【𝟖: 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐛𝐞𝐬𝐨】
(Continuación del capítulo anterior)
Pico se encontraba ahora en casa de Lila, en el dormitorio de esta, recostado sobre la cama, con la pierna en la que le habían disparado vendada y sobre un cojín.
No recordaba siquiera como había llegado hasta allí, pues se desmayó al estar herido, pero supuso que Lila fue la que la llevó hasta la casa.
Y ahí estaba ahora, con la pierna con una herida de bala, cansado, aburrido y no muy contento, pensando en cómo habían llegado a ese punto.
«—Estúpido Boyfriend que me ha arrastrado a cuidar de unos mocosos, estúpidos niños que no saben cuidarse solos y estúpido Updike y su arma...— pensaba el sicario, enfadado— Todo es culpa de querer hacer de niñero, ¿Por que no me fui de aquí cuando pude?»
Mientras meditaba esas palabras, se escucharon un par de toques en la puerta de la habitación, que acto seguido se abrió. En ella entró Lila, que lo miró y sonrió dulcemente.
«—Ah... Por eso»— pensó Pico, sin poder reprimir una sonrisa al ver la de Lila
La mujer se acercó a la cama, y se sentó en ella, junto al chico.
—¡Veo que ya despertaste!— dijo Lila, animadamente. Después, señaló a la pierna vendada del sicario— ¿Que tal va eso?
—Bien, supongo— contestó este, no tan animado— Aunque no creo poder caminar de momento...
—Bueno, no hace falta, tú quédate aquí y descansa— le respondió ella— Nene y Darnell siguen abajo con los niños, si quieres pueden venir o-
—¡No, no hace falta!— le cortó él, sabiendo que ellos dos se reirían de verlo así— Aunque bueno, si quieres puedes quedarte tú...
—¡Claro!— dijo ella, y sonrió de nuevo
Ambos se quedaron en silencio unos segundos.
—Quizás ahora podrías decirme por qué llevabas un arma en nuestra cita— añadió Lila tras esa pausa, un poco más seria.
—¡No! Quiero decir, no la llevaba en nuestra cita solamente— dijo Pico, nervioso— Siempre... Siempre la llevo encima
—Bueno, no se si eso mejora mucho las cosas— le contestó esta, cruzándose de brazos— ¿Puedo saber por qué?
—Cosas de trabajo...— respondió el pelirrojo, bajando la cabeza, y volviendo a mirar su pierna
—¿Cosas de trabajo?— repitió ella, algo enojada, y preguntó retóricamente—Agh, ¿que clase de trabajo tienes que requiera una pistola? ¿¡Eres un sicario acaso!?
—¡SI, LO SOY! — gritó este, volviendo a mirarla
—...¿Q-Que?— dijo Lila, en un ligero shock
— Soy un sicario, soy de esos locos que la gente contrata para matar a otra gente— siguió diciendo Pico, con aparente tranquilidad, pero muy nervioso por dentro— ¿Contenta?
Lila no respondió. Se quedó mirándolo, en silencio
—Pensaba decírtelo, quizás en la cita o más adelante, pero no sabía como...—comenzó a explicar él, viendo que ella no respondía— Y ahora... Joder, por mi culpa nuestra cita se arruinó, lo siento...
Esas palabras hicieron que Lila volviera a hablar
—¿Como que "lo siento"? No es tu culpa, Pico— dijo esta suavemente. Después, puso su mano sobre la cabeza del chico y le acarició el cabello— Además, tampoco estuvo tan mal, yo me divertí
—Y yo, pero...— siguió hablando Pico— no se, por culpa de Updike y tal no pudimos llegar a nada más...
—¿A nada más? ¿A que pretendías llegar? —preguntó Lila, sin entender
—P-Pues... ¿A un beso?— preguntó él tímidamente, y después soltó una risa nerviosa
Y se arrepintió inmediatamente.
—¡Q-Quiero decir..! N-No me refería a...— trató de excusarse él, nervioso, mientras enrojecía un poco— E-Ehh...
—Aww, en serio me estás diciendo que la cita fue un desastre...— le dijo Lila, con una sonrisa— ¿todo porque no te di un beso?
—B-Bueno, dicho así...— dijo el, agachando la cabeza, avergonzado
Entonces, la mujer se puso delante del chico, con su cara muy cerca de la de él.
—¿Y si te doy un beso ahora?— le susurró ella, y sonrió de nuevo
—¿E-Ehh? B-Bueno, si tú quieres...— respondió Pico nervioso, y giró un poco la cabeza a un lado, para que ella le diera ese beso en la mejilla.
Al ver que él hacía esto, ella rio un poco, y negó con la cabeza.
—¿Q-Que?— preguntó Pico, confundido— ¿Que ocurr-
Fue interrumpido por Lila, que sin decir nada, tomó a Pico del cuello de la camisa y lo acercó más a ella...
¡Muak!
...para darle un tierno beso en los labios
Después del eso, Pico se quedó en silencio, tratando de pensar algo coherente que decir mientras seguía enrojeciendo.
—¡Listo!— dijo Lila, alegremente, y se apartó un poco de él— Ya tienes lo que querías, ahora no estés con la idea de que esa cita fue un desastre, ¿okey?
El chico siguió sin decir nada, solo la miró y asintió con la cabeza.
Se escuchó una voz infantil desde el piso de abajo
"¡Mamá! ¿Puedes venir?"
—¿Hmm? Oh, debe de ser Skid— dijo Lila para si misma.
Se bajó de la cama y fue hacia la puerta, no sin antes voltear hacia Pico.
—¡Nos vemos luego, mi sicario!— añadió con una risa, y salió del dormitorio.
Sin decir nada más, Pico volvió a recostarse sobre la cama, con una sonrisa embobada.
Quizás las cosas no habían salido tan mal, después de todo
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