Minjeong POV:

Los siguientes días fueron tranquilos y sin incidentes. Me quedé en casa y trabajé en mi coreografía mientras Jimin estaba en el trabajo, cada vez que regresaba, solo intercambiábamos algunas palabras aquí y allá y eso era todo.

Sabía que todavía teníamos algún conflicto sin resolver entre nosotras, quiero decir, ¿cómo diablos iba a olvidar todo ese momento entre nosotras? (Ignorando el hecho de que ambas literalmente hemos probado el sabor de la otra) ¡NOS BESAMOS! Por mucho que quisiera hablar sobre eso y preguntar qué significaba y si Jimin sintió algo cuando lo hizo, al mismo tiempo tenía mucho miedo de su reacción.

Una parte de mí sabía que todo esto era parte de la broma todavía, pero era estúpida. Besar no hace ruido, por lo tanto no molesta a los vecinos.

Exactamente, no había ninguna razón para que nos besáramos, pero lo hicimos. En este punto, me estoy volviendo escéptica de que esto se trate de molestar a nuestros vecinos todavía.

Hoy fue un día como ningún otro, Jimin llegó tarde a casa cuando yo acababa de ducharme. Así que, sin tener tiempo para cambiarme, me puse rápidamente un par de bragas y una camisa casi transparente con mi cabello aún ligeramente húmedo, fui a la cocina donde ella ya estaba parada con la cabeza en la nevera. — Oh, hey, estás en casa. ¿Tienes hambre? Cociné algo de comida hoy porque tenía mucho tiempo libre. Lo calentaré para ti. —Caminé hacia la estufa y la encendí.

Jimin POV:

Cuando me di la vuelta me encontré con la espalda de Minjeong me di cuenta que lleva una camisa mía, seguí observandola y... oh mierda no lleva brasier, solo quería apartar la vista pero era imposible, traté de concentrarme en lo que esta preparando pero de la nada mis ojos bajaron... sí definitivamente esta es mi perdición, tiene un culo que.. uff solo pide que le den atención y sus muslos expuestos... oh no, el pequeño Yu se despertó... tragué saliva. No sabía que estaba medio desnuda.. oh dios, olvidé que tiene los pechos grandes, Yoji, cálmate, solo no mires hacia arriba, mierda tampoco mires hacia abajo, sabes que, no mires, simplemente no mires, joder.

Minjeong se dio la vuelta y lo primero en lo que mis ojos se posaron fueron sus pechos.

— ¿Está todo bien? Te ves un poco sonrojada, Yoji. —Caminó hacia mí y puso su mano sobre mi frente. Estaba gritando internamente, pero mi rostro estaba frío como la piedra todo el tiempo. Sabía cómo controlar bien mis emociones, afortunadamente.

— ¿Te estás quemando?. Oh no, ¿Te enfermaste? Espera, te mediré la temperatura. —Minjeong tenía una mirada de preocupación en su rostro mientras corría al baño a buscar un termómetro, Dios mío, esto es vergonzoso.

Antes de que pudiera irse, rápidamente agarré su muñeca. — ¡No! Está eh... está bien. Estoy bien... —Logré decir, aclarándome la garganta mientras hacía todo lo posible por mirarla solo a los ojos.

— Oh, ¿estás segura? —Preguntó y rápidamente asentí con la cabeza. — Está bien... bueno, entonces. Todavía no me has respondido, ¿tienes hambre? Porque la comida estará lista en unos minutos si la quieres. —Minjeong se volvió hacia la estufa y revolvió la comida en la olla.

— No tengo hambre. —Murmuré mientras caminaba hacia ella y le daba la vuelta. Sin saber lo que me pasó de repente, la atrapé entre mi cuerpo y el mostrador mientras mis manos estaban a cada lado de ella. — Pero sí quiero algo más. —Le susurré al oído, respirando a propósito en su cuello y observando cómo la más joven se estremecía.

— O-oh... ¿Y qué puede ser eso? —Preguntó Minjeong inocentemente, su voz se quebró un poco.

La levanté por los muslos y la puse sobre el mostrador, lo que hizo que jadeara y se agarrara a mis hombros. — Tú. —Dije con voz ronca antes de atacar su cuello.

Minjeong dejó escapar un gemido de sorpresa antes de pasar sus dedos por mi cabello y tirar de él. Había crecido porque no lo he estado recortando en un tiempo, pero me gustó de esa manera. Desde que Minjeong me dijo que pensaba que me vería bien con el pelo más largo, decidí intentarlo.

Dejé pequeños besos en su cuello, mis manos viajaron hasta sus muslos y los sentí antes de envolver sus piernas alrededor de mi torso. No tengo idea de por qué estaba haciendo esto, pero podría haber estado un poco privada de sexo ya que no he ido a ningún club últimamente.

— E-espera Yoji... ¿Estás borracha? Lo juro por Dios si estás borracha otra vez y solo juegas conmigo...

No esta vez.

— No, no estoy borracha. Solo te deseo a ti. —Gruñí por lo bajo, mordiendo su piel y creando chupetones por todo su cuello. — ¿Me quieres?

Minjeong gimió e inclinó la cabeza hacia atrás, fue un gran espectáculo verla, especialmente ahora que estaba cubierta de chupetones, chupones creados por mí . Me lamí los labios y la miré, esperando su respuesta. Pasó un momento antes de que finalmente respondiera. — Sí... sí, te quiero. —Eso era todo lo que necesitaba escuchar. La recogí una vez más y me dirigí a nuestra habitación compartida. La coloqué en mi cama y continué marcándola por todas partes.

Minjeong POV:

Todo se movía tan rápido. Antes de que pudiera pensar, ya estábamos en el dormitorio. Mi cabeza estaba llena de placer y Jimin era lo único en lo que podía pensar en ese momento. ¿Ella realmente me quería? No podía creer lo que estaba pasando, solo podía gemir cada vez que la mayor dejaba besos por todo mi cuerpo tembloroso. En este punto estaba cubierta de chupetones, viendo como aparecían más y más.

Jimin se detuvo después de un rato, un poco sin aliento y con la cara aún sonrojada. Las dos ya estábamos dolorosamente mojadas en este punto y sabía que solo había una forma de salir de esto, pero aún así me sorprendió cuando dijo esto.

— ¿Está bien si nosotras... Ya sabes... —Jimin se humedeció los labios, sin saber cómo juntar sus palabras.

Abrí mis ojos ante eso. ¿Fue lo que creo que fue? No dije nada, esperando que me lo confirmara.

Se aclaró la garganta. — Lo que quiero decir es... ¿quieres tener sexo conmigo? —Visiblemente se encogió un poco ante esas palabras, pero mi corazón inmediatamente dio un vuelco.

Me quedé estupefacta durante unos segundos, sin tener idea de cómo responder a eso. Quería gritar que sí antes de que pudiera cambiar de opinión, pero al mismo tiempo estaba aterrorizada. Pero quiero decir, es solo sexo, Nada malo puede pasar... ¿Verdad?

— Lo siento si me excedí, Dios, me siento estúpida. Está bien si no quieres, no sé en qué estaba pensand-

A la mierda.

— Tengamos sexo. —Me desdibujé, tomando a la mayor por sorpresa. Ambas hicimos una pausa por un momento, mirándonos con ojos llenos de lujuria.

Parpadeé y oh, mi ropa interior está retirada..

Jimin se movía a la velocidad de la luz. Antes de que pudiera parpadear de nuevo, ya estaba quitándose la ropa una por una. Tragué saliva y me preparé para lo que estaba por venir... O quién más específicamente.

— ¿Tienes lubricante? —Jimin preguntó mientras hurgaba en sus estantes, para encontrar lo que puedo suponer que son condones.

— Sí, está en mi mesita de noche. —Dije un poco avergonzada, apoyándome en mis codos y mirándola. Olvidando por completo que tengo un maldito consolador de 10 pulgadas allí, ambas nos sorprendimos un poco cuando Jimin abrió el armario. — Eh... lo tengo.

Quería desaparecer en ese momento, pude ver que Jimin no sabía cómo reaccionar cuando sus ojos se abrieron, pero me alegré de que no comentara sobre eso o se burlara de mí. Caminó hacia mí con todo lo esencial después de lo que parecieron largos minutos. Ambas estábamos un poco rígidas e incómodas, no sabía qué decir o hacer en esta situación.

Afortunadamente, Jimin se hizo cargo de la situación y volvió a subirse a la cama, apretándose entre mis piernas. — ¿Estás 100 por ciento segura de que quieres esto? —Preguntó y yo asentí de inmediato. — Te prometo que te diré cuándo me siento incómoda. —La tranquilicé.

Jimin me dio una última mirada antes de decir unas pocas palabras que me dejaron sin aliento.

— Abre las piernas.

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