando las cajitas coloridas de regalo.
—¿Cuál es la mía?
—No te diré~ tiene que ser sorpresa.
—¡Pero Seokie!
El alfa rió pues su madre estuvo por aproximadamente cinco minutos insistiendo para que le dijera cuál era su regalo. Pero Hoseok no cedió en ningún momento.
—Se enlazaron… —dijo acariciando los rojizos cabellos de su hijo quien se hallaba recostado en su regazo.
Asintió abriendo los ojos. —Hace unas semanas concretamos el lazo… ¿estás molesta?
—¿Por qué lo estaría? Es algo que tarde o temprano iba a pasar y ustedes en serio se aman… pero dime algo, ¿Taehyung estuvo de acuerdo?
—Sí y tienes razón, má… Taehyung me ama mucho, lo sentí aquí. —tocó su pecho. Ella sonrió inclinándose para besarle la frente.
—Eso es maravilloso… —chilló emocionada. —A ambos les sentó muy bien, sus ojos no dejan de brillar, por eso me di cuenta, además de que tu aroma está más impregnado en TaeTae~
—Me gusta que huela a mí… —admitió en un susurro sonrojándose.
—Tu madre es igual, cosas de alfas. —se rió sin dejar de acariciarle el cabello. Se quedaron en silencio unos segundos. Yulhee suspiró. —¿Pasó algo? Te noto raro… es como si quisieras decirme algo.
Su mami, siempre tan intuitiva.
—Siempre sabes cuándo algo me pasa… —sonrió con pesar. —Nunca he podido ocultarte algo porque siempre te das cuenta de todo…
—Instinto de madre~ —presionó la nariz de su hijo con ternura. —Sabes que puedes contarme todo, cachorrito…
Hoseok suspiró, relamió sus labios y alzó su mirada, conectando sus ojos con esos preciosos avellana de su madre. Le dolía recordar todo.
—Mami… —su voz se quebró y los ojos se le cubrieron de lágrimas. En ese momento, Yulhee supo que no estaba preparada para lo que iba a escuchar.
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Después de casi dos horas, todos llegaron del supermercado, había filas enormes y mucho tráfico, por eso tardaron tanto.
Tae ingresó a la casa con una bolsa de papel entre sus manos. Se sentía angustiado, su lazo le advirtió desde hace rato que su alfa estaba triste, mucho. Así que sin importarle nada ni nadie, subió las escaleras en busca de su novio al no encontrarlo en la cocina.
Efectivamente se encontraba en su vieja habitación… él y su madre. Ambos estaban sentados muy juntos en la cama, mientras Yulhee acariciaba la espalda de su hijo en silencio.
—¿Qué pasó? —preguntó consternado dejando la bolsa sobre un mueble.
Madre e hijo alzaron la mirada ante la voz del omega. Tae se alertó al verlos a ambos con los ojos llorosos.
—¿Están bien? ¿Por qué lloran? —se acercó pero no contó con que su suegra se pusiera de pie y le diera un fuerte abrazo.
Taehyung se congeló en su lugar por la inesperada acción.
—Lo siento tanto… —decía ella entre sollozos, acariciándole la nuca y espalda. —, eres muy fuerte, no me imagino lo duro que fue.
No necesitó más para saber a lo que se refería. Una punzada en su pecho apareció acompañada de aquellas lágrimas que cubrieron sus ojos en solo segundos. Miró a Hoseok quien también soltaba lágrimas dolorosas… le había contado a su madre.
Pero por más que intentó contenerse, no lo logró… comenzó a hipar y a sollozar porque ese abrazo se sintió tan reconfortante.
—Y-yo…
—Tranquilo, no es necesario que digas algo, no hables de ello si te es difícil hacerlo. —Tae sollozó aferrándose a los brazos de la omega. —Solo quiero que sepas que te queremos mucho y siempre estaremos aquí para ti, ¿sí?
Taehyung asintió sin decir nada.
—¡Abuelaaaaaa! ¡Yul y Jun se están comiendo todas las galletas!
—Santa luna… —se tuvo que alejar limpiando rápidamente sus lágrimas. —Tengo que irme o estos pequeños monstruos terminarán con las galletas. —sujetó la cabeza de Taehyung y le besó la frente con dulzura. —Te quiero mucho, Taehyung.
Salió de ahí dejando al par a solas, donde solo segundos después el omega se refugió en los brazos de su alfa, quien le abrazó con fuerza.
—Lo siento, le conté a mi madre… —se disculpó bajito frotando la vibrante espalda. —, tenía que… que hablarlo con alguien… ¿estás molesto?
Negó aún entre bajitos sollozos. —Está bien… y-yo también lo hablé con mi padre…
Hoseok besó los cabellos de su omega múltiples veces, comenzando a balancearlos lado a lado sin dejar de abrazarse con fuerza. Taehyung era más alto que su alfa, pero siempre se las arreglaba para hacerse pequeñito y refugiarse en su pecho.
—Te amo, Taehyung… —Hobie decía con voz bajita y ronca, aún repartiendo besitos en los verduzcos cabellos. —Mi precioso y fuerte omega, te amo tanto…
Si Tae ya se estaba calmando, ya no pudo, su llanto aumentó al escuchar a su alfa decir esas palabras y al percibir toda esa agradable calidez en el lazo.
—Te amo, alfa…
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Yulhee comprendió que su hijo y su omega necesitaban tiempo a solas para calmarse, así que llevó a todos a jugar en la nieve para que no fueran a molestarlos
Una hora más tarde, la bella pareja bajó encontrándose con la casa sola pero con la mesa puesta y decorada muy linda. Tae sonrió cuando por la ventana vio como todos se estaban divirtiendo en la nieve corriendo por todos lados.
Quisieron salir a jugar también, pero aún se sentían un poco inestables y sobre todo Hoseok sentía que su omega necesitaba más de él, así que lo que hizo fue llevarlo al cómodo sofá del living donde comenzaron a regalarse besitos, caricias y palabras cursis.
—¿Mejor? —Hoseok le preguntó rozando sus labios.
Asintió esbozando una pequeña sonrisita cuando su alfa le dio un sonoro beso en la mejilla. —Sí, estoy mejor, pero quiero besitos de Hobie…
—Todos los que quiera mi amorcito. —susurró uniendo sus labios.
Lo que comenzó como un inocente y dulce beso… aumentó de intensidad, ambos comenzaron a sentir sus respiraciones agitadas a la vez en la que soltaban feromonas.
Taehyung se removía en el regazo de su alfa, sintiendo como el bulto en su entrepierna comenzaba a crecer y endurecerse. Detuvieron el beso a causa de Hoseok quien miró a su omega con ojos dilatados y mejillas sumamente sonrojadas. Tae sonrió percibiendo como el calor comenzaba a invadirlo.
—Hay que detenernos, pueden entrar en cualquier momento y-
Un dedo se colocó sobre sus labios, silenciándole. Hoseok tragó poniéndose nervioso cuando sintió como la mano de su omega bajó desde su pecho, pasando por su abdomen hasta cubrir con toda la palma su sensible bulto. Contuvo un jadeo al sentir las caricias sobre este, así abriendo enormemente sus ojos.
—Tae-
—Shh… —rozó ambos labios. —, será rápido…
Hoseok volvió a tragar sonoramente cuando la mano de su omega se adentró a sus pantalones de algodón. Estos eran de elástico, no tenían ningún botón así que no se le dificultó meter la mano entera… Se tuvo que cubrir la boca cuando su amado novio comenzó a acariciar su duro miembro.
—A-Amor… —jadeó bajito dándole una mirada asustada a la puerta para asegurarse que nadie venía.
—Te haré sentir bien, alfa…
Taehyung empezó a mover la mano con un poquito más de prisa, y dejando pequeños apretones, percibiendo como las venas resaltaban y este se ponía cada vez más caliente. Le dio una mirada a su alfa y sonrió al verlo sonrojado hasta las orejas sin dejar de cubrir su boca para evitar soltar sonidos fuertes.
Dejó su cabeza caer en el hueco entre el cuello y hombro de su amado pelirrojo, dejando pequeños besitos que hicieron que la piel se le erizara. Hoseok jadeó cuando sintió como el pulgar de su omega comenzaba a estimular la punta de su sensible miembro, jugando traviesamente con el líquido preseminal
El pecho subía y bajaba agitado, tal como varias gotas de sudor resbalando por su frente y sienes… se estaba conteniendo mucho porque no quería que los atraparan, pero Tae en serio sabía cómo hacerlo sentir bien que era muy difícil contenerse.
—Relájate, pastelito… no nos van a atrapar.
—Dios… Taehyung…
El omega comenzó a mover su mano más a prisa, sentía a su alfa tenso, mucho, en serio necesitaba liberarse. Así que aceleró el trabajo con movimientos rápidos… hasta que lo escuchó gruñir y la cálida esencia cubrió su mano en solo segundos al llegar al tan esperado orgasmo.
—¡Chicos! —oh no… —¿Ya bajaron? ¿Quieren venir a-? Oh…
Yulhee, la madre omega de Hoseok se quedó piedra ante la escena de su hijo sumamente agitado y sonrojado… además Tae tenía la mano dentro de los pantalones de su tesoro. Ambos la miraban asustados.
—M-mamá…
—¡Yo no vi nada! —dijo de inmediato dándose media vuelta muy avergonzada saliendo del living.
El par intercambió miradas, pero luego la regresaron al marco por el que Yulhee se había ido. Los pasos regresaron y la vieron asomarse con los ojos cerrados.
—¿Quieren más tiempo? D-digo, para entretener a los demás allá afuera…
—¡No! —exclamó Hoseok nervioso. —N-nosotros, m-mamá…
—Está bien, yo también fui joven. —dijo aún manteniendo los ojos cerrados. Se dio media vuelta para irse pero se detuvo apenas dio un paso. —¿Necesitan condones?
—¡Mamá!
—Ya, ya me voy, solo avísenme cuando terminen de darse amor, ¿Sí? —los pasos apresurados volvieron a escucharse. —¡Los amo!
El sonido de la puerta cerrarse los hizo suspirar, pero Hoseok miró a su entrepierna dándose cuenta de que Taehyung no sacó su mano en ningún momento.
—Me cae tan bien tu mami. —dijo el omega antes de lanzarse a los labios de su alfa.
—¡Taehyung! —se separó. Tae le dio una mirada confundida.
—¿Qué?
—Mi mami nos vio…
—¿Y? Nos dio más tiempo, dijo que iba a entretener a los demás allá fuera y además… —sacó la mano del pantalón del alfa sonriendo al verla manchada de su blanca semilla. Le mostró un sobrecito rojo metálico en la otra mano. —, no pienso desaprovechar esta oportunidad…
¡Y finalmente cerramos el tema de lo que le sucedió a Taehyung! Sfdjaljdkajd espero les haya gustado estos dos capítulos "navideños" veré si puedo darles otro~
¡Feliz navidad mis preciosos girasoles!💙
—Sony🌼
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