27. Tormenta.
Cuando somos niños nuestros padres suelen consolarnos durante una noche de tormenta o cuando nos sucede algo que nos afecta ya sea física o emocionalmente. Pero, ¿qué pasa cuando no tenemos padres? ¿Cuándo no tenemos a nadie en quién apoyarnos?
En la dura vida de Dolly ella se había encargado de consolarse a sí misma y consolar al pequeño Jungkook o a quien lo necesitara ante las situaciones difíciles.
Aunque ahora, creyendo que era el que pensaba era el mejor momento y el más feliz de su vida, una negra nube la cubriría, causando la peor tempestad en su corazón.
Porque cuando la tormenta llega, es mejor resguardarse y ahora era el momento que tanto había evitado Young Mi, luchar contra algunos fantasmas e inseguridades de su pasado.
Había transcurrido casi un mes desde que Tae se había marchado, mismo donde no había podido ir a buscar al pequeño Min, ni siquiera tenía idea de que Jeongyeon y Yoongi se habían mudado a Busan con su pequeña razón de existir.
Miraba la televisión junto a Jimin, un programa de variedades que hablaba sobre los famosos, no solía ver eso debido a su poco conocimiento acerca de los mismos, pero Jimin había pagado por ella para que no se perdiera la premiación que recibiría Kim.
Y luego de una hora se hizo presente el momento que había estado esperando, la cámara enfocó a Tae y a su lado estaba Nayeon y otra chica muy bonita que sin previo aviso beso a Tae. Algo dentro de ella se contrajo cuando Tae sostuvo la cintura de aquella mujer como solía hacerlo con ella en algunas ocasiones.
Recordó las palabras del castaño antes de irse y trato de convencerse que eran verdad —Nada de lo que veas es real — se repitió a sí misma y respiro profundamente.
—Hey -—la llamó Jimin mientras comía una bolsa de frituras — no creas todo lo que ves en la tele, si él te dijo que le gustas, es porque así es — aseguró con una sonrisa.
—¿Ella quién es?
—SunHee, es una idol que igual que Tae está en el momento más alto de su carrera. La empresa considero que juntarlos aumentaría sus ventas, es solo eso — mintió. Sabía que SunHee no quería estar con Tae por sus ventas, pero la castaña le agradaba tanto como para romper su corazón.
Ambos se giraron a ver como Tae recibía el premio y se preparaba para dar un pequeño discurso.
—Muchas gracias por ayudarme a cumplir este sueño, me he esforzado tanto que a veces creo no es suficiente, pero veo este premio y veo que lo estoy haciendo bien. Muchas gracias por su apoyo, nada de esto sería posible sin ustedes.
Y mientras ellos se perdían pensando en cómo matar el tiempo y cómo dejar pasar aquella escena, Tae lidiaba con una chica bastante molesta.
Las premiaciones terminaron y mientras Tae y SunHee recibían aplausos por parte de su staff, el jefe de ambos se acercó a ellos y los felicito.
La pelinegra se aferraba al brazo de Tae como si su vida dependiera de aquello y aunque a Kim le urgía deshacerse de ella, solo provocaría problemas con su jefe.
—Esto es lo que quería, que el mundo crea en su romance. Gracias a eso estamos aquí con dos premios — sonrió aplaudiendo hacia ambos.
Luego de aquello se dirigían a la salida, los reporteros los encerraron obligándolos a responder sus dudas.
—Tae, dinos ¿es verdad que SunHee y tú están teniendo problemas? — la chica soltó una risita mientras negaba y respondía aquella pregunta.
—Nosotros estamos en nuestro mejor momento —aseguró palmeando el pecho de su novio falso.
—Tae, ¿es cierto que vives con una prostituta?
Jimin y Yumi veían atentos la entrevista, ahora era el momento que más temía la castaña, estaba segura que cualquiera que fuera la respuesta la lastimaría y Tae estaba también seguro de aquello, y por ello se negaba a responder.
El peli naranja observó a la chica, quién estaba atenta a lo que respondería su amigo y temía por ambos, porque estaba seguro que no terminaría bien esa entrevista.
—Tae. Responde — ordenaron y la más bajita lo detuvo.
—Eso es ridículo, Tae jamás viviría con una prostituta ¿verdad cielo? — sonrió ampliamente Sun y él asintió.
— No sé de dónde salió ese rumor, pero es ridículo —aseguró el castaño e intento seguir por su camino, pero de nuevo el mismo reportero lo abordó.
—Hay una mujer viviendo contigo, pasea a tu perro y es prostituta. Tenemos pruebas —volvió el micrófono hacia Tae que era invadido internamente por el pánico. Escuchó por el audífono las órdenes de su jefe para desmentir aquel rumor y le dolía saber que probablemente Yumi vería eso.
—Jamás viviría con una cuatro letras — soltó una risa irónica mientras abrazaba a la chica a su lado — una mujer como esa solo sirve para dos cosas... Para divertirte o para recibir lástima.
Yumi oía todo atenta mientras sus orbes picaban, Jimin optó por apagar la televisión y observó a la mujer a su lado que se ponía de pie y tomaba su bolso y una chaqueta.
—Yumi... Tu sabes que Tae... — ella le pidió silencio antes de soltar un suspiro profundo.
— Mejor no hubieses pagado, era mejor no ver la entrevista — se dirigió a la puerta y se giró hacia Jimin.
—¿A dónde irás? Es demasiado tarde — aseguró y Dolly negó suspirando de manera pesada.
—Iré a ver a Jungkook, por favor cuida a Yeontan por mí — sonrió llena de pesar — y no te preocupes, más de lo que me han hecho no me pasara.
Salió del apartamento y camino hacia Bisan-dong en busca de su pequeño niño.
Luego del cumpleaños de Jungkook transcurrieron casi dos meses, Yumi apenas tenía tiempo de respirar entre el trabajo y atender la casa en donde vivía, estaba trabajando horas extras para comprarle a Jungkook un dinosaurio de un tamaño bastante considerable que a él le había llamado su atención la última vez que se habían encontrado.
Cuando llegó a la casona, tocó el timbre y levemente golpeó el portón. Se atrevió a abrir, pero no había nadie, solo estaba la señora Chae, recogiendo algunas de sus cosas.
—¡Señora, Chae! — la castaña se acercó a ella y la mayor le miró mal.
—¿Qué quieres niña? — respondió bastante grosera, pero a Im no le importo
—¿Y los Min? ¿Y Jungkook? —cuestionó nerviosa de qué lo que su mente le decía fuese verdad.
—¿No te dijeron? Se mudaron, dijeron que tú serías la nueva propietaria de la casona, por eso me voy — ni siquiera pudo decir palabra alguna, sus piernas comenzaban a flaquear y un dolor se instalaba en ella.
Su corazón comenzó a latir con desespero abriendo la casa donde dormían los Min, buscando a su pequeño. Ellos no pudieron irse, tenían una promesa.
—¡Jungkook!
Silencio.
Un silencio sepulcral y horrible estaba en la casa ahora vacía y sus lágrimas no tardaron en aparecer igual que su desesperación.
—No, ellos no pudieron llevárselo — comenzó a llamar al número de Yoongi, pero este no respondía — por favor... Yoongi, tráelo de vuelta — suplico de rodillas en la sala, mientras dejaba sus lamentos en el buzón de voz. — Prometieron que jamás lo alejarían de mí.
Llamó en repetidas ocasiones hasta que Min le respondió. —Young Mi, deja de llamar — pidió con un tono fuerte y demandante.
—¡Teníamos un trato! ¡Deben regresar! ¡No pueden llevarse a Jungkook, no pueden alejarlo de mi lado! — grito al mayor.
—Jeong Yeon la está pasando mal por tu culpa, Jungkook no la ve como su madre por ti, hace días dijo que deseaba que tu fueras su madre.
—No me hagas tomar medidas drásticas, regresa, deben volver — ordenó, la esposa de Min le arrebató el celular a su marido y se dispuso a hablar.
—No harás nada, no sabes dónde estamos y no lo sabrás. Mantén tu distancia de nosotros, en especial de MI hijo, no dejaré que una prostituta como tu siga a su lado —colgó, haciendo que Dolly entrará en una crisis de desesperación al no tener ni una idea de dónde buscarlos.
Su cabeza no dejaba de dar vueltas y recordó a la madre de Min, tomó su pequeño y viejo bolso para correr a casa de la mujer que la cuidó como su hija durante algunos años. Tocó la puerta exaltada y la mujer le abrió, no mostró ningún gesto de sorpresa al verla, sabía a lo que iba, Yoongi le acababa de advertir minutos atrás.
—Yumi —la mujer iba a acariciar su mejilla, le alegraba ver a la de orbes azules, pero le dolía la situación.
Dolly se arrodilló frente a la señora comenzando a suplicarle entre lágrimas.
—Madre, por favor dígame a donde se lo llevaron — lloró sin saber qué más hacer —se lo suplico.
—Yumi, levántate — quiso ayudarla la mujer, pero las súplicas de la peli castaña aumentaron.
—Dígame dónde puedo buscarlo, usted sabe que no podemos vivir el uno sin el otro y ellos prometieron jamás alejarlo de mí.
— Yumi, no sé a dónde se lo llevaron — era verdad, para evitar que la madre de Yoongi dijera la verdad, Jeongyeon se lo había prohibido a su marido y este había aceptado — y si lo supiera no te lo diría, él es mi hijo. Tu hiciste una promesa.
Sintió una punzada en el pecho, la mujer tenía razón, Yoongi era su hijo y ella lo protegería y apoyaría hasta el final, pero, aunque ella no tuviera quien la protegiera, iba a hacer lo imposible por encontrar al pequeño Jungkook.
A veces la calma no llega después de la tormenta y debemos aprender a lidiar con la situación. Una madre siempre protegería a su hijo sobre cualquier cosa y aunque Yumi se hubiera mantenido al margen durante mucho tiempo era hora de tomar su lugar.
—Entonces no me vea como a la chica que ayudó durante años, le está hablando la madre de Jungkook que desea que le devuelvan a su hijo. Ellos rompieron antes cualquier promesa.
Despuésde todo las promesas se han hecho para romperse. Y así como la tormenta sehabía convertido en tempestad el pasado volvería y no sólo en busca de Yumi,Tae y MiYeon estarían envueltos en un nuevo caos.
Maratón 1/4.
Hola!
Ojalá les guste este capítulo y puedan contarme su opinión, como podrán ver les traigo un pequeño maratón que ojalá sea de su agrado.
Les mando un abrazo y ojalá puedan decirme qué les parece.✨️
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