Jimin escuchaba como las botas militares perseguían sus pasos, Yoongi solo pensaba como pondría en resguardo a la chica y poder escapar con Jimin a otro lado.

La chica buscaba algo en su bolso y cuando los encontró, miro a todos lados.

-El auto rojo, corran ahí.

Corrieron hacia donde la chica había dicho, introdujo la llave y cuando quitó los seguros, Jimin y Yoongi entraron, la chica aceleró y al verse alejados soltaron un suspiro.

- ¿Dónde los llevo? -pregunto la chica al tratar de esquivar lo que estuviera a su paso.

—¡A CU, por favor!—se dio Yoongi.

- ¿Cómo te llamas?

-Marisol ¿Y ustedes?

-Yo me llamo Jimin y el Yoongi, yo soy de la poli y el de la UNAM.

-Yo soy del ibero, entonces ¿Yoongi eres del comité de la CNH?

-Sí, y también Jimin.

Jimin miro hacia Yoongi de forma incrédula ¿Cómo es que era ya parte del comité del Consejo Nacional de Huelga?

- ¿Qué dices, Yoongi?

- Como lo escuchaste, eres parte del comité.

Marisol soltó una pequeña risa, se veía que eran buenos amigos y al escucharlos discutir en su idioma, cayó en cuenta que ellos no eran mexicanos.

- ¿Ustedes no son mexicanos, verdad?

- Ambos somos de Corea a la que ahora le dicen Corea del Sur, pero yo crecí aquí en México, Yoongi es del intercambio de la facultad de Música.

Marisol sonrió y miró a Yoongi.

- ¡Qué padre! Así que estudiante de música y...

-Conta.

-Contaduría, yo soy de Periodismo.

-Lo pude notar ¿Estás documentando la marcha? -Pregunto Yoongi mientras trataba de acomodarse, en ocasiones veía a Jimin mirando por las calles.

Y de hecho la vista no era nada alentador, mientras más se alejaban del lugar, menos presencia de policías había. Podían notar como comisionados corrían de un lado a otro tratando de escape de la policía, algunos trataban de esconder los volantes que con mucho esfuerzo habían impreso sus compañeros de la universidad.

En realidad, aun los de la UNAM no aceptan al cien a los de la Poli, y claro ejemplo fue cuando pidió que a Jimin se le incluyera en la mesa del debate de esta noche.

¡Carajo! El debate.

-Marisol ¿Crees que nos puedas llevar mejor al canal? Tenemos una mesa redonda y yo por pendejo no me acordé. -Pidió Yoongi.

-Claro que si chavos, de paso puedo documentar.

Asintieron ambos y fueron llevados al único canal de televisión que existía.

┋✥┋

El debate había sido agotador al fin de cuentas. Jimin iba del brazo de Yoongi como prevención de que si alguien aparecía, alguno de los dos corría jalando del brazo al otro.

Así nadie se perdía, o al menos eso pensó Jimin.

Yoongi creía que ya nunca lo tomaría tan siquiera de los meñiques cuando ambos eran novios, aunque claramente estamos hablando del Jimin de aquel entonces.

Ambos iban con el perfil alto, los volantes tirados por todos lados y los policías vigilaban la plaza principal en señal de vigilancia por si algún agitador aparecía.

-Puta madre, parece que el gobierno no dirá nada.

Yoongi regreso la vista a Jimin. - ¿Por qué lo dices?

-Por el simple hecho que no han dado respuesta al ninguno de los puntos del pliego petitorio.

Yoongi estaba de acuerdo en lo que decía Jimin, pensaban que posiblemente con este debate que se había dado podían al menos abrir al diálogo y así poder poner fin a esto.

Solo esperaban que de verdad todo sea así.

- ¿Tienes hambre?

-No, solo vamos a descansar.

Yoongi asintió y caminaron a la esquina más cercana.

- ¿Quieres que te acompañe a tu casa?

Jimin negó desanimado.

-No, no quiero llegar a mi casa. Mi papá me matará si ve que llegó a estas horas. Prefiero que vallamos a la tuya y si tienes teléfono, me puedas prestar para decirle que estoy en la casa de mis cuates.

-Te escuchas raro.

Jimin rio levemente y solo alzó los hombros.

Detuvieron un taxi y extendiendo el papel con su dirección que claramente no memorizaba, fueron llevados al lugar.

Durante el trayecto al pequeño departamento, la pareja hablaba amenamente sobre lo que comprarían en la tienda de la esquina y pudieran comer algo antes de tan siquiera darse un baño y dormir para el día siguiente.

Una vez que se bajaron en la esquina, Jimin se encargaba de comprar huevos y jamón.

Cambiaron juntos y abriendo la reja, Jimin entró primero, seguido de Yoongi.

-Vamos-Incitó Yoongi.

Una vez que fue abierto la puerta de su departamento, Jimin visualizo un teclado en la esquina de la habitación, algunas partituras regadas en el suelo y el estuche de lo que parecía ser un violín.

- Perdón por el desorden, apenas me estoy mudando y estoy acomodando todo.

- ¿Apenas? ¿Pues donde vivías antes?

-Con Samantha, no me sentía cómodo y mejor me vine a vivir solo.

Esa confesión le tomó por sorpresa. Claramente, aún no confirmaba las sospechas de que esos dos tenían algo entre manos, pero no quería hacerse ideas tan tempranas.

Estaba seguro de que solo era amistad y que no pasaría más de eso.

Yoongi dejo su mochila con la cámara sobre lo que es un sofá viejo con una sábana, camino hacia el pequeño refrigerador y saco dos botellas de cerveza.

—-Ven, tómate una cerveza conmigo.

Jimin hizo caso, dejo los huevos y el jamón sobre la encimera y tomo asiento a su lado aceptando la cerveza.

- ¿Cómo lograste que me integrarán al comité?

Solamente hablé con un par de amigos, nada fuera del otro mundo.

-No tomaré el lugar en la CNH, por favor Yoongi, ya el comité de la Poli está completa, yo ni de chiste puedo hacer algo ahí.

Yoongi solo soltó un suspiro y asintió. -Como tú digas.

Jimin sonrió y tomó de la botella el líquido. El leve alcohol acarició su garganta y, sacando un cigarro de su pantalón, además de un encendedor, la prendió.

Extendió la colilla al pianista y la acepto calando de ella.

- ¿No saben nada de tu amigo?

Yoongi negó y dejando la botella de vidrio de lado suspiro.

-No, nadie sabe dónde está, y ni siquiera nadie dice nada, es como si se lo hubiera tragado la tierra.

Jimin solo escuchaba a su amigo.

-Nadie sabe de Javier, ni siquiera de los demás que también están desapareciendo, parece que...

-Nos quisieran callar.

—-El gobierno de por sí nos quiere callar.

Jimin tomo un sorbo de la cerveza y tragando el líquido dejo que el sabor de la nicotina de nuevo invadiera su boca.

El humo del cigarro comenzaba a colmarle la paciencia al pianista, pero era obvio que no diría nada.

—¿Quieres darte un baño?—ofreció Yoongi-—. Buscaré algo para que puedas ponerte.

Jimin asintió y levantándose para poder preparar la cena, se acercó a la pequeña cocina improvisada que tenía.

Yoongi entro a la habitación y entre sus cosas busco algo que prestarle a Jimin.

Recordó que a su esposo le encantaba ponerse sus pantalones de algodón y sus playeras holgadas, busco algo que se asemejara a eso y lo puso sobre el colchón que estaba en el suelo.

También saco ropa interior y salió de la habitación junto con una toalla para que el contador pudiera darse una ducha y cenar.

-Ve a darte un baño, enseguida vienes a cenar.

Jimin asintió y tomando las prendas de las manos del pálido, le sonrió enternecido y entro al baño.

┊✤┊

Fernando no sabía dónde estaba realmente. Recuerda perfectamente que solo caminaba por las banquetas de su colonia y de un momento a otro él estaba ya dentro de ese auto con él

- ¿Para qué me está siguiendo, Comandante?

- ¿Ya sabes para qué vengo aquí? ¿Nadie sospecha nada sobre tu amigo?

Fernando negó y suspiro. -Nada Comandante.

El Comandante sonrió y le extendió un arma a Fernando, el chico also la vista hacia ese hombre que fumaba uno de esos puros caros que solamente veía en la casa de su amigo cuando lo visitaba.

-Cuídalo muchacho, esto solo es para eventos especiales, no quiero mamadas.

Fernando asintió y la guardo en el cinturón de su pantalón.

- ¿No hay novedades?

-Ninguno señor.

El comandante solo asintió y tiro la colilla a la calle.

-Ya sabes Fer, nadie debe saber que trabajas para mí.

El chico solo asintió, bajó del auto y se adentró a la Ciudad Universitaria, dirigió sus pasos y entró al auditorio donde los líderes discutían sobre la siguiente marcha.

Los líderes llegaron y con ello vio aquel chico de rasgos asiáticos llegar junto a los demás.

Apretó más el arma hacia él con el temor de que alguien pudiera verla y así poder levantar un escándalo.

Se sabía a ciencia cierta que la tentación caía también sobre los estudiantes de ser parte de ese lado opresor; el lado tentador era grande, pero no sé sabía si había algún traicionero.

- Muy bien compañeros, vamos a entrar al auditorio y así ponernos de acuerdo ¿Llegaron los de la Poli?

Yoongi asintió.

- ¿No que el niño Popis con apellido de riquillo estaría en el comité de la poli?

Yoongi apretó los labios.

-No quiso, ahora déjenlo y vamos a ponernos de acuerdo con esto.

Todos asintieron y tomaron asiento, los estudiantes estaban atentos a cualquier indicación que pudiera venir del Comité Estudiantil y el mismo comité estaba abierto a cualquier idea que tuvieran.

El mismo rector de la UNAM se encontraba sentado en la mesa, algunos maestros como el maestro Jung Hoseok se encontraba en primera fila presenciando todo y ayudando al rector en algunos puntos.

Pero ninguna idea aterrizaba, todos lanzaban ideas al aire. La chica sentada en aquella mesa trataba de llamar al silencio, pero no la escuchaba.

- ¡Hagamos un plantón en el Zócalo! Así como el mismo gobierno ha desnudado nuestros derechos y vulnerado nuestra autonomía.

Algunos quejidos se escucharon en la sala, gritos de que la idea era tan estúpida como algunos decían que era buena idea.

Los estudiantes de Química alzaron la mano y uno de los integrantes le cedió la palabra.

-Sugiero que lancemos bombas apestosas en contra de los granaderos por si todo sale mal.

Yoongi solo negó, golpeó levemente el cigarro en el cristal y se levantó

- ¡Silencio compañeros!

Todos guardaron silencio en la sala.

- Esas ideas están sacadas de la cola ¿O qué? Propongo que hagamos una marcha pacífica y llegar hasta el Zócalo.

Todos en la mesa estaban de acuerdo.

- ¿Con qué intención se hará la marcha, Min? —preguntó el rector.

- Dar a conocer nuestro pliego petitorio ante el público en general, no basta con salir a las calles y hablar con la gente. La gente obrera, campesina e incluso los maestros nos han dado la razón, así que debemos dar a conocer el porqué de nuestra lucha.

Todo el auditorio estaba de acuerdo con aquello, Sócrates también se encontraba de acuerdo en esa propuesta.

Fernando volteó hacia la esquina y visualizo hacer hombre que El General había enviado exclusivamente para su vigilancia.

Trago saliva y volteó de nuevo hacia la mesa del Comité.

- ¡Que así sea compañeros! ¡Nos vemos en el zócalo para el siguiente movimiento!

Todos alzaron los puños y Jimin sonrió aplaudiendo.

Yoongi miró entre todo el público al chico y le sonrió. Sócrates miró también a Fernando y asintieron ambos.

El 27 de agosto de 1968, los estudiantes saborearon el sabor de la esperanza.