-T2-Capítulo 45 ¡Soy tu hermano mayor!
🍁 Capítulo 45 «¡Soy tu hermano mayor!»
Aunque yo fui el que quiso continuar este paseo, ahora soy yo quien está consciente aún de lo sucedido....¡Lo único que quería era darle una lección por lo que me hizo, haciéndolo sentir incómodo! Pero mis acciones siempre se vuelven en mi contra.
Me cuesta admitirlo, pero este idiota besa bien. Aún siento mis labios entumecidos... ¡Si se lo digo, es seguro que su ego aumentará! No, de hecho lo que aumentará son sus esperanzas...
¿Es siquiera momento para pensar en ello?
¡Estoy aún enojado! Pero, es verdad lo de odiar estar en malos términos con alguien ¿Acaso está mal de la cabeza para fijarse en mi? Este loco, impulsivo, egocéntrico...
El rostro de Julia miraba con intensidad a Hernán, cómo si le fuera apuñalar por la espalda en cualquier momento.
Mirándola de reojo con una expresión tranquila, Hernán volteó hacia ella con una sonrisa.
—¿Estás segura de que quieres seguir con este paseo? Tu expresión se nota extremadamente incómoda. Hasta el punto de que quieres matarme con esa mirada tuya.
Ah... mierda, necesito una máscara para ocultar este rostro mío.
Julia pasó saliva y suspiró de forma pesada.
—Bien, ya vi suficiente.
—Entonces te llevaré de regreso.
—Recuerda...–Lo señaló con el dedo.
—¿Um?
—Recuerda que no debes actuar extraño frente mío.
Hernán afirmó con el rostro.
—Está bien. Sin embargo, no te puedo prometer que mis sentimientos desaparezcan.–Su rostro bajo hacia su oído para susurrarle.—Yo también soy un hombre y no siempre me podré controlar. Julia.
El cuerpo de Julia se puso rígido reaccionando al instante, su codo derecho fue directo al estómago de Hernán.
Los ojos de ella mostraron estar más alerta que nunca.
—Yo también lo soy y sé los puntos vulnerables de un hombre en carne propia.
Hernán se reincorporó de inmediato tosiendo un poco.
—Bien, bien. Me rindo. Es una broma. –Hernán mostró una sonrisa que negaba su anterior frase. Julia lo miró casi inexpresiva al ser casi inútil advertirle y adelantó sus pasos.
—Sólo regresemos.
—Por supuesto.
(***)
El día lunes el ambiente en la cafetería mostraba frialdad, al verse un cierto distanciamiento entre Hernán y Julia. La dueña al darse cuenta de la situación y siendo su sexto sentido más fuerte que una persona común.
Habló de repente.
—Julia y Hernán, cuando los contraté. Yo lo hice para que trabajaran juntos, si están separados aún trabajando no me molestara darles cierta sanción. Por lo menos díganme, ¿qué pasó entre ustedes?
Los oídos de Maicol estuvieron más atentos que nunca. Sentía que aunque sea por un milisegundo había una oportunidad para él, al estar Julia abiertamente distanciándose de Hernán.
Julia paró de limpiar la pequeña mesa de la cocina, mirando con tristeza hacia la dueña.
—Dueña yo...No pensé que lo diría tan pronto. Pero en dos semanas renunciaré a la cafetería.
Fátima se mostró sorprendida.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Te incómoda estar aquí?
—¡No! Sólo que, por un tiempo me iré lejos y no tengo fecha de regreso.–Julia trató de no mirarla a los ojos para no hacer evidente su mentira.—Así que...no tengo otra opción que dar mi renuncia. Pero, aún Hernán podrá administrar la página, no me llevaré nada. Incluso Sara sabe manejarlo, es muy inteligente. Lo digo ahora para que encuentre luego más personal a tiempo.
Todos quedaron fríos con su repentina aclaración, aún más Hernán y Maicol.
La dueña viendo fijamente a Julia, habló apenada.
—...No sé qué decirte. Pensé que estarías más tiempo aquí, no creí que te irías tan pronto.
Maicol se apresuró a ir delante de Julia.
—¡No puedes irte! Yo incluso estuve tanto tiempo aquí por...
—Maicol, tú debes ayudar, aquí te necesitan. Fátima los necesita. Así que ni pienses renunciar por mí.
Hernán tenía los pensamientos revueltos que no pudo decir nada en ese momento. Sabía la verdadera razón por la que Julia se iba y eso lo hacía sentir peor.
Como si no entendiera sus palabras, las palabras de Maicol de repente sonaron como un niño que no podía abandonar a su madre.
—Yo...¡te seguiré a donde tú vayas!
Mocoso, ¿qué crees que estás diciendo? ¡Esto ya ido demasiado lejos! Pensé esperar hasta que volviera a la normalidad, pero si no lo freno ahora, tal vez luego todo se salga de control.
—Maicol, necesitamos una charla. Después hablaremos, cuando termine nuestro trabajo.
Hernán vio la expresión seria de Julia, que ni siquiera ella se inmutó a ocultar su disgusto. Sara también se preocupó por el hecho de que pareciera haberse iniciado una pelea. Incluso cuando estaba interesada en Maicol, Sara adoraba a Julia como su hermana mayor, por lo que se sentía aún más triste que se vaya.
—Querida Julia, yo pensaré seriamente lo que me dijiste. No será fácil encontrar otra dupla como ustedes.
¡Espere un momento dueña!
—¿Eh? Pero seré yo quien me iré. Hernán no se irá.
Fátima elevó su rostro a la dirección de Hernán, mirando la pequeña herida de su labio inferior. Ella sólo dio un gesto de sorpresa y alegría.
—Dudo que él se separe de ti fácilmente. De hecho si renuncia, no estaré en contra.–Fátima dibujó una gran sonrisa en su rostro.—Incluso Maicol quiere irse, que jóvenes tan fieles. Como adulta se perfectamente que no puedo tenerlos a mi lado para siempre, ustedes también tienen sus sueños.
—Dueña... Pero...
Los ojos de Fátima se mantuvieron fijos en Julia.
—Aún si son dos semanas, la vida de las personas puede dar cambios drásticos.
El rostro de Julia mostró sorpresa al oírle decir tales palabras, como si quisiera decirle algo.
—Así que si quieren darme su renuncia, esperaré sus decisiones. Atesoraré cada momento que pasé con ustedes.
Hernán se apresuró en hablar de repente.
—Fátima, usted nos trató con mucho cariño desde el primer día. Nosotros somos quienes atesoramos su dedicación y el tiempo que nos brindó.
La dueña se expresó avergonzada.
—Me siento tan renovada cuando un chico tan guapo me elogia. Tengo que disfrutar al máximo estos días.
Definitivamente todos no pueden irse, no quería irme tan pronto de hecho...¡No pueden dejar a Fátima sola con Sara!
Cuando la noche llegó, Hernán no interfirió con lo que tramaba Julia. Sabía ahora la relación que tenían en el pasado, sin embargo, Maicol no era consciente de quién era Julia en el presente. Así que se fue primero sin decirle nada. Por primera vez Maicol era esperado a la salida por Julia, él no comprendía bien la situación, sin embargo se sintió contento con aquel gesto.
—Julia, no creí que llegaría el tiempo en que caminaríamos juntos.
—Toma esto como una caminata de reflexión.
—¿Uh? Bueno, entonces..., ¿podría saber las razones de tu renuncia?
—Lo expliqué claramente, parece que no pusiste atención a lo más importante.
—Ah..., ¿pero porqué te irías de viaje tan de repente?
—Maicol, no quise dar esta caminata para darte explicaciones. Sino para aclarar las cosas de una vez por todas.
En medio del camino, ambos pararon de caminar.
—¿Por qué suenas tan seria? Si quieres saber de mis sentimientos, ¡por supuesto que me gustas! ¿Y tú Julia que piensas de mi? Sé que soy joven, pero mi apariencia es totalmente adulta...
Cuando los ojos de Julia miró fijamente los suyos, casi por instinto, Maicol dejó de hablar.
—Sin embargo tu comportamiento no, ¿puedo decir que eres el mismo niño que conocí? No puedo creer que te hayan malcriado tanto...
—Julia, ¿por qué hablas como si me conocieras? ¿Acaso nos hemos visto antes?
—Si ves detenidamente mi rostro, ¿no te recuerdo a alguien? Cuando lo hagas, sabrás la razón de mi comportamiento hacia ti.
—No me recuerdas a nadie...
Julia suspiró.
—Y pensar que lloraste tanto cuando me fui y ahora ni siquiera pudiste sospechar ni un poco de mi, mi nombre, ¿no te suena a alguien?
—Julia, esto parece que está siendo un malentendido, suena como si me hubieras criado o algo así.
—Mai, así que no reconoces al hermano mayor que te crio.
"Mai", el único en el mundo que podría decirle tal sobrenombre, ¡era su inigualable hermano mayor!
Maicol parecía ser un fantasma en ese momento por como palideció de repente. Su cerebro se detuvo a pensar profundamente de las coincidencias que había pasado desapercibido como si fueran folletos tirados en la vereda.
—No..., no puedes ser...
—¿No puedo ser? Sería demasiado largo explicarte del porqué terminé de esta manera. Pero lo que es verdadero es que yo soy...
Tragando saliva, Maicol pronunció en seco.
—Julio.
—Exacto, mi hermanito Mai.
Las manos y piernas de Maicol no podían parar de temblar, pero de ninguna podía procesar lo que oía ¡Había estado enamorado de su hermano mayor que tanto respetaba como un padre! Era un shock tremendo que pareciera dejar de respirar en cualquier momento. Sus piernas finalmente cedieron, cayendo al piso de rodillas.
—¿Cómo es posible que seas una mujer? ¡Incluso nos bañamos juntos cuando era muy pequeño...! Yo claramente vi que tú eras un hombre, entonces...
—Sé que soy una mujer ahora, pero lo cierto es que sigo siendo un hombre por dentro ¿Cómo podía permitir que mi hermanito Mai tenga tales pensamientos impuros sobre mi?
—Yo..., no sé que decir ahora. Ni siquiera puedo verte a la cara. Creo que si desaparezco ahora, será lo mejor.
Julia suspiró largo al oírlo. Por lo que repentinamente se arrodilló ante él.
—Mai, sé que sigues siendo un buen chico. Puedo confiar que la familia que te crio te dio todo lo que no pudo darte el orfanato, una vida estable, una comida deliciosa, cero preocupaciones por el dinero. Confiaré en ti, que el Maicol que crie aún no desapareció. Así que perdonaré todo lo que pasó antes, ya que sé que tampoco sabías quién era realmente. Pero desde ahora debes verme como tu hermano mayor, hablar sobre el pasado, de los buenos recuerdos y de todo lo que se perdió desde el momento que nos separamos.
Quiero confiar que no has olvidado nuestro anterior hogar y de tus orígenes.
Cuando el rostro de Maicol se alzó, Julia se sorprendió al ver lágrimas caer de sus ojos. Él pudo visualizar claramente, el porqué ese rostro siempre se le hizo nostálgico y la razón del porqué se apegó tanto a ella. Con oírle hablar del pasado tan vívidamente , ni siquiera podía tener duda alguna de que era realmente ese Julio.
—Hermano, de hecho siempre quise encontrarte. Ahora siendo mayor, creí que podría buscarte por mi cuenta. Pero hice algo tan...
—Puede que suene muy hostil decir esto. Pero ahora me siento aliviado al verte llorar, es como ver a Mai del pasado, esto de ti no ha cambiado.–Su mano se dirigió hacia su frente dándole una suave palmada.—Pero ya no llores. Ahora no se ve bien en ti, ya eres un hombre adulto. Nuestro reencuentro no debe ser tan triste ¿Verdad?
Con rostro agachado, Maicol expresó ansioso y arrepentido.
—Lo siento.
—No soy tan rencoroso, aún puedes remediarlo.
—De verdad, lo siento.
—Está bien, no te estoy amenazando.
—¡Lo siento mucho hermano mayor!
—Mai, está bien...
—¡Lo siento!
—Si te sigues disculpando, me voy a enojar.
La voz de Julia sonó tan fría, que Maicol reaccionó como si hubiera oído a un militar darle órdenes.
—¡Sí, hermano!
Julia sólo rio después de aquello para sorpresa de Maicol, al verlo tan obediente como antes. Por lo que Maicol también lo hizo un poco avergonzado.
El recorrido de dónde estaban, no era lejano a la cafetería. Así que Sara no le costó mucho llegar en donde ellos hablaban ¡Y escuchar oculta todo desde el principio!
Sara tapó su boca para no hacer ningún ruido por la impresión, pero sus pensamientos no dejaban hacerse cada vez más preguntas.
«¿Hermano? Entonces, Julia, ¿es en realidad un hombre?»
Nota de Aru:
Fin de la segunda temporada.
¡Se viene la tercera temporada!
Me voy a dar un descanso de unas semanas, espero que no me olviden(? Y ya de por si me va costar más trabajo escribir las demás temporadas, ya que la trama se complicará más :'D
Hasta pronto~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro