♥（ﾉ'∀'）('∀'●)♡

—¿SinB, tú... no crees que la bebé sea nuestra hija? —Una divertida YeRin preguntaba mientras observaba como EunBi extendía la cama, por su parte sólo sostenía a la pequeña.

—Rin, somos dos mujeres, eso es bastante imposible —Habló acomodando las almohadas en la cama ya lista. Al parecer se encontraban en un hotel—. Además, suponiendo que alguna de las dos pudiera dejar embarazada a la otra, los niños en venir al mundo mínimo se demoran unos siete meses, aunque algo hubiera pasado entre tú y yo sería imposible que fuera nuestra en tan poco tiempo —Soltó para poder ir a lavar su rostro que aún permanecía tal y como había despertado.

—Yo solo digo... No podemos estar seguras, ¿cierto, pequeñita? —tocó con delicadeza la punta de la nariz de quien se encontraba en sus brazos, mientras seguía a EunBi hasta el baño.

—Mamá —dijo la niña pequeña entre balbuceos, el corazón de YeRin definitivamente se derritió.

EunBi puso los ojos en blanco. ¿Acaso en la fiesta se habían drogado? Si era así, su mejor amiga sí que estaba sufriendo las consecuencias de la noche anterior.

Recordatorio mental: Nunca más ir con YeRin a una fiesta, todo se podía salir de control y... se podía terminar con una bebé.

***

—Apúrate, Rin —EunBi hacía un ademán con su mano para que su amiga caminara más rápido. Ella se encontraba varios metros más adelante.

Hace bastante que habían salido del hotel, más o menos hace una media hora. Una suerte les había sido haber encontrado en el abrigo de EunBi una billetera con el dinero suficiente para pagar la noche que pasaron allí. Incluso les había llegado a sobrar un buen poco, y con ello habían comprado un desayuno exprés. Nada moral, pero la situación lo ameritaba.

—No puedo, EunBi. La que lleva a la bebita en brazos soy yo, no tú. Así que no me apresures —Caminaba lentamente por la vereda con la bebé en brazos y una bolsa con donas en su brazo más libre. Le llevaba como si fuera su propia hija y es que hace rato que actuaba como una madre, exactamente desde que la bebé le había llamado así.

—YeRin, te das cuenta que esa bebé debe tener padres ¿cierto? Y que ellos deben estar preocupados por no tener consigo a su retoño. Si eres capaz de entender eso, por favor, no hagas que esto se tarde más.

—Pero, SinB... La bebé ni siquiera ha llorado. Eso debe significar que no los extraña.

—Tú lo has dicho, es una bebé, no tiene que tener la mínimo idea de lo que ha pasado —se acercó hacia su amiga—. Ahora no hagas esto más difícil, que el hecho de que las personas nos miren como a unas locas ya me está irritando bastante.

—Hey, para ahí —afianzó el agarre de la pequeña, totalmente indignada—. Te apuesto a que nos están mirando porque parecemos una linda familia feliz, no por lo que tú dices.

—Solo somos unas adolescentes de instituto, créeme que estoy segura de que nadie en su sano juicio pensaría que somos una familia feliz.

—Pero...

—Nada de peros —le interrumpió—. Escucha, vamos a ir a mi casa, encontraremos una solución y regresaremos a la bebé a sus padres ¿entendido?

—Está bien... —respondió un poco triste, estar con la pequeña estaba siendo divertido. Ver sus manitas moverse o escuchar sus dulces intentos de palabras la tenían completamente cautivada.