Inimaginable estaba de rodillas con las manos juntas rezando a Lucifer.

—Oh gran estrella de la mañana, tu que caíste del cielo, danos tu fuerza en esta batalla, ven por favor.

—¿Qué haces? —pregunta Graphan entre dientes mientras sostiene los escudos.

—Invocando a Lucifer, ¿que no es así?

—Obvio no, es un ritual más elaborado, debo hacerlo yo, pero no puedo mientras ella está atacando.

Inimaginable ve un momento a Luz, ve rabia en su rostro e irá en sus ojos.

—¿Cuánto tiempo necesitas para hacer el ritual? —pregunta seriamente inimaginable.

—Unos segundos, no creo que diga que no habiéndola conocido ya.

—Yo la contengo, solo necesito agua.

—¿Como piensas hacer eso?

—De la misma forma que lo hice la primera vez, con mi grito mariachi, lograré contenerla un poco, pero necesito un trago de agua.

Graphan voltea a sus alrededores, su vista se detiene en una tienda que ya a sufrido mucho daño, y dentro de la cual solo queda una botella de agua.

—¡Escudo esférico! —Grita Graphan creando así una esfera al rededor de Luz conteniendola dentro de la misma —¡Corre a la tienda chico! ¡Rápido!

Inimaginable obedece la orden y corre a gran velocidad. Luz golpea su prisión con fuerza, desea salir de ahí, Graphan apenas puede sostener el hechizo.
Inimaginable agarra la botella y bebe su contenido.
Luz extiende sus brazos golpeado su prisión y liberándose. Graphan es arrojado varios metros hacia atrás, cae rendido apenas con fuerza para sostenerse.
Luz se acerca lentamente a él sin avisar Inimaginable la taclea y la estrella contra una pared.

—Hazlo ahora —dice Inimaginable mientras sale de los escombros para posteriormente ser atacado por Luz.

Graphan se sienta en el suelo y con su magia manifiesta un pentagrama rojo de bajo de él. En cada punta de la estrella surje una pequeña llama. Graphan empieza a decir cosas en un idioma extraño.
Mientras tanto Inimaginable abraza Luz para contenerla lo más posible, pero ella logra librarse y arroja al chico a un lado, Luz se acerca a él cuando él chico se arrodilla sobre una pierna, toma aire, y lanza el grito más fuerte que haya podido hacer ese día.
Luz recibe el impacto de las ondas sonoras haciéndola retroceder poco, Inimaginable mantiene ese grito lo más que puede.
Al final Inimaginable cae cansado al suelo sosteniendose con sus manos, escupe sangre, y voltea a ver a Graphan.

—¿Como va? —dijo con una voz seca y casi muda

Graphan no respondió, pero comenzó a hablar más rápido.
De pronto dijo en voz alta.

—Salve Lucifer —Rápidamente salió del círculo el cual empezó a cambiar, del el sale una figura oscura de ojos rojos y cuernos largos, una cola terminando en punta, una silueta oscura sumamente aterradora. La criatura oscura se cobrizo de fuego y una vez esté se disipó mostró a Lucifer, con la apariencia que lo caracteriza, ropas negras, bien peinado y su tridente en mano.
Solo se limita a decir de forma sarcástica.

—Alguien me llamó.