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—Bebé, estás asustándome. Por favor contesta, reanuda el vínculo— Jin podía ver nuevamente al cisne blanco enrollarse en su grandes alas, escondiendo la cabeza en medio de estas.
Taehyung estaba hecho bolita en su cama, odiando su actual situación, sintiéndose más frágil de lo normal. De pronto escuchó la suave y dulce voz de su Alfa, aún no se acostumbraba a esa extraña conexión.
—Jinnie, lo siento. No me di cuenta que se rompió el vínculo, aún no sé cómo funciona esto— respondió al fin a los incesantes llamados de su Alfa.
—Bebé, no te preocupes. También estoy aprendiendo ¿Por qué suenas lloroso? ¿Quién te está haciendo daño?— preguntó lo último con un tono más molesto.
Taehyung tenía miedo de decir la verdad, sin embargo no se sentía capaz de seguir ocultando el tema. Jin no se merecía que le oculte cosas.
—Es mi madre, Jin lo siento, no sé cómo decirte todo esto y no creo que hacerlo de este modo sea lo mejor— comenzó a sollozar nuevamente.
—Tranquilo, no te presionaré más, si no estás listo esperaré— habló más tranquilo y Tae sintió nuevamente esa calidez envolver su corazón.
—Amor, amor, no sé qué hacer, te amo tanto pero siento que no podré defender nuestro amor. Tengo miedo de perderte— Tae terminó llorando más sonoramente, Jin sintió cómo su corazón parecía estremecer con una ráfaga de frío, frío que no le pertenecía, frío que era proveniente de su amado cisne blanco.
—Sabes que no te dejaré, si tú no tienes fuerzas, entonces yo seré tu apoyo y lucharé el doble. Te amo y quiero que sepas que…— Jin estaba por confesar su plan, pero Tae lo interrumpió, su ansiedad no pudo más con él.
—Mi madre me comprometió con otro— fueron las palabras de Tae haciendo eco en la cabeza de ambos.
—Aún no es oficial, el día de mi cumpleaños lo harán. Ese día… ese día él hará la danza de Apareamiento y deberé responder— confesó aquello que tanto lo atormentaba creando un silencio, uno doloroso para ambos.
—Bebé, sé que es difícil, no puedo ni imaginar verte en los brazos de otro. Pero escucha, lucharé por ti y verás que antes de esa fecha voy a ganarte limpiamente, te reclamaré como mi Omega ante todo el mundo y nadie podrá detenerme—
Taehyung al escuchar esas palabras lloró aún más, era justo lo que no quería, sabía que Jin podría cometer cualquier locura por salvarlo. No podía permitirlo.
—Jinnie, prométeme que no te enfrentarás a mi madre. No hagas ninguna estupidez, la sociedad está de su parte, aunque confesaras que eres mi Alfa ante la prensa, ante todos, las leyes de esta absurda sociedad va a caer contra ti y te harán ver como lo que ellos quieran. El malo del cuento—
Por más que Jin lo negara, era lo más certero. Tae tenía toda la razón, las leyes en esa parte del mundo aún eran retrógradas. Pero Tae no sabía que ya tenía gente trabajando en ello desde hace muchos años, su amigo del alma Mi Yoongi, un excelente abogado muy conocido por sus activismo para la igualdad de razas. Había avanzado mucho para cambiar esa absurda ley en todo el mundo, muestra de esos esfuerzos era que en todo el lado norte del planeta ya se había aprobado. Ahora estaban luchando por ingresar en el lado central y en el sur donde su amado cisne blanco se encontraba.
Después de esta noticia que le dio Tae, le pediría a Yoongi que acelerara el paso en el sur, dónde la gente más poderosa y anticuada vivía.
—No te preocupes bebé, no haré nada estúpido. Confía en mi—
Tae sintió una gran paz al escuchar esas palabras, claro que confiaba en su Alfa.
—Así que… ¿Entonces a qué hora nos vemos en el parque?— preguntó juguetón para que Tae se despejara un poco.
—No podremos vernos hoy— Tae volvió a sonar decaído.
—El estúpido de mi prometido vino a casa y le pidió a mi madre que salga en una cita con él. Ahora debería de estar arreglándome, pero sigo envuelto en las sábanas sorbiendo mis mocos—
Jin sintió tanta cólera que no pudo disimular.
—¿A dónde irán?— preguntó serio.
—No lo sé. ¿Estás enfadado?— preguntó curioso y temeroso a la vez.
—No— se limitó a responder.
—Qué bueno, porque para que mamá no sospeche nada, tendré que salir con él y de seguro me sacará seguido. También tendré que apegarme muuuucho a él para tener algo de su olor y que no se note el tuyo— explicó Tae sintiéndose mucho mejor al estar molestando a su Alfa mentiroso.
—Uy pero qué buen plan— respondió sarcástico, Jin sentía que la vena de su frente estaba a punto de estallar de sólo imaginar que alguien pondría sus asquerosas manos en lo que era suyo por derecho.
Taehyung sonrió satisfecho por lograr su cometido, no sabía porqué pero le encantó saber que su Alfa estaba celándolo y ni siquiera sabía con quién saldría.
—Bueno, Amor me despido. Debo alistarme, el pobre ya va esperándome casi una hora— envió un sonido de un beso y Jin lo sintió, sintió la calidez en su corazón.
—Si pobre, no lo hagas esperar— siguió con su sarcasmo antes de cortar la comunicación.
Taehyung pensó que quizás se había pasado un poco con su juego.
Taehyung se dio una ducha rápida y se alistó con todas las ganas del mundo, pensando en que si ese fulano quería salir con él, pues debía esperar todo lo que Tae le diera en gana.
Se probó un montón de vestuarios frente a su espejo, pensando en cuál sería más hermoso – para los ojos de su Alfa – no estaba intentando impresionar al extraño, sólo quería consentirse a sí mismo, pensando en que saldría con su Alfa para no sentir náuseas en compañía de otro.
Al final se decidió por unos jeans negros, con roturas al nivel de la rodilla, bastante ajustados a su cuerpo para resaltar sus curvas y su voluminoso trasero, más una camisa blanca floreada un tanto holgada para dar la impresión de frescura. Unos lentes circulares de fina montura y unos aretes de Chanel como complementos de su atuendo del día, claro más su adorado bolso de mano, donde por si acaso llevaba más de ese perfume que Jimin le dio para ocultar la fragancia de su lazo con Jin y por si acaso un pequeño bote de gas pimienta por si ese fulano se quería propasar. Omega precavido vale por dos, tal y como su padre siempre le dijo.
Se miró una última vez al espejo, dando unos toques de bálsamo a sus labios, arregló uno de sus rulos azabaches que estaban rebeldes sobre sus ojos y se dio una palmada en el trasero, feliz por su alta producción.
—Si Jin me viera estoy seguro que no duraría mucho tiempo vestido— pensó juguetonamente mordiendo su labio inferior.
Después de fantasear un momento con su Alfa y antes de que su cuerpo se encienda, decidió salir de una vez rumbo a la sala donde esperaban por él.
Su madre se encontraba charlando con el inesperado invitado, tratando de distraerlo pues su hijo tardaba demasiado. Cuando escuchó unos pasos a lo lejos en las gradas principales, salió rápidamente para percatarse que su hijo esté presentable antes de que su futuro Alfa lo viera.
—Al fin— dijo la madre de Tae en cuanto lo vio, más quedó satisfecha pues su hijo se veía mucho más que bien, así que no le reclamó por la larga espera. Ella siempre dijo que los mejores Omegas eran aquellos que se tomaban su tiempo para el arreglo personal.
Taehyung ni la miró, pasó de largo hasta la gran sala donde se encontraba un muy ansioso Alfa que al verlo ingresar, sintió que su corazón se detuvo. Ese Omega se veía como algo imposible de alcanzar, tan bello, tan fino y delicado. Ver cómo batía sus caderas al acercarse a él hizo que perdiera la capacidad de organizar sus ideas.
—Buenos días— saludó Tae de manera fría, lanzando una mirada juzgadora al Alfa que por primera vez en su vida se encontraba sin argumentos y temblando ante un Omega.
Taehyung al no escuchar respuesta, levantó una ceja que denotaba su pérdida de paciencia. Cruzó sus brazos y comenzó a dar pequeños golpes con su pie izquierdo, conteniéndose de darle un puñetazo a ese Alfa que parecía petrificado.
—Buenos días, hermoso— HyunSik respondió al fin, haciendo una reverencia como si fuera un príncipe moviendo su mano hacia adelante y luego hacia atrás.
Taehyung rodó los ojos ante semejante actuación, no podía ser ese Alfa era un fanático de los modales y eso le recordaba mucho a su madre con esas lecciones aburridas de protocolo que arruinaron su niñez.
—¿Saldremos o no?—
La forma tan directa y fría de hablar, asombró al Alfa, aunque había escuchado que el joven Kim era frío, distante, nunca lo había creído pues la prensa tiende siempre a exagerar todo. Aunque al parecer, no habían exagerado esta vez.
—Por su puesto, permíteme llevarte a un hermoso paseo digno de tu belleza— se acercó a Tae y este por reflejo se alejó rápidamente.
HyunSik no le tomó importancia, después de todo esa salida era precisamente para estrechar lazos.
—Sígueme— le pidió amablemente.
—Ya quisieras, yo no sigo a nadie. No creas que soy de esos Omegas que caminan tras del Alfa…—
—¡Taehyung!— su madre que acababa de ingresar al escuchar los disparates de su hijo lo regañó para que cerrara su linda boca.
—No, está bien. Me gusta que mi Omega tenga carácter— respondió acercándose más a Tae.
El menor volvió a huir.
—Entonces, vamos — lo tomó de la mano asustando a Tae quien quiso alejarse pero su madre estaba que se lo comía con la mirada así que por esta vez lo dejó pasar.
HyunSik lo llevó a la salida caminando ambos al mismo tiempo, se despidió de la Alfa de la casa y subieron a su auto, un deportivo color plomo.
—Ya casi es hora de almorzar ¿Te parece ir a un restaurante primero?— preguntó para romper el pequeño silencio que se había instaurado.
—Como quieras— respondió no muy interesado.
—Está bien, entonces te llevaré al mejor restaurante de la ciudad— expresó una gran sonrisa, al fin tenía oportunidad de estar a solas con el Omega más bello de la ciudad.
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Holas pixelitos de mi corazón 💜 les traigo nuevo capítulo de nuestros cisnes! 🎉🎉
Pese a que les dije que no subiría actualizaciones hoy, acá estoy 😁 dormí toda la tarde y al parecer me funcionó, el dolor de cabeza ya es muy leve. Espero dormir bien está vez 😌
Cuídense mucho 🥰 las amito 😘
Bye 💜
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