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✨Capítulo Treinta y cinco

Después de cenar había tomado su baño nocturno, aunque en el proceso, comenzó a sentir su cuerpo pesado, sabía que estaba cansado, pero no recordaba que lo estuviera tanto como para tener sueño tan pronto.

El dolor de cabeza había disminuido, pero aún seguía un punzón inquieto en su lóbulo derecho de su cabeza. Se acostó después del baño, pero apenas tocó la almohada cerró los ojos, no había podido siquiera escribir o llamar a Tae Hyung, su cuerpo parecía no querer cooperar.

Habían pasado los minutos, se podían escuchar pisadas desde afuera de su dormitorio, pero su sueño era mucho mayor para escuchar algo. En realidad, no fue una simple pastilla para el dolor de cabeza, ella vio la oportunidad para desquitar su molestia acerca de "la perra de Kim", como solía mofarse con algunas de sus compañeras de trabajo que desde que Tae Hyung vivía con ellos trataron de hacer caras de molestia sin que Kim las viera para demostrar su inconformidad. Ella le había dado una pastilla para dormir.

Abrió la puerta del dormitorio despacio para verificar si estaba dormido, mantuvo el silencio posible mientras se acercaba, podía verlo dormir con la respiración en calma, suponía que el lado de Tae Hyung era el izquierdo, más Kim estaba en el lado derecho casi buscando el calor de un lado izquierdo que no estaba en casa esa noche.

Levantó la cobija para meterse dentro, aunque se asustó cuando la mano de Kim tomó su brazo y la acercó a él —¿dónde estabas? —murmuró entredormido, Kim podía oler el dulce aroma de pera amarilla que Tae Hyung utilizaba y eso era simple, ella antes había entrado al dormitorio del muchacho para tomar sus colonias, siempre lo hacía, siempre que no había nadie que la viera le gustaba estar en el dormitorio del muchacho que Kim consentía.

Ella se dejó abrazar por la cintura y a como pudo sacó varias fotografías con su celular, la luz que se proyectaba de la ventana fue lo que le ayudó a que se notara mejor, aunque no sacó fotografías de su cara, pero sí de cómo Kim la abrazaba y quizá alguna fotografía de Seok Jin completamente dormido.

Disfrutó de su calor por un rato, pero no iba arriesgarse a quedarse y ser atrapada, pudo soltarse del mayor sin que la atrapara. Tomó una de las batas que estaban sobre la cómoda y con ella se fue de la casa del mayor.

Se había abrigado bien para no pescar un resfriado. Debía atravesar el enorme patio de la casa Kim para llegar a la casa del fondo donde vivían los empleados.

Trató de ser rápida, para no levantar sospechas, pero la señora Kimura quién la vio salir de su dormitorio en un primer lugar, se quedó afuera del suyo para mirar donde iba dándose cuenta que caminaba hacia la casa de los señores Kim. Cuando regresó, notó como la muchacha usaba una de las batas de su jefe.

Podría recordar como Tae Hyung había llegado a ella días anteriores para preguntarle acerca de unas cosas que se le habían perdido, le quiso ayudar a buscar, pero no habían aparecido, lo cual les pareció extraño, pero el menor le dijo que quizá las perdió en otra parte.

Kimura estaba dudando en si en realidad el muchacho fue quien las perdió o solo no quería causar un problema. Visitas por parte de esa empleada en la noche han sido frecuentes y ella ha tenido que retarla por ello, no podía imaginarse que sus idas nocturnas sean porque se roba pertenencias, pero verla con la bata de Kim no le dejó ninguna buena impresión.

Tae Hyung jadeó sin querer bajar del auto. Yoon Gi lo había llevado a la empresa, él se opuso, pero su papá fue insistente —Por eso no quería que te fueras solo, estás muy angustiado —mencionó tomando su mano—. Tienes una posición muy alta en esta empresa cariño, tus trabajadores no pueden verte así, tienes que calmarte —Yoon Gi dejó un besito sobre la mano de su hijo—. Cuidate mucho, más ahora que irás solo... aunque sigo en desacuerdo con lo de revocar a tus guardaespaldas —había tenido una conversación con Seok Jin acerca de los guardaespaldas, él tampoco estuvo de acuerdo en su decisión de despedirlos, pero podría comprender que no eran cómodos para él, tuvo que aceptar su decisión.

Tae Hyung subió a la recepción y tan solo fue dar un par de pasos para darse cuenta como lo miraban, no habían demasiado hablando entre ellos, pero tan solo sus miradas lo estaban incomodando. Dejó su marca con prisa para tomar el elevador, aunque se encontró al señor Jung dentro junto a otras personas más.

—Kim Tae Hyung —dijo él en un tono despectivo—. Ahora entiendo mejor el motivo por el cual dejaste de ser su asistente para ser director de Kore Play —él mantuvo la calma para no responder, pero un empujón de su parte en la espalda lo asustó—. Te estoy hablando, ¿se siente bien chupar la polla de Kim?, ¿eso es lo que se debe hacer para conseguir un puesto?, porque yo debí tenerlo —Tae Hyung bajó del ascensor antes de llegar a su piso, no pudo contener más sus lágrimas.

Se quedó en el baño tratando de calmarse, debía ser más fuerte, aunque fuese difícil y sabía que su papá tenía razón. Tenía que mantener su posición como jefe, aunque no les agradara a las personas, porque Seok Jin se lo había dicho, debía demostrar autoridad.

Tomó el rumbo hasta su piso donde quedaba su departamento, Youg Sun fue quien lo recibió, la nueva asistente de Kim no estaba en su lugar, lo cuál no sabía él por qué, pero tampoco quería saberlo, no quería ver a su novio y que lo viera vulnerable.

Seok Jin no estaba en su oficina, iba a reunirse con Yoon Gi para desayunar y hablar sobre lo que sucedió el domingo cuando se fueron sin que Tae Hyung lo supiera. Pronto llegarían sus abogados a la reunión, hablarían acerca de una posible solución para su problema con las fotografías y los medios.

Youg Sun y Tae Hyung fueron almorzar en el comedor como lo hacían habitualmente, ella se dio cuenta de las miradas, su jefe se veía más tranquilo ahora que como había llegado en la mañana. No iba a juzgarlo, era algo que ya había notado entre los dos, además que no era de su incumbencia.

Ambos se sentaron en la mesa, pero las miradas de sus amigas no eran buenas, menos Min Ho, él intentó ser amable entre la hostilidad e incomodidad del ambiente. Wendy no había contenido sus comentarios, los cuales causaron un disgusto a todos.

—No creí que les incomodaría...

—¿No lo creíste? Tae Hyung eres una horrible persona, sabías perfecto que Yoon Gi salía con Ji Min y que a Seulgi le gustaba el señor Kim.

—¡Wendy! —reclamó la muchacha al cruzarse de brazos—. Ya te dije que eso no importa. Ni siquiera tenía oportunidad, ¿qué carajo?

—Seulgi, sí importa, él es tu amigo —ella rodó los ojos, en realidad su amor era platónico, apenas eran bromas, pero sabía que Wendy estaba muy disgustada por el tema y también Min Ho que estaba enamorado de Tae Hyung en secreto.

—Sobre el señor Min... no es como lo dicen... no tenemos nada romántico.

—¿Entonces besas a tus amigos en la mejilla y tienes citas?, oh, lo olvidé tuviste una cita con Min Ho, ¿también lo besaste? ¡Por favor Tae Hyung! ¿Vas a negar lo tuyo con el señor Kim?

—No, él y yo estamos saliendo... mucho antes de lo que creen.

—Cielos Tae Hyung, te ha mantenido como su sucio secreto.

Youg Sun la miró con sorpresa, pero antes de que dijera algo más, Tae Hyung miró a su amiga para después irse. Todo el lugar estaba en silencio, parecía que todos querían enterarse de la vida de los demás —Él es tu superior, respétalo. Es su vida privada —le acusó Youg Sun.

—Por favor Sun, no tiene vergüenza, ¿por qué crees que no responde?, sabe que es la verdad —ella negó con su cabeza antes de seguir a Tae Hyung.

—¡No tenías que decirle eso, Wendy! —se quejó Seulgi al levantarse e irse juntos a ellos—. Tae, lamento lo que dijo —él asintió, pero no quiso quedarse, quería llorar y no era demasiado fuerte como para soportar todas esas miradas sobre él.

Dejó su comida a un lado, prefirió retomar su trabajo, aunque el tocar de la puerta lo distrajo de sus pensamientos, Seok Jin había entrado bastante normal a su oficina, como si no se hubiera llevado todas las miradas como Tae Hyung lo había hecho.

—¿Cariño? —le tomó dos segundos darse cuenta de que su nariz estaba roja y los ojos brillosos—. ¿Qué sucedió?

—¿Por qué supones que sucedió algo...?

—Porque tengo ojos —gruñó al cruzarse de brazos—. ¿Te han dicho alguna mierda por las fotografías?

—¿A ti te dijeron algo?

—No, no tienen una mierda de derecho sobre mí. Aquí se viene a trabajar, no a cuchichear de mi jodida vida privada, ¿qué fue lo que sucedió?, no quiero mentiras —con bastante vergüenza le comentó todo lo que había sucedido. Seok Jin tenía sus orejas rojas, estaba furioso, y Tae Hyung sabía que eso iba a suceder, por lo que no quería mencionar nada acerca de eso o sus cosas perdidas en la casa—. Ven aquí —mencionó tomando su mano para que se levantara de la silla y tomarlo entre sus brazos—. No me ocultes tus sentimientos cariño, mi deber es protegerte, ¿cómo lo haré si ocultas cosas?

—Es que dije... frente a todos sobre nosotros... me sentí muy atacado... no estaba seguro si lo haríamos público.

—Siempre te dije que no eras mi secreto, si acepté discreción fue por parte tu petición y porque me pareció correcto para disfrutar de nosotros, pero en verdad no es algo necesario, nunca has sido mi secreto —tomó su rostro para limpiar sus lágrimas—. Yo te amo y voy a demostrarlo delante de quien sea. Lo he sentido desde nuestras conversaciones por el chat, desde que estabas aquí conmigo... voy a darte un verdadero lugar en mi vida pública como te lo mereces.

—Gracias papi... —murmuró con pena—. No quería llorar hoy... —Seok Jin sonrió tomando sus labios en un tierno beso.

—Mi amor, tampoco quiero que llores. Todo estará bien. Estuve con Yoon Gi y con nuestros abogados toda la mañana, hemos llegado a un acuerdo con todo el tema, así que no tienes que preocuparte por esto. Él y yo nos vamos a encargar de que todo se aclare —asintió abrazándolo fuerte—. Si no has almorzado todavía puedo llevarte a comer donde tú quieras, así puedo darte los avances de lo que sucederá y también quiero darte tu premio por lo que hiciste el viernes —sonrió asintiendo—. ¿es una cita?

—Es una cita, papi —volvió abrazarlo fuerte antes de tomar su mano—. Fueron... bastante incómodas esas miradas sobre mí... como si hubiera hecho algo muy malo.

—No te preocupes, habrá consecuencias cariño, fue acoso laboral y eso no está permitido. Además, eres su superior, tienen que respetarte tanto por eso y como ser humano, ¿lo entiendes?, no tienes que avergonzarte por nosotros. No voy a limitarme a besarte cuando quiera y abrazarte frente de quien sea, no tienes que sentirte como un secreto, así que si harán gestos, que lo hagan frente a mí —él sonrió mientras sujetaba su mano con fuerza antes de salir de su oficina.

Muchas gracias por leer 🥰❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB

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