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Chap. Four "Emociones palpables."

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Los deberes de un mono de lacrosse nunca se completan, y por mucho que Daire disfrutara de poder mirar los músculos calientes, no disfrutaba el hecho de que Greenberg intentara sobrellevar un sentimiento en cada oportunidad que se le presentaba. Es por eso que actualmente está postergando darle al entrenador su dosis diaria de cafeína mientras está sentada frente a los escalones de la escuela esperando que lleguen Lydia y Allison.

Hoy sería el primer día de regreso de Lydia desde que decidió caminar dormida con su traje de cumpleaños por el bosque. Y a pesar de su exterior frío y malicioso, Daire sabía que su amiga rubia fresa no querría enfrentarse sola a sus compañeros de clase juveniles y mentales.

- Vas a ensuciarte los jeans - comentó Lydia mientras ella y Allison llegaban a las escaleras. Con un papel de sus ojos y una sonrisa, Daire se levantó y abrazó a la rubia fresa.

- ¿Cómo te sientes? Pequeña señorita. ¿Caminé por el bosque completamente desnudo? - Bromeó Daire después de que ella se apartó.

- Aparte de confundida - comenzó a subir los escalones - me siento fantástica.

Y vaya, ella también se veía, su cabello suave y rizado, y llevaba un ajustado vestido de mangas moradas que le quedaba increíble. Nunca hubieras imaginado que decidió intentar la supervivencia del desnudo.

- ¿Los médicos pudieron darle algún tipo de explicación? - Allison preguntó mientras se unían a Lydia escaleras arriba.

Ella negó con la cabeza, rizos rubios fresa rebotando.

- Lo llaman un estado de fuga. Lo que significa que no tienen idea de por qué diablos estuve corriendo desnudo por el bosque durante cuatro días. Pero no me importa. ¡Perdí nueve libras!

Estaban frente a las puertas dobles y Lydia se detuvo, congelada en su lugar. Daire le apretó el hombro con la mano que no contenía el café de Finstock.

- ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? ¿Estás seguro de que estarás bien?

Lydia la miró y Daire pudo ver un fuego ardiendo detrás de sus ojos. Le recordó a Yona (de Yona of the Dawn), un fuego de determinación ardía detrás de esos ojos verdes y Daire sabía que Lydia estaría bien.

Lydia abrió la puerta.

- Por supuesto que lo soy. No es como si mi mamá fuera una loca asesina en serie.

Sí, ella estaría bien.

Siguieron a Lydia mientras se pavoneaba dentro, al menos hasta que se detuvo y pareció que su madre la había sorprendido robando del tarro de galletas. Todos en el pasillo simplemente se detuvieron y los miraron, echando un vistazo al nuevo "trabajo loco" de Beacon Hills, como dijeron algunos imbéciles. Digamos que "tropezaron" por las escaleras. Todos la miraban boquiabiertos y Lydia se quedó allí, incómoda, inquieta. Allison le lanzó una mirada a su prima.

Daire se inclinó más cerca y susurró.

- Nena, son nueve libras.

Con ese impulso de confianza, Lydia echó los hombros hacia atrás y sostuvo su hermosa cabeza en alto. Se pavonea hacia adelante, como una modelo en una pasarela. Una vez que Lydia desapareció en el pasillo, la multitud continuó mirando a las chicas argentinas.

Daire enarcando una oscura ceja los miró.

- ¿Qué diablos están mirando todos?

Con esa nota, todos los adolescentes despejaron el pasillo y Daire se fue a entregarle al entrenador su café ahora frío.

Daire llegó al campo y le entregó a Finstock su café, uniéndose a él para ver sus ejercicios matutinos. Afortunadamente, no le importaba que hiciera frío porque tenía que lidiar con Scott.

Bien, Scott, que jugaba de portero, la única posición que odiaba casi tanto como Daire odiaba cuando Fairy Tail hizo una pausa (eso es mucho odio). Daire no tenía idea de lo que estaban pensando los dos idiotas, pero cuando Finstock hizo sonar su silbato y lanzó una pelota al primer jugador en la fila. Comenzó a correr hacia la portería, preparándose para enviar la pelota por los aires. Segundos después de dejar su lugar en la fila, Scott salió disparado de la portería y rápidamente golpeó al otro jugador en el suelo.

- ¿Qué diablos está haciendo? - Daire murmuró mientras veía a Scott inclinarse y oler al chico.

De repente, Daire sintió que el miedo corría por sus venas. Fue raro. Se sentía extraño en su cuerpo. Como si estuviera aprovechando la psique de otra persona. Ella miró hacia arriba una vez que el miedo se desvaneció y la emoción fue casi como un dolor sordo en la parte posterior de su cabeza.

- Argent, Stilinski - el entrenador comenzó a llamar la atención de los dos adolescentes - ¿Qué diablos le pasa a tu amigo?

Stiles y Daire se miraron.

- Ah, está reprobando dos clases, es un poco incómodo socialmente - dijo Stiles.

- Nunca ha visto Star Wars, no ve anime y si miras lo suficientemente cerca, su mandíbula es un poco desigual. Dijo Daire mirando a Scotty y al chico que corría de regreso a la portería.

Con una mirada más cercana a Scott.

- Eso es interesante - y Finstock los dejó ir.

Una vez más, Scott salió corriendo de la portería y tacleó al siguiente jugador que resultó ser Danny. Daire encontró toda la situación hilarante, Danny siendo Danny le dijo a Scott que estaba usando Armani porque podía decir que Scott lo estaba oliendo. Hizo su vida. Finstock... no tanto.

- ¡McCall! Si sales de esa red una vez más, estarás haciendo carreras suicidas hasta que mueras. ¡Será la primera carrera suicida que realmente termine en suicidio! ¿Entendido?

Scott asintió, arrastrando su bastón y él mismo de regreso a la portería.

Con una excusa tonta, Jackson abandonó el campo, ni siquiera esperando una respuesta y le lanzó a Daire una mirada furiosa mientras se alejaba... Jackson.

De repente, Daire sintió un pico de agresión en la mezcla de miedo que había rechazado. Su mirada se desvió hacia Isaac. Sus hombros se movían erráticamente, como si respirara con dificultad o estuviera realmente enojado. El silbato chirrió y atrapó el balón con extrema precisión. A Daire le recordó a ella y a los propios reflejos sobrenaturalmente mejorados de Scott.

Fue entonces cuando la golpeó. Ella estaba sintiendo sus emociones. Todo el asunto de oler era uno de los estúpidos planes de Stiles, y estaban buscando al primer beta de Derek.

- Joder - susurró Daire.

Sus sospechas se confirmaron cuando Scott e Isaac se atacaron mutuamente. Le recordó todas esas batallas de anime cuando los dos poderosos oponentes se cargaron entre sí con toda su fuerza. Los dos chocaron y se estrellaron contra el suelo. Daire sabía que los dos se miraban el uno al otro con ojos dorados. Sus emociones eran densas y casi palpables en el aire, y Daire sabía que incluso sus propios ojos cambiaron por un segundo con toda la tensión en el aire. Daire podía oír el crujido de pasos y con los ojos muy abiertos vio al sheriff Stilinski y dos agentes flanqueándolo en el otro extremo del campo. No es bueno.

Diez minutos después, la práctica terminó. Daire observó cómo colocaban a Isaac en la parte trasera de un coche de policía.

- Scott, ¿qué diablos está pasando? - Stiles preguntó cuando Scott se unió a ellos. Daire y Scott escucharon, y lo que oyó Daire hizo que ella cubriera un grito ahogado con la mano.

- El padre de Isaac está muerto - Scott le dijo a Stiles. - Creo que fue un asesinato.

Daire no podía creer lo que estaba escuchando. Seguro que nunca conoció al hombre, pero había escuchado que eran solo él e Isaac. Aparentemente, su madre y su hermano fallecieron años antes y en ese momento Daire no quiso hacer más preguntas.

- ¿Están diciendo que Isaac es un sospechoso? - Stiles cuestionó.

Daire lo miró con los ojos muy abiertos. Isaac, Isaac alto, tímido y amable. ¿El chico de su clase de química del que tenía un inmenso crush, sospechoso de asesinato? ¿Además de ese parricidio?

- ¿En serio? - Preguntó sorprendida.

Stiles se encogió de hombros.

- Tienen que tenerlo todo en cuenta. ¿Y ellos también?

Scott negó con la cabeza.

- ¿No estoy seguro de por qué?

- Porque pueden encerrarlo en una celda de detención durante veinticuatro horas - susurró Stiles.

- ¿Como de la noche a la mañana? - Scott preguntó.

- Sí, en la luna llena - dijo Stiles, con una mirada grave en su rostro.

- Ah, diablos - murmuró Daire pasando una mano por su cabello.

Hombre lobo novato + celda de retención + luna llena = explosión de una olla de mierda

Las cejas de Scott se levantaron.

- ¿Qué tan buenos son los que tienen celdas para retener a la gente?

- Gente, bien. Hombres lobo, probablemente no tan buenos.

- Chicos, ¿recuerdan cuando dijimos que no tenemos ganas de mutilar y matar? - Scott suspiró – El sí.

Daire tragó saliva y nerviosamente su mano tiró su cabello de nuevo.

- Eso no es del todo cierto.

Tanto Scott como Stiles se volvieron hacia ella.

- ¿Qué quieres decir?

- Bueno ... creo que puedo sentir emociones, las he estado sintiendo desde el principio. Sin embargo, me acabo de dar cuenta ahora . Daire miró a sus dos amigas que tenían miradas de conmoción y confusión.

- E Isaac, por mucho que sienta la sed de sangre de la luna llena. Está aterrorizado., Espera, déjame aclarar esto - Scott se detuvo y miró a Daire - ¿Puedes sentir nuestras emociones?

Daire inclinó la cabeza hacia un lado y cerró los ojos, imaginando una cuerda que la conectaba con sus amigos. Ante la repentina oleada de emociones extrañas, abrió los ojos y asintió.

Stiles sonrió.

- Parece que eres empática, Batgirl.