Capitulo 4
-Buenos dias- Digo con la sonrisa mas amable que me sale poniendome de pie y sosteniendo la bandeja en mis manos- Mi nombre es Rita Norman, y soy de Luisiana, mas exactamente de Alexandria. Tengo veinte años y estoy muy contenta de estar aqui con... todos ustedes- Termino mi discurso milimetradamente preparado y ensayado al pie de la letra haciendo que suene natural. Todos aplauden observandome y yo descubro con una mano la bandeja llena de trufas de coco y dulce que preparé- He traido esto para compartirlo con ustedes. Espero que les guste.
Todos aplauden esta vez mas fuerte y yo no puedo evitar sonreir mirando al piso y bajo las escaleras del pasillo entre los pupitres ofreciendo mis trufas a los que apartir de hoy seran mis compañeros de trabajo y a la regente que se encuentra parada en el lugar del profesor.
-Muchas gracias, señorita Norman- Dice dejando el postrecillo sobre la mesa- Por tan agradable presentacion- Asiento con una sonrisa y regreso a mi asiento en el fondo del salon.
-Hola- Susurra la chica a mi lado y yo la miro con una sonrisa y la saludo con una mano. Mientras tanto, la regente sigue hablando- Qué lindo gesto tuviste. Y esta deliciosa.
-Gracias- Digo intentando sonar lo mas tranquila posible- Trabajaba en una dulceria en Luisiana y ahi aprendi muchas cosas.
-¿Y haces trabajos personales?- Su sonrisa parece querer estar a punto de pedir algo y yo asiento con la cabeza, aunque no sea verdad- Mi prima Jaimie va a casarse, y si realizas pedidos voy a recomendarte urgentemente.
-¿E-Enserio?- Medio sonrio. Y entonces, un pequeño destello de luz brilla en mis ojos.
Una idea. Una magnifica y gran idea.
-¡Por supuesto! Quiero volver a comer estos- Dice con diversion mostrandome su trufa y se la termina. Arranco un pedazo de papel de una carpeta y anoto mi nombre y mi telefono.
-Ten- Digo tendiendole el trozo de papel- Dile que me contacte a este numero. Con gusto la ayudaré.
-Genial- Dice ella asintiendo y mirando el papel- Gracias.
La observo por un momento. Quizas es por la emocion que me asalta de golpe, pero comienzo a mirar como todos mis otros compañeros disfrutan de las trufas que preparé y un júbilo repentino me invade.
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-Bienvenidos al arcade de los hermanos Hopper- Digo con una sonrisa de oreja a oreja- Mi nombre es Rita Norman. ¿En que puedo ayudarte?
-¿Tu eres Rita Norman?- El muchacho del otro lado de la caja apoya su brazo sobre la mesa y yo borro mi sonrisa sin quitar mi gesto amable- He escuchado hablar de ti. Dame una llave para los bolos porfavor.
-S-Son veinte dolares- Digo algo confundida sacando una de las llaves de abajo del escritorio y el tiende el billete de veinte- ¿De donde me conoces, eh? Dime.
-Tu eres la inquilina que vive con Christopher.¿No es asi?- Dice el con un aire coqueto y yo rio.
-¿Christopher?- Se me sale una leve carcajada- Rayos, pense que se llamaba Christian. O mas bien, Chris, a secas. Pero... ¿Christopher?- Vuelvo a reir y el me acompaña. Puedo ver como los tres o cuatro muchachos todos de la misma edad nos observan con miradas juguetonas- ¿Y tu, que personaje del bosque de los cien acres eres? ¿Winnie Pooh?
Esta vez, los dos carcajeamos y mientras tanto, yo guardo el billete en la caja registradora.
-Eres interesante- Dice el intentando contener la risa y yo asiento con una sonrisa plena, casi enseñando todos mis dientes- Y divertida. Te veo al rato.
-Igual es temprano... pero solo por si acaso, la zona de adultos cierra a las once- Advierto con una sonrisa. El me guiña un ojo y yo cubro mi boca para que no piense que tengo algun problema de risa exagerada.
Oí como sus amigos lo gastaban diciendo que intentó coquetear conmigo y me miraban con recelo, mientras yo miraba mi telefono discretamente.
-La clientela aqui es muy simpatica ¿No es asi, Rita?- Una voz anciana se alza a mis espaldas y me volteo sorprendida cuando veo a James Hopper salir del gabinete que se encuentra detras de la recepcion y se apoya en el vidrio a mi lado. Trago saliva y respiro hondo; Se lo que viene.
-Lo siento mucho, Señor Hopper- Susurro con la vista fija en la caja registradora.
-Rita, voy a aprovechar que no hay ninguna compañera aqui contigo. Quiero hablar contigo- Dice el mirandome con el ceño fruncido y su tupido bigote se arruga- Tienes que comprender que este no es un lugar apropiado para que los chicos vengan y te hagan reir. Yo se que tienes una personalidad cantarina...
Esta es la primera vez en los dos meses y medio que he trabajado aqui que me llama la atencion pero su reprimenda no suena como la de un jefe... Esta vez, James Hopper suena como un padre. Suena como el padre que no pude tener.
Asiento mirandolo a los ojos firmemente y me acomodo el pelo porque es la primera vez que siento que me retaran como a una hija.
-L-Lo siento- Digo parpadeando y trato de que no se note en el brillo de mis ojos las ganas que tengo de llorar- Tratare de que no se vuelva a repetir.
-Sin embargo- Dice el medio señalandome con un dedo- Tu rendimiento laboral es mucho mayor que los otros cretinos que trabajan aqui. Siempre que un cliente es atendido por ti sale de aqui con una sonrisa, y he estado observando como han valorado este lugar en nuestra pagina de internet como muy bueno. Estos ultimos dias recibi docenas de comentarios diciendo que la atencion al cliente es muy buena y tenemos incluso mas que antes desde que llegaste.
Yo asiento medio contenta y las ganas de llorar que tengo derepente se me van. El sonrie un poco y la tension que habia en el ambiente se va por completo pero vuelve al ataque enseguida- Si te lo tomas con seriedad, puedes hacer de este un gran lugar. Puse todas mis fichas contigo porque cuando te entreviste me pareciste una jovencita maravillosa. Pero si no te concentras...
-Lo hare, lo prometo- Digo sonriendo y el niega con la cabeza- Esta bien- Dice palmeandome la espalda y vuelve a su gabinete. Yo lo observo con una calida sonrisa.
Se siente extrañamente bien trabajar en este lugar.
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Llevo todas mis compras al mostrador y la chica comienza a pasarlas por la registradora. -Son 117 con 34- Dice y le doy en la mano mi tarjeta de credito. Ella realiza el pago, me ayuda a empacar lo que compre en bolsas y me dirijo al estacionamiento donde espero al taxi.
Llego al campus cargada hastas las rodillas de bolsas y empaques con mercaderia para el hogar. Compre una escoba nueva, elementos de limpieza, un cepillo de dientes porque se me habia roto el anterior (ni preguntar como es que rompi un cepillo). Frijoles, espaguetti, refrescos, verduras y frutas, cereales y otras cosas que comemos Chris y yo aunque el suele comer mas afuera que adentro.
Golpeo con mis nudillos la puerta del B-M1N3 como puedo intentando que nada se me caiga, y un Chris en ropa interior y con cara de dormido es quien me abre.
-Rita- Dice restregandose el ojo con una mano- Diablos, ¿Que es todo eso?- Yo no puedo evitar recorrer con mi vista todo su cuerpo, boquiabierta, y deseando que alguien me empuje, me de un bofeton o me saque del trance en el que me encuentro. No tiene un cuerpo de maravilla, pero diablos, no estaba nada mal.
-C-Compras- Balbuceo como una idiota y trato no parecerlo tanto.
-Oye, ni se te ocurra entrar al apartamento- Dice el con una juguetona sonrisa y quitandome el gorro de lana del cabello una vez que se despabila- Tengo una sorpresa para ti.
Parpadeo una severa cantidad de veces con mi rostro iluminado- ¿Que tramas, Christopher?- Digo burlonamente y el frunce el seño medio confundido medio enojado- No preguntes como lo sé.
-Bueno, igual tu te llamas Margarita- Dice el con una sonrisa divertida y yo niego con la cabeza- Claro que no, yo si me llamo Rita a secas- Sonrio mirandolo a los ojos y esta vez es el quien niega con la cabeza- Bueno, de la forma que sea, no entres. Hay algo dentro para ti. No mires hacia el baño.
Asiento una vez mas y cierro los ojos mientras el me ayuda a cargar las bolsas y las deja en mi cama que es el lugar mas cercano a la puerta para dejarlas. Me toma de los hombros y me mira de reojo y yo a el.
-Bueno, ahora si, voltea a ver al baño- Dice y cuando me doy la vuelta, un chillido de risa se me escapa. Camino hacia la puerta del baño, donde hay apoyada una caja inmensa en vuelta en un papel de regalo mal pegado.
-¡Dios mio!- Exclamo quitandome el abrigo y arrojandolo al piso- ¿Que es esto?
-Anda abrelo- Dice parandose detras mio observandome desde arriba. Si, como desde arriba. Maldita estatura.
Me acerco a la caja y rasgo el papel de regalo de un tiron, dejando a la vista un televisor de pantalla plana hermoso.
-Es treinta y dos pulgadas- Dice con cara de orgullo y yo volteo a verlo con una sonrisa de oreja a oreja- Sé que te encanta ver peliculas. Y... Pues... Quise comprarlo para que lo usemos los dos..
De repente me importa un bledo que el este en ropa interior; lo abrazo rodeando su cintura con mis bracitos y el corresponde el abrazo apoyando su pera en lo mas alto de mi cabeza- Gracias, Chris- Susurro y el pareciera querer acariciar mi cabello.
-Esto es vergonzoso- Dice mirandose a si mismo y rio con las mejillas rojas como dos tomates- Ire a cambiarme.
-Oye- Digo cuando veo que se separa de mi y camina hasta su ropero abriendolo de par en par- Ponte ropa comoda o alguna ropa vieja que tengas para ensuciar. Hoy haremos limpieza a fondo.
-Ohhhh vamos- Dice quejandose y yo rio quitandome los guantes- ¿Asi es como me agradeces por el regalo que te hice?
-Mira esto, Christopher- Digo abriendo los brazos y el le da mirada panoramica a la habitacion mientras sujeta una camiseta con la mano- No podemos vivir asi.
-Hay bueno esta bien- Dice bufando y yo doy dos palmadas antes de buscarme igualmente una muda de ropa comoda y me encamino al baño para vestirme- Rotule las bolsas en el camino- Exclamo desde ahi- Busca la que dice "Elementos de limpieza".
-Hay un cepillo de dientes de unicornio aqui- Dice riendo y yo salgo del baño para correr y quitarselo de la mano pretendiendo estar enojada- Oye no te enojes- Vuelve a reirse y yo lo meto en mi mueble.
-Ya no tontees- Gruño- Ve y ve si puedes conseguir herramientas para colocar el televisor. Ya que no tienes ganas de limpiar, yo lo hare y tu lo instalas.
-Me parece bien- Dice guiñandome el ojo, se termina de vestir y toma un manojo de llaves- Vuelvo enseguida- Anuncia y sale por la puerta principal. Ahogo un suspiro y me muerdo el labio de solo volver a pensar en su torso desnudo. Cierro los ojos con fuerza y sacudo la cabeza.
-Rita, concentrate- Digo recogiendo mi cabello en un bollo desordenado y pongo musica en mi laptop antes de iniciar la limpieza.
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Jamás he tenido novio. Creanme. Y jamas me habia gustado nadie, ni en secundaria ni en preparatoria.
Pero Chris... el es simplemente perfecto.
Mientras coloca el televisor, no se da cuenta de que estado observando sus brazos gigantes y formados toda la maldita tarde. Cuando sostenia el aparato con fuerza y toda su espalda se hinchaba, juraba que estaba a punto de lanzarmele encima.
Termina de colocar el televisor y a mi todavia me faltaba limpiar el baño y el espacio de la lavanderia. Asi que el decide ordenar su monton de ropa y libros desperdigados por todo el suelo de la entrada.
Alrededor de las nueve de la noche, el hace de cenar y juntos comimos en la mesa por primera vez. Como personas civilizadas y normales.
-Oye...- Dice cuando levanta los platos- ¿Quieres estrenar la television?
-Hey, si- Digo levantando los cubiertos y vasos y el asiente. Dejamos todo en el fregadero del baño ya que no tenemos uno en la cocina y el se acuesta en su cama apuntando al televisor con el control y yo me paro a su lado.
-Voy a correr mi cama mas hacia aqui- Digo observando su ropero- Me ayudas a correrlo?
-Claro que no- Dice el mirandome cruzada de brazos parada junto a el- Ven. Te hago lugar. Aqui, junto a mi.
Por un momento, yo entera quisiera acostarme ahi junto a el a mirar peliculas o lo que fuera. Pero entonces, las multiples imagenes de las chicas que ha traido y no a ver peliculas vienen a mi mente. Las he visto desnudas, despilfarradas por toda la cama, incluso acostadas sobre el o hasta vestidas con lenceria barata y estupida. Sacudo la cabeza intentando borrar todos esos pensamientos que me hacen querer pensar que soy solo una mas de sus posibles conquistas. Solo una mas que se acostara junto a el en esa cama.
-Yo... Creo que prefiero correr mi cama. Enserio- Digo zapateando en el piso de los nervios que me invaden de pronto.
-Oh vamos. Porfavor- Dice con una sonrisa pedigueña de oreja a oreja. Una sonrisa tan adorable e irresistible que no hago otra cosa que rodar los ojos al cielo y acostarme junto a el, acomodandome como puedo.
El corre su brazo hacia atras haciendome espacio junto a su cuerpo y yo me acurruco apoyando mi cabeza en su pecho. El pone una serie de la que no tengo idea, pero apenas puedo aguantar un episodio o dos antes de quedarme dormida con el tupido olor a desorodante y crema de afeitar que emana.
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