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Capitulo 23: Curar heridas

Entraron a la limusina, en un completo silencio, con las manos unidas a las del otro.

Comenzaron a tomarse fotos y hacer muecas, que en opinión de personas no enamoradas, son asquerosas; pero el amor hace cambiar toda nuestra manera de pensar.

-Señores Agreste, llegamos al Pâle, pueden bajar - Adrien bajo rápidamente para ayudar a su novia

El encargado de las fotos de entrada, trajo consigo su cámara, acomodo a la pareja, poniendo de fondo el vehículo donde habían llegado y capturando el momento.

-Fue un gusto chicos, ambos se ven super bien - Max le estrechaba la mano a Adrien mientras el Adrinette se dirigía para hacer su entrada triunfal al baile

Todos comenzaron a verlos sorprendidos, ¿quién no lo haría?, después de tantos alejamientos que tuvieron en un mes, muchos sospechaban de la ruptura de su relación, sin embargo, esta noche desmintieron aquello.

Caminaron hacia el puesto de DJ de Nino, donde también estaba Alya grabando cada momento.

-Hey chicos, que bien que se ven - Nino saludo a cada recién llegado con un fuerte abrazo

-Chicos, siendo sincera pensé que no vendrían - Alya los abrazo a ambos en el mismo momento y le guiño el ojo a su amiga - hoy tienen que divertirse sin excusas

-Programe todo para no perderme ningún baile con Alya, así que no se salva nadie - comento el moreno causando risas en sus compañeros

-Alya, te ves divina, Nino, tienes suerte - era verdad, la castaña llevaba un vestido naranja corto, junto con unos tacones altos y su cabello amarrado.

-Hermano, ven un momento - los chicos se apartaron de las chicas - sé que este no es momento para decirte esto, pero, Alya quedó embarazada, y por ello, te pido si es que hoy pasas a otro nivel con Mari, cuídate

-No sé si felicitarte o matarte por eso - le dio una palmada en la espalda y el chicos de ojor café de enderezó

-Ambos estamos asumiendo las consecuencias, ya hablé con sus padres y quedamos en acuerdos, amo tanto a Alya que no la dejaré sola - el rubio abrazo a su amigo y le dio dos palmadas en la espalda

-Me cuidaré si es que pasara algo - sonrió y volvieron donde las chicas - Vamos por bebidas - Adrien tomo a Marinette de la mano y ella con la que tenía libre, desabotono un nivel de su saco - te recomiendo no por ahora quitarte el saco, debemos dejarlo con Rose en los casilleros momentáneos

-No pretendo sacarme el saco, al menos, no por ahora

***

En Irlanda, Nathanaël conoció una persona que hizo revolotear su corazón en la ausencia de Chloe.

Ese cabello negro, el cual reflejaba tanto brillo del sol como el de la luna; sus labios rosados gruesos, el poder besarlos era el pensamiento que rondaba por su cabeza; la nariz perfilada que observaba en una situación de distracción.

Y es que como no enamorarse, tenía ese aire de soledad, de ternura, de aventura, y es díficil ver personas con tantas características tan distintas.

Todas las tardes el pelirrojo pasaba cerca de su casa, hacia que el encuentro se formará de casualidad, salían por un helado o al cine; esa se había vuelto la rutina de Nathanaël.

Un día antes de volver a París, se fue acompañado al aeropuerto; el aire de tristeza que se podía observar en los gestos del Parisino que comenzaron a ser contagiados en quienes lo observaban.

-Me tengo que ir, prometo volver pronto - su mirada bajo a los labios de la persona que tenía frente a él y es que quería besarlo, lo notó

-Hasta el próximo año - se despidió con un beso en la mejilla, sin embargo ambos sabían que no solo querían eso

-No, Mark, no sera tanto tiempo - cogió al pelinegro de su chaqueta y le dio un beso largo y pasional, dejando a ambos con ganas de más

Después de eso, Nathanaël entro a la sala de abordajes, dejando a Mark con un pedazo de su corazón.

Sin embargo, ¿Sentía lo mismo por Chloe?

***

En la oscuridad de un salón del Pâle, Chloé y Nathanaël se sentaron frente a frente.

La emoción de Chloe disminuía cada vez que Nathanaël esquivaba su mirada.

-¿Ocurre algo? - pregunto sacándolo de su remolino de pensamientos; el recuerdo de Mark en su cabeza, le causaba una ansiedad, lo necesitaba a su lado; no quería dejar que Chloe saliera lastimada tampoco

-Quiero ser sincero contigo, eres una gran chica, pero, hay alguien más, alguien que conocí en Irlanda, y que me hizo feliz en tu ausencia - el corazón de la rubia se estrujó un poco, no sintió el golpe como lo espero; agradecía la sinceridad del chico

-Me alegro por ti, pero debiste ser sincero desde un inicio, a pesar de solo ser amigos - claro, solo eran amigos, ¿Por qué estás aclaraciones? - no veo tan interesante el que me digas sobre una persona

-Sabia lo mucho que te guste, no trates de ocultarlo

-Estas hablando en pasado, por qué ya ocurrió, solo déjalo ahí, te deseo suerte y mucha.

Chloe salió corriendo del lugar, tratando de no caer con los tacones que llevo.

Sus sentimientos se sentían confundidos, le dolía aceptar que Nathanaël tenía a otra persona, y ¿quién no?

Cuando salió, se sentó en los escalones del lugar, suspiro varias veces y se abrigo con su saco.

-Si realmente hubiera sentido algo por él estaría llorando ahora - jugó con sus manos y vio al cielo - tal vez solo fue una atracción, si, solo eso - pero como explicaba cuando lloro al no saber nada de Nathanaël durante 3 meses

Lo quería, logro crear un espacio de cariño en su corazón.

-Tal vez lo quise pero ahora no, y no dejaré que esto arruine mi noche - se puso de pie y camino fuera de todo

***

Luka, Rose y Juleka llegaban al baile, ambas féminas fueron a tomarse la foto para el anuario, mientras que Luka se fue al estacionamiento, donde vio a Chloe en el suelo.

Corrió hacia ella, la vio en el suelo e intento ayudarla a levantarse, le extendió su mano y la tomo con dolor, puesto que las palmas de estás estaban llenas de raspones y sangre.

-Te voy a ensuciar - lamento bajando la cabeza

-Bonjour madame - saludo el varón mientras Chloe no sabía dónde ocultar su rostro

-Bonjour Homme - ambos se dieron besos en las mejillas y Luka noto la herida en la rodilla de su amiga

-Vamos a mi auto para curarte - ella asintió en silencio, quejándose de dolor, haciendo escuchar sus gemidos de dolor

-Me duele mucho - y claro que le dolería, cayó con fuerza cuando intento secarse las lágrimas con el saco y tropezó, cayendo al suelo con fuerza

-Yo lo soluciono - con la facilidad de cargar a una hoja, Luka coloco en sus brazos a la chica de vestido blanco y sus cuerpos hicieron contacto, poniendo a ambos nerviosos

Cuando llegó a su auto, la dejó en el asiento trasero mientras buscaba el botiquín de emergencia.

Los recuerdos no tardaron en llegar; los labios de Chloe en diferentes partes del cuerpo del chico; sus manos recorriendo cada centímetro de piel, erizandola en su contacto; el cabello rubio de la chica en toda la almohada, y algunos llenos de sudor en su frente; la silueta de ensueño sobre el, la luz tenue del hotel sobre ambos cuerpos; los sonidos increíbles que ella solía dar sin vergüenza en su odio; las manos entrelazadas mientras él estaba dentro de ella; las rodillas marcadas y el cabello amarrado, como exploró el altar de una joven.

Si seguía pensando en ello, se vería en una incomoda situación, por lo cual se enfocó en el presente.

-Te aplicaré alcohol, y agua oxigenada - intercambio los lugares de los materiales e hizo que curar las heridas no fuera tan díficil 

-Por más que quisiera que me doliera no lo hace - cuando terminó con la rodilla, limpio las manos de su amiga y la ayudo a bajar del asiento

-¿Mucho mejor? - la sonrisa en el rostro de la fémina aclaro su duda - ¿Quiéres ir a bailar?

-Claro que si, no quiero que la noche termine mal, no quiero sentirme así

-Pensé que la reina de París no se sentía mal

-No lo hace - guardaron silencio y se detuvieron en la entrada

-¿Por qué no llamaste? - preguntaron en unísono mirando el uno al otro

-Creí que había sido un idiota en llevarte a la cama apenas te conocía

-Lo fuiste - soltó riendo - pero no me arrepiento, esperé tu llamada los días siguientes, pero esperamos al baile para lograr vernos nuevamente

-Todos los días pasaba por tu hotel con la intención de que tal vez te encontrará por ahí y podíamos salir, pero nunca ocurrió

-Me mudé cerca de allí, y créeme que quería salir contigo - fue sincera y se notaba en sus azules ojos

-¿Podemos olvidar nuestros errores y disfrutar esta noche?

-Tenlo por seguro que si - ambos entraron a la fiesta en silencio

Dentro de sus corazones volvió todo a la normalidad, ese sentimiento de seguridad en la otra persona era magnífico.

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