Capítulo 30
Ni siquiera podía abrir los ojos pero ese molesto ruido del celular no dejaba de llenar la habitación.
Maldeciría a quien fuera qué lo estaba llamando.
Aunque ni siquiera se fijo porque todo era borroso cuando entreabrió uno solo de sus ojos para poder deslizar ese icono de color verde.
— ¿Si? — preguntó cuando el celular, finalmente en silencio, estaba contra su oído.
Volvió a tratar de abrir los ojos, pero de nuevo solo uno de ellos cedió.
Mierda. No había ni un solo indicio de los primeros rayos del sol de la mañana. ¿Quién mierda le hablaba en la madrugada?
¡¿Y por que no dice nada?!
Se sentó más que molesto, había sido brusco pero Hoseok siguió durmiendo.
Forzó sus ojos a abrirse para mirar la brillante pantalla. Esperaba un número desconocido, alguien que estuviera haciendo una maldita broma, o, en el peor caso, la casa de retiro donde su abuela estaba. Pero no fue nada de eso.
Era Jungkook.
Ahora estaba molesto y extrañado. No creyó que el menor le volviera a hablar desde ese beso una semana atrás. Todos esos últimos días lo evitaba por completo, y en la reunión solo hablo con Hoseok de algo que no sabía, porque él mayor había sido bueno esquivando el tema.
Pero ahí estaba. Eran las cuatro de la mañana y Jungkook lo estaba llamando, solo para no decir nada.
¿Qué mierda esta planeando?
Se levantó y apresuró su paso para ir al pasillo y no despertar a Hoseok.
— ¿Jungkook? ¿Por qué rayos estas llamando a esta hora y no dices nada?
— ¿Podemos vernos?
¿Se ha vuelto loco?
— No. — Se aseguró que su tono fuera tajante, no sabía que estaba planeando pero no participaría en su juego. — Son las malditas cuatro de la mañana y me estas pidiendo verme, ¿de verdad creíste que iría a donde sea que quieras que vaya?
— Solo… Solo esta vez… por-por favor.
¿Esta llorando?
El sonido de una nariz sorbiendo, las palabras entrecortada, todo indicaba qué estaba llorando.
— No, Jungkook. Es de madrugada y me estas pidiendo que vaya a tu casa, simplem-
— No estoy…. en mi casa… Por favor ven… será la última vez que te lo pida, ¿si?
La última.
No va a hacer una tontería, ¿cierto?
Su mente no pudo más que comenzar a imaginar demasiados escenarios, y muchos de ellos no eran buenos.
Y maldita sea si Hoseok no tenía razón. Le preocupaba un poco Jungkook porque lo había considerado un amigo más.
— ¿Dónde estás?
— Te mandare la dirección.
— Espera, aún no termines la llamada. — No podía dejar de pensar que algo malo ocurriría si dejaba de hablar con el menor. — Mándame la dirección. Iré.
— Te mandaré la dirección… pero no creo que pueda seguir al teléfono. Voy a colgar.
— Jungkook, no cuelgues. — Ya fue tarde, sus palabras se encontraron con ese irritante y repetitivo sonido que le avisaban qué la llamada estaba terminada. — ¡Mierda!
Si Jungkook hacia una tontería mientras tardaba en llegar, realmente se iba a enojar.
Pidió apresuradamente un auto que lo llevara hasta donde estaba Jungkook, pero se estaba poniendo más molesto con cada segundo qué pasaba y no recibía la dirección.
Aguardar por el auto también estaba resultando una larga espera.
No dejaba de caminar de un lado al otro.
Hasta qué finalmente llego ese mensaje.
¿Un hotel? ¿De verdad no esta en su casa? ¿Por qué?
¿Qué estaba planeando Jeon Jungkook?
¿Y que le llevo a actuar así ese día a esa hora tan extraña?
Estaba comenzando a doler su cabeza con tantas preguntas sin respuesta que tenía en ese momento. Y su irritación solo creció cuando su llamada a Jungkook no fue respondida.
Esa habitación simple e impersonal fue extrañamente calmante. Lo dejó sumergirse en sus pensamientos con la quietud acompañándolo.
Pensó que había amado esa casa qué tenia junto a Taehyung, pero ahora se daba cuenta de que solo le gustaba ese sentimiento de tener un hogar y una pareja, algo muy similar a lo que sus padres le contaron y el asumió qué era felicidad. Estaba tan decidido a vivir una historia de amor tan bonita como la de sus padres, que se olvido de la parte esencial.
Amar de verdad.
Le tenía mucho cariño a Taehyung, fueron demasiados años juntos donde el mayor se esforzó en complacerlo, ¿pero era eso lo correcto?
Al parecer Taehyung tampoco estaba del todo bien con la relación que tenían. Aunque aún no entendía la razón qué motivaba a Taehyung por esforzarse tanto en que su matrimonio funcionara. Igual no resulto porque estaban casados dos personas que se tenían cariño pero que en realidad solo mantenían ese matrimonio con un propósito y no porque se amarán con locura.
Tampoco estaba diciendo que amaba a Namjoon. Tenia qué admitirse a si mismo que el mayor sentimiento que relacionaba con el escritor era de lujuria. Le hizo descubrir varias cosas de si mismo en ese acto donde dos cuerpos se unían. Pero también estaba esas pequeñas muestras donde el mayor abrió una pequeña parte de su corazón hacia él, y eso le emociono más que cualquier gesto romántico de Taehyung.
Tenia que sentir algo más fuerte Por Namjoon qué solo lujuria, porque no pudo acostarse con alguien más cuando no tuvo problemas en tener sexo con el escritor aun teniendo a Taehyung en un pedestal. Simplemente no se sintieron bien otras manos en su cuerpo y ya tenia varios días pensando que el toque de Taehyung sobre su cuerpo carecía de mucho.
No tenía ni idea de cuanto tiempo había estado sentado al borde de la cama solo mirando la pared mientras esperaba por Namjoon, pero fue suficiente para que se decidiera. Ahora sabía lo que iba a hacer y lo que iba a decir.
Aunque también sabía la respuesta del escritor a ambas cosas.
Aún así no importaba, porque no estaba esperando que Namjoon dejara todo por alguien que solo conocía de unos meses, aún menos cuando conocía un poco sobre el porque él mayor aborrecía tanto la infidelidad.
Pero no iba a guardar todo en su pecho, ya sentía que su corazón estaba oprimiéndose y le contaba respirar.
Y no mejoró cuando alguien llamo a la puerta de su habitación.
Sus piernas temblaban mientras caminaba esos pocos pasos y solo miró el suelo mientras abría la puerta y regresaba a la cama, fue para tratar de evitar por unos segundos más esos ojos de ónix qué solo conseguiría hacerlo temblar aún más.
No dijo ni una palabra, pero Namjoon aún entró, escuchó la puerta cerrarse a sus espaldas y Los paso del más alto siguiéndolo.
— ¿Qué haces aquí Jungkook? ¿Por qué me llamaste a esta hora?
Respiró profundo antes de dar media vuelta.
Pero es que no importó cuanto se preparara mentalmente. No importó qué tratara de tranquilizarse antes.
Porque cuando miró a Namjoon ya no pudo negar que le gustaba. De alguna manera solo bastaron unas semanas de conocerlo, de convivir con él, quizás fueron todos esos años creyendo conocerlo a través de las palabras que leía en sus libros favoritos, o porque no dejaba de creer que Namjoon era más de lo que mostraba en la superficie gracias a esos gestos qué había tenido con él y habían conmovido su corazón.
Simplemente sentía algo por ese hombre frente a él que logró acelerarle el corazón cuando sus miradas se encontraron.
Todo su cuerpo fue hacia adelante, exactamente igual que una semana atrás cuando solo podía pensar en besar esos labios.
Solo que esta vez se preparo para ser rechazado. Por eso enredo sus brazos en el cuello del más alto. No fue un beso tímido como la última vez. Estaba tomando la qué podía ser la última oportunidad de besar a Namjoon, así que esta vez no se dejó empujar tan fácilmente. Su mano fue a ese corto cabello de la nuca y lo presionó contra más fuerza mientras sus labios sorbían ansiosos ese grueso labio inferior.
Tan bueno.
De verdad que era una sensación por completo diferente, algo que no había sentido antes de Namjoon.
Besó con avidez a pesar de que él mayor no abrió la boca para él y a pesar de las manos en su cintura qué lo trataban de alejar.
No lo permitió hasta que pudo probar un poco más. Hasta que esa opresión en su pecho creció pero dando una sensación completamente opuesta a la de antes. Ahora era por lo rápido que iba su corazón.
Incluso un suspiro escapó de sus labios cuando por fin dejó qué Namjoon lo alejara, aunque tampoco retrocedió del todo. Se quedó lo suficientemente cerca para que ese aroma único de Namjoon llegara a su nariz.
— ¿Qué mierda estas haciendo? ¿Para eso me llamaste?
Cuando ese rostro molesto y ojos agudos lo miraron mal, él también se molesto. No es como que planeara qué comenzará a gustarle alguien que no era su esposo. No midió sus acciones y palabras para que todo girara en torno al mayor, de hecho se cuestiono al punto de sentirse culpable.
Esa mirada lo molesto tanto.
Ya podía sentir lágrimas de frustración acumularse en sus ojos.
— Es tu culpa. — Su puño golpeó el pecho de Namjoon sin buscar realmente hacer un gran daño, y su otro puño lo siguió hasta que pudo darle varios golpes al mayor. — ¡Es tu maldita culpa!
— ¡¿De qué mierda hablas?!
Sus lágrimas formaron unos pequeños hilos sobre sus mejillas, fue un poco borrosa la imagen que obtuvo del escritor cuando trató de mirar ese rostro y esos ojos de ónix.
— Me enamore de ti.
Sus puños cayeron cuando el pecho en el qué estaban apoyados se alejo. Namjoon retrocedió al menos tres pasos.
Fue un claro rechazo. Pero eso ya lo sabía.
— No puedes.
El tono áspero del mayor le hizo contestar de la misma manera.
Había pasado unas últimas horas horribles y cansadas, su temperamento ya estaba a flote y ese tono de voz solo lo empeoró.
— Pues ya lo hice.
— Pues averigua como deshacerlo porque no hay futuro para nosotros. — Lo sé. — No dejaré a Hoseok, no te ofreceré nada.
¡Lo sé, maldita sea, lo sé!
Otra lágrima sé deslizó por su mejilla, pero eso no hizo cambiar la mirada del más alto.
Una pequeña risa acida abandono sus labios con un sonido tan ajeno a él que le sorprendió un poco.
— Lo sé… no te estoy pidiendo nada de eso.
— Si lo sabes, entonces vuelve a tu casa y vive tu vida como si esto no hubiera pasado porque yo me olvidaré de lo que pasó hoy.
Una mirada aguda fue lo último que vio cuando Namjoon se dio media vuelta con intención de irse.
— No volveré a casa, ya no es mi casa. — El escritor no se giró para verlo, pero se detuvo, el alto cuerpo se bloqueo en su lugar sin moverse ni un poco. — Le pedí el divorcio a Taehyung.
El silencio absoluto que llenó la habitación fue largo. Solo su corazón ensordeciendo sus oídos durante esos segundos.
— No debiste hacerlo, eso fue muy tonto. — Aunque esa voz lleno la habitación, solo podía seguir viendo esa amplia espalda. — Si lo hiciste con la esperanza de que pasara algo entre nosotros-
— No lo hice por ti… no te debo ninguna explicación pero mi matrimonio no termina porque yo esperaba tener algo contigo. Y de todas maneras… aunque no hubiera pasado lo que pasó, habría terminado con ello en cuanto me di cuenta de que me gustabas. — Ese cuerpo grande finalmente se volvió a girar, aunque no estaba muy lejos de la puerta. — A pesar de lo que dijiste, yo no estaba buscando ser infiel, solo te bese antes de darme cuenta, no lo entendí en ese momento, pero ahora se por qué lo hice. — Ojos oscuros y fijos en él le hicieron erizar la piel. — Me gustas, no se exactamente desde cuando, pero ahora que lo se pienso terminar definitivamente con mi matrimonio. No me importa si no me correspondes o si no me prometes nada. No te voy a buscar y suplicar pero tampoco pienso volver a vivir una mentira.
— Jungkook, piensa bien en lo que estas haciendo. Si tienes cualquier esperanza conmigo-
No quería escucharlo.
No sabia que palabras saldrían de esos labios gruesos pero al mismo tiempo sabia que ellas le dirían algo de lo que era plenamente consciente.
Y no quería oírlo.
Ya solo quería terminar con esa conversación, que Namjoon se fuera y que el pudiera llorar todo lo que había descubierto y vivido las últimas horas a solas en esa habitación extraña.
Se abalanzó nuevamente hacia enfrente y se aferró a esos labios en un beso brusco lleno de mordidas cuando el mayor trató de apartarlo.
En un movimiento brusco se aparto y empujó al más alto con suficiente fuerza para hacerlo retroceder hasta la puerta.
Una mirada aguda lo observó con un rostro qué no podía leer.
Y esa era la última mirada qué recibiría de Namjoon. Sabía que eso era todo. Le mayor se iría de ese hotel sin mirar atrás, sin hacerle promesas y sin corresponder sus sentimientos.
Pero estaba bien.
Había sacado de su pecho todos esos pensamientos por el mayor que había acumulado y que se transformaron en un veneno que solo provocó que sus sonrisas fueran cada vez menos y sus dudas más.
— Vete.
— Jungkook, reacciona-
— ¡Vete!
El mayor salió sin tratar de decir algo más.
La puerta se cerro y él arrastró sus pies hasta la cama. Y solo se dejó caer ahí y lloro.
No de manera desgarradora y con ruidoso llanto como leía en muchos de sus libros cuando se despide a una persona, o más de una persona, de tu vida. Solo lloro tranquilamente y llenó de un cansancio que calaba hasta los huesos. Su llanto lo acompaño hasta quedarse dormido.
Fue un largo sueño sin imágenes.
Ando en el trabajo, subiendo desde el celular, así que perdón los errores pero tengo que volver a mi turno y no me da chance de revisar 🤧
Los quiero Makis 💜
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