Un mes después.. (Inglaterra)

Caminaba por uno de los pasillos de la mansión hasta llegar donde se encontraban las computadoras. Me senté y estaba dispuesta a colocarme los auriculares para escuchar a Kato pero la silla en la que estaba sentada se giro dejándome de frente a mi esposo.

-¿Necesitas algo Kambe?- pregunté divertida. No dijo nada, sólo se acercó y plantó un beso en mi boca. Se separo y bajo a mi vientre el cual ya se empezaba a notar el volumen, también dejando un beso allí para levantarse y acomodar su corbata.

- Para la suerte- respondió desinteresado, me reí y negué con la cabeza, di media vuelta y me coloqué los audífonos.

-¿Dónde está Suzue?-Pregunto mi hermano desde el otro lado del micrófono.

- Se tomó una vacaciones- dije mirando las computadoras- no te preocupes Romeo que tu Julieta está más que bien- hable con burla.

- No era necesario que dijeras eso de ese modo- contestó, reí internamente- ¿Por cierto donde está el idiota? estoy esperando aquí.

- Que buena forma de tratar á tu cuñado- una tercera voz se unió a la conversación, solté una carcajada pero luego me calle.

-¿En donde estas?

-Estoy en casa, llegaré en cinco minutos, mientras tanto distraelos.

Miraba lo sucedido en las cámaras de seguridad, el vehículo siendo perseguido por el azabache y cuando se desviaba por una "supuesta construcción"

Todo iba bien hasta que Daisuke hizo que el puente se destruyera y Kato quedará colgando. Un deja vu nada agradable vino a mi mente.

Y por una milésimas de segundo crei que el azabache reconciderando el hecho de que Kato era su Cuñado lo ayudaría, en cambio lo dejo caer.

-¡Kambe!- grite y al mismo tiempo que la mía se escuchó la de mi hermano.

Salí de aquella sala y fui al garaje donde tome uno de los vehículos y salí de aquella mansión en Inglaterra perteneciente a la familia a la cual ahora pertenecía.

Conducía hasta llegar al puente, allí ya se encontraban policías y una ambulancia, me acerqué furiosa hacia el azabache.

- Si algo le llegó a pasar á mi hermano te juro que te....

-Crei que está vez si me iba a deshacer de ti- me interrumpió el azabache mirando hacia atrás mío, me gire y vi a mi hermano con una venda en su cabeza. Suspire aliviada.

- No te vas a deshacer tan fácil de mi, no antes de que nazca- dijo desidido- además me voy a casar con tu hermana, superalo como yo hice contigo.

Solté una carcajada y fuimos los tres caminando hacia los vehículos para volver a la mansió.