03
Estaba muy preocupado por él, ya que no había llegado a la hora de la comida, me mordía las uñas y mi labio inferior. No sabía qué hacer en ese momento... MinHo nunca faltaba a sus horas de comida.
Mi lápiz con el que hacía mis deberes tenía marcas de mis dientes por la desesperación.
En ese momento era las 6:00 de la tarde, hasta que escuché mi celular sonar. Lo agarré con miedo, contesté. Era su voz, me decía perdón y lo tanto que me amaba, y que llegaría tarde a casa.
Me sentí tranquilo, no por mucho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro