Sólo dos palaras que destruyeron el pasado

|[TIEMPO ACTUAL]|

Bulma/Pan
—¿Vas a seguir reprochándome? —le pregunté observando fijo a sus ojos.

—No es reprochar, pero echaste a perder mi vida —me dijo observándome con cierto odio.

—Yo no quería que las cosas sucedieran así.

—Pero sucedieron madre, ¿Sabes todas las consecuencias que eso trajo a mi vida? —me cuestionó negando con la cabeza.

—Pues… —solo pude negar con la cabeza también, yo no sabía todas las consecuencias que ese compromiso traería pero aún así— ¡Yo no sabía que andabas con ella! —reproché pero el solo movió la cabeza negando de nuevo.

—Aún así, no tenías derecho.

—¿Incluso cuando ella era una menor? Tú no tenías derecho a tratarla así.

—Odio tú pensamiento madre pero sé que en el fondo sabes que tengo razón, no quieres aceptarlo porque eres como una niña que siempre quiere tener la razón en todo y ganar cualquier discusión sea cual sea, eso es muy inmaduro

—¡Basta Trunks! —me alejé hasta tomar la manecilla de la puerta pero antes trunks dijo otras palabras.

—Eso corre, ante no poder ganar solo escapa y no des la cara ni aceptes la realidad.

Abrí la puerta y salí de allí rápidamente, no era lo que él decía no lo era, me alejé lo mas posible hasta llegar a una banca a la orilla del hospital, me senté suspirando, Trunks me contó de cuando faltaban dos meses para la boda y hubieron muchas situaciones tristes pero ¿Acaso hay mas cosas crueles que no sé y que sí pasaron?

Ví a mis manos y noté que aún abrazaba el diario de Pan por lo que me puse a buscar qué mas cosas malas habían pasado dejando atrás las hojas de las que Trunks ya me había contado, luego encontré una página con un titulo que sobresalía y me espanté al leerlo “El peor día de mi vida llegó".

|[Flashback]|

Pan.
¿Realmente este día llegó? Me preguntaba mientras seguía recostada viendo hacia el techo de mi habitación ¿Realmente llegó? Me volví a preguntar mientras dos lágrimas resbalaban por mi rostro y mi llanto se empezaba a hacer más profundo, no quería ni levantarme de esta cama, hoy es la boda de Trunks y Marron ¿Realmente esto pasará?

Estuve llorando por un largo, intenté escribir en mi diario y solo remarqué lo que estoy sintiendo en un par de palabras, incluso tomé mi teléfono y a cada momento estaba la tentación latente ¿Lo llamaré? Llamaré a Trunks ¿Qué le diré? Que me estoy muriendo porque realmente este día llegó… Mi voz se hacía cada vez mas débil, lo llamaba en un susurro, estaba hablando sola cómo loca y sin atreverme a decirle nada, por fin luego de un par de horas me atreví a llamarlo pero al parecer no quería contestar o no se dió cuenta, lo cierto es que no respondió.

Ya eran las diez de la mañana, la boda de Trunks sería a las dos… Me levanté con pesar de la cama y me ví en el espejo, seguía llorando, mis lágrimas seguian cayendo sin detenerse una tras de otra, mi cabello estaba tan revuelto como si no me hubiera peinado en dos semanas y esa pijama suelta solo hacía más evidente el despojo en que me estaba convirtiendo, ni siquiera tenía hambre pero escuché un ruido abajo, no podían ser los sirvientes en un arranque de ira porque me dejaran sola los había echado de acá tirando todo a mi paso y ellos tomándome por loca se habían ido y ya no volvieron.

Eso fué hace un mes, el día en que cumplí diecisiete y nadie lo recordó, ha solo el señor Briefs que sólo mandó un ramo de rosas pero sin él cuándo él era a quien necesitaba.

Los ruidos se seguian escuchando abajo ¿Sería Trunks? ¿Se arrepentiría de casarse? Salí de mi habitación, en la esquina del pasillo bajé lentamente un par de escalones y escuché las voces de personas conocidas pero no era Trunks.

—¿Pero que es este desastre? —escuché que preguntaba mi madre.

—Todo esta hecho un cochinero ¿Qué rayos pasó aquí? —cuestionaba también mi padre.

—Pues cualquier cosa menos el personal de limpieza —bromeaba Bra, al parecer venía con ellos.

—¡Pan ven acá! —gritó mi madre.

Suspiré y terminé de bajar los escalones llegando hasta la sala.

—Vaya… Creí que ya no recordarían ni mi nombre —murmullé mientras cruzaba los brazos.

Los tres se me quedaron viendo por un largo momento, mis padres se espantaron por mi facha y Bra sólo mostró un segundo una sonrisa complacida.

—¿Dónde están los sirvientes? —me preguntó papá.

—Los despedí —respondí secamente.

—¿Cómo fuiste capaz? —me cuestionó.

—Fácil, no soportaron mi ira cuando nadie recordó mi cumpleaños que lástima —ironicé con la mirada mostrando una sonrisa sarcástica.

Seguramente tenía una facha horrible ya que mi propia madre me veía con desprecio, mi padre seguía viéndome con furia y en el rostro de Bra casi no se podía ocultar la alegria que sentía al verme de tal forma.

Aún así al ver que nadie respondía suspiré profundamente, saqué fuerzas de mi interior para darles una bienvenida como la merecían y me acerqué hasta llegar frente a ellos.

—Señorita Briefs —dije fijando mi mirada en Bra—. Es un honor recibirla en esta humilde casa, le ofrecería un refrigerio pero solo hay leche fría en el refrigerador y cereales que dejé abiertos hace mucho ¿Le gustaría? —cuestioné, ella sólo se quedó atónita.

—¡Pan! —me gritó mi madre ofendida.

—Madre… —musité, volteé a verla suspirando, ella seguia viéndome espantada—. Perdón, señora de Son, sea bienvenida, perdón no tuve tiempo de arreglarme mejor pero considerando cómo me siento creo que me veo más que perfecta

—Qué rayos te pasa Pan? —me preguntó mi padre.

La verdad es que ni yo lo sabía, tálvez estaba cansada de todo o quizás me estaba volviendo loca del dolor y lo último que quería era esconder tras una máscara la realidad.

—Son Gohan… Bienvenido a casa ¿Cuánto tiempo se quedará esta vez?—le cuestioné—. ¿Una semana? ó ¿Un mes? Oh espere, usted no se quedaría tanto tiempo ¿Le podría pedir un favor? Dígame ¿Cuándo se irá para no volver nunca más? Así ya estar segura de ser completamente huérfana y no tener la esperanza de que un día realmente volverá y hará un verdadero papel de padre —fingí sonreír y fuí recibida por una fuerte bofetada de parte de él que me hizo voltear el rostro, a decir verdad esa bofetada ni siquiera me dolió lo suficiente a comparación de cómo me sentí—: genial no podía haber caído más bajo ¿Un hombre golpeando a una mujer? —cuestioné riendo cómo una loca demente.

Él se enfureció tanto que me jaloneó llevándome a mi habitación hasta la ducha, encendió de inmediato el grifo de agua helada mojándome con todo y ropa.

—¡No sé que porquerías te metiste para actuar así pero de ahora en adelante seré mas estricto contigo! —me gritó—. Para empezar te vas a quedar ahí hasta que pienses bien en lo que dijiste e hiciste, luego te vas a vestir como una señorita de tu edad y vamos a asistir a la boda del señor Briefs como la familia felíz y unida que somos ¡¿Entiendes?!

—S-sí… —susurré y me resbalé por la pared hasta sentarme en el piso mientras papá salía del baño, él no podía entender como me sentía, ir a esa boda sería ir a mi propio funeral ¿Cómo le explicaba a mis padres que amaba con toda mi alma a ese hombre? Seguro me mandarían a un internado o algo peor que eso… Salí de la ducha solo con una bata puesta y al salir me encontré con Bra que fingió sorprenderse cuando me vió—: ¿Qué haces aquí? —le cuestioné suspirando.

—Ni yo lo sé —respondió encogiéndose de hombros—. Quizá sólo quiera volver a ser tu amiga.

—Eso ni tu misma te lo crees —le ataqué frunciendo el cejo.

—Sí tienes razón, ha pero no estoy aqui para perder el tiempo te traje un regalito —acarició una caja blanca en forma de regalo que había dejado con anterioridad en la cama al parecer mientras yo la observaba con mucha desconfianza—: es para tí —agregó.

—¿Contiene una bomba atómica adentro o qué? —le cuestioné.

—Me ofendes Pan —dijo secamente.

—Es lo mínimo que esperaría de tí ¿Por qué dejaste de ser mi amiga? —le pregunté desviando la mirada a un lado.

—Porque me dejaste como una mentirosa ante mi padre, a mí que soy su princesa ¿Sabes lo que sentí cuándo eso pasó?

—Fué hace dos años y lo hice por amor a…

—Mi hermano —dijo interrumpiendo remarcando las palabras—. Él se va casar hoy y yo en lugar de estar aquí debería estarle ayudando a mi cuñada a arreglarse ¿Comprendes? —me cuestionó.

—Bra… Por favor… Tienes que detener esta locura —le supliqué—. Me estoy muriendo por dentro…

—Es tú problema por no saber dónde poner tus ojos —me dijo alejándose de mi tomando la puerta abriéndola lentamente—. Ah disfruta tu regalo —recalcó pero antes de poder cerrar la puerta se tropezó con Goten que estaba por entrar a la habitación al parecer—: Goten.

Goten.
—Hola Bra ¿Qué haces aquí? —le pregunté muy extrañado.

—Nada interesante, sólo vine acompañando a tu hermano y su esposa —me respondió cerrando la puerta a sus espaldas.

—Mmm que extraño aúnque sí los ví abajo —le dije sin dejar de observarla con extrañeza.

—Bueno nos vemos más tarde, con permiso —respondió.

—Claro —le sonreí por un  momento un adolescente enamorado, ella se retiró rápidamente pero al entrar a la habitación de Pan mi sorpresa fué verla rompiendo en llanto así que sólo pude correr a abrazarla—: ¿Qué pasa mi niña? Supuse que estarías muy mal pero nunca me imaginé que estarías así —la abracé con mas fuerza y ella con la mano temblorosa solo me entregó una pequeña nota.

Desvió la mirada a una caja que estaba en la cama, se podía apreciar un… Agh, ví la nota y me enojé mucho al leer el texto “Felicidades, ya tienes el vestido de novia pero no al novio".

La abracé con más cariño consolándola, tonta Bra así que a esto veniste ¿Cómo le pudiste hacer esto a mi sobrina? Esto no se quedará así, le limpie las lágrimas a Pan y trate de animarla un poco al ver que no pronunciaba palabra.

—Ya no llores bonita, si sigues así esos hermosos ojos seguirán de ese color y se notará que lloraste.

—Mi Trunks se va casar tío… Se va casar…

—Sobrinita ya no llores… No les des ese placer de verte derrotada.

—No puedo tío… Me estoy muriendo.

—No Pan, tú eres fuerte, todos ellos te quieren ver caer pero no les des ese gusto.

—No puedo… Ganaron.

—Aún no Pan, aun no han ganado.

—¿Crees que Trunks se arrepienta?

—No lo sé Pan pero… Pero tu debes estar presente allí para…

—¿Para saber si así es o si me tengo que dejar morir del dolor al verlo casado con ella? —lme interrumpió cuestionante dejándome sin palabras un momento.

—Pues eso… Tú no te dejarás morir del dolor Pan, tú eres fuerte y sé que saldrás adelante.

—No sé cómo reaccionaría tío, no quiero ir.

—Tú sabes que mi hermano te obligará a ir quieras o no sobrina ¿No crees que es mejor ir acompañada de un guapetón como yo? —sonreí alabándome y ella tambien dió una diminuta sonrisa—. Me gusta esa sonrisa, prometo no soltar nunca tú brazo Pan, te apoyaré allí en todo momento.

—Gracias tío, supongo que no me resta mas que aceptar.

—Así es Pan pero… —saqué unos sandwich del abrigo que llevaba y se los dí—. Te debes estar muriendo de hambre ni creas que no me doy cuenta que ya ni comes.

—Tío…

—Además, sé que el nombre de él sigue tatuado en tu brazo junto a otras cortadas, Pan no quiero que sigas haciendo eso.

—Ya no me regañes.

—Lo seguiré haciendo Pan.

—Tío…

—Es lo que quiero, si quieres que deje de molestarte así te vas a comer eso y no volverás a hacer nada parecido a cortarte —la vi enojado y ella sólo empezó a comer rápidamente ya sin responderme nada entonces me levanté y vi el vestido que estaba en la cama, no era un vestido realmente para una boda sino que era corto y sin mangas de una sola pieza pero eso si de color blanco—: oye no esta nada mal, te lo pondrás Pan.

—¿Qué? —me preguntó con la boca llena tociendo un par de veces ahogándose con la comida.

—Lo que oíste Pan, te lo vas a poner y vas a ir de mi brazo ¿No crees que eso le dolería a él? —le pregunté notando como se recuperaba luego de toser—. Tómalo como tu pequeña venganza en lugar de dejarte humillar ¿Qué dices?

Pan.
—Pues yo… No lo sé —lo cierto es que acepté ponerme ese vestido.

Unas horas después estaba frente a mi espejo por fuera muy elegante, una estilista me había vuelto a recortar el cabello a los hombros a cepillarlo y lo había alisado cómo si fuera una elegante señorita de sociedad hija de dos padres que al fin y al cabo siempre me dejaban sola, suspiré y tomé una chaqueta de media espalda y mangas largas azúl claro para ocultar las marcas.

Por unos momentos me olvidaría de mis sentimientos y me volvería un robot sin emociones sólo para saber si Trunks es realmente capaz de casarse con ella y borrar nuestra historia…

Al llegar al lugar de la boda todo se veía muy lujoso y tranquilo, no soltaba el brazo de mi tío pero aún así me sentía morir, todos los medios de comunicación están aquí, además hay demasiadas personas y algunas de ellas me ven raro, no creo que sea mi imaginación que me esten viendo de esa manera, suspiré y nos acercamos al lugar dónde estaban mamá y papá como unos importantes empresarios pero mamá solo me vió con desdén.

—Pan ¿como se te ocurre traer un vestido blanco? —me cuestionó mi madre—. La novia es la única que debe vestir así, esto es una falta de respeto.

—No creo que importe demasiado —me defendió mi tío—. Yo la convencí de vestirse así, bueno con permiso regresamos en un momento —dijo caminando hasta alejarnos de ellos.

—Tío… —susurré.

—Tranquila no pasa nada.

—Pero… —no me quedó mas que asentir y suspirar.

Era mala idea estar aquí, no quería ver esto, esto no era una locura, no se si podré soportarlo, ya solo quería llorar no se que estoy haciendo aquí realmente, le pedí a mi tío unos minutos para ir al baño y él me esperaría afuera pero luego observó a lo lejos a Bra, seguro charlaría con ella.

Bueno por mí estaba bien, seguro tenían mucho de  que hablar aúnque esperaba que no discutieran, entré al baño y lo único que pude hacer allí fue llorar y llorar ya no lo resistía no resistiré ni siquiera verlo ni menos al lado de ella pero quiero resistir, quiero ser fuerte quiero ver si le duele verme así.

No lo resistí y saqué un cutin de mi bolso pero alguien tomó mi mano y al verlo por el espejo me quedé totalmente helada.

Goten.
—Bra —le dije llegando a su lado.

—¿Qué pasa? —me cuestionó.

—¿Se puede saber porque le llevaste ese vestido a Pan? —la ví incrédulo negando con la cabeza.

—Sólo era una broma pero por lo que ví se lo puso.

—Eres realmente cruel, yo la convencí que se lo pusiera para ver como reaccionaba tu hermanito ¿No te das cuenta del daño que le hiciste con eso?

—Ella se lo buscó.

—¿Cómo se lo buscó? Entregándole el corazón a tú hermano? ¿Eso fué malo?

—Sí lo fué, nadie le pidió que se ilusionara con él.

—Me das lástima —le espeté, se intentó ir pero la tomé del brazo.

—¿Qué quieres?

—Saber porqué lo hiciste.

—No te lo puedo decir.

—Que bueno, porque sólo me muestras tú verdadera faceta, menos mal que no cometí el error de pedirte ser mi novia.

—No fué mi culpa… No lo fué, Marron me convenció, ella lo planeo incluso quería que le enviara un vestido igual al que usará pero yo no pude permitir eso y coloque el que usa en la caja, no fué mi culpa.

—Ah, ¿Ósea que eres su títere? Eso te convierte en alguien aún más despreciable…

[...]
Pan.
—Trunks… —lo vi por el espejo y mis lágrimas no dejaban de caer.

Con sus manos quitó delicadamente el cutin de mi mano sin fuerza por la impresión, me abrazó por la espalda mientras aún lloraba y solo susurraba a mi oido.

—¿Por qué viniste? No tenías por que ver esto —no le respondí nada.

Sólo cerré los ojos aún llorando y él me dió la vuelta mientras sus manos rodeaban mi cintura, creí que me dejaría desmayar por la tristeza pero mi cuerpo ya sin fuerza solo recibió otro abrazo de frente y escuché unos sollozos en mi hombro ¿Él estaba llorando? Sus lágrimas me impactaron y abrí los ojos volteando a verlo, él también me vió fijo aún llorando.

Limpió mis lágrimas y sin esperarlo solo me besó de golpe y me cargó hasta llevarme al espacio al lado del lavamanos y sentarme allí intentando subir el vestido pero lo detuve.

—¿Qué haces? —le pregunté entre lágrimas.

—No quiero estar con nadie más que no seas tú Pan.

—Trunks…

—Sé que tú también quieres lo mismo.

—No de esta manera, tienes que detener la boda.

—No puedo aúnque quiera Pan, comprende.

—Entonces sí te casarás…

—Lo haré pero te amo Pan, te amo a tí.

—Vete, por favor.

—Pan…

—Sólo vete, no me hagas esto más difícil, sólo házlo vete.

—Te amo, no quiero irme quiero estar contigo para siempre.

—No pued… —me sorprendió interrumpiendo con otro beso pero yo luchaba por apartarlo de mi hasta que seguro mi tío se dió cuenta de que ya había tardado mucho y entró al baño, al ver esa escena lo apartó de mí, yo sólo pude seguir llorando—: tío…

—¡¿Cómo se te ocurre estarle haciendo esto a mi sobrina Trunks?! —le gritó furioso.

—Lo siento —musitó él.

—¡Lárgate! —le espetó—. Le llegas a poner un dedo más encima y te mato.

—Tío… —susurré.

No conocía esa faceta de mi tío, me estaba defendiendo como nadie lo había hecho excepto Trunks, a él no le quedó mas que irse y dejar caer la pequeña navaja que yo llevaba, diciendo solo dos palabras más.

—Estas hermosa —su voz estaba completamente quebrada.

Mi tío al ver caer la daga me vió decepcionado pero me ayudó a bajarme de ahí y me pasó un pañuelo para limpiarme las lágrimas, creí que me reclamaría pero no hizo nada, sólo esperó a que me calmara y me limpiara el maquillaje corrido.

Luego sólo me ofreció su brazo ¿No recibiría ni un porque intentaste cortarte de nuevo? La respuesta era no pero yo sabía muy dentro de mí que estaba decepcionado, aún asi no lo demostró y sólo me apoyó incluso me contó lo que Bra había hecho, en su rostro había decepción pero por parte de Bra.

Al parecer a sus ojos yo era la víctima de ellos pero me vió con una mirada que me deprimió, una mirada de lástima ¿Acaso tanta lástima da mi vida? Al parecer mi vida es un asco para todos, incluso para mi tío, era eso o yo estaba viendo mal las cosas pero no tenía cabeza para analizarlo así que me decidí por la opción uno y nos dirigimos hacia el lugar dónde estaba el juez presidiendo la ceremonia.

Mi corazón latía muy rápido y a la vez sentía que se me detendría al verlo del brazo de ella tomándola con cariño y todos felices por verlos llegar ¿Acaso yo era el problema y nunca me dí cuenta? ¿Acaso me equivoqué al enamorarme de él? No podía ni pensar en eso me sentía tan vacía que ya mi cuerpo no respondía por sí sólo.

Pensé que de un momento a otro me echaría a llorar como una pequeña niña pero mis lágrimas se retuvieron, era sólo un dolor enorme por dentro, las preguntas de aceptación llegaron y mientras Marron respondía que si yo me repetía en mi interior mil veces, Trunks niegate, niegate, no te cases, había asistido a esta boda con la esperanza de que él dijera que no se quería casar con ella, de que me eligiera a mí pero simplemente dos palabras se escucharon de sus labios “si acepto". Eso destrozó mi mundo por completo.

Quise salir corriendo de allí pero pronto se escucharon las palabras del juez “Si alguien tiene algún impedimento para que esta boda no se realice que hable ahora o que calle para siempre". Se hizo un profundo silencio y yo me preguntaba ¿Callaré para siempre? ¿No haré un último esfuerzo? ¿No trataré de impedir esta boda? ¿Dejaré ir al amor de mi vida así?