Capítulo 2
Sigamos con esta historia 😉
Si creyó que la fachada del lugar era intimidante, realmente no era nada comparado con lo que encontró cuando entraron.
Una habitación enorme se extendía frente a ellos. Por alguna razón esperaba color oscuro cubriendo las paredes y una iluminación apenas suficiente para que no chocarán con la gente. Al menos así pensó que eran los clubes.
Pero esa enorme habitación tenía paredes en colores rojos, rosas y blancos. El techo también era rojo. La iluminación era... bastante. Nada del lugar quedaba escondido en las sombras. En una esquina había una barra larga con botellas y botellas de diferentes tipos de bebidas alcohólicas en los estantes, tres bartenders atendían detrás de ésta con sus apariencias cuidadas y sonrisas profesionales. Del lado opuesto había una pista de baile, el piso ahí era más brilloso que el resto del piso de madera oscura, había una consola apenas a la vista por la cantidad de personas que se juntaban alrededor. Aunque la música no era para nada intolerante, tenía un volumen justo para bailar pero dejaba que las personas que no estaban en la pista conversaran sin tener que gritar. El resto del lugar estaba repleto de sofás rojos y blancos con mesas entre ellos, alineados sin ningún orden, y otros sofás más rodeando las columnas cuadradas de piso a techo que se esparcieron por el lugar. También había un lugar que se elevaba en la pared del fondo con mesas circulares altas y sillas igual de altas como las que encontrarías en un antro.
Pero lo intimidante de ese lugar era la gente.
No había personas desnudas, al menos aún no veía ninguna, pero si había muchísimas personas que traían ropa tan pequeña que apenas ocultaba algo y otras que simplemente se paseaban en ropa interior. Muy pocos traían máscaras, él solo había mirado a diez personas. Y la mayoría estaban besándose o tocando lugares muy privados de otras. No había nadie teniendo sexo, afortunadamente, pero muchos estaban casi nada de ello.
Su atención quedo atrapada en una pareja que estaba besándose, un hombre y una mujer jóvenes, cercanos a su edad, y de la nada la mujer volteó al otro lado donde había un hombre mucho mayor y se besó con ese hombre mientras el joven los veía.
Pasó saliva.
Su corazón estaba haciéndose oír o eso le parecía porque el retumbar estaba contra sus oídos.
Las palmas de sus manos se sentían sudorosas por más que las limpio en su pantalón.
No sabía dónde posar su vista sin que quedara atrapada en una escena que no debería de estar viendo o en una persona con poca ropa. Lo más seguro era mirar las botellas de licores, así que jaló a su marido a las sillas desocupadas que había en la barra.
- Pareces un poco nervioso, Kookie.
Ja, ¿solo "un poco" nervioso?
Más bien "muy" nervioso y aterrorizado.
- ¿Tú no lo estas?
- Pues si, un poco también. ¿Qué tal si no le gustamos a nadie?
Si... sus nervios estaban definitivamente en cosas distintas.
Miró a su marido tomando asiento a su lado. Y suspiró porque era lo que siempre hacía cuando veía al guapo hombre con el que se había casado.
- Dudo que tengas ese problema, eres demasiado guapo. - Era la absoluta verdad. A pesar de que el podría ser la persona más parcial cuando se trataba de su esposo, estaba seguro de que esa declaración tendría el respaldo de muchos de los presentes. - Probablemente muchos ya estén planeando acercarse solo cuando vieron tu rostro.
Taehyung no tuvo tiempo de contradecirlo. Una pareja de un hombre y una mujer se acercó en ese momento.
- Nuevos, ¿verdad? - dijo el hombre.
Su marido asintió con una sonrisa amable. La sonrisa del hombre se agrandó después de ver la pulsera roja en sus muñecas, ellos traían unas del mismo color. Aún no sabía que significaban, pero si había visto diferentes colores; color naranja, amarillas, rosas, azules, moradas, negras y unas pocas que brillaban de color dorado.
- ¿Y alguno de ustedes, chicos hermosos, esta dispuesto a intentarlo con una mujer? - La aludida sonrió coqueta. Era bonita, cabello castaño y largo hasta la cintura, curvas en los lugares correctos y rostro con poco maquillaje que mostraba una belleza natural que no era intimidantemente perfecta. El hombre en cambio, parecía muy descuidado al lado de ella, sobre todo esa panza sobresaliente. - Mi esposa y yo estaríamos encantados de estar con cualquiera de ustedes dos.
- Lo siento. - Taehyung respondió con voz amable. - Solo nos gustan los hombres.
Eso no pareció desilusionar a la pareja.
- Si cambian de opinión no duden en buscarnos.
El hombre guiñó un ojo y continuaron su camino.
Cuando obtuvieron sus primeras bebidas, otra pareja más se acercó, esta vez ambos era hombres. Pero demasiado mayores, incluso parecían mayores que sus propios padres. Estaba aterrado de que su marido aceptara, porque sabía desde ya que el sería incapaz de hacer algo con alguien que parecía de la edad de su padre. Afortunadamente su marido supo rechazarlos una vez más con su voz amable.
Uno de los bartender se acercó con una sonrisa.
- Primerizos. - No fue una pregunta, tampoco lo dijo de manera burlona, solo iniciando una conversación. - Tienen que saber que nosotros o cualquiera del personal puede ayudarlos a conectar. Si ustedes quieren. La primera experiencia suele ser un poco abrumadora y nosotros estamos encantados de ayudar. Díganme, que buscan dos lindura como ustedes y yo haré sus ilusiones realidad.
- Pues en realidad no lo hemos pensado mucho, solo que sea otra pareja gay y que tengan una edad similar a la nuestra, puede que solo unos cuantos años mayores.
Él quería agregar, y que por favor no le guste golpear, pero se quedó en silencio mordiendo su labio.
- Eso es bastante general. - El bartender no perdía su sonrisa. - Dime un poco más. ¿Que tipos de chicos te gustan?
La mano de su esposo se colocó debajo de su barbilla y lo sostuvo en su lugar mientras le daba un beso en la mejilla. Él se sonrojó.
- Bonitos, obviamente.
- Y a ti, muchacho. - La atención ahora estaba sobre él, no le gustaba. - También te gustan como tu esposo.
Asintió sin dudar.
- Guapo y con una sonrisa bonita - dijo entusiasmado y de inmediato se sonrojó.
Eso le hizo ganar otro beso de su esposo en su mejilla.
- Entonces - el bartender señaló a Taehyung -, bonito y - ahora lo señalaba a él - guapo con una hermosa sonrisa. Que sean dos hombres y de edad similar a ustedes. - La sonrisa del hombre se extendió. - Tengo a alguien en mente y créanme que me lo agradecerán, claro si aún no han conseguido a alguien.
- ¿Estas hablando de Kim y Jung? - preguntó el bartender que los había atendido. Su amigo asintió. - Aún no han conectado, les acabo de llevar sus bebidas, están en su lugar de siempre.
- Enseguida vuelvo, guapos.
El hombre con el que habían estado hablando, salió de detrás de la barra y camino a la esquina opuesta del lugar. No pudieron ver con quien habló porque una de esas gruesas columnas cuadradas se interponía. Solo lo vieron cuando ya volvía con una sonrisa en su rostro al cabo de unos pocos minutos.
- Acompáñenme - fue todo lo que dijo cuando estuvo lo suficientemente cerca.
Tuvo que sostenerse de su esposo para poder caminar, sus piernas temblaban desde el momento en que se bajo del alto taburete en el que había estado sentado. Con cada paso y cada persona que veía semidesnuda o besándose, sus nervios aumentaban. El piso, si miraba el piso quizás eso dejaría de suceder.
No, no ayudó.
Pero aun así no apartó su vista de la madera oscura hasta que volvió a escuchar la voz del bartender.
Su mirada se elevo.
Dos hombres los miraban.
Uno parecía ser alto, si podía confiar en las largas piernas que se estiraban frente a él. El otro no podría asegurarlo porque tenía sus propias piernas dobladas debajo de él. Estaban uno al lado del otro. El más bajo tenía sus brazos envueltos en uno de los brazos del más alto. Su cabello era castaño oscuro a solo unos tonos de ser negro, por el contrario sus ojos eran de un color caramelo que los hacían lucir amables y cálidos cuando se combinaban con esa sonrisa amable.
El más alto era... intimidante. Cabello corto y negro, los costados eran aún más cortos que la parte superior, dos líneas se marcaban al lado derecho. Su piel era un poco más oscura que la de su esposo. Pero sus ojos...
Pasó saliva.
Eran pequeños y alargados de un negro ónix que brillaban como si tuvieran luz propia en lugar de estar reflejando las luces de la habitación. Y lo miraban, fijamente. Se sintió expuesto, era ridículo porque traía bastante ropa puesta, al contrario que la mayoría en ese lugar, pero eso no hizo ninguna diferencia ante esa mirada que lo recorrió de la cabeza a los pies.
Y luego sonrió.
Cuando su inspección sobre él terminó, mostro una sonrisa ladeada que terminaba en hoyuelos.
Volvió a pasar saliva nerviosamente. Tuvo que soltar la mano de su esposo para limpiarse el sudor, su corazón no dejaba de sonar en sus oídos.
No sabía si tenía que agradecer o no que ambos trajeran ropa. Estaban cubiertos, pero las ropas del más bajito eran tan ajustadas que marcaba cada curva, el pantalón de cuero ciertamente le favorecía, igual que la playera estampada sin mangas. En cuanto al más alto... elegante, de una manera intimidante, no había otra forma de describirlo.
Su pantalón de vestir gris no podían esconder los muslos gruesos, la camisa de vestir blanca estaba arremangada, la parte descubierta eran unos antebrazos llenos de unas cuantas venas marcadas y lo que las mangas cubrían no era mucho porque la tela se estiraba hasta el límite tratando de rodear los músculos gruesos. Los botones estaban desabrochados hasta donde empezaba en estómago mostrando un pecho ancho y el inicio de un marcado abdomen.
Si, intimidante.
- Bueno, me retiro. - El bartender le dio un golpecito amistoso en su hombro cuando dio media vuelta. - Suerte.
- Acompáñenos. - La voz del más bajito logró que por fin apartara la vista del más alto. Señalaba los lugares libres a su lado, Taehyung se sentó justo al lado del castaño, él se acomodo al otro lado de su esposo tratando de esconder la mitad de su cuerpo lo mejor posible. - In-su nos dijo que es la primera vez que vienen a un lugar así.
- Si, así es.
La platica comenzó entre su esposo y ese castaño, trataron de incluirlos a él y al más alto, pero en su caso estaba demasiado nervioso para hablar. En más alto solo parecía ser del tipo serio.
Aún así no se perdió ni una palabra de lo que decían.
Esa pareja también estaba casada, lo habían estado por tres años y habían actuado en el intercambio de parejas desde antes de contraer matrimonio. Habían participado solo en sesiones de parejas, nunca en grupos más grandes, esos eran los que tenían las pulseras de color negro. El más bajito declaró ser versátil en la cama, el más alto dijo que nunca permitiría a nadie encima de él, lo creyó.
Pasaron varios minutos y escuchar algunas de sus experiencias no lo reconforto en lo absoluto. Cada palabra lo ponía más nervioso.
Definitivamente no estaba preparado para el momento que él bajito le pidió permiso para besar a su esposo. Su aliento se atoró en algún lugar de su garganta, sus manos estaban temblando tanto que las tuvo que cerrar en puños apretados y aunque abrió sus labios no salió ningún sonido.
Así que él no respondió directamente. Lo hizo el más alto.
Se levantó y se sentó a su otro lado.
En un segundo estaba parcialmente escondido detrás de su marido y al siguiente estaba casi encima del cuerpo del alto moreno que lo había separado de Taehyung con un movimiento fluido.
No tuvo ni un segundo para procesar lo que pasaba cuando unos labios gruesos se apretaron contra los suyos.
No fue para nada como los besos de su esposo.
Taehyung lo besaba con cariño y ternura aún cuando hacían el amor. Ese beso le estaba robando el aliento rápidamente. Arrancándoselo a la fuerza, probablemente era una mejor descripción. No tuvo la oportunidad de moverse, los fuertes dedos en su nuca lo sostuvieron en su lugar.
Fue un beso duro desde el principio, sus labios fueron succionados con fuerza y mordidos levemente, al igual que su lengua.
Cuando por fin en contrario lo soltó un poco, respiró con dificultad, su aliento mezclándose con el de ese hombre, su rostro se sentía muy muy caliente, al igual que el lugar donde las palmas de sus manos tocaban. Se dio cuenta de que sus dedos estaban extendidos en la parte descubierta del pecho amplio. Cerro sus dedos en puños de inmediato.
Lo peor de todo es que una semi erección presionaba contra su cremallera.
Y ese alto moreno lo sabía porque miró descaradamente el contorno de su pene y le dio una sonrisa de hoyuelos.
Mordió su labio inferior, porque la mano en su nuca aún no le permitía alejarse demasiado. Fue un error. Eso solo lo hizo recordar lo que era ser besado por ese hombre, sus labios estaban sensibles, muy sensibles, hormigueaban y aún podía sentir el sabor de la bebida ámbar oscura que el alto había estado tomando en el vaso de cristal abandonado en la mesa.
- Creo que esta es una conexión exitosa. - La voz del esposo de ese hombre se escuchó a sus espaldas. Al fin obtuvo su libertad, eso no fue bueno en lo absoluto. Cuando pudo girar se dio cuenta de los labios hinchados de su marido y lo cerca que estaba el castaño bajito a Taehyung, casi estaba en su regazo y una mano de ese castaño se perdía debajo de la camisa de su marido. - Nos adelantáremos.
El castaño se puso de pie en un movimiento fluido, tomando la mano de Taehyung que también se puso de pie.
Y se alejaron.
Solo así.
Se perdieron en las escaleras que conducían a los pisos de arriba y en ningún momento su marido miró hacia atrás.
No lo miró.
Él no sabía que hacer. Ni siquiera se atrevió a mirar en dirección al más alto. Se inclinó para tomar su bebida que aún está a la mitad y la sujetó cerca de él como si fuera un salvavidas.
No le funcionó por mucho tiempo.
A los pocos minutos en silencio, el más alto le quitó la bebida y lo puso de pie. Dirigió el camino jalándolo de la mano, no fue un agarre duro, pero si firme.
Subieron por los mismos escalones por los que sus maridos habían desaparecido. El primer pasillo era oscuro, solo había una puerta a la izquierda, las paredes eran de un gris casi negro y la iluminación escasa brillaba en un neón de color azul.
- Aquí son las sesiones en grupo, es una sola habitación por lo que sé.
Le sorprendió que el más alto hablara, había estado tan callado que no creyó que le fuera a dirigir la palabra.
Siguieron hasta el final del pasillo donde otras escaleras similares los esperaban. Había un descanso en el tercer piso, unas puertas de vidrio lo dejaron ver un pasillo largo con varias puertas a los lados, tres jóvenes estaban justo detrás e esas puertas, había un sofá y una mesa con hojas encima. Los tres portaban las camisas con el logotipo de la mariposa, por lo que eran empleados.
- Aquí son habitaciones con ventana de una sola dirección para los que quieren solo mirar o que los miren teniendo sexo.
De nuevo solo pudo asentir a la explicación que le daba el hombre a su lado. Y continuaron hasta el final de las escaleras. Era similar al piso de abajo, un pasillo largo con puertas a los lados. Otros cinco empleados estaban ahí, al principio del pasillo con tablas sujetapapeles en sus manos o en la mesita frente al sofá blanco.
En cuanto los vieron, una joven se levantó, tomó una tarjeta y se la entregó al más alto, después anotó algo en los papeles que portaba con ella.
- Que se diviertan.
El moreno alto solo respondió con un asentimiento corto y siguió dirigiendo el camino hasta casi el final del pasillo. Se paró frente a la puerta que tenía el mismo número de la tarjeta y uso esta como llave para que la cerradura abriera.
El hombre entró y sus pies solo lo siguieron a pesar de que su mano ya no estaba siendo tirada por este.
Cuando su cuerpo estuvo en el interior de esa habitación pequeña con una sola cama grande y dos mesitas de noche, el más alto cerro la puerta con un sonido seco que lo hizo saltar en su lugar.
Estaban a solas.
¿Qué harían ustedes si estuvieran a solas con Namjoon en la habitación 😏?
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