⠀𝐈𝐗. PREP SCHOOL APPROVED
・ 。゚🩸⦙ 𝐏𝐀𝐈𝐍𝐊𝐈𝐋𝐋𝐄𝐑 。˚🔪 ᵎ
009.┊ ESCUELA PREPARATORIA APROBADA.
꒰# TEEN WOLF E5 T4 ; T.E.I..
MADISON ESTABA DE PIE DENTRO DE LA OFICINA DEL ENTRENADOR, jugueteando con sus manos. Estaba esperando a que Stiles e Isaac volvieran con Kira, Scott aprovechó el tiempo que estuvieron fuera para explicarle a Madison lo que estaba pasando.
—El que ha estado matando a todos, no el mudo, el estudiante. El asesino está en el equipo de lacrosse, Stiles vio que el patrón de las puñaladas coincidía con el patrón de la parte inferior de los palos de lacrosse del instituto.
—¿El asesino está en el equipo? ¿Tenéis alguna pista? —preguntó Madison, inclinándose hacia delante para acercarse más a Scott. Él negó con la cabeza y Madison gimió.
—Genial. Vamos a morir todos —la castaña rojiza resopló y puso su cabeza en sus manos para dramatizar sus acciones.
—Nop. Estamos aquí para mirar en la parte inferior de los palos de lacrosse para ver si podemos encontrar una coincidencia —declaró Scott con orgullo y Madison le miró.
—¿Quieres decir que vamos a mirar docenas y docenas de palos para ver si encontramos una pequeña daga? Te das cuenta de que la mayoría de la gente también tiene su propio equipamiento, ¿verdad?
—Merece la pena intentarlo. Cualquier cosa que podamos hacer para salvar una vida, la haremos
—No sé yo, Scott... —dijo Madison, antes de que Scott pusiera sus manos sobre sus hombros.
—Madison, nadie va a morir. Lo prometo. No más muertes —dijo Scott, mirándola a los ojos mientras los suyos propios brillaban en rojo. Madison sonrió mientras asimilaba sus palabras.
—Te devolvería el flash con mis ojos, pero la verdad es que el color de los míos no es tan chulo como el de los tuyos, así que...
Scott se echó a reír y apartó las manos de Madison, aunque continuó de pie frente a ella de forma protectora por si alguien les pillaba y les metía en problemas. La puerta chirrió, Madison se asomó por detrás de Scott, la puerta se abrió para revelar a los otros juniors.
Scott había decidido que se dividirían por la habitación y quitarían la parte inferior de los palos, y si cada uno cubría una zona, se haría más rápido.
—Os juro que vais a hacer que me suspendan. Es casi mediodía y no he asistido a una sola clase —se quejó Madison. No es que ella eligiera ir a clase, aunque tuviera la opción. Simplemente estaba cansada y descargaba su enfado con los cuatro juniors.
—Tienes razón. Esto... esto no tiene sentido —contestó Stiles y Scott puso los ojos en blanco, tratando de explicar su punto de vista.
—La mayoría se lleva su propia equipación.
—Si ninguno de nosotros piensa que esto es una buena idea, ¿por qué lo estamos haciendo? —preguntó Isaac, golpeándose los nudillos mientras le dolían.
—Tal vez en lugar de encontrar un stick con una daga oculta, deberíamos intentar que el partido se cancelara —sugirió Kira, Madison giró la cabeza hacia ella y aplaudió.
—¡Por fin! Una idea razonable.
—El partido es la mejor manera de atraparlo in fraganti.
—¿Y si in fraganti significa que sus manos están con sangre de la persona que acaba de apuñalar? Que por cierto, podría ser uno de vosotros.
—O Liam —dijo Scott.
—Sí, Scott. Literalmente. No queremos encontrar a un pobre chico muerto porque no pudimos encontrar al asesino lo suficientemente rápido.
—Bueno, no tenemos toda la lista y él podría estar en ella. Al igual que Madison —dijo Scott, antes de darse una palmada en la boca ya que había revelado demasiado.
Madison giró la cabeza confundida y parpadeó.
—¿Así que no estoy en la lista?
—No-no respondas a eso —dijo de inmediato Stiles—. No sabemos nada sobre la lista. Cómo se hace, cómo se actualiza. Es decir, ¿quién ha estado censando a todos los sobrenaturales? ¿Mm?
—¿Cómo saben de mí? —preguntó Kira.
—Saben de casi todo el mundo. Sabía que debía haberme quedado en Francia —se quejó Isaac.
—Sí, y deberías haber traído algo de comida —bromeó Madison, dándole una palmadita en el hombro mientras él ponía morritos de forma juguetona.
—Opino como Kira. Deberíamos cancelar el partido —dijo Stiles, de acuerdo con el punto previo de Kira.
—No tengo miedo —dijo Scott.
—Yo tampoco —dijo Kira mientras se giraba hacia él.
Madison, Isaac y Stiles se miraron unos a otros. Madison tenía los ojos muy abiertos. Estaba aterrorizada y no sabía absolutamente nada sobre la lista.
—¡Pues yo estoy aterrorizada! Y ni siquiera estoy en la lista. Se trata de asesinos profesionales. Es su profesión. Uno de ellos tiene un alambre incandescente que corta cabezas.
—¿Quién sabe qué más tienen? —añadió Stiles, la cara de Scott cayó mientras miraba a los miembros de su manada en la habitación.
Madison salió de la habitación unos minutos después, necesitaba tomar aire fresco y despejar la cabeza. Scott y Stiles no tan en secreto la siguieron fuera, Isaac fue a los vestuarios para poner de nuevo todos los sticks de lacrosse.
Madison se sentó en un banco, con la mochila apoyada en el costado. Sintió que una mano le tocaba el hombro y se dio la vuelta.
—Stiles, he dicho que me des un segundo... —empezó Madison, callándose rápidamente cuando dos chicos de primero estaban parados frente a ella.
—No soy Stiles —replicó Liam mientras Madison levantaba la vista, avergonzada por haberles gritado.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Mason, sentándose al lado de Madison y le quitó el libro que tenía en la mano.
—Deberes.
—Aburrido.
—¿No eres tú el que tiene un promedio de 4 puntos? —replicó Madison y Mason la miró.
—¿Cómo sabes eso? —preguntó Mason, Madison se rió al darse cuenta de que lo más probable era que pareciera espeluznante.
Afortunadamente, un autobús se detuvo justo cuando ella balbuceaba sus palabras, llamando la atención de Liam. Vio cómo él les dejaba completamente solos, caminando hacia el autobús.
—¿Quiénes son? —preguntó Madison.
—Su antigua escuela. Devenford Prep.
—Oh.
Mason le hizo un gesto a Madison para que le siguiera, y ella se alegró de que no la agarrara por la muñeca. Tenía suerte si su muñeca no se magullaba al final del día por lo mucho que la gente había estado tirando de ella a todas partes.
Volvió a meter el libro en la mochila y se la echó al hombro mientras seguía apresuradamente a Mason. Por el rabillo del ojo vio que Scott y Stiles los seguían, se giró y los fulminó con la mirada.
Madison observó como un grupo de chicos salía del autobús, uno que era extrañamente alto hizo contacto visual con el estudiante de primero. Madison tuvo que admitir que era bastante atractivo, y Mason pensó exactamente lo mismo.
—Sólo quiero decirte —empezó Liam, Madison preparada para agarrar y apartar a Liam si pasaba algo—. Suerte en el partido —Le tendió la mano para que la estrechara, pero el chico se echó a reír en su cara.
—Muy bonito, Liam. ¿Eso es lo que te dijeron que digas para controlar la ira? —se burló, y la expresión de derrota de Liam hizo que los juniors se estremecieran— ¿Pedir disculpas y todo está bien? Te cargaste el coche del Entrenador.
—Pagué por ello —respondió Liam entre dientes, mientras la vergüenza y el rechazo se transformaban rápidamente en ira.
—Y volverás a pagar por ello. Te vamos a hacer pedazos en el campo. Y todo va a ser por... tu... culpa —se burló el muchacho, mientras Liam cerraba las manos en puños y la sangre comenzaba a caer sobre el pavimento.
Madison soltó un chillido ahogado, y ella y Scott se dirigieron hacia el muy enfadado beta.
—¡Eh, eh, eh! Vamos —dijo Scott, mientras Madison y él agarraban a Liam y se lo llevaban a un lugar privado donde no lo vieran como un ser sobrenatural. Madison le murmuró un "adiós" a Mason mientras veía que Stiles empezaba a entretener a los otros estudiantes.
Unos pasos más tarde, Stiles se unió a los dos, y su rápido trote se convirtió en un sprint cuando se apresuraron a llevar a Liam a los vestuarios. Madison abrió la puerta mientras Scott y Stiles lo inmovilizaban contra la pared, Isaac miraba al grupo desconcertado.
—Me fui como unos diez minutos. ¿Qué demonios habéis hecho? —preguntó Isaac, sin conseguir nada excepto una leve risita de Madison mientras los estudiantes usaban su fuerza para mantener calmado al beta.
Madison echó un vistazo a la habitación y abrió una de las duchas, empapando a los jóvenes que giraron la cabeza hacia ella con miradas en blanco.
—¿En serio? —soltó Isaac, sin llegar a decir mucho más mientras él y los dos forcejeaban y Liam gruñía y chasqueaba el aire. Madison se acercó corriendo para ayudar a sujetarlo, aunque no ayudaba mucho.
—¿Sigues sin calmarte? —preguntó Stiles, a lo que Liam respondió con un rugido de ira. Madison retrocedió un momento y los tres juniors empujaron a Liam contra la pared. Madison hizo una mueca de dolor al oír el ruido que hizo su espalda, pero se calmó pocos segundos después.
—¡Vale! Ya —habló Liam, volviendo a su forma humana mientras el grupo jadeaba. Madison se encogió al sentir su ropa húmeda y su pelo encrespado. Cerró el grifo, salió de las duchas y se apoyó en una pared cercana. Los chicos le dieron a Liam su espacio y el estudiante de primero se hundió en el suelo.
—Ese coche que destrozaste, ¿pensaba que era de tu profe? —preguntó Scott.
—También era mi entrenador. Me tuvo en el banquillo todo el año —explicó Liam.
—¿Qué hiciste?
—Me sacaron un par de tarjetas rojas —murmuró Liam en voz baja mientras miraba hacia otro lado.
—¿Sólo un par? —preguntó Stiles, y Liam le miró con una expresión que Madison no supo distinguir, pero ella se sintió mal.
Scott negó con la cabeza antes de poner los ojos en blanco y se agachó, mirando a Liam.
—Sé sincero con nosotros. ¿Qué más pasó?
—¡Nada!
—Mira, Liam. Si ha pasado algo, decir la verdad sólo ayudará —dijo Madison, caminando junto a Liam y poniéndose en cuclillas. Liam le sonrió por un momento, pero rompió el contacto visual y se quedó mirando la pared. Madison decidió sentarse a su lado y él por fin empezó a hablar.
—Me echaron del instituto. Me enviaron a un psicólogo para una evaluación.
—¿Qué dijeron que tenías? —preguntó Scott.
—Trastorno Explosivo Intermitente.
—¿T.E.I? ¿Eres literalmente un T.E.I? Genial, le has dado superpoderes a una bomba con piernas —bromeó Stiles, levantándole el pulgar a Scott.
Madison se volvió hacia él y le fulminó con la mirada.
—Cállate.
—¿No te dieron nada para eso? —le preguntó Scott a Liam, ignorando a Stiles.
—Risperdal. Es un antipsicótico.
—Ah, esto se pone mejor.
—Pero no lo tomo.
—Obviamente —Stiles juntó las manos, con la mirada de Madison ardiendo en su cabeza mientras le advertía que parara, ya que se estaba pasando tres pueblos.
—No-no podría jugar al lacrosse. Me deja muy cansado.
Isaac suspiró, mirando a Madison. Sentía que se estaba entrometiendo en su conversación, ya que él y el otro beta apenas se conocían.
—Vale. Creo que no deberías jugar. Díle al entrenador que te duele la pierna —aconsejó Scott, Liam negó con la cabeza y se puso de pie.
—¡No, no! Puedo hacerlo. Sobre todo si estás allí —trató de convencer Liam, y Stiles se pasó las manos por la cara.
—Pero, Liam, no es sólo el partido. Creemos que quien mató a Demarco podría estar en nuestro equipo.
—¿Quién es Demarco?
—El que trajo la cerveza a la fiesta. Era el tipo que fue... decapitado —respondió Stiles haciendo gestos hacia su cabeza.
—Creemos que la persona que pidió el barril mató a Demarco —explicó Scott, observando cómo caía el rostro de Liam. Sus ojos se clavaron en el suelo mientras miraba a su alrededor.
—¿Liam? ¿Sabes algo? —preguntó Scott, mientras los otros tres adolescentes se miraban unos a otros expectantes ante lo que iba a responder Liam.
—No sé quién pidió el barril —Liam negó con la cabeza—. Pero sé quién lo pagó.
—¿Quién? —preguntó Madison, acercándose a Liam y poniéndole una mano en el brazo.
—Garrett.
—Eh... ¿quién?
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