Capítulo 31
¡Mierda!
Necesito un maldito trago.
Ni siquiera eran las siete de la mañana, pero ir a la cama a volver a dormir no le apetecía.
No podría.
Maldito Jungkook.
Sus manos se movieron abriendo y cerrando con fuerza puertas de gabinetes en busca de la maldita bebida que necesitaba, pero en su maldita cocina no podía encontrar ni una sola cosa.
— Señor Kim, ¿qué necesita?
El pequeño hombre mayor entró a la cocina sin perder su perfecta compostura, aun cuando podía ver su enojo. Eso le molestó más.
— Necesito que dejen el whisky en un lugar visible para poder tomarlo cuando quiera.
Su voz no se elevó. Fue una instrucción hecha con dientes apretados que, por supuesto, no inmutó al hombre. El señor Yí simplemente caminó con paso seguro, tomó la botella de whisky y un vaso, y los dejó frente a él. Y solo así volvió a retirarse después de una reverencia.
Y aun con esos sentimientos intensos burbujeando en su interior y sin nadie más que sus propios pensamientos inquietos para tratar de aclarar lo que había pasado, tomó un largo trago directamente de la botella. El líquido tibio pasó por su garganta, dejando esa ligera quemadura que ya conocía y que en ocasiones le ayudaba, pero esta vez no fue de esa manera.
Tres tragos de la bebida no estaban calmándolo de ninguna manera.
Su mente seguía repasando lo que había pasado en esa habitación; recordaba cada palabra de Jungkook, aún veía esos ojos sinceros y determinados, pero aún inundados en lágrimas.
Pero era una estupidez. Jungkook tenía que estar confundido. Solo llevaban conociéndose dos meses, no podía…
No debió enamorarse…
No había futuro para ellos.
—¿Namjoon?
Apenas levantó la vista unos segundos para ver cómo Hoseok entraba, aún frotando sus ojos.
No sintió culpa porque no le había dado a Jungkook razones para que pensara que podía besarlo. También había aclarado que lo suyo solo podía pasar en el club.
Él no le sería infiel a Hoseok; no lo traicionaría con algo que aborrecía y no lo haría cuando sabía tanto del pasado del mayor.
—El señor Yí me dijo que estabas de mal humor… —Hoseok interrumpió sus palabras. Cuando su vista volvió al rostro de su esposo, el par de ojos estaba fijos en algún punto de su rostro, y no necesitaba escuchar las palabras que diría para saber qué es lo que había notado. —¿Qué te pasó en el labio?
Tomó otro largo trago de la bebida que le quemó la garganta con esa conocida sensación.
—Jungkook.
—¿Jungkook?
La ceja de Hoseok se alzó. Ahora parecía un poco más despierto.
Por unos segundos, solo hubo silencio. Hoseok se acercó a su lado en silencio y, sin mirarlo, con los ojos clavados en la botella o en la superficie lisa, donde fuera menos sus ojos. Él solo pudo hacer lo mismo: aguardar en ese silencio mientras esperaba las preguntas del mayor o, al menos, alguna palabra.
—Vi la nota… ¿Fue a Jungkook a quien fuiste a ver?
Ojos curiosos lo miraron finalmente.
Un suspiro abandonó sus labios, porque no quería explicar nada de lo que sucedió; no se sentía con ánimos de hacerlo en ese momento, aunque tampoco podía olvidarlo.
—Me llamó, me dijo que si podíamos vernos. Fui solo porque se escuchaba que estaba mal. —De sus labios surgió una risa que terminó en un bufido amargo. —Al parecer, tenías razón: me preocupé por él más de lo que se merece. —Tomó otro sorbo, frustración creciendo en su interior porque recordaba ese momento y solo quería regresar y dar media vuelta antes de golpear la puerta de aquella habitación. —Me dijo que se enamoró de mí… que se va a divorciar. Y me besó antes de que me marchara. —Su mano fue a su rostro y después a su cabello corto; decirlo en voz alta solo fue… peor… más molesto. —Le aclaré las cosas, así que no creo que vuelva a molestar. Pero no te seré infiel, Hoseok.
— Lo sé. — El mayor tocó su mano con suavidad y le mostró una sonrisa grande que no llegó a ese par de ojos. — Nunca dudé sobre eso. Y en cuanto a Jungkook, me alegra que se decidiera a terminar su relación. Te lo dije, el esposo de Jungkook me dijo que había pensado engañarlo con alguien del trabajo. Alguien tan entregado como Jungkook no merecía a alguien así a su lado. — Esta vez, Hoseok sonrió un poco más sinceramente; a veces no era nada bueno conocer a alguien tan bien como para saber cada mínimo cambio en su expresión. — Aunque en realidad no sé los motivos de su esposo para seguir manteniendo ese matrimonio, aun así, Jungkook no debía estar en ese matrimonio.
Pero él había insistido en estar ahí.
Jungkook había defendido a su esposo, si quería ser incrédulo podía serlo. Incluso Hoseok y él habían podido ver a través de esa sonrisa, fue evidente quien de los dos estaba nervioso y quien deseaba estar en el club. Fueron dos actitudes completamente opuestas y Jungkook aún parecía esperanzado de que su marido volviera después de que subió con Hoseok sin mirar atrás.
Lo defendió aún cuando él evidenció lo mucho que le había ocultado en cuanto al club.
— Ya no hablemos de Jungkook o su esposo. Cambiemos el tema por favor.
— Esta bien. — Hoseok fue rápido en contestar y tomar su mano para llevarlo a la mesa de desayuno que había en la cocina, aunque el fue el único que se sentó. Había algo raro en el actuar de Hoseok ese día. — Sabes que tengo que ir a Seúl dos cuatro días, ¿verdad?
— Si, para las traducciones de esos libros.
Hoseok asintió y sus antebrazos se cruzaron frente a su pecho.
— En esos cuatro días, necesito que pienses… si vamos a seguir con esto.
— ¿Seguir con qué?
El whisky quizás estaba logrando confundirlo, porque no lograba entender esas simples palabras.
— Seguir con nuestro matrimonio, Namjoon.
— ¿De qué estás hablando? — El mismo podía escuchar la molestia en su voz, y se arrepiento tío de inmediato cuando vio la precaución en los ojos de Hoseok. — Estamos bien, o al menos creí que estábamos bien, ¿por qué debería reconsiderar nuestro matrimonio?
— Nuestra relación... — El mayor lo miraba con cuidado, su voz tranquila y baja, como si estuviera hablando con alguien que podría explotar en cualquier momento. — Si nos contamos todo…, confiamos el uno en el otro y tenemos sexo increíble... — Hoseok se sentó a su lado, esos ojos en los suyos pero no parecía que lo mirara realmente. Incluso cuando el mayor le tomó la mano se sintió tan ajeno. — Pero…, ¿me amas Namjoon?
La pregunta fue desconcertante… y reveladora. Porque fue rápido en intentar responder pero de sus labios no surgió ni un solo sonido. Solo se le quedó mirando a Hoseok incapaz de decirle un “si, te amo” o solo un simple “si”.
Por más que pensara las padres, era algo que había dicho antes sin tomarle mucha importancia, porque lo decía aún sabiendo que no era el amor que él había esperado de niño, el que sus abuelos habían vivido.
Pero le tenía cariño a Hoseok, por eso antes había podido decir esa palabra sin pensarlo mucho.
Peri en su pecho había una enorme e invisible mano presionando, evitando que dijera lo que antes había sido tan fácil de decir.
“Me enamore de ti.”
La palabras y expresiones sinceras y desesperadas de Jungkook volvieron a su mente con fuerza
Sobre todo esa expresión triste pero a la vez comprensiva cuando le dijo que no había futuro para ellos dos.
“Lo sé… no te estoy pidiendo nada de eso.”
¿Eso era estar enamorado?
El amor de sus abuelos había sido tan distinto a sus ojos, si pudiera describirlo como un momento del día, la relación de sus abuelos había sido es establecer cálido con un ligero viento que no molestaba, un momento donde ya el ajetreo d esa mañana y tarde había pasado pero aun no era momento de dormir, solo momento de relajarse.
Jungkook dijo estar enamorado de él pero acepto a la primera que no habría futuro para ellos. Eso no podía ser estar enamorado de verdad.
Y sin embargo esa absurda confesión en medio d esa madrugada en una impersonal habitación de hotel, ¿le estaba impidiendo decir las palabras que ya había dicho antes?
— No me respondas ahora, Namjoon. — La mano de Hoseok volvió sobre la suya, un ligero apretón presiono sus dedos. — Debes pensarlo en serio durante estos cuatro días, y cuando vuelva, vamos a hablar, ¿de acuerdo?
— Hoseok-
— Lo sé, se que quieres responderme, pero no necesito palabras vacías. Lo que sea que me dirás tiene que ser sincero, tienes que sentirlo. Sabes que pase por esas falsas promesas y palabras vacías, y solo quiero la verdad de ti, me lo prometiste así como yo te prometí fidelidad. Tienes que cumplir con tu promesa, Namjoon.
Los ojos de Hoseok no se apartaron de los suyos, parecían gritar tantas cosas pero al mismo tiempo callar muchas otras.
— Lo pensaré de verdad.
— Bien. — Una grande sonrisa se extendió por el rostro del mayor antes de que un beso en su mejilla fuera depositado.
Y volvió a quedar solo en esa amplia cocina. Su mente más confundida que antes.
Y su corazón tratando de decirle algo.
La oscuridad ya cubría por completo el cielo desde hace algunas horas atrás. Pero sabía que en casa de sus padres aún había alguien levantado, porque la luz d esa cocina seguía encendida.
Gran parte de la mañana había dormido en esa desconocida habitación de hotel. Había pedido servicio a la habitación y solo miró el televisor sin realmente prestar mucha atención. Le permitió a su mente apagarse con pensamientos innecesarios, simplemente mantuvo presente que debía comer, y relajarse viendo televisión y después volvió a dormir otro poco.
Cuando sus ojos se abrieron por segunda vez ese día. El reloj de su celular le dijo que ya era hora de ir a casa de sus papás. No podía quedarse pagando una habitación de hotel por mucho tiempo y buscar un lugar en el estado en el que estaba tampoco era una buena idea.
Pero enfrentar a sus padres le hizo esperar hasta el anochecer con la esperanza de que los mayores estuvieran dormidos para entonces y así solo pudiera usar la copia de la llave que tenía.
No había tenido suerte.
No solo uno de sus padres fue a su encuentro. Ambos se lo encontraron en la entrada, podía ver la preocupación en sus rostros por verlo ahí a esas horas tardías y sin la sonrisa que siempre tenía para darles.
— Cariño, ¿qué sucede?
No pudo ver a los ojos de sus padres, sus ojos se mantuvieron en el limpio suelo de madera esperando que sus palabras fueran estables después de casi todo un día sin hablar más que un poco para pedir su comida.
— ¿Puedo quedarme-me u-unos días?
— Jungkook, eso no tienes ni que preguntarlo, siempre eres bienvenido aquí. Quédate todo lo que necesites.
El brazo de su padre lo rodeó y lo agradeció tanto. Ese agarre firme le permitió caminar más adentro en la casa sin que sus piernas se doblaran a medio camino. Y las caricias suaves de las pequeñas manos de su mamá en su cabello fueron tan cálidas y reconfortantes que las lágrimas no tardaron en nublar su vista.
Pero aún cuando los tres se sentaron en el sofá más grande, sus lágrimas no fueron más allá de las comisuras de sus ojos.
— Cariño, ¿quieres contarnos que sucedió? ¿O quieres ir a dormir?
De hecho quería solo dormir. Pero sus padres estarían preocupados hasta que él les contara.
— Voy… a divorciarme de Taehyung.
Su labio tembló, pero… no hubo dolor en su pecho. Solo se sentimiento de pérdida, pero no algo insuperable. Tenía que aceptar que se sentía bien, porque si su corazón no se sentía destrozado, entonces de verdad estaba haciendo lo correcto al ponerle fin a ese matrimonio.
Casi esperaba escuchas a sus padres diciendo que reconsiderara las cosas, que les explicara, que ellos podían aconsejarle. Pero sus padres siempre le sorprendían de alguna manera.
— Supongo que ya lo pensaste demasiado si nos lo estas contando. Nosotros vamos a estar a tu lado si lo quieres. — Su padre lo apretó más cerca, el calor del mayor filtrándose por su costado mientras su madre también se acercaba más. — Solo quiero saber si Taehyung lo aceptará por la buenas o no, porque no quiero que pases un mal rato tratando con alguien que no acepta tu decisión.
De eso no podía estar seguro.
Taehyung había tratado de hablar cuando el pidió el divorcio, pero no lo siguió afuera cuando salió por la puerta.
Después de lo que se habían dicho, ¿Taehyung aún insistirá en mantener ese matrimonio?
No podía saberlo.
Pero él ya no podía fingir más.
No ahora que sabía que el corazón de Taehyung no está de verdad en su matrimonio.
No cuando su propio corazón ya anhelaba a alguien más.
Me quedé dormida, perdooon 😭
Lo bueno que pongo alarmas para las actualizaciones ya que normalmente me estoy quedando dormida en las tardes, lo siento pero tengo días ajetreados y una ya esta cerca de los 30 pero se siente como de 40 😂😂.
Ok, Makis, falta otro capítulo cortito, donde veremos la decisión de Namjoon sobre su matrimonio y como procede el divorcio de Kook y después e eso ahora si viene el drama, y más escenas 🥵, así que no se me desesperen 😘
Los quiero ♡, gracias por siempre esperar tan pacientemente 🙇🏻♀️💕💖💞💗💓
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