Capítulo 21.
Kai estaba más que emocionado por darle la gran noticia a Jimin, sabía que eso significaba mucho para él y su meta personal quedaría más que recompensada.
—Nuestro profesor, el señor Miller está organizando una mega producción de black swan y tú tendrás el papel principal —dijo sin rodeos y muy emocionado.
—¿Qué? —preguntó sin creer lo que escuchaba.
—Joder, Jimin —lo miró con una gran sonrisa en su rostro— Esto será lo que te deje en el puesto numero uno de los mejores bailarines de danza del momento si todo sale bien y tú aceptas.
—Dios, ¿hablas en serio? No puedo creerlo... —su corazón latía a mil por segundo, agradecía estar sentado o de lo contrario sentía que caería al suelo sin poder evitarlo— ¿Por qué yo? —se limitó a preguntar, aún sabiendo que siempre había sido el favorito de sus profesores.
—¡Porque eres el mejor! —alabó su compañero— Tu accidente fue de lo peor, pero ya ha pasado tiempo y te van a estar chequeando en caso de que sientas algún dolor, todo estará bien —le aseguró.
Jimin sintió que su estómago se revolvió un poco, pero era a causa de la emoción. Estaba completamente feliz de lo que acababa de escuchar, y claro que aceptaría sin pensarlo, su sueño siempre fue irse y ser uno de los mejores bailarines, desde pequeño esa fue su pasión y no estaba de acuerdo con quedarse estancado en una ciudad sin haber cumplido aquella meta, sin hacer lo que más amaba, la danza.
—¿Cuánto tiempo tengo? —preguntó.
—En agosto se hace la presentación oficial del elenco completo, aunque deben confirmarme esa información. Tienes dos semanas para darme una verdadera respuesta, una vez aceptes te daré todos los detalles y nos vamos de inmediato a Moscú para empezar los chequeos médicos, conocerías al elenco con el que trabajaras y empezarías de inmediato con los ensayos —Jimin escuchó cada una de las palabras mencionadas por Kai y asintió con su cabeza.
La genuina imagen de Jungkook sonriéndole golpeó sus pensamientos y sintió un nudo en su estómago. Jungkook ya formaba parte de su día a día y era quien siempre tenía una hermosa sonrisa en sus labios aun cuando Jimin andaba con un humor insoportable, era quien le decía cuanto lo amaba todos los días sin importar que no recibiera las mismas palabras, era quien lo besaba de una forma que nunca nadie lo había besado, era quien le hacía el amor de manera romántica y tocaba todos sus puntos sensibles porque ya los conocía a la perfección, era quien se estaba metiendo cada vez más bajo su piel y Jimin no lo había alejado en ningún momento. ¿Por qué ignoró siempre las alarmas de su corazón cuando intentaron advertir que no siguiera avanzando?
Mierda, tenía un gran problema.
—Bien, te voy a llamar dentro de la semana, ¿vale?
—¡Super! Pero considera todo, ¿bueno? Recuerda que no tendrás tiempo para nada más que el ensayo hasta la presentación, así que nada de andar con Min durante todo ese tiempo. Jimin soltó una risita— ¿Qué? —preguntó algo confundido.
—Min y yo no estamos juntos desde el accidente, él está con alguien más ahora.
—Oh, hacían una linda pareja. En todo caso es mejor estar solos en estos momentos, realmente no tendrás tiempo ni para llamar a tu madre —carcajeó— Una vez que todo termine, serás libre como el viento.
—Suena tentador —dijo sin dejar de lado su sonrisa. Ambos siguieron hablando y Kai lo puso al tanto de todo lo que estaba pasando allá, Jimin le comentó que tenía pensado abrir su propia academia de danza, pero quería algo pequeño para así poder enseñar a jóvenes. Sin darse cuenta ya eran las ocho veinte de la noche, se despidieron con un fuerte abrazo y quedaron de llamarse durante la semana.
Jimin iba saliendo del hotel y llamó a su amigo pero este no respondió. Taehyung llegaba en tres días, enero estaba llegando a su fin y a Hoseok le dieron un caso que no podía rechazar, por eso adelantaron su luna de miel y volverían pronto.
En cuanto a la academia de Jimin, ya había comprado el local y estaban en la remodelación, en marzo estaría todo listo, pero ahora con la propuesta que tenía quizas tendria que dejar en espera la inauguración hasta que volviera en septiembre.
Iba caminando por la oscura y fría ciudad, había salido sin auto ya que no pensaba llegar tarde a casa. Por un momento olvido el beso con Taemin, pero ahora un sentimiento de culpa lo invadió, su pulso se aceleró y nuevamente esa sensación de náuseas lo golpeó. Respiró hondo, dejando que entrara todo el frío de la noche por sus fosas nasales y se calmó a sí mismo. Cuando llegó a su departamento eran más de las nueve de la noche y Jungkook estaba recostado en el sofá mirando la televisión, esperándolo como él se lo había pedido. Al momento de cruzar la puerta, Jungkook se levantó y avanzó hasta donde Jimin con una hermosa sonrisa y lo abrazó. Jimin escondió su cara en el hueco de su cuello, aspirando ese exquisito olor a perfume barato y cerró sus ojos por un momento, su corazón se aceleró y su estómago se revolvió al recordar el beso con Lee, pero trato de no pensar en ello.
Solo fue un beso, nada de qué preocuparse, ¿no?
—¿Cómo te fue, Minnie? —preguntó con esa hermosa voz ronca y sin soltar ese cálido abrazo.
—Bien, nada importante realmente —se apartó un poco y lo miró— Desde mañana estaré ocupado, es mejor que dejes de venir hasta que te avise —Jungkook asintió con su cabeza sin decir nada, ya estaba acostumbrado a eso.
Esa noche Jimin casi no durmió.
Siempre tuvo bien claro lo que quería, su corazón lo anhelaba y su cuerpo también, era su sueño y decir no, no era una opción. Simplemente no se creía capaz de negar semejante oferta y desaprovechar esa increíble oportunidad, pero ¿y Jungkook? No lo amaba y estaba seguro de eso, terminar con Min no fue doloroso, quizás terminar con Jungkook no lo sería tampoco, solo llevaban unos meses, con Min fueron años juntos y todo quedó bien.
Mierda. Pensó y giró su cuerpo para quedar frente a Jungkook, miró en silencio su rostro y se veía malditamente hermoso.
¿Desde cuándo lo empezó a ver de esta forma? Mierda.
Se acercó aún más y se acurrucó en el pecho firme pecho de Jungkook, quien aun dormido, lo abrazó.
En algún momento Jimin cerró los ojos y cayó rendido en el sueño profundo hasta que su celular comenzó a sonar, aún se encontraba entre los cálidos brazos de Jungkook. Se movió con cuidado y salió de la cama para tomar su teléfono.
—¿Mmm? —respondió mientras bostezaba y tallaba sus ojos.
—¡Mimi! —exclamó alguien desde el otro lado de la línea, Jimin alejó el teléfono y abriendo un ojo miro quien rayos era.
—¿Tae? —preguntó con su voz algo ronca y cargada de sueño.
—Ajá, ¿quién más? —se escuchaba como se reía desde el otro lado— Ya despierta que la mañana es joven —bromeó.
—No jodas, son las... —miró la hora del teléfono con sus ojos entrecerrados— Son las cinco de la mañana. ¿Cómo es que me llamas a esta hora?
—Quería darte una sorpresa.
—Espero que sea una gran sorpresa para compensar que me despertaste de mi placentero sueño.
—Ven a tomar desayuno conmigo.
—Claro, deja tomar un avión a Europa —dijo con sarcasmo y Taehyung volvió a carcajear del otro lado.
—No hace falta ir hasta allá, con que vengas a mi departamento todo bien —Jimin había caminado hasta la sala y se había dejado caer en el sofá, estaba arropado con una manta porque el frío se sentía en el ambiente. Al escuchar aquellas palabras el sueño que tenía se esfumó y rápidamente tomó una postura erguida.
—¿Qué?
—Ya estoy aquí, voy a ordenar unas cosas y a las siete te vienes a tomar desayuno, eso es todo, cambio y fuera —colgó sin esperar respuesta alguna.
Miró por un momento hacia la ventana, la ciudad cubierta de blanco a causa de la nieve y el cielo estaba en un hermoso tono gris. Se levantó del sofá y fue hasta la cocina para preparar un café, andaba descalzo y con sus piernas al aire ya que llevaba puesta una camiseta gigantesca de Jungkook.
Su estómago se volvió a revolver y esta vez era por el hambre, pensó.
Jungkook abrió los ojos perezosamente y bostezó, no había señal de Jimin en el dormitorio, por lo que decidió salir de la cama, estiró su cuerpo para luego caminar hacia donde estuviera el rubio. Lo primero que vio mientras llegaba a la cocina eran las hermosas, blancas y sensuales piernas descubiertas de Jimin, sin dudarlo se acercó y acarició sus muslos mientras besaba su cuello. Jimin se sobresaltó cuando sintió el tacto del castaño en su piel, pero luego siguió preparando su café, dejando que Jungkook explorara todo lo que quisiera.
—Buenos días, Minnie — ronroneó, aun teniendo sus labios contra la piel de Jimin.
—Nada de buenos días-ahh... —gimió al sentir como la mano de Jungkook se deslizaba dentro de su bóxer— ¿Qué crees que haces...? Ugh...
—Darte los buenos días —deslizó la ropa interior de Jimin hasta abajo y masajeó el miembro ya erecto.
—Tú, idiota... uhm... —Jungkook amasó firmemente las nalgas por un momento hasta que llevó sus largos dedos hasta la fruncida entrada que gritaba por tener toda la atención y fuera tocada. Sin hacerlo esperar mucho, dezlizo lentamente un dedo dentro de él, haciendo que el Jimin perdiera la cabeza, se sentía tan bien y el sexo en las mañanas era completamente de su gusto— Deja eso... Mmh...
—Pero te dolerá —giró levemente la cara de Jimin y lo besó.
Jimin tenía su espalda curvada y estaba parado con las puntitas de sus pies, Jungkook seguía moviendo sus dedos en su interior y su café había quedado en el olvido, pero ya no importaba.
—No... no dolerá, sólo hazlo... —Jungkook sacó sus dedos y bajó su pantalón. Tenía una mano en el trasero de Jimin, con la otra sostenía su dura y gruesa erección. Separó sus nalgas para alinear su miembro en la entrada y sin pensarlo mucho ingresó de manera lenta— Aaah... ugh... —tarareó agudo.
Jungkook dejó sus manos en la cintura de Jimin, lo sujetaba con fuerza y comenzó los movimientos, todo el frío que sentían ya no existía, los gemidos de ambos se mezclaban y los movimientos no cesaban. Sus cuerpos comenzaban a entrar en calor y el sudor se hacía presente, las piernas de Jimin estaban a punto de colapsar pero el firme agarre de Jungkook se intensificó y las estocadas aumentaron considerablemente.
—Mmh... —gruñó con una voz ronca Jungkook al sentir que pronto se correría.
—Aaah... —Jimin dejó caer su pecho sobre la encimera y mordió su labio inferior con fuerza, una corriente de electricidad recorrió su cuerpo llegando hasta su vientre y el orgasmo se hizo presente de inmediato— Jun... Aaahh... —Jungkook a los segundos también terminó dejando su esencia en el interior del rubio.
Jungkook apoyó su pecho en la espalda de Jimin sin dejar caer su peso en él, dejó cortos besos en su cuello y pequeñas mordidas que dejarían una que otra marca.
—Vamos... vamos a ducharnos —habló entre jadeos, aún estaba recostado en la encimera.
—Vamos —dijo mientras salía de manera lenta del interior de Jimin.
Una vez vestidos, Jimin le comentó que iría donde Taehyung y que por ahora estaría ocupado, haciéndole recordar que no volviera hasta que él le avisara.
—Te amo, Jimin —dijo antes de irse.
Esas dulces palabras que salían con sinceridad de los labios de Jungkook, por esta vez hicieron estremecer a Jimin.
—Nos vemos —esa fue su respuesta, una respuesta mediocre para quien no merecía nada de lo que él le hacia, pero Jimin tenia miedo, miedo de un sentimiento que no conocía, que no sabia manejar y creía que lo volvería estúpido. Pero él no necesitaba ese sentimiento ya que solo le traería problemas, o eso pensó.
Jimin se encontraba junto a Taehyung, se abrazaron apenas se vieron como si no lo hicieran en años y besaron sus mejillas, Hoseok los miraba pero ya nada le extrañaba, este comportamiento era usual cuando ambos se separaban por un tiempo aunque él tampoco se salvó de los besos que recibió en sus mejillas y unos cuantos abrazos de oso por parte del rubio. Taehyung le contó cómo había sido su viaje y los lugares que conocieron, también le mostró fotos y así compartieron un delicioso desayuno, poniéndose al día sobre lo que habían hecho en ese tiempo que no se vieron.
Por su lado, Jungkook ya estaba en el trabajo revisando unas ediciones para después ayudar en una sesión de fotos para los idols, estaba bastante concentrado cuando Lisa llegó.
—Hola, Jungkook —se metió a su oficina con una gran sonrisa.
—Hey —respondió apartando la vista de su computador.
-Al salir iremos a beber algo suave —sonrió sabiendo que no sería nada suave— ¿Quieres ir con nosotros?
—Oh. Lo siento, paso por ahora —Lisa hizo un puchero— Iré a ver a Jinnie, pero para la próxima intentaré ir.
—Bien, le avisaré a los chicos —caminó hacia la puerta— Nos vemos Jungkook —se despidió y Jungkook agitó su mano mientras volvía a tener toda su concentración en el computador.
Salir con ellos era sumamente divertido, pero Seokjin tenía programada una cesárea en unas cuantas semanas más por eso trataba de ir a visitarlo seguido para acompañarlo en los últimos momentos y verlo con su vientre hinchado le daba cierta alegría, sin olvidar que también aprovechaba de subir los ánimos de Jieun. Los nervios de Namjoon estaban a flor de piel y todos lo notaban, iba un par de horas a la empresa para ver lo más importante y luego volvía a casa.
Jungkook bajó de su auto y caminó hasta la entrada de la gran mansión, la puerta fue abierta sin que él tocara ya que uno de los empleados lo vio por las cámaras de seguridad y estaban autorizados a dejar pasar a Jungkook. Camino hasta la sala y encontró a Ji-Eun sentada leyendo una revista y sonriendo, el corazón de Jungkook se alegró al ver a su amiga feliz y sonriente. Seokjin estaba recostado en un sofá grande y comía fresas con crema, su expresión en el rostro era dulce y tranquila , como cualquier persona que está a punto de ser padre y espera con ansias la llegada de su bebé.
—Hey, Jungkookie —le habló Seokjin con su bonita sonrisa.
—Jinnie —se acercó y besó la mejilla de Jin para luego acariciar su vientre— ¿Cómo te has sentido?
—Bien —sonrió— Bien gordo —agregó y Jungkook soltó una risita.
—Jie, ¿qué lees? —preguntó luego de saludarla, dejando un pequeño beso en su pálida mejilla.
—Nada interesante la verdad, solo me causó gracia algo sin sentido —sonrió.
Namjoon se hizo presente en la sala y su semblante era serio, miró directo a Jungkook, haciendo que este sin saber el motivo, se sintiera nervioso. Seokjin miró a su esposo y suplicó con la mirada que no hiciera lo que tenía pensado hacer, pero Namjoon adoraba a Jungkook y no soportaba que alguien se estuviera riendo de él y este quizás ni enterado estaba de aquello.
—¿Qué pasó? —la voz de Jungkook sonó nerviosa pero confundida ante la severa mirada que estaba recibiendo. Jieun cerró la revista y su mirada cambió de feliz a preocupada. Seokjin se levantó apenas y caminó hasta llegar donde Namjoon y tomó su mano.
—Amor... no creo que sea el momento —su preocupación era notoria y Jungkook no entendía nada— Quizás en otro... —fue interrumpido.
—Si tú hicieras aquello, desearía que mis amigos al ver las evidencias me avisaran, porque saber que todos saben menos tú es una jodida mierda —exclamó con ira y miró a Jungkook.
Bien, Namjoon tenía razón y Seokjin lo sabía, pero aún así era difícil ser quien daba las malas noticias.
—Jungkookie... —habló Seokjin mientras tomaba las manos de Jungkook— Se que no ves mucha televisión y... uhm...
—Me están asustando —rió nervioso.
—¿Conoces a la familia Lee? —preguntó Namjoon— O mejor dicho, ¿a Lee Taemin? —Jungkook frunció el ceño ante tan extraña pregunta.
—No.
—Son una familia bastante adinerada, Taemin es hijo de un político.
—Oh. Pero, ¿por qué me debe interesar? —aún estaba completamente confundido y no entendía el porqué la rabia de Namjoon.
—Jungkookie... Hoy en la mañana estaba viendo un programa y salió él... —Seokjin mordió su labio inferior a causa de los nervios.
—¿Y? —preguntó algo ansioso, no le gustaba que se anduviera con rodeos ya que lo hacía sentir más nervioso de lo que ya estaba.
—¿Cómo estás tú y Jimin? —la pregunta de Nam hizo todo más confuso y frunció aún más el ceño.
—Estamos bien. ¿Qué tiene que ver la familia Lee en esto?
—Tomaron fotos de Taemin y... y de Jimin... —Seokjin bajó la mirada. ¿Cómo le diría a su amigo algo así? Miró a Namjoon triste y este captó de inmediato aquella señal.
—Jungkook, Jimin y Taemin se estaban besando, hay fotos y salieron en el programa —la pequeña sonrisa nerviosa de Jungkook se borró de inmediato.
—¿Qué?
—Se habló de una propuesta de matrimonio que al parecer tienen ambas familias y especulaba que quizás Jimin haya aceptado y por eso se estaban besando - el rostro de Jungkook palideció y sus ojos reflejaron tristeza, dolor, ira, decepción.
—De-debe ser un error, quizás son fotos antiguas —su voz salió entrecortada.
—Son de ayer —aseguró Namjoon y Jungkook recordó que el día de ayer Jimin le comentó que se reuniría con alguien. Pero no podía ser cierto, ¿por qué Jimin haría algo así? No tenía sentido.
Sin decir nada más, Jungkook avanzó hasta la salida de la mansión.
—¡Ju-Jungkookie! —le llamó Seokjin, verlo así le preocupaba y le dolía saber que ahora mismo su corazón sufría, porque él no merecía tener este tipo de dolor. Jungkook solo merecía que alguien lo amara, era un buen chico.
sin poder pensar en nada más, Jungkook abandonó la mansión, se subió a su auto y manejó en dirección al departamento del Jimin.
Podía sentir su corazón agitado y angustiado, quería creer que era mentira. Jimin no podía ser capaz de hacerle algo así.
No podía ser cierto.
¿Por qué Jimin le haría algo así cuando él sólo podía amarlo de la manera más pura?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro