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CAPITULO 14

Cancion:
Angels- Vicentone.
Pd: esta canción créanme cuando les digo que ha sido mi inspiración al escribir Blue Blood.
¿Pq? Idontknow pipols.

............

Belentinne Müller

Circo.

El sonido chirriante de la plataforma hizo que el miedo creciera de forma súbita dentro de mi, la cuerda se movía por nuestros movimientos. El pelirrojo delante de mi estaba lejos de llegar al extremo, donde se situaba las escaleras metálicas, la cabina seguía a nuestra lado dado que se movia cada que nosotros avanzábamos gracias a nuestras manos, intentaba como nunca quitar los gemidos de placer de las personas allí dentro de mi cabeza.

Pero no podía, era como una bocina pegada a mi oído que no podía quitar me tenía frustrada, cansada, estresada y cansada. queria salir, solo quería vivir terminar de saber lo que era y lo que hacían conmigo. O mejor dicho... ¿Por que? Mi subconsciente no ayudaba y sus estupidas facetas me tenían más desorientada de lo que ya estaba.

Concentrate en no quemarte y ya está.

No quise voltear, era asqueroso ver como mientras nosotros intentábamos evitar ser quemados por una plataforma de carbón y fuego que subía hacia nosotros, ellos tenían sexo...

Demonios esto era tan retorcido.

El calor acariciaba mis pies haciéndome sudar en exceso, me preguntaba cómo aún no se quemaban las cuerdas que sostenían la misma plataforma de fuego que ahora subía.

El bullicio de los espectadores sentados en las gradas, me dejó con un desasosiego que solo me daban ganas de vomitar, algunos miraban expectantes lo que hacíamos otros...

Otros imitaban a los enfermos de las cabinas.

Me sostuve con fuerza de la cuerda cuando se movió, sentía que en cualquier momento caería.

- ¡Vamos Belentinne!-grito en un jadeo. Sus músculos se tensaban, su cuerpo estaba cubierto de sudor.

Respire, la plataforma subía a cada segundo, movi mis manos con fuerza, ayudándome con mis piernas, era muy lenta mientras que el chico ya estaba apunto de llegar al otro lado.

-¡Belentinne vamos! ¡se que puedes!-se volteo a verme con el terror surcando sus iris.

La plataforma estaba a unos metros de mis pies, y yo seguí

No iba a morir.

No aquí.

No en esta mierda de circo retorcido.

La cuerda quemaba entre mis manos, el sudor y el calor se agolpaba en mi cuerpo, la plataforma subía.

El pelirrojo ya había llegado sano y salvo, el bullicio aumento.

-¡no puedo!-grite, mis piernas temblaban, los músculos de mis brazos se sentían pesados y temblaban junto con mi cuerpo entero.

Observe la plataforma con miedo y luego al pelirrojo que me alentó con la mirada.

-no me dejes por favor...-se relamio los labios mirándome a los ojos-se que puedes ven a mí -elevo su brazo hacia a mi yo solo lo observe cansada.

Mi pecho vibró, y seguí impulsandome mientras colgaba de mis manos.

Uno.

Dos.

-Se que puedo llegar...-susurre sin aliento.

Tres...

Cuatro...

-si puedes ven a mi.

Cinco.

El calor que acariciaba mis pies se intensificaba.

Seis, siete.

El bullicio y los gemidos asquerosos aumentaban.

Ocho, nueve, diez, once.

El calor se sentía en mis pies a tan solo metros.

-¡Belentinne!-el pelirrojo gritó

Me impulse más rápido mis músculos tensandose, la debilidad cada vez llegaba con más y más cansancio hacia mis brazos los cuales pesaban mucho más tanto que mis músculos comenzaban a arder y quemar.

Quince...

Voy más allá de la mitad.

Veinti uno...

-llegare...-jadee-¡MALDITOS!-grite cuando, una llamarada de fuego toco mi pie, sobresaltandome en la cuerda que se movia ante mi peso.

No podía más, mis brazos dolían

Si te atrapán, te quemas, te mueres, perdemos.

Y aquí en esta mierda, tenemos que ganar.

Cerré mis ojos con fuerza, tenía que llegar, no podía dejarme vencer.

Los abri de nuevo y una ola de calor, me hizo cerrar mis ojos y abrirlos de nuevo.

Yo puedo.

Veinti cuatro..

-¡Belentinne! ¡no te detengas!-grito estaba tocando la cuerda con fuerza, sabía que estaba a punto de venir por mi, su mirada era de terror me faltaba poco para rebasar la plataforma que subía lentamente.

-¡Deja de alentarla si no quieres terminar en un maldito calabozo!-me quede quieta con mi cuerpo tambaleándose en el aire cuando el hombre en el suelo hablo por los parlantes.

Lo mire a él sorprendída y Relami mis labios que se sentían resecos, un dolor atenazo mi antebrazo como un latigazo y chille de dolor.

Llega sin importar el dolor, ahora mueve tu maldito trasero o juro que yo misma me quemó por ambas.

Mi labio inferior, temblo, pedazos de la cuerda rasposa se pegaban a mis manos que ardían y me impulse con fuerza mientras recogía débilmente mis piernas en el aire, que comenzaba a sentir el calor del fuego ardiente.

-yo llego...-jadea- veintinueve...

La cabina se movía con fervor a mi lado y mi error fue haber mirado por que dejé mi pierna caer y esta choco contra la plataforma a centímetros de mi pierna.

-¡ha!-grite con lágrimas en los ojos.

-¡ven a mi falta poco!-grito de nuevo sin importar la advertencia.

La cuerda se movió cuando me moví con dolor, ardía quemaba puyaba. Afiance mi agarre en ella.

Uno...

Dos...

Falta poco.

Tres ...

Recogí mis piernas avanzaba rápido, el calor tocaba mi trasero.

Cuatro...

Cinco...

La plataforma subió a mi lado.

-¡Si!-grito de alegría el chico.

Mi cuerpo estaba mojado, sudado el se colgó en la cuerda y extendió sus brazos mientras arrastraba mis manos por ella llegando a él.

Puso su mano en mi cintura desnuda y me abrazó agarrandose de la escalera mientras ponía mis piernas en el para sujetarme.

Su torso desnudo y húmedo se pegó al mío que se encontraba en las mismas condiciones, encajamos perfectamente y alce mi rostro para verlo, mientras yo buscaba aire.

Aire que no necesitaba por que no respiraba y lo mire mientras dejaba de jadear.

Malditos reflejos, ni yo los controlo.

Relami mis labios agrietados y mire sus ojos rojos que tenían ese brillo, el me sonrió y dio otro beso en mi frente que me hizo suspirar. Sentí que sonreía sobre mi frente y me apretaba más contra su cuerpo, sujetandome con fuerza.

-te juro que apenas salgamos de aquí tú los quemarás con tu fuego. -se separó.

Yo observe la multitud y las dos plataformas llenas de fuego, en la otra los cuerpos estaban hechos cenizas y el olor...

Ni hablar del olor.

-"Te juro que apenas salgamos de aquí, te dejaré partirlos por la mitad"-el recuerdo latente y doloroso de hace unos días me llego a la mente y lo mire extrañada.

Él ni se inmutó de que lo miraba, al contrario observaba las plataformas y las cabinas que se movían por las personas que ya habían concluido con su asqueroso momento.

Las plataformas, Estaban tan calientes que podía percibir el ardor en mi piel a lo lejos que estaba, el aire frío chocó con mi piel desnuda y lo agradecí en silencio, mire hacia abajo sintiendo la tensión de mis músculos que protestaban; un hombre estaba en el escenario viéndonos con decepción, portaba un micrófono entre sus manos.

El mismo que le grito al pelirrojo y anuncio el maldito show.

-esperamos que para la próxima puedan morir ¿o que dice el Público?- murmuró con rabia, y un matiz altanero que hizo que me estremeciera en los brazos del chico.

los parlantes resonaron en todo el circo dejando un sonoro eco.

-¡es hora de jugar! ¡jugar con los muñecos de la fantasía!-la mitad de las personas gritaban.

Personas desnudas saltaban, otras tenías disfraces. mire al chico que resoplaba y miraba a la gente con fastidio y una rabia que por un momento me asustó pero cuando me observo todo se apagó, era como si el fuego de su ardid se hubiera enfriado con hielo al verme.

Su mirada roja se apaciguó.

-no puedo creer que a pesar de todo esto aún tengas una sonrisa en tu rostro Bel...

Relami mis labios resecos y observé los suyos, no sabía que sonreía, el olor cítrico me hizo suspirar, instintivamente intente separarme de él pero el me apretó contra el.

-si lo haces caeremos, y en lo personal no quiero ser el causante de la muerte de una chica tan linda.-me observo con una pequeña sonrisa.

- no soy linda

-créeme que.

-¡Bajen ahora!-El grito me hizo dar un respingo, pero el chico me sostuvo con fuerza para no caer.

-Bien... -bufo hastiado.-ten cuidado-aflojó el agarre en mi mientras me sostenía de la escalera y bajaba.

Sentia todas las miradas en nosotros, la tensión era palpable la gente murmuraba, un sonido metálico me hizo alzar el rostro cuando observe como las cabinas bajaban.

Apreté los labios viendo las plataformas bajar, el olor de la sangre evaporada me hizo arrugar la nariz, era un olor metálico repugnante que...

-que asco...-murmure bajo mientras tocaba el suelo.

El chico terminó de bajar, sentía mis músculos tensos, sobre todo mis brazos, mire las palmas de mi manos rojas e hinchadas tenia algunas burbujas que dolían.

El hombre del escenario dio dos pasos hacia a mi y detrás de él una jaula gigante se abrió paso con una persona adentro.

- saquenme maldición, hijos de putas ¡los mataré déjenla!-La voz gruesa y profunda me hizo dar dos pasos hacia atrás-¡La tocan y se las ven conmigo malditos enfermos!

Senti como el pelirrojo se agarraba de mi brazo pero eso no fue excusa para sostenerme cuando dos hombres lo agarraron con fuerza poniéndole los mismos grilletes que tuve en un momento.

Me sentía mal, quería hacer algo, pero no sabía que hacer...

Él gritó, algunas personas alojaron una silla detrás de mi y me obligaron a sentarme, intente resistirme mientras forcejeaba pero decai, no tenía la suficiente fuerza como para golpear a uno y ayudar al otro, me sentía inútil por completo, una maldita espectadora mas... no quería, me sentaron a la fuerza, patee a uno de los hombres de negro pero estos solo gruñieron, no tenía la suficiente fuerza.

Era una inútil, caí rendida en la silla. Era una inepta, estupida que ni siquiera podía defenderse de esos malnacidos.

Evite sentir el dolor de los grilletes en mis manos y pies pero no evite gruñir cuando uno de ellos puso sus manos sobre ellas para que que chocarán con dolor sobre mi piel. Lo mire con rabia mientras arrastraban mi silla y la dejaban en medio del circo, al pelirrojo le hicieron lo mismo, estábamos indefensos.

No podíamos hacer nada y no entendía por qué esos grilletes dolían tanto.

Es como si fuera fuego.

Técnicamente es veneno y entre más estemos expuestas más nos debilitados contando de que ya lo estamos...

Aún me sorprende hasta a misma saber que aun podemos movernos.

Trague en seco, era cierto... no sabía aún de donde sacaba la fuerza para levantarme, para seguir y luchar; El chico a unos metros de mi me observaba con un semblante decaído y triste, sus ojos vinotinto estaban tan apagados que me hizo sentirlo sin palabras, los reflectores me cegaron cuando impactaron sobre nuestros cuerpos y cerré mis ojos en busca de algo de calma.

El sonido fastidioso de las ruedas y los gritos del hombre dentro de la jaula me hizo abrir los ojos de repente

El olor dulzón como el del caramelo comenzó a hacer estragos en mi garganta, sentia mi boca ponerse seca...

Cítricos... huele a...

Lluvia... dulce...

Ellos son.

Hice una mueca cuando pusieron la jaula enfrente de nosotros, solo miraba los barrotes y las diminutas ruedas tenía un miedo extraño al ver a la persona adentro.

¿Por qué no puedo subir la mirada?

No podía casi ni hablar, sentía mis manos humedecerse gracias a que sudaba de forma excesiva, el calor aumento de forma abrupta

Sentia dos mirada sobre mí, una me hacia querer alzar la cabeza para mirarlo, me daba tantas ganas que... ahora me sentia de forma extraña como si alguien manejara mis emociones pero... a la vez yo pudiera controlar de ellas; apreté mis puños que ardían un poco, los grilletes rozaron mi piel y acalle un gemido de dolor.

Relami mis labios, se sentían mucho más secos y calientes, sabía que me miraban pero... ¿por qué me provocaban esto? la otra me daban ganas de matar a todo el que se me atravesara, me daban ganas de salir y...

-¿Que me pasa?-mire mis piernas amoratadas en busca de respuestas, veía como el sudor bajaba por ellas y mis piernas haciéndome sentir terriblemente mojada y...

Están acoplados...

Pomm...

Pomm...

Pomm...

Mi boca se abrió en busca de aire, mi pecho se elevó un poco en busca de aire, mis manos se enfriaron de inmediato un escalofrío extraño recorrio mi columna estremeciendome en el acto, el sonido de mi corazón volviendo a la vida me hizo apretar los ojos, mis oídos comenzaron zumbar hasta el punto en que dolian del mismo sonido.

Pulso errático, sentia mis venas moverse contra mi piel con cada latido que mi corazón daba, llenando las de vida. Llevando la sangre a todo mi cuerpo, tome una bocanada de aire sintiendo un ligero mareo.

Que patética.

Un dolor extraño y punzante se instaló en mi corazón, gemi de dolor y apreté los puños sintiendo el ardor de los grilletes.

Mierda, esto era horrible era como si me estuvieran retorciendo un jodido puñal en el pecho que apretaba mis pulmones.

El ruido del bullicio y de los parlantes me aturdia el doble que antes, mi sien dolía mis ojos igual, la luz comenzó a dolerme cada que intentaba abrir mis ojos

Esa mirada sobre mi, mierda ¿qué quieren? ¿Que hacen conmigo? ¿Por qué me siento así? Tan...

Deseada y con tanto dolor.

Respire poco a poco volviendo a mi ritmo, omitiendo el bullicio de la gente. El dolor comenzó a cesar poco a poco y
alce mi mentón para ver a la persona al otro lado de la jaula, la respuesta fue la misma cuando observe sus ojos, la confusión fue notable en mi rostro lo sé, por que de una forma extravagante podía verme a través de ellos a pesar de la distancia.

A pesar de que él este en una jaula encerrado y yo en una silla atada.

Podía verme a traves de él.

El mundo por completo quedó en silencio para mí, solo lo veía a él, sus ojos el matiz de sus colores cambiando a cada instante, el dolor de repente se había ido como si el fuera la cura para todos mis males, solo estabamos él y yo, en ese momento...

Eramos él y yo.

la persona que me observaba al otro lado de los barrotes me regaló una hermosa sonrisa, una que tambien se formó en mi rostro, sentí mis mejillas llenarse de sangre y mis ojos cristalizarse.

No estaba soñando...

Estábamos recordando Belentinne.

El sí, existía.

Él no era un sueño.

Él es nuestra vida Belentinne.

Cuando observe los ojos que me miraban al otro lado de la jaula todo se detuvo para mi por segunda vez, el alma me cayó al suelo.

Ahora comprendía quien era la persona que había encontrado cuando...

Abri mis ojos de golpe recordando que mi mano habia sido herida en el bosque...

cuando él...

Voltee mi rostro, el pelirrojo me miraba rendido, cansado su frente estaba perlada se veía... mal.

¿Que está ocurriendo?

con tristeza, frunci el ceño luego mire al hombre detrás de los barrotes que caminaba de forma lenta, como si estuviera pausando el momento para enfrentarme.

-¿Ramseun...?-susurre en voz baja. El chico no me miro sorprendido, al contrario sus ojos brillaron cuando escucho su nombre en mi voz.

Sus ojos se abrieron y dio dos pasos hacia atrás chocando contra los barrotes, se sentó en la jaula miró a nuestro alrededor y luego observó mis ojos.

Ladee la cabeza extrañada, era como si decirlo entre mis labios lo hubiera herido de alguna forma.

-Belentinne...-escuche un susurro en mi mente y abri mis ojos sorprendida.

Mi boca se abrió en una grande O, mi respiración se aceleró y me voltee a ver al pelirrojo que estaba sentado. Mire al chico rápidamente y luego a la gente en las gradas, el hombre con el micrófono caminaba detrás del telón, como si buscara respuestas a sus preguntas a un no formuladas.

¿Que es esto?

Me había olvidado por completo de las personas a nuestro alrededor el ruido de la mesa con ruedas me saco de la burbuja en la que me encontraba, e intente evitar pensar en el cosquilleo que se formaba en mi estómago.

Mi corazón se aceleró tanto que sentía que se iba a salir de mi pecho y cerré mis ojos en busca de calma.

-estas viva...
-su voz gruesa me susurro en mi mente.

-¿Como lo haces...?-agache la cabeza murmurando en voz baja, no quería verlo.

No quería que ellos me descubrieran, no cuando me decía eso como si estuviera... en mi oído, o a mi lado, no cuando mi voz se escuchaba gruesa gracias a la sed.

Senti que el aire me faltaba y era por que dejaba de respirar, tome bocanadas de aire con calma.

No puedes perder la cordura... bueno lo poco que tienes, relájate estamos bien.

Él era el chico con el cual soñaba y el cual había encontrado. ¿¡Como carajo iba a estar bien!?; el olor a lluvia se intensificó al igual que el olor del cítrico, el ardor en mi garganta me gano y negue con la cabeza sintiéndome más débil y rendida.

¿Como no pude reconocerlo antes? ¿Como?

Un mareo me sobrevino y afiance mi agarre en la silla sin importarme el dolor en las muñecas.

Se que puedo levantarme la sed no me puede vencer...

Intente hablar pero no pude, alce el mentón las personas con batas azules pusieron el carrito enfrente de mi.

-solo hablame en tu mente...-se escuchaba como un eco tan lejano que me calmaba.

-¿quien te mando...-hice una pausa la debilidad me sobrepasaba ahora- por mi? ¿Quien... eres?-él miraba a las personas a nuestro alrededor y al chico a mi lado con rabia.

Frunci el ceño lentamente, mi rostro dejaba de estar caliente para darle paso al frío instantáneo cuando lo vi.

Era él.

Me quedé quieta mis manos se apretaron contra el respaldo de la silla, mis manos se enfriaron tanto que por un momento pensé que tocaba mis dedos de hielo.

La debilidad pasó a segundo plano cuando lo vi.

Pero no, era él mi corazón retumbaba con más fuerza con cada maldito paso que él daba.

Él camino como si nada entre la gente que nos ignoraba, el reflector lo alumbró como si fuera el maldito dios de este circo y me quede de piedra.

las imágenes de lo sucedido antes, eran como tiras de películas que iban y venían, mi mente era un remolino de confusiones, mire mis piernas y mire a los chicos que estaban atados y en las mismas condiciones deplorables que yo.

No quise prestar atención a las manchas de sangre de Ramseun que de alguna forma me dolieron a mi misma, al contrario me preocupaba el pelirrojo que se encontraba más pálido y débil de lo normal.

Todo lo que había acontecido en los últimos días o semanas, por que la verdad no sabia la fecha me golpeó de forma abrupta dejándome más débil, como si mi energía poco a poco se apagará. Sentia el mundo oscurecerse y la sonrisa vil de aquel chico mirarla de una forma distorsionada y borrosa.

- con que nos reencontramos.- dijo como si nada.

¿Por qué había olvidado todo? ¿Por qué no volví con él cuando me lo pidió en el bosque? ¿Que había dentro de ese pueblo y por que no entre en el? ¿Quien demonios era Ramseun y como podía hablarme? ¿Que carajos era lo que representaba el circo y el chip que portaba en la sien? ¿Quien era ese niño? ¿Que paso con el túnel? ¿Que? ¿¡Que!? ¿¡Que mierda es todo este circo!?

Tantas preguntas se agolparon en mi mente que explote, sentia mi mente colapsar mi mirada fue de él, al pelirrojo y Ramseun y viceversa.

Mi cabeza giraba del pelirrojo a Ramseun, sin parar, sin poder evitarlo, mis manos se apretaron contra el dolor que provocaba lo que me tenia atada, ¿Porque están aquí? ¿Quienes son? ¿Que significa toda esta mierda!?

Las preguntas se agolparon a cada vez más en mi mente, mi corazón no ayudaba por que golpeaba contra mi tórax, como si estuviera corriendo solo por huir de ellos.

Mi vista era cada vez más borrosa y sin saber de dónde saqué aquella fuerza

grite.

Grite como si la vida se me fuera en ello, sin importarme si mi garganta dolía, sin importarme las quejas de las demás personas. Sin importarme si la tierra estaba temblando ahora mismo, grite como si no lo hubiera hecho en años.

Me importó un Bledo saber por qué mi mente jugaba de esa forma tan cruel conmigo, grite tanto que sentía las lágrimas bajar por mi rostro como un río, sentí muchas manos querer sostener mi cuerpo, y grite aun mas cuando las imagenes de lo sucedido hace unos días arrollo mi dignidad, mi paciencia, mi dolor como un ser mas en este planeta que habia sido corrompido, al haber sido violada.

Senti que las personas a nuestro alrededor se habían callado pero no lo sabía con certeza.

Calle, mi corazón taladrando mis oídos, mis lágrimas bañando mi menton, mi cuello y pecho.

Estaba más desorientada, estaba más confundida y las preguntas aumentaban de mil al millón. El dolor en mi cabeza aumentó, pero el ligero movimiento me hizo sentir aún más desorientada, mareada, mi boca se hizo agua y las ganas de vomitar abordaron cada rincón de mi boca haciéndome vomitar hacia adelante.

Los vampiros, los lobos mi sangre...

No sabía que decir, no sabía que hacer y abri mis ojos con mi corazón golpeando extasiado por la falta de aire, sentía que mi estómago ahora era disminuido a todo el color rojo que ahora ensuciaba el suelo, otta arcada me sobrevino haciendome vomitar lo ultimo.

Todo era líquido, y apestaba a podrido, Pero no a podrido de la putrefacción que emanaba la comida, como era común, no.

El olor de la sangre oxidada se paseaban, en el ambiente, en el aire que revelaba mi alimentación los últimos días.

Sangre.

Tome una gran bocanada de aire y con el mayor gusto de todos le dedique mi peor mirada de odio a la persona que me miraba con los brazos cruzados enfrente de mi, observaba el suelo con asco, pero a mí, a mi me miraba como la peor aberración, la peor peste.

Tal vez si, si lo era, si era así, yo era la peor aberración, la peor peste.

-¿Ya terminaste? -se cruzo de brazos, sus músculos apretando se uno contra otros contra su pecho duro, mierda parecía una roca la última vez que lo vi no era tan... ¿musculoso?- mira como los tienes-miro hacia las gradas.

Las persona habían parado, estaban asustadas miraban el lugar como si estuviera a punto de caerse.

Si me hubieran dicho, que gritar los hubiera dejado de la forma perpleja y quietos como estaba ahora. Creo que lo hubiera hecho antes, ví como cada uno de ellos se llevaba las manos a sus narices, incluso máscaras.

Sonreí.

- Adrik.- murmuré.

Lo mire con rabia.

-ese soy yo, Roja.-sonrio y se toco el labio con el pulgar el cual portaba un anillo plateado, torcio el gesto y escuche los movimientos de Ramseun dentro de la jaula.

-¡Hijo de perra vuelve a decirle así y juro que te Castro maldito inhumano!-Gritó, me hizo verlo con confusión destilaba rabia en todo su cuerpo tanto que vi como los barrotes se hundía ante su fuerza.

¿Por qué no los rompía y salía si tanta fuerza tenía?

Me quedé callada aun así y mire al pelirrojo que se movió haciendo un estruendo con la silla.

-Te voy a quemar los malditos huevos si, sigues con este maldito juego de mierda.-siseo entre dientes el pelirrojo y lo observe.

Estaba débil hace un momento, ahora no lo estaba, yo me sentía débil y sin energía sabía que en cualquier momento me iba a dar por vencida.

Pero él ahora estaba bien.

¿Que está pasando aquí? ¿Que es lo que no veo y que no puedo entender? ¿De dónde sacan la energía para mantenerse ambos en pie?

Ni si quiera te acuerdas de la mitad de las cosas, es mejor que calles y finjas.

¿Que mierda quieres decir con eso?; apreté los puños intentado poner mi rostro de la forma más neutra posible ahora que recordaba todo lo ocurrido. Mientras reunía saliva en mi boca para escupir los restos del sabor que presidía en mi lengua.

-¿aun hablan?- Adrik se río como si ellos le hubieran contado el mejor chiste del mundo. Y fijo su mirada en mi- si hubieras venido conmigo cuando te lo dije, no estuvieras pasando todo esto.

-si me hubiera ido contigo, me hubiera suicidado aunque no lo creas ellos me cogen mejor que tú - escuche risas de fondo, Adrik me miraba enardecido.

-¿te encanta ser violada Belentinne? - dijo como si nada y se agachó enfrente de mi quise golpearlo cuando puso una de sus manos en una de mis piernas, escuché el gruñido de parte de los chicos atados.

Lo mire con asco su toque me ardía en la piel, me repugnaba aun no me creía lo que podía recordar de mis días con...

Coge bien.

¿Que?

-respira, tus brazos se están poniendo negros aún, no es hora, tenemos que esperar por ellos... respira -mire de reojo al chico de ojos grises que miraba con rabia la espalda del hombre enfrente de mí.

Observe mis manos y era cierto lo que decía.

Finge, hazlo.

-no.-relaje el semblante ignorando sus manos sobre mi piel y tome una bocanada de aire viendo sus ojos negros... eran familiares y no lo decía por lo que paso-pensé que era tu esposa.-musite para ambos.

-lo eres... -su semblante se relajó y miro mis dedos que estaba tornándose blancos, me alarme senti como mi corazón se aceleraba- por eso te mande aquí.

-pero me secuestraron...-replique en un susurro.

El se levantó como si nada dejando un apretón en mis piernas e hice una mueca. observo el carrito, tenía algunas jeringas con líquidos de los cuales desconocía su contenido.

Solo sabía que eran verdes, blancos dorados y marrones.

-ellos lo hicieron, no yo. -se volteo por completo, hizo dos señas con sus dedos hacia no se quien.

De pronto las personas comenzaron a abandonar el lugar, volteé mi rostro en busca de una explicacion al pelirrojo sintiéndome aturdida.

-no entiendo.-le informe el se volteó y me sonrió

-yo tampoco lo entendía hasta que se llevaron a nuestro hijo Belentinne.-sentí mi corazón acelerarse.

-Deja de mentir y di la puta verdad-la voz del pelirrojo me saco de mi lugar.

-¿Mi... mi hijo?-fue lo único que pude decir, la debilidad me sobrepasaba; mire mis manos que comenzaron a temblar y por alguna razón mire a los chicos a mi lado.

Los ojos del pelirrojo estaban vinotintos, tanto que su pupila traspasaba su iris, de alguna forma su semblante no me asustó, mucho menos cuando las venas negras surcaron su cuello.

Mire al chico a mi lado, tenía un ojo amarillo y otro azul. Pero no me observaba miraba a Adrik, respire con fuerza sintiendo mis manos temblar al mismo tiempo que mis piernas.

Sentia la mirada del pelirrojo sobre mi sin saber por qué.

Intente controlar el ligero temblor que con el pasar de los segundos empeoraba, pero no podía, mis manos se movían por si solas al igual que mis piernas.

-Si Belentinne, ese pelirrojo es nuestro...

tomo las dos jeringas y se acerco al pelirrojo con una sonrisa que odie.

-secuestraste a mi esposa y a mi hijo, es mejor que te calles

-no son tuyos.-su voz fue mucho más gruesa incluso pude percibir unos dientes afilados en su dentadura me volteé para ver a Ramseun, Pero mis ojos se cerraron antes de verlo.

mis extremidades comenzaron a desvanecerse en la silla, retome mi mirada hacia el pelirrojo notando el líquido esparcirse por su cuello como pequeñas líneas negras que se movían desde su rostro hasta hombros, luego pecho y abdomen.

algo dentro de mi pecho comenzó a apagarse, y unas punzadas que me hicieron cerrar los ojos por el dolor agonizante que me amenazaba con sacarme el corazón.

-Te prometo que saldrás de aquí...

Escuche un grito seguido de la voz de Ramseun, pero no pude evitar dejarme llevar por la oscuridad.

...............

Ramseun Novank.

Belentinne no! ¡Despierta! ¡mierda despierta!

Golpee los barrotes, que se rompieron por la fuerza, mis manos comenzaron a picar y mire con rabia a Adrik que se acercaba a ella con la jeringa dorada, Pero paso todo tan rápido que no asimile el momento en que ya habia fracturado su mano, la jeringa estalló en el suelo, su líquido esparciendose y tocando parte de la piel de el que comenzó a escarcharse.

Lo alce tomándolo del cuello en el aire.

-La llegas a matar, y si lo llegas a hacer o llegas a pegar esa maldita aguja en su cuello, no será ella la unica que reciba esa puta dosis.

-Deja de jugar...-aprete su cuello, sus manos se enroscaron en mis muñecas en busca de una liberacion, sus uñas, arañaron mi piel, Pero me hacia reir-Andan de allá... Para acá, haces y deshaces... Son o no son.

-No es tu maldito, problema.

Lo solté, cayó en el suelo y comenzó a toser, tomo una bocanada de aire y chillo cuando se levantó, ya que se fue de bruces contra el suelo, me rei nuevamente, mientras lo rodeaba, cuando hizo el amago de levantarse de nuevo y lo patee.

-Ni para levantarte sirves.-me burle, acercándome.

-Son unos...

Volví a patearlo y está vez oi el hueso de sus costillas crujir.

-Malditos, idiotas, estúpidos, imbéciles, ojalá me maten, blah, blah, blah-Chasquee la lengua viendolo retorcerse de dolor-Todos los adjetivos ya me lo han dicho, ¿Podrías decir algo nuevo?

Se levantó, lentamente con la mano en su pecho, su rostro se había vuelto rojo hinchando las venas de su cuello.

-Oh, con que si te sabes levan...

-¿¡creen que no se lo de las facetas y su maldita división de personalidad!?- me grito en la cara, interrumpiendome-¿¡Creen que no se, que son ustedes los que juegan con nosotros!?

-Espera...-camine hacia la jaula, me senté en la orilla y puse la mano contra mi oido- Servicios mentales, creo que se les ha escapado un Einstein, se ha dado cuenta que, cree un maldito circo, ¡donde juego con las mentes de todos!

-¡Eres un maldito lobo de mierda!-vocifero contra mi.

Mire al pelirrojo, sus pupilas dilatadas sus iris vinotintos, en un claro ejemplo de que la droga estaba haciendo de las suyas.

-almenos yo no quiero matar a mi hermana, fingir que no me la he cogido todos estos años-lo mire sin ganas-Y de paso venir aquí, secuestrar a la mujer del prójimo y fingir que somos una familia feliz.

El tosió, riendose

-Por los menos, yo no tuve que crear un puto circo, para hacer que mi mujer me complaciera, inducirla en un estado mental critico, para que olvide a su otra alma gemela, mandarla a hacer shows baratos como una puta cirquera para sacar provecho de su belleza sobrenatural y hacer dinero a sus costillas, ¡de paso no la ando alardeando sabiendo que ella te huye cada vez que descubre las mierdas en las que las has inducido! Al punto que no se reconoce ni ella misma y aun asi, tener los putos Huevos de decir que ella solita se metio en esta mierda-escupio a mis pies-¡Cuando claramente fuiste tú quien la metió en esta mierda, por tu falta de atención y ahora no sabes cómo sacarla, por qué sabes que mandara a pedir tu cabeza apenas recuerde todo lo que le has hecho!

Sin verlo venir, una jeringa voló en dirección a mi cuello, la tomé entre mis dedos antes de que está tocara mi piel, y alce la aguja-una muy perfecta puntería- El líquido verdozo goteaba, mire al hombre que me miraba enardecido.

-No me arrepiento, a veces se hacen muchas cosas por amor- La mire a ella que dormitaba agotada, como una de esas diosas nórdicas; Él se encaminó al carrito donde estaban los otros alucinógenos.-Pero tu no sabes nada de eso, solo le lames el coño a tu hermana cada que pueded y cada que no esta vienes aqui en busca de mi redención.

-Maldito la voy a matar.-Murmuro.

Suspire cuando tomo la otra jeringa y me quede viendo el líquido verdoso.

¿Por qué tanto drama?

Cuando creo que Adrik, no puede sorprenderme más, viene y destruye todas mis expectativas.

Era tan patético.

-¿Que quieres que haga?-le pregunte mientras se decidía en escoger la droga y yo miraba la jeringa automática que tenía en mis manos.

Era lindo volver a verla después de haber sido yo quien la había diseñado, mire a Pax que comenzaba poco a poco a retomar la compostura y con sigilo le hice la señal, en lo que seguía ganando tiempo.

Me encamine hacia a él, que se tomaba el tiempo para escoger su preciado artefacto con boleto a su muerte.

-¿Porque no mejor le haces un favor a mi padre y te lo entierras en el cuello?-Musite detrás de él, este se volteo buscando inyectarme la que ya tenia en la mano, pero con una maniobra de evacion logre enterrarla en su cuello.

Sus venas negras se marcaron, sus ojos se voltearon.

-Bienvenido, al mundo del DMT Adrik, a y Dile a tu padre que retire todos los guardias del este de ZAE, si no quiere que mandé a bombardear su puto culo-golpee su mejilla, intento decirme algo Pero sonreí al ver cómo volteaba los ojos.

Comenzó a retorcerse en el suelo, mire los guantes aún lado del carrito y me los puse bajo la atenta mirada del pelirrojo que me miraba consternado.

-Aqui es donde, me agradeces por segunda vez.

SEGURIDAD CONDIGO ROJO!-las alarmas se encendieron, las luces que daban al escenario, se iluminación, las planchas llenas de carbón con el fuego aún encendido, comenzaron a descender desde lo alto.

El olor de carne chamuscada, broto por todo el lugar y rápidamente varias cámaras de humo que se encontraban estratégicamente incorporadas entre los telones comenzaron a esparcir esa toxina, que inducia a mi público en éxtasis o en su pesadilla, Pero como no había nadie, el unico implicado seria el estupido que ahora mismo convulsionaba.

Camine hacia la peliroja, liberandola ya con mis guantes puestos de los grilletes que maltratan su hermosa piel.

Esa piel de porcelana que parecía que en cualquier momento se rompería, observé su cuerpo, casi desnuda, casi trajeada para el show.

Pase mis nudillos ligeramente por sus muslos, bese sus dedos, y su olor volvió de nuevo a mi, recordándome el porque la quería para mí, recordándome por qué había hecho todo esto, recordando como esos deliciosos labios evocaban esa sonrisa, mire sus ojos cerrados, sus pestañas pelirrojas largas y espesas, sus cejas, su nariz...

Esas diminutas pecas que se esparcían por su nariz y en parte de sus mejillas de una forma tan discreta, que tendrías que estar muy cerca para notarlas.

Él nos miraba, como siempre, Pero eso no evitó que posará mi boca sobre la suya en busca de un beso que no sería correspondido.

-Prometo buscarte, acecharte y encarcelarte solo para mí preciosa-pase mis nudillos por sus delicados pómulos y mi nariz por su mejilla, oliendola como un poseso, era increíble todo lo que ella me hacía hacer, las locuras que cometía por su incandescente amor- Por ahora, recupérate, mientras arreglo el desastre que has ocasionado mi amor.

-Largate, llévatela, procura esconderla bien.

El pelirrojo se levantó, se situó a mi lado y me miró.

-¿Que?-pregunte.

De golpe, así fue como sentí el puñetazo que rompió mi labio, otro golpe a mi pómulo y otro más en mis costillas dejándome sin aire y viendo pequeños puntos blancos, tome a Pax del cuello estrellandolo contra el suelo, pero el rodó aún lado cuando fui a golpear su rostro haciendo que mi puño impactará contra el suelo.

-¿¡No puedes solo obedecer!?

-esta es mi puta forma de agradecerte-barrio mis pies haciéndome caer, el se levantó-Me largo, y olvídate de fingir un suicidio para que ella venga detras de ti, No seas tan patético en la vida.

-Diselo a tu guardia.-respondo quejico

Veo como la toma entre sus brazos, mientras me reíncorporo.

-Si llegó a ver, a tus malditos perros rodear las áreas, vengo y yo mismo te masacro, así ella me mate a mi.

Sus fosas nasales se dilataron, comencé a reír.

-Te deseo una mejor muerte.

Comenzó a caminar con ella en brazos, por la misma puerta por la cual los ví entrar hace medio año atrás.

Me froto la mandibula, que comienza a palpitarme por el golpe, y miro al hombre que bota espuma por la boca.

-Bueno, no me dejaste otra opción. -arrastro su cuerpo Hasta las gradas y observo las sillas pulgatorias, ancladas en lugares específicos, escuchando sus murmullos por qué está empezando a levantarse apunta de los golpes-¿Entonces de que forma le haremos llegar el comunicado a tu papi Adrik?

...........,..............
VERSION EDITADA Y VERIFICADA POR MI 💙

Holaaa ESTOY TENIENDO PROBLEMAS CON EL GUION LARGO, PIDO DISCULPAS DE ANTEMANO😭 ES CULPA DE WATTPAD.

Nos leemos

Noioso11

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