Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⁶ 𝘰𝘹𝘧𝘰𝘳𝘥.

THE AMAZING TEAM RED.
OCTUBRE 2014, JUEVES 30.
━━━━━━━━━━━━

Wade y Peter caminaban tranquilamente por las calles de Brooklyn, el mayor comía gustosamente de un taco mientras que el menor tomaba de un café ya que el frío comenzaba a llegar a la ciudad.

El castaño fulminó con la mirada a todas las personas a su alrededor debido a que miraban con extrañeza a Wade debido a su piel, pero por suerte él no se dio cuenta por estar terminando su taco.  

Cuando llegaron a su destino, ambos dejaron la bolsa y el vaso en un basurero que estaba por su camino y se recostaron en la pared para ver a la chica a que le hablarían,

—No voy a hacerlo.

—Sí lo harás.

—No puedes obligarme, cucaracha.

—¡Me hiciste comprarte un taco porque dijiste que "te daba confianza"!

—Estaba bueno, gracias, necio. Pero no puedo hacerlo.

—¡Sí puedes! —lo alienta Peter palmeando sus hombros detrás de él—. Confío en ti, vamos —siguió empujándolo no tan brusco para que cruzara la calle y le hablara a la castaña que se encontraba con expresión desanimada, escogiendo algunas frutas para cenar ella sola como acostumbraba desde que Wade la dejó.

—Que confíes en mí no significa que lo haré, idiota —habla el mayor cubriendo su rostro, inseguro—. No me aceptará, ¿por qué vine? Mierda, no debí habértelo pedido.

—¡Por favor! Ella está ahí —la señaló, poniéndose la capucha de su chaqueta al igual que Wade—, esperando a que cruces la maldita calle y vayas a hablarle de una buena vez —el mercenario miró divertido al menor.

—¿Ahora dices groserías? Ay, estás creciendo —trató de tocar su mejilla con una sonrisa, pero Peter golpeó su brazo reprimiendo una risa.

—Me estoy juntando mucho contigo. Ya, andando.

Los dos cruzaron la calle, Peter un poco más adelante que él para llamar a Vanessa y luego hacer que Wade se deje ver. Pero al momento en que el castaño trató de tocar su hombro, se tropezó con una naranja caída del puesto de frutas, lo que provocó que ella fuera empujada por él.

—Oye, ¡¿qué es lo que te...? —la chica calló al ver al castaño un poco apenado, rascándose la nuca—. Oh, Peter —esforzó una sonrisa—. Que gusto verte, ¿cómo estás? Hace tiempo no nos vemos —este asintió dándose la vuelta para ver a Wade, pero desapareció.

—Eh... Yo, estoy muy bien —miró a su alrededor con confusión—. ¿Tú cómo has estado? —la mira sonriéndole a medias, pero aún así buscaba a su mejor amigo algo alterado.

—Yo... Creo que estoy mejor de como estaba cuando Wade se fue, todo ha sido muy difícil pero he sabido como manejarlo. ¿No has sabido nada de él? ¿Sabes dónde está? —Peter dejó de buscar al recién mencionado y frunció el entrecejo.

—La verdad no —Vanessa frunció el ceño al verlo algo alterado, pero no le tomó mucha importancia—. Nessa, quería presentarte a alguien pero no sé donde está, estaba aquí hace un momento, él... —dejó de hablar al ver a Wade nuevamente al otro lado de la calle, con la capucha puesta y con la cabeza baja, eso lo hizo suspirar—. Él ya volverá —ella sonríe con algo de cansancio—. Tu casa no está tan lejos, ¿quieres que te acompañe?

La castaña asiente levemente, acomodando la bolsa con sus frutas en su mano para luego caminar junto a él.

Wade no pudo evitar sentir pena de si mismo.


Al día siguiente, Wade había acompañado a Peter a hablar con Harry y tratar de explicarle que no puede darle su sangre mientras que el mayor se quedaría afuera esperando.

Cuando el arácnido fue a hablar con el castaño, el mercenario fue a Oscorp para ver a la rubia que traía loco a su mejor amigo. Y al llegar a la parte en donde ella trabajaba, la vio recogiendo sus cosas con algo de prisa.

—¡Hey, rubia sexy! —la llamó llegando hasta su pequeña oficina. Gwen al verlo sonrió con dulzura—. ¿A dónde vas? Vine acá porque el niño me sigue a todas partes y luego me manda a otra parte, acordamos que te encargarías de él los fines de semana, que eso incluía el viernes —la chica rió.

—Hola, Wade. Lo siento pero debo irme ya, voy a mi última entrevista para Oxford —tomó sus cosas y besó ligeramente la mejilla del mercenario.

Este se quedó unos segundos confundido, luego corrió para alcanzarlo.

—¿Oxford? ¿La Oxford de Inglaterra? —ella asiente corriendo al asensor, este igualó su paso para entrar a la caja metálica antes de que las puertas se cerraran—. Pero, no entiendo, ¿cómo que te vas? No puedes irte, no puedes dejar a Peter.

Ella suspiró—. Esto no es seguro, no es seguro que me vaya pero tal vez sí, es lo más seguro —sonrió algo nerviosa mientras salía del elevador con él siguiéndolo.

—Oye, hablo enserio. Sé que él puede ser un dolor en el culo pero enserio, no puedes dejarlo porque sufrirá mucho, te lo digo por experiencia —ambos salieron del edificio y comenzaron a dirigirse al lugar de la entrevista, que por suerte, sólo estaba a dos cuadras.

—Lo siento, en verdad, Wade. Pero debo ir, es lo correcto —miró su reloj, al ver la hora soltó un quejido y aceleró el paso—. Se me hace tarde, debo apresurarme.

—Peter está muy dolido por algo de sus padres, quiso contarme pero empezó a decir puras mierdas y no pudo. Decía que todo era falso y, y, ¡yo no entendía nada! —siguió intentando convencerla, pero eso no la detuvo.

Cuando la rubia iba a hablar, el castaño de quien hablaban apareció con una telaraña, cayéndole encima al mercenario.

—Oh, hijo de... ¡Perra! —chilló al momento en que se golpeó la cabeza y su cuello dejó de funcionar, por lo que su cabeza ahora estaba guindando.

—¡Wade! Lo siento, lo siento, lo siento pero debo hablar con Gwen —tomó al mayor y fue hasta la rubia —. Gwen, ¿puedo hablar contigo un segundo?

—Me tengo que ir, voy retrasada —dice mientras abría la puerta del edificio, pero Peter no se detuvo y entró con Wade en brazos.

—Sólo será un segundo —pide ignorando los quejidos de su mejor amigo.

—No puedo, lo lamento, Peter.

—¡Que no puede, necio! —chilla Wade intentando mantener su cabeza en su posición normal.

—Es sólo un minuto, mira —soltó al mercenario y se paró frente a Gwen, esta lo miró exasperada—. Solo quiero decirte una cosa y me voy. Todo es un desastre, una locura —Wade comenzó a sisear para callarlo al ver a la recepcionista ver la escena con confusión —. Mi papá, mi mamá, todo lo que sabía de ellos ¡es falso! —alzó los brazos mientras ella trataba de tomar sus manos para calmarlo, pero este no se quedaba quieto.

—Esto es vergonzoso —murmura Wade.

—¡Falso, falso, falso! Nada de esto tiene sentido. Quiero ayudar a Harry, ¿y qué pasa si mi sangre funciona? ¿Pero, y si no? No sé qué hacer.

—Peter.

—¡No lo sé! No tengo idea, he llamado a Tony y él dice que no funcionará, también he hablado con Ally y dice lo mismo, ¡el Sr. Pym también!

—Insecto.

—Dios mío, no sé nada.

—Dejas a tu chica en vergüenza, eso debes saberlo.

—Lo único que tengo claro, Gwen, es... —tomó aire para hablar mientras tomaba el rostro de la rubia entre sus manos.

—¿Srta. Stacy? —la voz de la recepcionista hizo reaccionar a Peter, quien se alejó de inmediato para ver a la mujer que habló.

—¡Sí! —el menor miró a su alrededor mientras se acercaba a Wade —. En verdad lo lamento. Sé que voy tarde pero, ¿me permite un solo minuto más?

—¿Dónde estamos? ¿Qué estoy haciendo? —pregunta en un susurro viendo el lugar.

—Pues, sinceramente, la cagaste —le responde él mientras movía su cabeza con sus manos en forma de negación.

—Peter, debo irme, es mi última entrevista para Oxford —el castaño tomó aire con sorpresa.

—Oxford, no lo sabía —murmura viendo el gran logo de la universidad colgado en la pared—. En ese caso... —miró a la recepcionista, algo apenado—. Perdón por molestarla, mi bella dama. Pero, uh, ¿quiénes somos? Pues somos John Hopkins y John Yell —Wade entrecerró los ojos—. Somos... Profesores jóvenes de Harvard y queríamos hacerla formar parte de nuestro equipo. Porque es la mejor persona que conozco y es un genio científico...

—En fin, que Dios salve a la reina y lamento mucho todo, ya nos vamos —lo paró el mayor dándole la vuelta para que no siguiera hablando y se fueran de una buena vez.

—¡Hey, Peter! —los paró Gwen antes de que pudieran abrir la puerta —. ¿Qué ibas a decirme? ¿Qué es esa cosa? —al ver que él no contestaba, suspiró—. Debo irme a Inglaterra, Peter. Es importante para mí, lo siento.

Wade apartó la mirada al momento en que Vanessa llegó a su mente.

—Mira, no lo sé. Tal vez estamos en caminos diferentes ahora —habla, intentando animarlo con una sonrisa para que el comentario no fuera tan duro —. ¿No crees? No lo sé, tal vez vamos en direcciones diferentes. Pero me tengo que ir —Peter asintió, intentando mostrarse en buen estado ante ella.

—Gwen —la llamó antes de que se perdiera de su vista, ella los volteó a ver con una sonrisa entristecida—. Suerte —alzó sus pulgares.

Ella sonrió viendo como Wade le sonreía tomando a Peter de la cara con una mano para hacerlo sonreír también. Los extrañaría mucho a ambos.


Ahora los dos se encontraban en una estación de metro abandonada. Peter pensó que sería bueno averiguar lo que su padre escondía en la estación Roosevelt, mientras que Wade sólo estaba algo aburrido y quiso acompañarlo.

Un grito agudo salió de la boca de Wade, lo que logró sobresaltar a Peter.

—¡¿Qué?! —pregunta el menor algo alarmado.

—¡Vi a una rata pasar por ahí! Muévete, muévete —lo empujó levemente para que siguiera caminando y por fin llegar a su destino.

—Aquí es —murmura el castaño al leer el nombre de la estación que buscaba en la pared.

—Pero no hay un metro aquí, no entendí.

Peter ignoró su comentario y corrió hasta el lugar en donde se introducían las fichas para poder subir. Cuando el castaño metió una de las fichas que había traído, se quedó viendo a la pared esperando a que algo pasara.

—¿Eres imbécil? Está roto. Podías rodearlo y no lo hicis- —el mercenario soltó un grito subiendo hasta Peter cuando el piso se abrió, sacando el metro que debería estar ahí desde que llegaron.

El menor miró a Wade con una ceja alzada. Este lo miró con los ojos entrecerrados.

—Dices una palabra y te juro que...

¡Beep! —lo cortó Peter corriendo al metro.


Peter sonrió complacido mientras se dirigía con su mejor amigo fuera del túnel. Ya sabía la verdad de su padre y todo lo que hizo, se fue porque debía hacerlo y fue para protegerlo, ya todo tiene sentido para él.

—¡Esto fue divertido! Hay que ir a acampar algún día. Podríamos llamar a Jean, ¡a Stark, Quinn y Rogers también! Quiero caerles bien a mis suegros, ya sabes.

Peter se echó a reír, pero el sonido de su celular lo interrumpió. Al verlo, notó que tenía un mensaje de voz de parte de Gwen.

Sin dudarlo, lo puso.

Hola, Peter, soy yo —se escuchó la voz de ella, tranquila.

—¡Hey, es la rubia sexy! —dice Wade con alegría, a lo que Peter sonrió mientras negaba.

Entré a Oxford... ¡Hurra! —pausó —. Estoy muy emocionada. Fui a tu casa hace rato y tu tía me dijo que no estabas, así que ahora voy camino al aeropuerto —ambos se miraron —, porque me enteré de unos cursos de verano y se me ocurrió que de alguna forma sería más sencillo hacerlo así. Y también creo que es tiempo de... Dejarnos ir.

El castaño soltó el aire que tenía retenido en sus pulmones.

Y no es porque no te ame, sino porque lo hago. Así que por favor, despídete de Wade por mí, por favor —hubo una pausa larga —. Bueno... Adiós.

Wade miró su reloj y suspiró—. ¿Vamos por ella, tigre? —el menor lo miró confundido—. Oh, vamos, Mary Jane no va a salir así que puedo llamarte tigre, ¿verdad?


[Ally (Alicia Pym) es la protagonista de mi futura historia "Savior" de Scott Lang]  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro