Mar Lockley

Tomaba mi desayuno mientras observaba mis opciones para hacer mis prácticas de trabajo. Las opciones me encantaban, sin embargo donde me agradaba más era trabajar como la encargada de las redes sociales del Manchester United. Podría ser la oportunidad perfecta para iniciar y así tener experiencia.

-Te levantaste temprano- Marcus baja a la cocina.

Alzo la mirada -Oh si. Estoy viendo mis opciones para comenzar a trabajar.

-Genial! Has tomado una decisión?

-Como cuestión de hecho, si. Pienso trabajar como encargada de las redes sociales de tu club- doy a conocer.

Rashford me sonríe -Grandioso! Así podrás elegir las fotos donde mejor salga- bromea.

Suelto una leve carcajada -Aún hace falta enviar mi aplicación y que estos la acepten.

-Aquello no será necesario. Ya tienes a tres jugadores del equipo que te recomendaran- apoya.

-Gracias, Marcus. Significa mucho para mi- confieso.

Marcus me sonríe -Mar, te mereces lo mejor en este mundo. Por lo que me ha dicho Jadon acerca de tus esfuerzos y logros, esto es una recompensa.

Abrazo a Marcus ante sus palabras, simplemente fue muy lindo de su parte -Será mejor que te apures, llegarás tarde.

El británico asiente y me deja sola en la casa. Una vez finalizando mi solicitud, recibo llamas de mis amigas de Londres diciendo que me necesitaban, les hice saber que me encontraba en Manchester, a lo que ellas tomaron el primer tren para acá y nos reunimos en un café.

La primera en llegar es Triana -Amiga...- exclamo triste al verla decaída.

-No puedo creer que Héctor sea un desesperado- me dice mientras se sienta.

-Ahora qué pasó?

Pedimos nuestras bebidas y la española procede a contarme -Héctor me dijo que me amaba, pero yo...

-No sientes lo mismo?

-No! No lo sé. Creo que es más bien que no me siento lista- excusa.

La observo extraña -Se conocen desde hace más de cinco años. Empezaron a salir desde hace tres y me vienes con esa mierda de que no lo amas?

-Pensé que de todas, serías tu quien más me entendería- se queja.

-Yo suponía que para este punto ya amarías a Héctor. Nunca dejas de hablar de él y siempre salen a la calle juntos. Incluso ya vivían juntos en Sevilla.

-Es diferente! Yo...

Triana es interrumpida por mi otra amiga Esmeralda que llega también depresiva -Esme...

-Mar, ya me cansé que nunca Mason me preste atención. Voy a pedirle el divorcio- se sienta junto a mi.

-Cómo?! Pero si apenas llevan un año juntos!- exclamo con sorpresa.

-Algo que los hombres jamás entenderán es lo fuerte que es nuestros sentimientos hacia ellos- responde Triana.

Esmeralda la mira -Y aveces nos olvidamos lo estúpidos que pueden llegar a serlo!- coincide.

Triana azota la mesa -Madre mía! Pero es que si es verdad!

-Que les cuesta apreciarnos?

-O tan siquiera tener simpatía por nosotras!?- ambas al instante ya conectaron.

Las dos se presentan para poder hablar de sus rupturas amorosas mientras que a mi me dejan de lado. Después de dos horas quejándose de sus parejas, decidimos irnos de compras al centro comercial más cercano. Logro que mis amigas se olviden de sus romances y con ello puedan incluirme.

-Y es por eso que no tengo intensiones de iniciar algo con alguien- rescato.

Ambas me miran sorprendidas -Mar, ambas sabemos que te gusta la vida fácil. Donde te besas con quien sea sin sentimiento alguno- responde Esmeralda.

-Tu última víctima: un tal Nico del Dortmund- revela Tri.

Esme me mira molesta -Schulz?! Mar! Ese sabes que tiene problemas psicológicos!

-Ese Nico no!! Nico Schlotterbeck. El más nuevo del Dortmund- explico.

Las dos me observan pícaras -Lo he visto, y no está nada mal- coquetea Triana.

Frunzo el ceño -Cómo estuvo el alemán?- Esme pregunta pervertida.

-Nada mal. Es alto, así que ya se imaginaran de lo que hablo.

Nos expresamos con gestos de sorpresa y pícaras -Danos más detalles!! Se ve que es linda persona y demás!- dice Triana.

-Tri, ya sabes que yo no paso de una noche de sexo- dejo en claro.

-Yo nomás digo! No estarás por mucho aquí en Inglaterra. Tu trabajo es temporal y Dortmund siempre ha sido tu hogar según tu- insiste Tri.

Sigo quejándome -Mar, ya es hora de que formalices algo con alguien! Tómalo como una experiencia- intenta Esme de convencer.

-Incluso si quisiera, Jadon es el encargado de aprovar a mi futuro "novio"- niego.

-Jadon, Jadon, Jadon- se burla la española -No todo es acerca de él.

Una idea se me acaba de ocurrir -Qué les parece si hago a Jadon como mi novio?!

-Qué?!- las dos me gritan enojadas.

Triana es quien habla primero -Amiga, Sancho está en las mismas que tu.

-Lo que necesitas es a alguien de buen corazón y dispuesto a estar en una relación- explica Esmeralda.

-Y quién dice que Jadon no puede llegar a ser ese tipo de hombre?

AL escucharme, las dos sueltan una enorme carcajada, seguido de unas ruidosas risas. Yo las observo con cara de pocas amigas -Oh... no mentías.

Triana se aclara la garganta -A ver. La única razón por la que Jadon y tu se llevan así de bien, y se comportan como lo hacen, es porque ustedes son la misma persona.

-Que no te va a garantizar que Jadon o tu se terminen engañando? Acaso quieres perder esa amistad que tienes por nomás intentarlo sin ganas?

Mis amigas tenían un punto.