C. Cobra
C del Dragon Slayer Venenoso, Cobra.
El moreno soltó una pequeña risita mientras miraba a su compañera de asiento bailar hasta el suelo en mitad del salón, a pesar de los rumores que se crearon acerca de él y amigos al llegar a esa nueva academia mágica, ella no le importó nada y fue directamente a él a pesar de que la trató fríamente, fue impresionante como esa mujer parecía pensar cada idiotez y el que pensara en dos idiomas no era nada fácil descifrar su estupidez, pero al menos lo hacía reír.
—No voy a bailar —siseó Cobra viendo como ella se acercaba—. No, no cambiaré de opinión si insistes.
—¡Moouu~! ¡Señor aburrido! —se quejó la chica— Y yo que te quería perrear hasta abajo.
—¿Qué? Sabes que no entiendo tu español, idiota —se burló el de ojos morados.
—¡Oi Gajeel ven! —gritó la chica y el azabache se acercó refunfuñando.
—¿Qué demonios quieres, loca? —preguntó el azabache mirando interrogante a la chica.
—Perriemos hasta abajo —rio María.
—¿Qué es eso? —preguntó confundido.
—Quedare quieto y ya verás, solo muévete como si estuvieras bailando, preferiblemente tus caderas —rio oscuramente la chica.
Cobra elevó una de sus cejas interrogante y apenas pasaron unos segundos, ya estaba arrastrando a la chica fuera del aula mientras ella se despedía de Gajeel el cual tenía las mejillas levemente rojas y se miraba las manos recordando la sensación del cuerpo de la chica contra el suyo y su mano tocando las curvas.
—Más fuerte, Daddy —gimió levemente María con las mejillas sonrojadas y Cobra la soltó rápidamente como si tuviera algún tipo de enfermedad contagiosa.
—Demonios —gruñó el moreno al ver como ella se escapó, por lo que la volvió a atrapar y esta vez pegó su cabeza contra la pared y se pegó a ella por la espalda—. Que graciosita estás, no deberías tentar a un hombre de esas formas.
—Gihi —rio María, con el tiempo se le había pegado la risita de Gajeel al pasar tanto tiempo con él.
—¿Por qué hiciste eso con la chatarra esa en el salón? —gruñó el hombre.
—¿No fuiste tú quien rechazó primero? —preguntó burlonamente María.
—¿Cómo demonios sabía que ibas a hacer una estupidez como esa?
—No lo sé, ¿Leyéndome la mente? Sneak Boy, sabes que no soy como las chicas japonesas, ¡Soy un alma libre de Latinoamérica! Los bailes así son pan de cada día de dónde vengo —rio María—. A menos de que seas mi novio o yo te guste no tienes nada de qué hablar.
—Ugh... —el castaño rojizo hizo una mueca al darse cuenta de que la chica tenía razón, él no era nada de ella aparte de uno de sus amigos.
—Ya quítate de encima —habló la chica removiéndose levemente antes de sentir algo presionándola, entonces se sonrojó hasta las orejas.
«Mierda, el chico que me gusta está presionando su pico contra mi culo.» pensó sonrojada la chica.
—Q-quítate... p-por favor —un hilo de voz salió de la garganta de la chica.
—¿Qué sucede, te estoy haciendo daño? —preguntó preocupado el castaño aflojando levemente su agarre, pero sin salirse del todo.
«Le siento todo, todo, todo.» pensó la chica alterada, «¡¿Por qué tenía que ser Cobra de todas las personas el que me encerrara así?!» pensó la chica y cobra sintió un pinchazo en su corazón «¡¿Por qué él?! ¡¿Por qué no otra persona?!» pensó en desorden la chica sonrojada hasta las orejas.
El de ojos morados se mordió la lengua y sus ojos se inundaron de tristeza mientras se separaba lentamente, ¿Acaso esas veces en que María pensaba en español sobre él eran cosas malas? ¿Quizás no eran tan buena como él pensaba? ¿Quizás ella no lo quería?
«¡¿Por qué tenía que sentir el cuerpo del chico que me gusta?!» pensó entre gritos la chica.
—¿Qué? —habló sorprendido Cobra y miró estupefacto a la chica, pero ella no estaba prestando atención en su propio desorden mental.
«¡Sentí todo, todo! ¡Ahhhhh! ¡Voy a gritar! ¡Necesito calmarme! ¡él me sigue presionando en sus fuertes brazos! ¡AhhH! ¡Y siento su duro cuerpo contra el mío! ¡No me lo creo! ¡Es impensable! ¡¿Por qué tiene que estar tan jodidamente bueno?! ¡Está demasiado rico! ¡Es demasiado sensual! ¡¿Por qué los chicos en Japón son tan malditamente calientes?! ¡Todos parecen homúnculos frente a él!»
—¡¿Mmmm?! —chilló María sintiendo unos labios sobre los suyos y miró a Cobra el cual le estaba besando suavemente en los labios.
—Ja... así que... ¿Soy demasiado sensual? —dio entre dientes y picoteó los labios de la chica— Desde hoy eres mi novia, así que deja de acercarte de esa manera al cabeza de metal, mejor, no te acerques de ninguna manera cercana a ningún chico.
—Ah... —María asintió tontamente mientras su mente estaba completamente en blanco y caía sobre su trasero en el suelo, mirando como su autoproclamado novio se iba con una sonrisa orgullosa en sus labios.
//Bonus//
—¡Oi cobra! ¡¿Qué demonios es eso de que no me puedo acercar a ningún chico, eh?! ¡¿Quieres que te golpee?! —gritó María irrumpiendo en el salón de clases mientras el moreno hablaba con Sorano, alias Angel.
—Y como decía... —ignoró Cobra siguiendo con su conversación, hasta que uno de sus ojos tembló levemente— ¡Ni se te ocurra volver a hacer lo mismo de antes con la chatarra! —gritó Cobra interrumpiendo su conversación con la albina la cual empezó a reír mientras miraba como los dos empezaban a discutir hasta que el moreno silenció a la chica con un beso, entonces ella se volvió tan roja como una manzana y tan mansa como león con sueño.
Y así mis chikibaibys, es como consigo enamorarme más y más de este herido Dragon Salyer venenoso 💖💘💞💓 ay bro, lo amo demasiadoooo
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