Hoseok bajó del auto dirigiéndose a la puerta. Tocó el timbre escuchando pasos del otro lado, la puerta se abrió y él entró esperando encontrar a Dae inconsciente o sangrando, en su lugar, SoHyun estaba atada en la sala, un golpe en la parte de atrás de su cabeza lo derribó adolorido y aturdido.

— ¡Bienvenido, doctor!—DaeHyung sonrió divertido—Oh, espere, traeré otra silla para usted—dicho y hecho, fue al comedor tomando otra silla arrastrándola a la sala colocándola frente a SoHyun. El pelinegro seguía aturdido, DaeHyung lo ayudó a sentarse para luego atarlo como SoHyun.

La castaña no sabía como saldría de eso.

— ¿Qué está...?—Hoseok parpadeó varias veces.

—Yo fui quien envió los mensajes, necesitaba reunir a los amantes—tomó asiento en el sofá mostrando la pistola— ¿El tráfico estaba fuerte, doctor?, admítalo, estaba feliz de imaginarme tirado en el suelo sobre un charco de sangre.

—La policía vendrá, DaeHyung.

—No soy DaeHyung.

—DaeSoo—miró a su esposa—No hagas esto por favor, déjalo ir.

—Mmm—pareció pensarlo cruzando sus piernas inclinándose hacia atrás—Si lo dejo ir debería traer a Ara, si lo dejo ir no sería tan divertido.

— ¿Enserio quieres hacer esto?, ¿Te causa diversión lastimar personas?

—Ya lo he dicho muchas veces, doctor Jung—rodó los ojos—Me gusta hacer sufrir a las personas, especialmente a mi hermosa esposa—SoHyun apartó la vista—Necesito verla suplicar o llorando, es mi debilidad.

—No, estás obsesionado con ella. Te aprovechas de sus sentimientos—Hoseok no iba a quedarse callado.

— ¿Eso no hizo usted al meterse con ella aprovechando que estaba lejos de mí?

—Tú la alejaste, DaeSoo.

—Entonces lo admite.

—Admito que estoy enamorado de SoHyun y que no pienso alejarme de ella.

—Ya basta—la castaña movió sus manos en su espalda. DaeSoo sólo estaba enojándose más.

— ¿Respuesta definitiva?—fue lo mismo que le dijo en el auto.

—Lo es.

—Bien—se levantó dejándolos solos unos segundos. Al volver traía un cuchillo en su mano, la pareja se tensó viendo sus movimientos, SoHyun se puso inquieta cuando se detuvo detrás de ella, tomó su rostro levantándolo y rasguñó su cuello generando pánico en ambos.

— ¡No!, ¡Déjala!, ¡DaeSoo!

—Ya dijo su respuesta, doctor—el rasguño creó un hilo de sangre. Ahora seguía su mejilla derecha, SoHyun se quejó porque allí el corte era más profundo.

— ¡No lo hagas!, DaeSoo, por favor.

—Que llorón es, doctor—se echó a reír. Había hecho un corazón en la mejilla de SoHyun, un corazón de sangre—Así estás mucho mejor, amor—y se atrevió a depositar un beso cerca de sus labios.

▪︎▪︎▪︎

—No puedo creer que esté haciendo esto—TaeHyung iba enfurruñado mientras a su lado caminaba Ara— ¿Por qué me haces esto?

—Tú aceptaste.

—Pero tú insististe.

—Tío Tae, sólo quiero pasar por la casa. Nada más, tengo...

—Un mal presentimiento. Si tu madre se entera de esto me matará—caminaron por la acera—Cambiando el tema un poco—TaeHyung ladeó su cabeza. Iba tomando la mano de su sobrina— ¿Por qué invitaste a SungMin?

— ¿Te molesta?

—No, sólo tengo curiosidad. ¿Te gusta?

— ¡Tío Tae!

—No tiene nada de malo si te gusta, es un niño muy agradable y bueno en sus calificaciones.

— ¿Conoces su historia?—levantó la cabeza para verlo—SungMin me contó que perdió a su madre poco después de nacer, desde entonces su padre se ha encargado de él.

—No lo sabía, pobre chico.

— ¿Por qué dicen eso?

— ¿Qué cosa?

—Cuando las personas se enteran que a la otra persona le falta un familiar o integrante se disculpan, ¿Está mal preguntarlo?

—Se disculpan por respeto y para demostrar su pesar por la pérdida, Ara—sonrió un poco—No tiene nada de malo, ni es una burla—retomó el tema— ¿Es cierto que su padre es compañero de trabajo de tu tía JiEun?

—Ujum, incluso se besaron.

— ¿Qué?—TaeHyung se detuvo—Ya, oye, ¿Cómo sabes esas cosas?

Ara se echó a reír, era gracioso confundirlo. La niña en vez de responder retomó el camino dejándolo con la duda, ambos se detuvieron al llegar a esa casa que desde hace dos meses era un infierno, las sonrisas y risas acabaron, ambos intercambiaron una mirada.

—Ya viste la casa, vámonos—pero Ara no quería eso. Tae palideció al verla caminar hacia la puerta—Oye—se apresuro en llegar a ella.

Ara intentó mirar por la ventana aunque las cortinas cubrían, un pequeño espacio entre ellas y la ventana le permitió notar un rostro familiar.

—El doctor Jung está allí.

— ¿Qué?

Ara volvió a mirar queriendo escuchar. Su mal presentimiento creció.

—Tío Tae, llama a la policía.

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Las sogas en sus muñecas lastimaban cuando intentaba moverse, Hoseok se sentía angustiado de ver a SoHyun sangrar por esos rasguños de su cuello y su mejilla, ¿En qué se había metido?, un nuevo temor comenzó a apoderarse de él, DaeHyung (o DaeSoo) repetía querer verla muerta, todo se enfocaba en SoHyun. Imaginarla...sin vida sólo comenzó a aterrarle.

Debía calmarse.

—Lo siento—susurro ella. Sonrió tristemente—Iba a terminar esto, pero él no lo permitió.

—No te disculpes, no es tu culpa—hizo una mueca de dolor. La parte de atrás de su cabeza estaba doliendo.

— ¿Duele mucho?

—Estoy bien. En este momento me preocupas tú.

Sonrió apenas. Incluso en una situación tensa, Jung Hoseok sólo se preocupaba por ella.

—No debiste decirle eso a Dae.

— ¿Qué cosa?

—Que estás enamorado de mí.

Ahora él sonrió con cierta amargura.

—Creo que a estas alturas DaeHyung ya lo sabe.

—No es DaeHyung...

—Sea quien sea—respiró profundo—DaeHyung, DaeSoo o cómo se llame, al final del día es lo mismo.

—Si lo hubieras conocido créeme que no dirías eso—SoHyun miró la sala deteniéndose en las ventanas cubiertas—Hubo un tiempo que esta casa era realmente un hogar.

—Así que sigues defendiéndolo.

—No lo hago, sabes mejor que yo que DaeHyung es una víctima de sí mismo—ambas miradas se encontraron—Iba a divorciarme de Dae por el bien de Ara...

—Y el tuyo, el de ambas realmente—corrigió— ¿Ibas?—cayó en cuenta de aquello— ¿Por qué hablas en pasado?

—Bien, suficiente charla—DaeHyung (o DaeSoo) regresó a la sala. La pistola iba en su mano intentando intimidar a ambos, el chico sonrió con diversión antes de preguntar— ¿Quién morirá primero?

— ¿Qué crees que pase cuando ambos estemos muertos?—ladeó su cabeza— ¿Vas a ocultar nuestros cuerpos?, ¿Crees que TaeHyung no sospechará de ti?, incluso la hermana de SoHyun dudará. Todo apuntará a ti, DaeSoo.

—Nadie sospechó de mí cuando asesiné al idiota del bar—se encogió de hombros quitándole el seguro al arma. SoHyun tragó en seco intentando pensar en algún plan, el miedo no podía paralizarla, Hoseok no podía salir lastimado, él no tenía la culpa de haberse enamorado, la culpa había sido de ella al permitirle quererla y permitirse creer que podía querer a alguien más—La policía es idiota muchas veces, doctor Jung—sonrió con burla—Todos son idiotas cuando el problema no los involucra—sus ojos fueron a SoHyun— ¿Quieres que él se sacrifique primero, amor?

—Nadie se sacrificará.

—Hoseok no tiene la culpa—dijo la castaña intentando no temblar tanto—Estás molesto porque mi atención no está del todo en ti, sino en Hoseok, te molesta que alguien más si esté dispuesto a cuidarnos cuando tú fallaste en todo eso—DaeHyung bufó rodando los ojos—Creo que DaeHyung no fue el único en enamorarse de mí.

Hoseok guardó silencio entendiendo por donde iba aquello.

— ¿Crees que estoy enamorado de ti?

—Hay diferentes tipos de amor, unos más enfermizos que otros, no necesito decir que tipo de amor es el tuyo, habla por sí solo—hizo una pausa. Hoseok estaba sorprendido de la psicología que ella estaba usando, SoHyun sólo quería confundirlo o intentar jugar con su mente—Te enamoraste de mí y todo este tiempo sólo has sentido celos de todo el mundo, te molesta que haya desconocido tu existencia por mucho tiempo, ¿No es así?

DaeSoo se echó a reír negando con la cabeza.

—Vaya, ha hecho un buen trabajo lavando su cerebro, doctor Jung—chasqueó la lengua— ¿Saben qué?, yo hice la decisión, cierren los ojos, el disparo les hará saber la respuesta—Hoseok y SoHyun se miraron con preocupación, de hecho, él estaba más preocupado que SoHyun, ella parecía conocer la respuesta sin necesidad de escucharla— ¿No cerrarán los ojos?, ¡Vamos!, no se vale hacer trampa.

SoHyun hizo un leve asentimiento de cabeza indicándole a Hoseok que obedeciera. Ambos cerraron sus ojos con el corazón latiendo a toda velocidad, sus manos temblaron, Hoseok comenzó a sudar frío, intentó mover sus muñecas sin mucho éxito, intentó liberarse consiguiendo lastimarse aun más. No podía respirar, algo lo sofocaba y no era la herida de su cuello, tragó con dificultad escuchando los pasos de DaeHyung.

Afuera, TaeHyung había llamado a la policía, se supone que estaban en camino a la dirección dada, Ara seguía mirando por la ventana.

La imagen que encontró la paralizó por segundos, su padre se colocó detrás de Hoseok. Pensó en aquella pesadilla que constantemente la atormentaba en las noches, pensó en su madre diciéndole que todo estaría bien, pensó en muchas cosas y al mismo tiempo en nada.

— ¡No!—gritó cuando el disparo se escuchó con claridad.