Capítulo Diez- El inicio de el infierno.
Narrador omnisciente.

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AQUÍ VAMOS de nuevo, Samantha a vuelto a soñar con el hombre de la máscara, hace mucho que ya no lo hacía pero ¿por qué hoy de nuevo? no tenía idea pero algo malo pasaba, dese que se levantó su cabeza dolía y sus piernas temblaban, parecía estar enferma y a penas podía caminar pero ya que es una buena actriz, su hermano ni su madre notaron que algo malo ocurría ya que ella no quería faltar al juego de hoy, no solo por que sus amigos jugarían si no que, su sueño se desarrolló en el campo de juego.

Ella estaba parada en el centro, no había nadie, un absoluto silencio y nada más que eso. Esta vez si podía moverse, miraba par todos lados sin entender nada hasta que un grito varonil de dolor se escucho, camino hacia el sonido pero no había nada, nada más que una bicicleta tirada, decidió salir de él campo pero en las calles no había nadie, corrió por todos los suburbios buscando a alguien, de nuevo escucho otro grito pero esta vez fue su nombre, una y otra vez, parada en medio de una calle no veía absolutamente a nada hasta que se giro y una camioneta a toda velocidad iba hacia ella "atropellándola" o eso dispuso ya que en ese momento despertó de el sueño.

Desde ese momento no podía parar de pensar en eso.

—¡Sam!.- grito su madre asustándola, se había perdido en sus pensamientos una vez más.-¿Estas segura que te encuentras bien? por que yo no lo creo.- sirvió una salchicha en su plato.

—Si estoy bien, solo que no dormí bien es todo.- comió de lo que su madre le había dado para el desayuno.

—Bien, ¿iras al partido hoy no?.- Sam asintió.

-Si, es a la una ¿quieres ir?.- Emely negó.

—Buscaré trabajo el día de hoy, tu hermano merece estudiar también y creo que ya es tiempo que yo me haga cargo de ustedes, no ustedes de mi.- Emely tomo su mano y Sam sonrió con emoción, ambas se abrazaron y continuaron con su desayuno.

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Dieron la una, Sam estaba sentada junto a Donna y Gwen en las gradas.

—¿Entonces vas a salir con Robin?.- dijo Gwen de la nada hacia Sam mientras el equipo de ambos se prepara.

—¿Saldrás con Robin?.- preguntó Donna asombrada.

—¿Quién demonios te dijo?.- preguntó Sam a Gwen.

—Un pajarito.- Río inocente.

—Ese pajarito seguramente se llama Finney, odio a ese pajarito.- rodó los ojos.

—Bueno deja de cambiarme el tema.

—Si, creí que estabas con Bruce.- le siguió Donna

—¿Qué? no, Bruce y yo solo somos amigos y Robin solo me invitó a ver una película y a comer.- sus dos amigas se dieron una mirada picara.-Agh ya solo es eso.- les dio un golpe a ambas y continuaron viendo el partido.

Estaban prestando atención al partido, todos tomaban posición en la cancha pero San sintió piquetes en la espalda bruscos.

—Psss.- miró para atrás, justo detrás de las gradas estaba Robin, miro a las chicas aun atentas al partido y se levantó.

—¿A dónde vas?.- preguntó Gwen.

—Iré por más palomitas.- dijo y bajó de las gradas para ir detrás de ellas.

—Hola Samy.- saludo Robin chocando el puño con ella, esperaba un abrazo o algo mejor pero el puño está bien.

—Hola Robin, creí que llegarías más tarde.- Robin se acercó.

—Si pero también quería ver el partido, al final Finney también es mi amigo y quería verte.- Sam sintió muchas cosas con su última oración lo cual n0 sabia si era bueno o malo, quería verte wow, suena lindo.

—Oh.- dijo nerviosa y soltó una risita.-genial, ¿quiéres sentarte con nosotras?.- preguntó Sam.

—Si, claro.- ambos caminaron de nuevo a las gradas, al llegar Robin saludo.- Hola Gwen, hola Donna.- sonrió a ambas.

—Hola palomitas.- sonrió Gwen y Donna soltó una carcajada.

—¿Qué?.- preguntó confundido a lo cual Sam las fulmino con la mirada.

—Que iré por palomitas.- dijo la chica mientras bajaba de nuevo las gradas para ir al puesto de palomitas.

Robin se sentó junto a Gwen, a su lado Donna y Sam se sentó junto a Robin en la orilla. Dio una bolsita con palomitas a cada uno y empezó el partido.

Finney lanzaba muy bien, hasta ahora no tuvo que estar frente a frente de Bruce, sabía que aunque eso pasara aún serían amigos pero, nada es seguro, Bruce y el bate eran como anillo al dedo, lograba pegarle a la pelota excelente, cada que alguno de ellos tenía un punto a su favor Sam gritaba emocionada aunque no tuviera un equipo a cual irle en sí.

—Oh no.- dijo Gwen de la nada.

—¿Qué pasa?.- preguntó Sam.

—Finney y Bruce.- Robin y Sam se miraron para luego ver el partido, Finney estaba para lanzar la pelota y Bruce para golpearla con el bate.

—¿Quién crees que gane?.- susurro Robin a su oído.

—No lo sé, ambos son buenos.- dijo algo tensa a lo cual Robin quiso ayudar.

—Bueno solo lanzas y golpeas la pelota, diría que soy bueno en ambas cosas, les ganaría a ambos.- Sam lo miro y sonrió.

—Eso es mentira, es más que solo lanzar y golpear, es correr, calcular, saber que puedes llegar a una base o arruinarlo todo.- empezó a dar una lista que Robin no terminaba de procesar.

—Hey ey tranquila, relájate, es un simple juego.- coloco sus manos en los hombros de ella y comenzó a hacer un "masaje", entre comillas ya que era muy malo.

—Au au.- rio Sam.— Si esto es un masaje eres pésimo, haces cosquillas.- ambos comenzaron a reír, entre tantas carcajeadas olvido el partido.

Bruce miró hacia las gradas, encontrándose con su mejor amiga, la chica que le gustaba, riéndose con alguien que acaba de conocer, ¿celos?, igaul y no había diferencia, Bruce también recién conocía a Sam.

—¡Strike uno!.- Bruce salió de sus pensamientos y presto atención, ahora tenía un strike y todo por nada.

—Oh espera mira.- Dijo Sam mientras que Robin y ella ponían atención.

—¿Qué pasa?.- dijo Finney a Bruce mientras que con la mirada señaló a sus amigos, Finney miró a Sam y luego a Robin, lo entendió todo.—Oh no.- Sam le sonrió a Finney y él se la devolvió, continuaron jugando.

—¡Strike dos!.- Bruce estaba un poco distraído, realmente no quería mirar a las gradas pero muchas veces Sam le provoca paz, algo que ni el mismo entendía pero ahora lo necesitaba.

Miró a Sam, ella lo miraba atentamente y le sonrió, la chica levantó los pulgares y los estiró un poco, de nuevo sonrió, esa chica tenía algo y por más que él estuviera enojado, con ella jamás podría enfadarse.

Finney preparo su brazo y miró a Bruce, una más y su equipo ganaba, una más y Donna podría tenerle más interés. Lanzó la pelota perfectamente, aunque no tan perfecta para que Bruce la golpeara fuera de la cancha, el suspiro agotado y un poco frustrado, casi nada. Donna, Gwen, Robin y Bruce se pararon de las gradas hacia el campo, Donna se despidió de Gwen y se fue lo cual Sam se puso triste por Finney.

El equipo choco las manos con el equipo contrario, eso se hace para terminar un juego amistoso y que no haya rencor, todos sabemos que es falso ya que un choque de manos no alivia tu enojo o tristeza al perder un juego al cual te dedicaste.

—Hey que bien lo hiciste hermano.- Finney y Bruce chocaron los puños.- Tu brazo impresiona.- le dijo.

—Gracias, lo hiciste increíble.- ambos se despidieron mientras que Finney fue con su equipo, Bruce corrió a las gradas.

—Eso fue increíble.- Sam corrió a los brazos de Bruce y se abrazaron, lo que fue un simple abrazo para Sam, para Bruce fueron los mejores cinco segundos de su vida.

—Gracias, Finney tiene un brazo muy bueno pero bueno, lo logre.- dijo emocionado, verlo así era diferente para Sam, sabía que fue importante.

—Lo sé también lo hizo muy bien, iré a verlo y felicitarlo.- dijo y fue a la cancha para saludar a su amigo.

Mientras Bruce y Robin se quedaron juntos.

—Hola.- saludo Robin felizmente pero Bruce tenía una expresión muy seria.

—Que onda.- dijo algo frío, Robin ni lo entendía pero mejor lo dejo así.

Mientras con Sam, llegaba con el equipo contrario.

—Finney te busca tu novia.- dijo uno de sus compañeros.

—No soy su novia.- Finney salió entre toda la multitud.

—Hola Sam.- se acercó a ella.

—Perdón si creíste que era Donna, ella ya se fue.- dijo cabeza abajo.

—Esta bien no te preocupes, me alegra que también seas tu.- Sam lo abrazo y el le siguió.

—Lo hiciste muy bien.- se separó.

—Bruce lo hizo mejor.- dijo un poco triste.

—Ambos lo hicieron increíble, ya será para la otra, tu brazo es bueno.- le dio un golpe en el brazo con el que lanzaba.

—Au lo sé, es mi mejor brazo y si sigues golpeándome no funcionará.- ambos rieron.- Oye, dile a Gwen que no me espere, me quedaré en la cancha un rato mas.

—Esta bien, nos vemos el Lunes Finn, bye.- ambos se despidieron y Sam regreso con sus amigos.- Gwen dijo Finney que no lo esperaras, se quedará un rato más en la cancha.

—Okey, gracias Sam nos vemos, adiós Bruce.- dijo y se fue.

—¿Y Robin?.- preguntó Sam.

—Dijo que te veía afuera.- Sam lo miró confundido esperando que no le haya dicho nada malo.— Por cierto, ya que esto fue algo muy importante para mí quiero pasarlo con una persona importante ¿Quiéres salir a comer algo conmigo?.- pregunto Bruce, Sam sintió algo en su pecho, esas palabras fueron hermosas pero ya había hecho planes con Robin, no quería decirle que no pero tenía que hacerlo.

—Amh suena estupendo solo que... .- la sonrisa de Bruce desapareció.— Ya tenía planes y.- el la interrumpió.

—Por eso Robin esta aquí, saldrás con el ¿cierto?.- dijo con seriedad.

—Si pero podemos.- Bruce salió de el campo hacia el estacionamiento donde había dejado su bicicleta.—¡Bruce! escucha.

—¿Qué? esta bien si quieres ir con el ve ni siquiera me importa.- subió a su bicicleta para irse pero ella la tomó de frente.

—Mira, perdóname por favor, se que es importante para ti pero que salga con el a COMER no te hace menos importante, aprecio esto así que tengo un mejor plan.- suspiro y miro a Bruce aún no muy convencido.— Mañana vienes a mi casa a comer, Shean dijo que quería conocerte y a mi madre también le gustaría, ¿qué dices?.- Bruce lo pensó un rato, conocer a su madre lo hacía más formal ¿no?, igual ya la conocía pero el hecho de "cenar con su familia" esa idea parecía gustarle.

De sus labios salió una linda sonrisa.

—Lo sabía, sabía que te gustaría.- dijo estirando los brazos, Bruce se levanto de su bicicleta.

—Bien, mañana en tu casa a las... .- dijo para que ella lo terminará

—A las tres ¿bien?.

—Me gusta esa idea.- lo sabía, jamás podría enfadarse con ella.

Ella lo abrazo de nuevo, él dejó en beso en su cabeza lo cual hizo que en su estómago aparecieran mariposas.

—Tengo que irme.- se separaron.

—Bien, cuídate.- quito un mechón de cabello de la cara de ella.- y diviértete.

—Lo haré, nos vemos mañana.

—Lo prometo, no habrá algo o alguien que me impida ir a esa casa, ¿qué flores le gustan a tu madre?.- Sam levantó las cejas sorprendida.

—Planeas llevarle flores, mjj.- entrecerró los ojos.— yo diría que los tulipanes.- Bruce asintió

—Anotado, nos vemos mañana.- pedaleo.

—Adiós te.- se callo de repente, ¿realmente le diría te quiero?.

-¿Mmh?.- se detuvo Bruce.

—Te... espero mañana.- sonrió y el asintió, pedaleo lejos y se fue, Sam camino de nuevo a la entrada de la cancha, la gente ya se había ido y los que quedaban solo eran padres o familia de los jugadores.

—Creí que te habías ido.- dijo Robin mientras caminaba hacia ella.

—No amm me despedía de Bruce.- Robin entrecerró los ojos.

—Tu y el son muy unidos, todos en la escuela dicen que son.- ella lo interrumpió.

—Pareja ya lo se, también lo dicen de Finn pero solo somos amigos, muy buenos amigos.- Robin asintió y siguieron caminando.

—Entonces no tienes pareja.- dijo con una sonrisa.

—No.- lo miró, ¿qué significaba esa sonrisa?.

—Genial.- camino un poco más rápido dejándola atrás, ¿por qué sería genial?.

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Mientras con Bruce, iba camino hacia casa. De su mente no salía que iría a comer con Sam, con su hermano y su madre, eso lo ponía muy contento y ni podía eliminar su sonrisa, miraba todo el camino en busca de alguna florería o algo parecido, en una esquina una camioneta negra estaba estacionada, se veían cosas como de regalos ya que había globos así que decidió acercarse.

En cuanto lo hizo, un hombre con maquillaje algo extraño salió de la nada, era el dueño supuso.

—Wow, esos son globos negros.- se acercó un poco más.

—Si claro, tengo más cosas por aquí, ¿buscabas algo en especial?.- de su camioneta saco muchos globos y Bruce se acercó mas.

El hombre sacudió una lata algo extraña pero Bruce no le tomó importancia hasta que el hombre lo tiro de la bici y lo tomó, al gritar este aprovecho para drogarlo con lo que contenía la lata y lo metió a su camioneta, el Raptor tiene a Bruce.

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Capítulo Diez listo.

Estado- Llorando.

Me dolió escribir este capítulo de verdad :( en cuanto pueda actualizo para que no se queden con la duda.

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Byeee 😽💐.