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Capítulo 6

- Parecen amables y muy emocionados de que trabajes con su editorial.

- Jimin, cinturón. - Aún yendo en la parte trasera del auto, podía ver el puchero en los labios de su bajito amigo, pero prefería eso a que pasara un accidente y Jimin no trajera el cinturón de seguridad, siempre lo olvidaba. - Y si, parecen emocionados. No creo que sea difícil trabajar con ellos.

- ¿Y que piensas del escritor Seokjin?

- Creo que será interesante mezclar nuestros estilos de escritura y géneros, realmente me gustan sus ideas y su manera de relatarlas. Intercambiar ideas con él será interesante.

- Y los lectores de ambos lo amarán. He leído solo una novela de él, pero es muy bueno.

- ¿Tú? ¡¿Park Jimin leyó una novela de ciencia ficción sin un romance y palabras cursis?!

Su amigo espero hasta que estuvieron en un semáforo en rojo para voltearse sobre su asiento y mirarlo mal, pero sus mejillas infladas y ceño fruncido difícilmente espantaban a alguien.

- No leo solo romances. Conozco y leo una gran variedad de géneros para que sepas.

- Claro que si - respondió de manera burlona, pues su bajito amigo era un enamoradizo y romántico que podía leer una misma novela tres veces seguidas si la pareja protagonista le gustaba, a Hoseok y a él les encantaba recordarle ese hecho.

- De todos modos, ¿conocías a ese chico al que le firmaste un su libro?

Se tenso por un momento. No quería mentirle a Jimin, no solo era su agente literario y las primeras manos por las que pasaban sus manuscritos, también se había convertido en un buen amigo. El problema era que Jimin no solo era un romántico, sus pensamientos en ocasiones solían ser de mente estrecha, no era su culpa, sus padres super religiosos lo habían criado de esa manera, incluso el pobre chico se sentía culpable con ellos por ser gay. Había sido difícil en un principio trabajar con él considerando lo impertinentes que podían ser algunos de los comentarios de Hoseok cuando Jimin pasaba por su casa, el pobre hombre siempre ese ponía de varios tonos de rojo cuando su marido hacía comentarios vulgares, pero poco a poco habían hecho de una buena amistad.

Habían pasado ya tres años desde que Jimin llegó a ser su agente literario, después de su boda con Hoseok, el anterior había renunciado porque ya necesitaba jubilarse y en ese entonces Jimin era una de las mejores opciones entre los novatos de la editorial. Mantener su vida como swinger oculta de Jimin siempre parecía lo mejor, de cualquier manera no era algo que fueran anunciando a todo el mundo, Hoseok y él sabían que su estilo e vida era mal visto por muchos, nadie de su círculo de amigos sabía a excepción del jefe de la editorial que le había dado su oportunidad hace años y con la que seguía trabajando.

- No lo conocía.

- Parecías sorprendido cuando lo viste, antes de que te lo presentarán. - Odiaba lo insistente que podía ser su amigo cuando sentía curiosidad por algo. - Además, le sonreíste de verdad, no era tu sonrisa de negocios que siempre usas con la gente nueva que conoces.

- Era un fan, por supuesto que le sonreí de verdad, sabes que para mí cada una de las personas que aprecia mis libros es valiosa. Y no, enserió no lo conocía - ¡Oh!, lo había follado, pero técnicamente no sabía nada más sobre él excepto que tenía muchos lunares en su espalda y uno en la mejilla derecha de su culo -, pero me sorprendieron sus ojos.

Eso no era del todo mentira, la primera vez que lo vio en el club también le habían llamado la atención esos grandes ojos en ese rostro pequeño, y por supuesto que después miró el hermoso cuerpo delgado. Cuando estuvieron en la habitación descubrió que eran del mismo color que el chocolate con leche y tan expresivos que prácticamente no tenía que hablar para que la gente que prestaba atención leyera lo que pasaba por su mente.

Primero solo pensó que lo hacían ver inocente, después descubrió que realmente lo era cuando le confió que había dejado que su esposo lo llevara ahí sin contarle al menos lo básico sobre ese estilo de vida. Le exasperaba esa gente que se involucraban en ese estilo de vida solo con intenciones de disfrazar que en realidad querían ser infieles y tener sexo con otras personas pero de lo que creían que era una manera justificada, él odiaba la infidelidad.

- Si, a mi también. Lo hacen lucir más joven.

Sonrió con ternura a su amigo. Había días en los que le preocupaba lo fácil que Jimin confiaba en su palabra, claro que eso era bueno para no revelar su vida como swinger, pero no dejaba de preguntarse quien ms podría usar esa ingenuidad de su amigo para su propio beneficio.

Vio el perfil de su amigo mientras conducía, no pudo evitar pensar que debía de protegerlo. Hoseok se sentía igual al respecto. Ambos habían conocido la historia de Jimin una de esas noche en que el más bajito se quedó a cenar con ellos y desde entonces comprendieron y se encariñaron un poco más con el chico. Era una persona buena que se quitaría sus propios zapatos para dárselos a otro pero a veces también era demasiado ingenuo para su propio bien.

Incluso con la situación con sus padres. Jimin seguía siendo un hijo excelente a pesar de que no lo apreciaban, disfrazaba sus insultos de críticas constructivas que Jimin aceptaba sin dudar ni cuestionar. Hoseok entendía un poco lo que era vivir con padres así y se molestaba cada vez que Jimin llegaba abatido por algún nuevo insulto de su madre durante sus llamadas telefónicas. Pero lamentablemente ambos estaban de acuerdo en que solo podían estar ahí para Jimin si necesitaba apoyo, no podían obligarlo a alejarse de esas personas, el más bajito se alejaría cuando se diera cuenta.

- Ya estamos aquí Namjoon-hyung.

Miró sorprendido la entrada de su casa, se había sumido tanto en sus pensamientos que se perdió el resto del camino. Quitó su cinturón de seguridad y notó que su amigo no estaba haciendo lo mismo.

- ¿No vienes?

- No, Namjoon-hyung. Estoy seguro de que estarás cansado de estar todo el día caminando, primero mostrándole nuestra editorial a Seokjin y después cuando nos mostraron la editorial Pied Piper. Tu estas acostumbrado a estar en casa.

Le entrecerró los ojos al más bajito.

- No solo me la paso sentado detrás de mi computadora. Hago ejercicio, ¿sabes?

Su amigo estaba riendo.

- Lo sé, lo sé. Estaba bromeando, en realidad tengo que hacer las compras si no quiero morir de hambre. Algunos no podemos contratar gente para que hagan todo por nosotros.

- Por qué no lo dijiste, pudimos haber llegado de paso.

- Hyung, ¿realmente? ¿Cuándo fue la última vez que entraste a un supermercado?

Hizo una mueca, porque en realidad nunca lo había hecho. No solo se había vuelto rico con sus libros, su familia ya era adinerada antes de ello.

Jimin volvió a sonreír.

- Exactamente. Ahora vete, a Hoseok debe de estar esperándote para comer. Lo saludas de mi parte.

- Claro. Nos vemos mañana.

- Nos vemos mañana, hyung.

Para el momento en que atravesó la puerta, el aroma de la comida era fuerte en el aire, Hoseok realmente lo esperaba para comer, era algo que normalmente él hacía ya que se quedaba en casa.

Su esposo se reía de algo que estaba mirando en su celular cuando el lo besó en la mejilla y tomó asiento a su lado. No entendía la utilidad de una mesa tan grande cuando siempre se sentaban uno al lado del otro, aunque podía ser de ayuda durante sus fiestas.

- ¿Cómo te fue? ¿Cómo es la editorial?

Siempre conversaban mientras comían. Hablaban de sus días, normalmente los de Hoseok ya que él se quedaba ahí, o había días en los que simplemente hablaban de cualquier otra cosa. Su relación siempre había funcionado así de bien, fluía sin esfuerzo. Ambos se entendían el uno al otro y se sentían cómodos con sus rutinas.

Pero también se conocían, no solo convivían como seres autónomos. Sabían cuando algo malo le pasaba al otro o cuando la mente del contrario estaba dando vueltas para decir una cosa.

- ¿Qué pasó? - preguntó finalmente Hoseok después de que él habló los primeros minutos contándole de Seokjin y de la editorial. - ¿Qué quieres decirme?

- Uno de los editores novatos... - Se limpio las comisuras de su boca y se giró a ver a su esposo, quien ya tenía la vista en él. - El chico que llevaba consigo su libro, era el mismo con el que estuve el fin de semana.

- ¿El esposo de Tae?

- ¿Tae? ¿Te dijo su nombre?

- Solo esa parte de su nombre. Hizo preguntas, se nota que no estaba muy informado, pero las evadí y en sí solo nos ocupamos en follar. - Se encogio de hombros. - Entonces, era el chico lindo que te llevaste a la cama. ¿Eso es malo?

- Aún no lo se.

- ¿Esta obsesionado contigo o algo así? - Su esposo sonrió de manera traviesa. - Por qué por la manera en que follas no me sorprendería, sobre todo ahora que sabe que eres su escritor favorito.

Le so río en respuesta a su esposo.

- En realidad creo que me odia un poco, por lo que le dije antes de irme.

- Quizás si fuiste un poco idiota por decirle eso de su esposo. - Miró a Hoseok con una ceja alzada. - No estoy diciendo que sea correcto o incorrecto, ya te conté lo que dijo su esposo mientras estábamos en la habitación pero no nos toca a nosotros juzgarlo. Aunque también se como te pones con ese tema, así que era inevitable que fueras un poco idiota.

- Ya no entendí si me estas defendiendo o insultando.

Hoseok sonrió feliz.

- Oh, cariño. A estas alturas de nuestro matrimonio deberías de saber que me encanta insultarte cuando tengo la oportunidad, porque normalmente eres un sabelotodo perfecto.

Sonrió junto a su esposo mientras lo atraía a su costado en un abrazo de lado. Hoseok de inmediato se amoldo a su costado.

Suspiró. Realmente no sabía como se desarrollarían la cosas, era imposible saberlo, pero estaba preocupado por una sola posibilidad.

- No se si será un problema. No creo que tenga muchas ganas de decir dónde y como nos conocimos, pero podría revelarlo en cualquier momento y sabes que me gusta mantener mi vida privada para mi. Y como tu dices, esta la parte de él siendo mi fan. Se ve bastante normal, pero las personas son realmente ingeniosas ocultando las partes desagradables de si mismos. Y ahora que sabe mi nombre, el verdadero y el seudónimo simplemente no puedo permitir que quiera saber más.

- Es una pena. Lo entiendo totalmente, pero no me hubiera molestado estar una vez más con Tae si volvían al club.

Él sonrió por eso.

- Tú realmente tienes una adicción por los inexperto, ¿no?

Sintió los hombros de su esposo moviéndose al ritmo de su risa.

- Me encanta cuando son inexpertos. Los otros llegan y quieren imponerse sin preguntar solo porque piensan que son dioses en la cama. Pero con personas como Tae puedo mostrarles las formas en que me gusta y demás siempre están entusiastas por aprender y experimentar.

- Aun así podrías quedar insatisfecho.

- En realidad no, me la paso bien. - Su esposo se apartó y lo miró con es sonrisa burlona en su rostro. - Y se que a ti también te gusto estar con ese chico. No me lo puedes negar.

- No lo hago. Fue genial no tener a alguien lloriqueando sobre que me detuviera porque estaba adolorido. Era bastante moldeable, me dejó a cargo en todo momento.

- Y lo más importante, te dejo satisfecho. Siempre que volvemos me vuelves a tomar en cualquier lugar de la casa. La última vez fuiste a la ducha y directamente a dormir. - Hoseok suspiro. - En serio es una pena que, aunque no estoy seguro de que vuelvan de todas maneras. No ahora que ese chico te conoce. Muchos odian que sus vidas de swingers se mezclen con sus vidas cotidianas.

- Yo tampoco creo que vuelvan. Pero ya que realmente re gustó estar con ese chico Tae, te prometo que si vuelven haremos intercambio con ellos una vez más.

Hoseok lo miró con duda.

- ¿No te causará problemas?

- Simplemente le dejare las cosas muy claras a Jungkook. Si acepta mis términos, tendré sexo con él, de otra manera podemos solo buscar otra pareja. Pero no nos adelantemos, quizás no los volvamos a ver en el club.

- Tienes razón. Aunque ese chico Tae... después de lo que me dijo, estoy seguro de que intentará convencer a su esposo nuevamente.

- Yo también lo creo.

- Hola Jungkookie.

Su esposo dejó su maletín y su corbata mientras rodeaba el sofá para sentarse a su lado. Ni siquiera había escuchado la puerta cuando el mayor entró, su mente seguía vagando y repasando su día en el trabajo.

Reaccionó tarde cuando Taehyung le dio un rápido beso en los labios, para él momento en que se dio cuenta, su esposo ya se había apartado y le sonreía.

- ¿Cómo te fue con tu escritor favorito? ¿Cómo fue conocerlo?

- Abrumador... No pude decir ninguna palabra.

La sonrisa de su esposo pasó a ser una mueca triste.

- Entonces, no conseguiste que te firmara el libro. Pero no te preocupes, habrá otra oportunidad.

Miro el nombrado libro que descansaba 3n la mesita de centro frente a él.

Mordió su labio.

- En realidad... si lo firmó.

- ¡¿En serio?! ¡Eso es grandioso, mi vida! Te aseguro que verlo en tu trabajo con más frecuencia te ayudará a que puedas hablar con él. Tu solo no te rinda y no sientas pena, no es como que puedas hacer o decir algo malo.

En realidad, había hecho algo malo con él.

- Taehyung...

Su esposo lo miró atentamente, con esa sonrisa aún en sus labios. Feliz por él. Brindándole apoyo.

Y simplemente no pudo decirlo.

Su lengua no permitió que las palabras salieran.

- ¿Qué pasa, mi vida?

- Nada, solo iba a decirte... que la cena esta lista. Vamos a comer.

- Claro Jungkookie, adelántate mientras me lavo las manos. - Su esposo se levantó y dejó otro beso en sus labios. - Te amo.

- Te-Te amo también.

Y se quedó solo en la sala cuando su esposo cerró la puerta tras él. Su mente nuevamente dando vueltas y lanzando feos pensamientos que realmente no quería analizar.

Eso es todo por hoy linduras. Espero que les haya gustado esta pequña vista de cada uno de los matrimonios.

Bonita noche ♡

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