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Capítulo 7


Jimin despertó con la extraña sensación de no poder moverse como quería, sin esa humedad que siempre le rodeaba.

Abrió sus ojos confundido para ver a cuatro personas que lo rodeaban, y lamentablemente, los reconocía como los hombres que habían estado hasta que el sol comenzaba a ocultarse mientras trabajaban en el tercer piso.

Intentó chillar con miedo al ver a un quinto, un hombre que reconocía muy bien. Era el hombre perro que siempre había estado mirándolo cuando estuvo encerrado en ese pequeño rectángulo, en ese feo lugar del cual Yoongi le salvó.

—Nos volvimos a encontrar, pececito. ¿Creíste que me dejarías tan fácilmente? —se burló acariciando su mejilla.

Se alejó de inmediato de aquel tacto, solo para sentir su piel demasiada seca para su horror.

—¿Ya te diste cuenta hermoso?, tengo la excelente idea de quitar cada una de tus hermosas escamas y venderlas a un buen precio una vez que se sequen, ya que, así es más fácil el arrancarlas para nosotros.

Miedo, eso sintió al ver un brillo malvado en aquellos ojos.

—Yo... Yoongi... —habló con dolor.

—Interesante, pensé que no podías hablar y mira la sorpresa que me llevo —se burló alejándose—. Vuelvan a tomarlo, necesitamos salir de esta montaña antes de que todos se den cuenta.

—Yoo-yoongi... Y... Yoon... Gi... —comenzó a llamar el pequeño ser acuático, ignorando el leve dolor en su garganta.

Entre las cuatro personas, su cuerpo fue alzado y rápidamente se comenzaron a desplazar a través del bosque.

—¡Yoon-gi! —gritó Jimin, sus lágrimas luchaban por salir y bañar su hermoso rostro.

Jadeo de dolor cuando su cuerpo fue liberado sorpresivamente, impactando con el duro y desigual suelo.

—Maldita mierda, póngale algo en su boca —gruñó el hombre perro.

Un grito lleno de enojo penetró toda la montaña, alertando que el dueño de la propiedad iba a por ellos.

—Yoongi —susurro Jimin al reconocer su voz—. ¡Yo-yoongi!

—¡Cállenlo! Ya tenemos que irnos —ordenó el que era el jefe, comenzando a moverse nuevamente.

(***)

Yoongi gruño apenas su conciencia volvió. Algo desorientado observó a su alrededor para encontrarse con un lloroso rostro de Taehyung.

—¡Oh Dios! —chillo el castaño, ayudándolo a incorporarse.

—¿Qué mierda pasó? —pregunto enojado.

—N-no lo sé señor —respondió sorbiendo su nariz—. Yo estaba durmiendo cuando sentí algo extraño que me despertó y me oculté bajo mi cama, escuche ruidos y en cuanto pude vine aquí.

Algo iba mal... Lo podía sentir...

—¿Jimin? —pregunto más despierto.

Mordiendo su labio inferior, Taehyung negó con su cabeza.

—Su pecera estaba vacía y él no estaba, fui a ver a las otras habitaciones pero ellos estaban igual que usted.

La ira comenzó a alojarse en el interior del vampiro rápido y con fuerza.

—Ve si puedes despertar a los otros —ordenó levantándose, sin pensar en nada más que Jimin.

Asintiendo rápidamente con su cabeza, Taehyung se fue de la habitación de su señor y fue a la del otro vampiro sin pensarlo dos veces.

Yoongi abrió las puertas que lo llevaban a su balcón y gritó el nombre de Jimin. Sabía que aún estaban en su montaña, podía sentirlo.

Una suave y rota voz que nunca había escuchado llegó a su oído. Sin pensarlo dos veces saltó de su balcón y comenzó a correr hacia el bosque.

En su camino, se encontró con varios cuerpos de los hombres de Namjoon, estaban inconscientes y otros pocos muertos.

Frunció el ceño ante ello, parecía que todo había sido planeado.

Cuatro hombres gritaron cuando un cuerpo apareció de la nada frente a ellos. Antes de poder moverse, dos de ellos fueron arrojados con fuerza contra unos árboles, perdiendo la consciencia mientras su cabeza sangraba.

Los otros dos fueron alzados, una mano invisible rodeaba sus cuellos.

—Una solo oportunidad. Dónde está. —veneno, su fuerte voz contenía un veneno concentrado que paralizó el cuerpo de los dos.

—Yo... No... —los ojos de Min se posaron sobre él.

Con frialdad, apretó su mano. Aquel hombre rogó por perdón mientras luchaba por respirar. Solo fueron unos segundos, el hombre dejó de moverse desesperando a su compañero.

El cuerpo ya sin vida cayó al suelo, Min volvió a concentrarse en el que aún vivía, por ahora.

—Una oportunidad —repitió con dureza.

—S-solo nos pa-garon para a-ayudar —logró pronunciar con esfuerzo al costarle respirar.

—Dónde está.

—N-no lo sé, e-el jefe se lo llevó m-más abajo...

Sin escuchar nada más, el vampiro le cortó todo el suministro de aire para los pulmones y se fue.

La angustia estaba fuertemente enterrada en su garganta junto con ansiedad, solo quería encontrar a su tritón.

Un hombre lobo ahora estaba frente a él, pero estaba solo y con una sonrisa arrogante y altanera.

—Me haces algo y no lo encontrarás —advirtió cruzándose de brazos.

Su confianza comenzó a disminuir al ver la fría mirada de Yoongi y su fuerte postura.

Sin importarle lo que había dicho, Yoongi fue personalmente y lo alzó con un fuerte agarre alrededor de su garganta. Con su otra mano, le golpeó con fuerza en las costillas, rompiéndole dos.

—Dónde.

—Es mío... —sin escuchar más, Min lo lanzó contra un árbol, escuchando el sonido de huesos quebrándose, esta vez, seguramente las de su columna.

Los gritos de tormentoso dolor comenzaron a penetrar el bosque mientras Yoongi lo seguía golpeando sin compasión alguna.

—Yoongi... Ya está muerto —pronunció Jungkook agarrándole del antebrazo, algo impactado de verle tan fuera de sí.

Su primo tenía su rostro, ropa y cuerpo manchado con la sangre de ese hombre lobo, sus ojos eran rojos intensos pero fríos.

Nunca había visto a Yoongi así, nunca. Incluso su asistente personal estaba en las mismas junto con Taehyung que, ahora estaba más pálido que los mismos vampiros después de haber presenciado esa masacre de una sola persona.

—Tú y Taehyung busquen por el otro lado —ordenó con dureza, comenzando a alejarse otra vez sin esperar respuesta.
Los cuatro comenzaron a buscar rápidamente al tritón. Su tiempo era limitado ya que no sabían cuánto había pasado, y Jimin no podía estar tanto tiempo fuera del agua.

(***)

Cuando Jimin volvió a recuperar la conciencia, tenía un feo golpe en su sien con sangre seca recorriendo un costado de su rostro.

El sol ya estaba en lo alto y él seguía oculto entre las malezas, dentro de una madriguera en la que apenas se podía mover.

Se aterro al sentir todo su cuerpo seco, ya sin ningún indicio de que había estado en el agua, su cuerpo superior se sentía algo tirante, su cola picaba y ardía al mismo tiempo.

Humedeció sus secos labios e intentó gritar, sabía que podía hacerlo, lo había hecho antes y aunque doliera, era lo único que podía hacer si quería salir de ese agujero.

—... Yoon... Yo-ongi... Y-yoon-gi... —llamó con dolor, pero su voz era baja y muy suave como para ser escuchada.

Aun así, siguió llamándolo. Sabía que el vampiro iría por él, sabía que lo encontraría, después de todo, Yoongi era su héroe y ya lo había salvado antes.

Pero el tiempo siguió pasando y él se estaba agotando, cerca de su último llamado, cerro sus ojos con cansancio.

Ya no podía sentir su cuerpo y sus pulmones dolían, ni siquiera podía sentir ahora que estaba siendo rescatado por su héroe.

Yoongi maldijo con fuerza ante de tirar con cuidado el cuerpo de Jimin, no entendía cómo demonios ese estúpido había logrado meterlo en un lugar tan reducido.

—Jimin... —llamó observando con cuidado la herida en su sien.

Pero el pequeño tritón siguió con sus ojos cerrados, estaba muy cansado como para abrirlos y ver quien le llamaba.

—Vamos Jimin... Tienes que abrir tus ojos —pidió nuevamente el vampiro, esta vez con suavidad y miedo.

—Y-yoon-gi... —gimió bajito el ser acuático, adolorido.

—Estoy aquí... —murmuro viendo si tenía otra herida mientras se levantaba, pero al hacerlo, algunas escamas se desprendieron de la hermosa cola.

Jodida mierda, en lo único en que podía pensar, era en hacer algo para ayudarlo y que estuviera bien. No pensó en cómo su objeto se había dañado, no.

En lo único que podía pensar, era que con cada movimiento que hacia mientras volvía a su mansión, más escamas se desprendían, causando que Jimin gimiera contra su cuello.

Al ver la piscina, no lo pensó dos veces y se metió con Jimin entre sus brazos, yendo hasta que el agua cubriera por completo al tritón.

Para su horror, eso pareció ayudar a las escamas a soltarse y pronto el agua fue cubiertas por hermosas escamas y sangre por su ropa sucia.

El cuerpo entre sus brazos se removió con fuerza y luego, una conocida cabellera salía a la superficie.

Jimin jadeaba en busca de aire mientras se aferraba al cuerpo cerca de él. No entendía qué había pasado ni por qué se había ahogado estando debajo del agua, eso no tenía sentido para él.

Su rostro fue atrapado y pronto uno ojos grises lo miraban, los sentimientos que logró ver en aquel momento, atravesaron por completo su corazón.

—Qué... Esta... ¿Bien? —logró pronunciar, ni él se había entendido.

—Yo... Bien... —pronunció sin la necesidad de usar su telepatía—. Ya no... Duele —sonrió dulcemente.

—Pero... Yo... —quien creería que alguien como Yoongi estaría balbuceando tanto como ahora.

—Fuiste por mí... Porque soy tuyo... Nunca me iré —prometió volviendo a observar aquellos ojos, sentía como si una pared invisible que rodeaba a Yoongi se había derrumbado.

—Sí... Mío —dijo esta vez más tranquilo, acercando su rostro para besarlo, necesitando comprobar que estaba ahí, con él.

Pero había algo que Jimin no lograba entender, y era, por qué sentía rara su cola, y por qué ardía se sentían caliente.

—No observes el agua —ordenó Yoongi, obligando al tritón a ocultar su cabeza entre su cuello.

Asegurándose de que Jimin no viera las escamas flotando en el agua no transparente, comenzó a salir de la piscina, descubriendo algo que lo dejó mudo.

Taehyung grito al ver el agua de la piscina, alertando a Jungkook que rápidamente fue a su lado, luego volvió a gritar al ver a su amigo en los brazos de su señor.

—¿Qué mierda le hiciste? —pregunto Jungkook igual de sorprendido.

—Yo... Nada —respondió observando el cuerpo inferior de Jimin, reaccionando ahora que había personas presentes—. No lo miren —gruñó mostrando sus colmillos.

Rápidamente, ambos se dieron vuelta.

—¿Por qué no siento mi colita? —pregunto con miedo Jimin, removiéndose en los brazos del vampiro en un intento de verla.

—Jimin... Espera...

—Yo... Tengo... ¿Piernas? —pregunto sorprendido, observando sus nuevas piernas desnudas y luego a Yoongi.



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