
✞ ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕥𝕣𝕖𝕔𝕖: ℂ𝕠𝕟𝕗𝕦𝕤𝕚ó𝕟
Hospital Nacional de Daegu
Actualidad.
La señora Min rezaba con su vida en la capilla que estaba dentro del hospital, la imagen de Jesús Crucificado estaba en lo alto y las velas artificiales en led alumbraban el altar improvisado.
El señor Min entraba en la capilla y poso su mano derecha en el hombro de la mujer.
-MinJi, estuve buscándote por todos lados.
La señora Min limpio las lágrimas que habían escapado de sus ojos y haciendo la señal de la cruz, se levantó del reclinatorio.
- ¿Cómo está Yoongi?
-Igual, parece que no quiere despertar del coma, dice el doctor que el cerebro aún no desinflama al cien porciento.
La señora Min solo suspiró y el señor Min la abrazo, tratando de consolarla.
┋✥┋
Ciudad Universitaria.
1 de septiembre de 1968
Día del informe presidencial
El comité estudiantil escuchaba atentos el informe presidencial que se emitía en ese instante, Yoongi junto con David tomaban nota de algunas cosas que podían servir en un futuro.
David se mostraba inquieto, Fernanda junto a otros chicos se habían quedado al cuidado de José, partieron rumbo a Puebla apenas al amanecer y por el momento se encontraban desconectados del mundo.
Nadie debía saber que José estaba en estado crítico y que en la fiesta que habían organizado los líderes de la CNH hubo una bala perdida y que los de la Ibero habían ido a provocar.
-- ¿Es que acaso el presidente nos está provocando?- uno de los representantes. --Literalmente amenazó con usar el ejército si no nos estamos quietos.
-Compañero, hay que mantener la calma. Vamos a ser inteligentes como no dijo el profesor Hoseok.
El chico suspiró y se tiró al sofá.
-- Convoquemos a una reunión para armar algo -- sugirió Yoongi.
Todos asintieron y se levantaron de la mesa para salir de la sala, quedando solamente Yoongi con David.
- ¿Cómo está José?
-Mal-suspiro el líder principal. -La fiebre no le baja y dice el doctor que la herida se había infectado, solo espero que no muera.
Yoongi solo suspiro y negó. -Hijos de puta los de la Ibero.
-Ya aprendiste a hablar español Yoongi.
-Con ustedes y los otros weyes que se juntan, no evito poder hablar así.
David río y peino sus cabellos hacia atrás. Era realmente fuerte la angustia que se sufría en ese instante, agregando la tensión que estaba empezando a crecer entre el gobierno y los estudiantes.
Y ahora, con la amenaza del ejército, no sabían qué hacer; los muertos ya habían sido enterrados y los presos en Lecumberri. Se sentían atados de manos y no sabían cómo reaccionar.
Ya se estaban cansando.
-El gobierno piensa que somos agitadores y unos revoltosos.
Yoongi asintió.
--Usemos el silencio como un arma-sugirió el músico.
- ¿Estás diciendo que hagamos ahora una huelga de silencio?
-Vamos a plantearlo con los demás y veremos qué sale.
David asintió y le sonrió.
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Jimin llegó al parque al la que había sido citado por parte de Yoongi. No sabía por qué de la nada, le emocionaba que el pianista le haya citado en aquel parquesito en la tarde.
Sabía que recién había salido de una pequeña reunión con el consejo estudiantil y que, apenas tomando un teléfono público, le marcó.
No pudo evitar sentir emoción y rápidamente tomar su mejor ropa, peinarse y salir corriendo. No comprendía del todo por qué ese chico le hacía saltar de alegría y sentir entumecida el rostro.
No entendía por qué, a pesar de todo el rollo que hay ahora mismo, quería pasar tiempo con él y disfrutar de su compañía, de las anécdotas que a veces le contaba ni el porqué simplemente quería su atención y que nadie la tenga ahora.
Y el porqué cada vez que lo mira, siente nostalgia y a la vez alegría de que sus ojos puedan verlo como si fuera lo más hermoso que hay en la vida.
Sus pensamientos terminaron cuando vio a Yoongi llegar, sonrió y se levantó de la banca.
-Hola Jimin.
-Hola Yoon.
Ambos se miraron mutuamente y no pudo evitar el sentirse atraídos ambos, la fuerza de atracción se sentía y Jimin no pudo evitar ese momento.
- ¿Por qué me llamaste?
-Quería salir un rato a pasear. ¿Vamos?
Asintió y caminaron rumbo al pequeño parque que estaba cerca.
La tentación de tomar la mano de aquel chico que estaba caminando a su lado se presentó y por solo un breve instante alcanzo a rosar el dorso de la pequeña mano del chico.
En ese momento, caminando tan cerca y a la vez tan lejos el uno del otro, es donde yoongi comprendió cuánto había extrañado tocar, aunque sea un milímetro de esa piel que estuvo a su merced durante mucho tiempo.
Siendo su musa para cualquier melodía inesperada, su cómplice en cualquier locura improvisada, su amante en las noches frías de otoño y su mayor infierno al no aceptar que había caído por ese pequeño chico de labios abultados y mejillas sonrojadas con tan solo una mirada indiscreta.
Mientras tanto, para jimin nada era diferente. Esa sensación de calidez, pero al mismo tiempo nostalgia, invadía sus pensamientos, deseando por primera vez aventurarse a jugar con fuego y probar solo por esa vez estar en los brazos de un deseo prohibido, pero...
¿Acaso el sería capaz de renunciar a todo lo que él creía y profesaba durante toda su vida? ¿Sería parte de ese diminuto porcentaje de personas que van en contra de las leyes humanas y de Dios?
Jimin miró la espalda de Yoongi y soltó un suspiro algo resignado, no logramos entender por qué su corazón latía, no debía ni siquiera hacerse esa idea.
Pero bien dicen que la carne es débil y quería jugar con fuego.
-Yoongi... ¿Tú crees que nosotros fuimos alguien en el pasado o seremos algo en el futuro?
Eso justamente al pianista le tomó por sorpresa, y precisamente era lo que realmente Yoongi sabía. Él tenía las respuestas a esas preguntas, solamente que no sabía cómo tratarlas sin que se asuste o crea que está loco.
- ¿Por qué la pregunta Jimin?
--No sé... Es algo extraño que de la nada yo a ti te tenga mucha confianza, siento que... Algo hay entre nosotros.
Yoongi se detuvo y lo miró de nuevo, ¿Acaso está tratando de decirle que le gusta?
- ¿Yo te gusto?
-No, no, no me refiero a eso.
Ou...
-A lo que me refiero, es que siento que nosotros nos conocemos desde antes, no sé si eres el hijo de algún amigo de la familia o qué. Simplemente, siento que ambos tenemos algo que nos hace cercanos.
Yoongi trago el nudo que se le hizo en la garganta y solo camino.
-Sí... Chance, y es cierto lo que dices, solo que no sabemos y es mejor dejarlo así.
-Tienes razón-y suspiro-. Simplemente son mis tonterías.
Yoongi asintió y solamente caminaron.
Pero Jimin no se sentía en paz, claramente esas palabras o lo dejaron en la, a él y a su pobre corazón.
No quería que simplemente eso se quedara así como si nada.
┋✥┋
- ¡Silencio compañeros! ¡Estamos aquí para discutir sobre la marcha del trece de septiembre! ¡No para estar como vendedores en la central de abastos por Dios!
De nuevo los gritos comenzaron a sonar en la sala, el comité estudiantil estaban hasta el tope del estrés y comenzaban a desesperarse por qué no podían ponerse de acuerdo.
- ¡¿Por qué debemos de ir en silencio?!
-Eso es lo que el gobierno quiere: que nos quedemos callados, nosotros de hemos de ir y ponernos al brinco, como lo están haciendo con nosotros.
David quitó la ceniza que quedaba del cigarro que calaba, miro a Yoongi y asintió
- ¡Silencio compañeros! Comprendo el desconecto, pero el gobierno nos está tachando de locos, de agitadores y de que somos un puto desmadre.
Yoongi se levantó y suspiro.
-Tenemos que demostrar que nosotros no somos lo que ellos dicen, mantengamos la orden y votemos como lo hemos hecho siempre.
Jimin miro de lejos a Yoongi y apretó la zona de su pecho, el corazón de nuevo latía más rápido y al menos agradecía que había un ruido muy intenso por parte de todos.
-Alcen la mano y voten quienes están de acuerdo con marchar en silencio.
La mayoría de la sala había alzado la mano, Yoongi suspiro y asintió.
-Muy bien, todos vamos a marchar en silencio.
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Querido diario:
No se porque ni siquiera soy capaz de poder ver a Yoongi como un amigo, siento celos cada vez que David o Samantha se pegan a él y quita su atención de mi.
No se, simplemente no quiero que quité la mirada de mi persona, yo debo de ser la persona que robe si atención.
Pero no logro comprender el porque, simplemente no quiero que se aleje de mi.
¿Me gusta? Pero él es un hombre como yo, creo que debo de ir a la escuela o cogerme a alguien de la universidad como lo hacía con alguna muchacha.
Cómo lo hacía con Samantha.
Porque según papá, ser joto es una enfermedad.
Si tal vez si.
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-Lo sentimos David, José acabo de fallecer.
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