Paso un largo tiempo desde que Saga y Kirito se volvieron a ver, Asuna y Saga solian verse para entrenar y conversar. Kirito fue a una herrería recomendada por Asuna donde una chica pelirosada con pecas salio.

—Bienvenido a la herrería de Lizbeth.

—Ah, me gustaría ordenar una espada personalizada – decía Kirito amablemente.

—¿Tendrá dinero suficiente? – Los precios de los metales están muy elevados en este momento.

—No te preocupes por el dinero. Quiero una espada de las mejores que puedas crear en este momento.

—Que poco especifico ¿Qué atributos quieres que tenga tu espada?

—Algo igual y mejor que esto. —Kirito se quito su espada y se la entrego a Lizbeth

—Una elucidator, es una de las espadas monstruosamente poderosas entre las que se pueden obtener de los monstruos.

—¿Puedes hacerlo? – Liz se dio la vuelta y le entrego una espada ligera.

—¿Que tal esta? Es la mejor que eh hecho

—Es algo ligera.

—Utilice un metal acelerado para crearla.

—¿Puedo probarla un poco?

—¿Probarla?

—Su durabilidad – Kirito desenfundo su espada negra.

—¡Espera si haces eso tu espada se romperá!

—Pues que mal para mi si eso sucede.— Kirito golpeo ambas espadas y la espada ligera de Lizbeth se partio

—¡¿Pero que has hecho?! – Lizbeth grito enojada y tomo a Kirito de su camisa.

—¡Lo siento no pensé que esa sería la que se rompería !—Se disculpó Kirito sonriendo nervioso.

—¡¿Acaso estas diciendo que mi espada era mas débil de lo que tu pensabas?!

—Si, supongo.

—Para quedar claro, si tuviera los materiales necesarios podría hacer una espada mil veces mejor que haría a la tuya pedazos.

—Me encantaría que lo hicieras una que pudiera partir mi espada en pedazos.

—¡Entonces tendras que ayudarme con todo!

—¿Con todo?

—Si. Empezando por la recolección de los metales

—Puedo buscarlo por mi cuenta no quiero que me entorpezcas.

—No te burles de mi lo creas o no, son una maestra con el mazo.

—¿Ah si? Entonces ¿Dónde podemos conseguir el metal?

—En la montaña del oeste en el piso 55 dicen que hay un dragon que come cristales, los rumores dicen que almacena metales raros en su cuerpo.

—En ese caso seria mejor ir solo... — Kirito fue interrumpido

—Dicen que se necesita de un maestro herrero para extraer el metal ¿Aun piensas ir solo?

—Quedate tranquila detrás de mi ¿Entendido?

—¡Oye!

—Mi nombre es Kirito, cuento contigo hasta que mi espada este lista.– Le extendió la mano pero esta la rechazo

—De acuerdo Kirito.

—Eres un poco odiosa ,aunque no me importa Lizbeth.

Mientras Kirito y Lizbeth conseguían los materiales Saga se reunia con su amiga Asuna. Saga y Asuna cada que se veian entrenaban primero y ya al final comían

—Hoy no entrenaremos Asuna preferiría conversar contigo. – Decia Saga serio

—Claro, ¿Qué sucede? – Preguntaba Asuna preocupada

—Pues necesito un herrero un buen herrero para que me haga una espada.

—Yo conozco a una vive en el piso 47 pero eso no es de lo único que quieres hablar ¿Verdad?

—No, hoy es el dia en que Kirito sabrá todo y no se donde se encuentre

—Se que el esta con la herrera que te acabo de mencionar, y tranquilo yo se que se reconciliaran.

Saga le sonrió a Asuna y después partió de ahí para ir a buscar a Kirito, No le costó mucho encontrarlo. Lo vió peleando al lado de una chica peli rosa contra un dragón enorme hasta que este finalmente fue derrotado.

Esperó a su hermano hasta que finalmente vió como Kirito tenía cara de sorprendido y Liz un puchero enfadado, la cuál cambio por una triste y Kirito a una apenada.

No había que ser un genio para saber que esa chica se le había declarado a Kirito y este la había rechazado.

Cuando la chica se fue corriendo despues de decirle algo a Kirito, Saga aprovechó para acercarse a su primo, Era la hora de la verdad.

—¡Oye! ¡Kirito!—Grito para llamar la atención del pelinegro, Kirito alzó su mirada y su expresión cambió a una enfadada, por lo que comenzó a caminar rápidamente siendo perseguido por Saga.

—¿Que necesitas? – decía Kirito de manera seca e indiferente haciendo que Saga se sintiera mal por el trato de su hermano con él.

—Te contare la verdad.— Soltó yendo directamente al grano, Kirito solo lo miro confundido pero dejo de caminar deteniendose delante de Saga.

—¿Cuál verdad?—Pregunto Kirito indiferente.

POV Saga

El dia el accidente en el piso encontré una cruz, una cruz roja tirada por la zona, después de que te quedaras con nosotros yo guarde esa cruz. Los años pasaron y conforme a íbamos creciendo te alejabas mas, cuando eso paso empeze a buscar respuestas sobre esa cruz.

Un dia llegue a una tienda de antigüedades donde un señor de avanzada edad me recibió y me dijo que esa cruz pertenece a una antigua secta llamada los caballeros templarios, después de que me dijera eso le pregunte donde podía encontrarlos, el me dijo que no sabía, pero que buscara un símbolo y encontrando ese símbolo encontraría respuestas.

El símbolo parecía un compas un poco abierto y debajo de este una pequeña "U".

Busque y busque pero no encontraba nada, un dia lo dibuje en un callejón con pintura y les deje un mensaje, ¿Dónde están?

Justo después de haberlo escrito todo se volvió negro.

Cuando desperté encontré a un hombre de mas o menos 35 años con una tunica similar a la mia solo que en blanco

—¿Por que buscaste ese símbolo? – pregunto el hombre.

—Yo estoy buscando respuestas sobre esta cruz. —Le mostre la cruz roja.

—Esta cruz te puede llevar a tu perdición, desaste de ella y olvídalo.

—No puedo, mis tios murieron y el único indicio de quien pudo haberlo ocacionado es esta cruz.

—¿Por qué estas tan interesado en esa cruz? Tus tios ahora están en paz.

—Por que quiero proteger a mis hermanos y a mi madre.

—Si quieres hacerlo tendras que pasar por muchas pruebas y mostrar si eres digno de nuestro secreto ¿Estas seguro que quiere hacerlo?

—Estoy seguro.

—Bien tu primera prueba fue esa, de ahora en adelante sere uno de tus mentores mi nombre es Altair.

Desde ese mi entre muchas otras cosas mi mentor Altair me enseño a correr, a esconderme, escapar, trepar, caer y a ser sigoloso. Mi segundo mentor Ezio me enseño a pelear con armas cuerpo a cuerpo y sobre todo con hojas ocultas y mi tercer mentor Connor me enseño a disparar un arma y como pelear con armas de fuego, los años seguían transcurriendo y justamente después de tres años de entrenamiento con mis mentores, ellos me convocaron.

—Iori has mostrado ser digno de todas nuestras enseñanzas, y por eso te contaremos nuestra historia y función.

Ellos me contaron como desde hace muchos siglos atrás los dueños de la cruz los caballeros templarios es una secta dedicada a instaurar la paz en el mundo, para ello adoptando cualquier medio necesario. Los Templarios buscan crear un mundo perfecto, aunque los medios por los que aspiraban lograrlo eran cuestionados frecuentemente, en muchas ocasiones matando inocentes. A donde me uní ese dia fue a la orden de los Asesinos.

La Orden de los Asesinos lucha para asegurarse de que sobreviva el libre pensamiento, al permitir el progreso de nuevas ideas y el crecimiento de la individualidad. Los Asesinos llevaron a cabo sus funciones a través de asesinatos políticos, estratégicos, con la esperanza de que matar a un individuo llevaría a la salvación de miles de personas. Los Asesinos creen que luchan en nombre de aquellos que no poseen las capacidades, recursos o conocimientos para hablar en contra de aquellos que abusan de su poder.

A pesar de su servicio a aquellos que de otra forma sufrirían, los asesinos son temidos todavía por el pueblo en general, debido principalmente a su método de asegurar la paz. Los asesinos fueron más temidos debido a su terrible reputación de tomar la vida en público, delante de muchos testigos a fin de poner el miedo en los corazones de aquellos que podrían abusar de su poder o corromper a los inocentes.

—Ahora Iori la muerte de tus tios fue un daño colaretal de los templarios ya que ellos buscaban matar a un líder político de buenos ideales. No sabemos quién fue exactamente pero, tú ahora que entraste a la hermandad podrás encontrarlos

Después de esas palabras me sellaron con la marca de los asesinos y me dieron mi túnica negra, desde ese dia he matado a templarios poderosos pero nunca eh encontrado al responsable de esa atrocidad.

FIN POV Saga

—Por eso Kirito puedo matar a alguien que lo meresca pero no indica que me guste hacerlo, siempre deseo que las personas que mueren por mi mano encuentren la paz. Y con lo que paso con Sachi, ese dia al momento que dispare mi hoja un gnomo se atravesó y no pude salvarla, si me duele su perdida ya que al igual que tu la quería proteger, pero ahora se que esta en paz y ella nos cuida desde otro lado.

Kirito miraba a Saga y sentía unas ganas de llorar fuertes, nunca pensó que Saga fuera alguien con sentimientos tan profundos tanto como para cuidarlo.

—Perdoname hermano, no te conte nada ya que no quiero que tu entres también y quiero proteger a mama, a Sugu y a ti Kirito. Yo se que aquí eres fuerte y puedes cuidarte, pero quiero que me prometas que cuando regresemos, no entraras a la hermandad y no diras nada a nadie por mucho que yo este en peligro.

Kirito no lo soporto mas y abrazo a su hermano mientras lloraba como aquel trágico dia Saga igual lo abrazo como su hermano mayor.

—Los hermanos se cuidan entre si, Kirito.

Desde ese día ambos hermanos se reeconciliaron a tal punto de que volvieron a ser tan unidos como antes, para entonces muchas cosas buenas y malas sucedieron después de que Saga y Kirito se reeconciliaran.

Una de ellas era que finalmente Kirito había aceptado sus sentimientos por Asuna, y ella cumpliendo la promesa de Saga lo había protegido a manos de quién antes era su guardaespaldas. Kirito al verla llorar y proponer que se alejaría de él no lo soportó y la besó.

Saga desde ese día no pudo evitar estar feliz por su hermano y su mejor amiga, sin embargo los recuerdos de su infancia al conocer a una solitaria niña de dos trenzas en un columpio le ponían de mal humor. Quería recordar quién era y el cómo se habían conocido.

También conoció a su pequeña sobrina Yui, que resultó ser un programa del mismo juego y esa pequeña niña quería quedarse con ellos. Sin embargo lo único que lograron conservar fue una pequeña piedrita que significaba el corazón de Yui

No obstante pasaron varias cosas más donde se enfrentaron al último jefe que resulto ser el mismo Kayaba Akihiko, Saga, Asuna y Kirito habían hecho todo lo posible para derrotarlo, pero al final Kirito tuvo que enfrentarlo solo. Y justo cuando las esperanzas se iban Asuna se atraveso en el último ataque de Kayaba terminando con su vida virtual y la real.

Kirito y Saga se sintieron devastados al ver el cuerpo de Asuna desaparecer regalandoles una última sonrisa y eso motivo tanto a Saga como a Kirito derrotar juntos a Kayaba Akihiko y con ello salir de SAO.

Ha pasado tiempo de que Saga y Kirito salieron de Sword Art Online, para alegría de su familia quien finalmente podían respirar tranquilos de que salgan con vida de ese juego mortal.

—Muy buen entrenamiento el de hoy – decía una chica de cabello corto y negro con unos bellos ojos azul verdoso, secandose el sudor que hizo por el esfuerzo.

—Estuviste genial Sugu, mejoraste mucho.– decía Kazuto sonriente y en parte con orgullo. —Creo que de nuevo iré a verla.

—No ha despertado, ¿Verdad?—pregunto Sugu con tristeza, Kirito sacudió su cabeza teniendo los ojos llorosos, lo cual hizo que Sugu cambiará rapidamente de tema; — ¿Donde esta Iori?

—Salio a hacer ejercicio. —Respondío encogiendose de hombros.

Iori trotaba con un saco de arena en la espalda, después de estar dos años en "Coma" empezó a entrenar arduamente para recuperar su fuerza y si se podía aumentarla.

Iori al llegar a un parque colgó el saco de arena, se vendo las manos y comenzó a golpear el saco con fuerza, lo que no sabia era que era observado.

Una chica de cabello café claro con lentes que estaba sentada en un columpio lo observaba con atención, ella veía como cada uno de sus golpes eran realmente fuertes. Iori volteo y sus miradas se encontraron por unos segundos, lo cual genero cierto escalofrio en ambos, Iori solo volvió a su saco y la chica se iba.

—Es bonita...— Pensaba Iori mientras golpeaba el saco, sus mejillas se acaloraron por el pensamiento y golpeo el saco con más fuerza;—Concentrate.

Al anochecer Iori regreso, su entrenamiento daba frutos muy buenos. Fue a su cuarto y vio a Kazuto tapando su cara con su brazo y teniendo espasmos.

—¿Qué tienes? – pregunto Iori entrando sentandose en la cama de su hermano.

—Ella... no estará conmigo.—Respondío Kirito con tristeza mirandolo con lágrimas en los ojos, Iori le miro con dolor.

—Claro que si ya despertara ya lo veras.

—No, ella se casara con un tal Sugou y se ira.— Los ojos de Kazuto reflejaban muchas cosas; ira, perdida, tristeza, soledad y sobretodo celos.

—Tranquilo Kirito, todo estará bien.—Murmuro Iori dandole un suave abrazo, en ese momento paso Sugu y se quedo mirando a Kirito con tristeza.

Iori no era muy bueno en esos temas por lo que no sabía que tanto decirle al ver como su llanto aumentaba asi que le hizo señas a Sugu que lo consolara, pero Iori no se quedaría de brazos cruzados, el investigaría al tal Sugou .

Lo que había encontrado casí hacía que se cayera de bruces contra la silla. Al parecer ese tal Sugou era el nuevo propietario de la empresa del difunto Kayaba Akihiko. Y despues de que Klein le haya enviado una imagen, termino por reunir las suficientes pistas para ayudar a su hermano.

Aquella imagen, mostraba a Asuna teniendo expresión de tristeza estando sentada en una cama de sabanas blancas, lo que alarmó a Iori fue que se veían unos barrotes de oro rodeandola, y sobretodo Asuna traía vestimentas extrañas pero la hacían ver más bella.

Indagó un poco más sobre el lugar donde podía estar su amiga/cuñada dando con un nuevo juego de realidad virtual: Alfheim Online.

Sonrío de forma ladina, y fue a darle la noticia a su hermano. Este estaba en posición fetal aún llorando y repitiendo el nombre de Asuna. Iori le tocó el hombro y Kazuto levantó la cabeza aún con lágrimas en los ojos mirando a su hermano expectante.

—Ya sé donde esta Asuna.

—¿Ah? —Los ojos de Kirito brillaron de emoción y espero a que su hermano dijera lo que tanto tiempo quería escuchar.

—La vamos a recuperar, Kirito. Preparate.

Y Kazuto solo sonrió de forma ladina asintiendo mirando agradecido a su hermano, mientras que Iori se preparaba mentalmente para indagar más sobre ese tal Sugou