Shin Han mantenía las manos de Tae Hyung entre las suyas para ayudarle a relajarse —No deberías tener miedo de mí, muchacho, no soy la verdadera amenaza. No puedo decirte cómo lo sé, pero es algo que yo nunca debí escuchar.

—Pero... ¿cómo siquiera sabe quién soy?, es decir... hicimos todo para desligarme de los Min.

—Porque te pareces a ella... y... porque no lo estás negando. Muchacho, si esperas seguir ocultándolo hazlo mejor. A mí no me corresponde hablar de ello, pero puedes terminar diciéndoselo a una persona equivocada.

—Lo sé... Seok Jin ya lo sabe, se lo terminé confesando por cosas que dije... solo unió los puntos, así como ust... espere, ¿me parezco a ella?, ¿habla de mi madre biológica?, ¿usted sabe quién es?, ¿está viva? —pero el hombre negó—. No mienta... usted lo sabe...

—No me corresponde decírtelo. Lo siento. Debes hablar con tu tío.

—Abuelo —Shin Han sonrió apretando las manos del menor con su cálido calor.

—Solo puedo decirte que está viva y no muy lejos de aquí, ella no es la única, él también lo está —sus brazos lo calentaron en un abrazo que Shin Han cubrió con cariño—. Nunca pensé que tendríamos esa conversación, nunca quise involucrarme en un problema como este, pero ahora eres parte de la familia Tae Hyung y para mí es lo más importante, por eso lo confieso... pero no puedo responder más que eso, solo quiero que acudas a mí cuando haya peligro.

—Yoon Gi siempre habló de peligro... pero nunca lo he visto.

—No lo has visto porque te ha mantenido alejado, y así debe ser. Tu abuelo sabe dónde estás Tae Hyung, él sabe todo de ti, dónde vives, con quién lo haces, dónde trabajas. Sabe lo que Yoon Gi hizo por ti y si nunca se ha entrometido es porque sabe lo que es más conveniente para él. Debes hablarlo con Yoon Gi, lo mejor es que ambos estén preparados —asintió con una pizca de miedo, solo tenía diez años cuando miró a Dong Hae por última vez, pero solo podía significar que el diablo nunca dejó de mirar, su mayor pesadilla había vuelto.

Alguien se aclaró la garganta a sus espaldas y Shin Han dejó de hablar aunque al muchacho se le veían los ojos apenas húmedos —Lamento interrumpir, solo quería saber si estaban bien. Llevan mucho tiempo afuera y hace frío —mencionó Seok Woo al cruzar sus brazos sobre su pecho.

—Hijo, ve con Seok Jin, tengo que hablar un segundo con Seok Woo —Tae Hyung asintió abrazándolo por última vez antes de apartarse de ellos.

—¿Qué significa esto? —preguntó su hijo al encontrarse solos.

—Estaba dándole a mi nieto la bienvenida a nuestra familia.

—Papá, por favor.

—Por favor una mierda Seok Woo, te guste o no, Tae Hyung es parte de la familia, es con quien Seok Jin se ha juntado y es mejor que te acostumbres a llamarle hijo, o perderás a Seok Jin también, ¿quieres eso?, ya no tienes a Tae Min y después de todo lo que ha sucedido, tampoco a Se Hun, no pierdas al único hijo agradecido que tuviste —Seok Woo negó su cabeza antes de tomar las manijas de la silla de ruedas para llevar a su padre adentro.

Seok Jin levantó su mirada del iPad cuando escuchó la puerta abrir y cerrarse, Tae Hyung se veía con la piel de su rostro rojiza por el frío de la noche —Hola —dijo ante el silencio de la habitación—. Tardaste, así que para evitar conflictos entre mi padre y yo, decidí subir.

—Está bien, estaba hablando con el abuelo —Seok Jin sonrió ante el cálido de su voz—. Ahora es mi abuelo.

—Me alegra oírlo cariño.

—A mí igual —dejó la puerta con seguro antes de acercarse a la cama—. ¿Aquí también existe la regla de la ropa sucia sobre la cama?

—Jodidamente sí.

—Bien —sonrió dejando sobre la cama su móvil y un brillo labial que traía en el bolsillo. Estaba soltando los botones de su camisa sin dejar de mirar a Seok Jin, él de ojos verdes lamió sus labios ligeramente sin perderlo de vista. La ropa cayó al suelo, pero permaneció su sonrisa vacilante, el cinturón salió tan rápido que pareció gracioso lo desnudo que ya se hallaba, todo terminó por caer mostrándose como lo habían creado.

Tomando la maleta del suelo, sacó un bolso color crema donde se escondía su hermoso collar de propiedad con su nombre incrustado por las piedras preciosas, ya había aprendido a ponérselo solo, así que no era cuestión de segundos admirar a su mascota.

—Quiero recompensarte por lo que has hecho.

—No he hecho nada más que quererte cariño.

—Y lo has hecho muy bien —subió la cama buscando su cariño, Seok Jin lo presó en sus brazos antes de acariciar su espalda—. Sé lo que significaba para ti estar aquí y lo has hecho por mí.

—Lo hice... —Seok Jin besó su mentón para después bajar su codiciosa boca por la tersa piel de su cuello—. Nunca voy a esperar que ellos nos acepten, así que su opinión no me importa, pero si el abuelo te dio su bendición, entonces hice un buen comienzo.

—Lo hizo... Seok Jin...—sus dientes apretaron su piel obligándolo a gemir—. El sabe quien soy, sabe que soy... —su boca probó sus labios después de un largo tiempo alejados, su dulce sabor fue robado en un segundo—. Min Tae Ho —sus ojos hicieron contacto visual—. Dijo que él no iba a revelar nada sobre mi secreto, pero... me advirtió de ese peligro que Yoon Gi siempre me protegió... no puede decirme porque lo sabe, como sabe todo eso, pero le creo, no hay motivos suficientes para que mienta... Dong Hae... sabe que no estoy muerto, lo sé, pero ahora sé otra cosa... que él sabe más de mí de lo que pensé...

—No va ir muy lejos. Dije que iba a protegerte mientras seas mío, incluso cuando no lo seas, seguiría protegiéndote —Tae Hyung levantó sus dedos entrelazados, besando así la mano del mayor.

—Gracias papi —sonrió con su corazón acelerado, asustado, porque en realidad, ver a Dong Hae le traería mucha incomodidad e incertidumbre.

Era un hombre que no quería, uno que estuvo dispuesto a regalarlo y darlo como muerto con tal de un beneficio propio, pero siempre existió una pregunta en su cabeza. Si Dong Hae lo dejó vivir, ¿fue por algo en especifico o solo esperaba el momento oportuno?, ¿era eso por lo que Yoon Gi siempre le hablaba de un peligro existente?

Tae Hyung tocó con las palmas abiertas los pectorales del mayor bajo su camisa, incitado a lamerlos como paletas dulces mientras sentía sus nalgas ser apretadas con fuerza y un beso duro que se deban sus bocas.

Él desnudo y papi vestido, eso era excitante, se sentía deseado cuando Seok Jin lo tomaba vestido era un deseo silencioso que Tae Hyung mantenía, amaba a papi desnudo, pero tocarlo bajo la ropa le regalaba un fino placer de sumisión.

—Te deseo tanto cariño —mordió su pezón para tomarlo fuerte con su boca, él gimió en respuesta apretándolo de la camiseta—. Quisiera follarte tanto duro —volvió a gemir con un sentimiento enloquecedor porque eso aún no estaba permitido—. Sujetarte fuerte, tanto que no puedas mover más que tus ojos —volvió a gemir por la ruda boca que tomó su polla con hambre, la succión fuerte lo hizo rodar los ojos en placer mientras todo su cuerpo temblaba. Empujaba contra la boca del mayor mientras sujetaba su cabello en un puño.

El orgasmo lo consumió por completo dejando su gemido atrapado en su garganta y corriéndose feroz a la vez que se desvanecía hacia el colchón con el mayor que no se detenía hasta asegurarse de dejarlo limpio. Su respiración era lenta, sus temblores dulces y la sonrisa complacida fue como una recompensa para Seok Jin que soltó el miembro de su boca para fijar sus ojos en él y apreciar su obra de arte.

—Buen chico —repartió besos por todos los lugares de su cuerpo hasta encontrarse con los labios de caramelo—. Tomaremos una ducha antes de que me arrepienta de no follarte ahora mismo.

—¿Y por qué no lo haces?

—Sabes la respuesta, no es el lugar.

—Me esforcé mucho para no gemir... no es justo, prometo no hacer mucho ruido.

—Eso es imposible, me gusta oírte gemir mi nombre, tus súplicas y lloros, sería un castigo enorme no poder disfrutar de ellos como quiero —él puchereó antes de que Seok Jin desarmara la forma abultada de sus labios en un beso nuevamente sucio.

Despertar había sido fácil, pero levantarse sin duda no lo fue, su desnudez estaba protegida por el cuerpo grande de Seok Jin que igualmente desnudo se acomodaba con el suyo. Después de que el mayor folló su boca en la ducha durmieron sin ninguna prenda, estaban tan cansados que vestirse no era opción.

—Buen día —Tae Hyung trataba de luchar contra el sueño y los besitos cariñosos del mayor sobre sus mejillas—. Es hora cariño, nos esperan —su voz sonaba tan ronca que un glorioso escalofrío jugó en su cuerpo—. Vamos a tomar una ducha primero —sus labios apenas se rozaron contra los suyos robándole un pequeño beso a su papi, porque él no se esforzaba lo suficiente por alejar sus tentadores y abultados labios de fresa—. No has pedido permiso.

—Papi... —él sonrió antes de abrazarlo. A él tampoco le importaba demasiado en realidad.

Cuando ambos bajaron al comedor con sus dedos entrelazados pudieron notar la presencia de Se Hun. Por un momento fue extraño que él estuviera, pero no tenía suficientes argumentos para mal interpretar los deseos de su abuelo por verlos todos en la casa.

—Seok —sonrió—. Hola hermanito —Tae Hyung agitó su mano libre antes de soltar a Seok Jin y ocupar un espacio a su lado.

—Creímos que nunca iban a bajar, por eso no los hemos esperado —mencionó Shin Han mirando a su nieto sentarse junto a él.

—Se nos hizo tarde, una disculpa.

—Para el almuerzo... me gustaría que... todos estuvieran presentes —Seok Jin alzó una ceja mirando a su padre, suponía que por todos incluía a Tae Hyung.

—¿Es por algo en especial papá? —preguntó Se Hun—, creí que solo querían pasar tiempo conmigo.

—Quiero pasar tiempo contigo hijo, pero también hay otro motivo.

—¿Se puede saber cuál es? —intervino Seok Jin.

—Hasta que sea la hora.

—Te advierto que si intentas alguna cosa...

—No Seok, no es por ti, ni por él, es algo mío —lo miró con desconfianza, pero aceptó los términos, además que la mirada tranquilizadora de Tae Hyung lo ayudó a calmarse. No iba a permitir ningún otro ataque en contra su novio, si estaba ahí en primer lugar no era por su padre, no iba tolerar jugadas sucias.

Después de una hora de reposar el desayuno, Tae Hyung y Se Hun se habían sumergieron en la piscina de la casa, mientras que Seok Jin y Shin Han recibían del sol de la mañana en unas bancas apartadas de la piscina, pero Seok Jin no le quitaba el ojo a su novio.

—Seok, no seas celoso, está con Se Hun —miró a su abuelo antes de negar.

—No es eso, abuelo, solo me aseguro de que esté bien, mi padre puede aprovechar que está sin mí para decirle alguna grosería.

—Tu padre salió... seguramente regrese hasta el almuerzo.

—¿Sabes qué es lo que se tiene entre manos? —su abuelo asintió.

—Traerá a una mujer —Seok Jin frunció el ceño. Sabía que después del nacimiento de los mellizos, Seok Woo y Yoo Na —la madre de Yoon Gi y Whee In— no había vuelto a tener ninguna relación con nadie y mucho menos con la noticia de que ella había muerto. Seok Woo se había mantenido en una dura depresión con la que vivía desde su rompimiento y aunque sabía que ahora estaba mejor, no podía creer que había alguien capaz de hacer que su padre volviera a creer en algo como el amor—. Dijo que quería presentarla hoy... con ustedes.

—Eso... está bien, es extraño, no creí que sucedería.

—Yo tampoco... pero ella no me gusta.

—¿Por qué?

—Se parece... a él... —Seok Jin mantenía su ceño fruncido sin entender, ¿se parecía a Seok Woo?, entonces iba a ser una pesadilla.

Buenas noches😄❤
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