✨Capítulo Siete
Durante el viaje estuvieron muy callados, nadie había mencionado nada al respecto. «¡Por qué me gu...!», se repetía en su cabeza una y otra vez, iba a volverse loco. Cuando llegaron al estacionamiento de la empresa, Seok Jin apagó su auto nuevo y volteó a mirar a Tae Hyung que texteaba en el móvil de trabajo.
—Tae... —pero su propio móvil comenzó a timbrar al igual que el de su asistente.
—Señor... —interrumpió con el móvil en la mano—, es necesario que conteste, es la encargada de interiores que solicitó —el mayor asintió mientras Tae Hyung atendía la llamada y baja del auto. Seok Jin jadeó, ¿en realidad era tan difícil? Había algo de verdad, debían trabajar. Fue directo a la oficina de su hermano y durante todo el camino estuvo en llamada.
Se Hun tecleaba frente al monitor lo suficientemente rápido como para ambientar la oficina. Levantó su mirada un segundo al darse cuenta que Seok Jin por fin colgó.
—¿Cómo estuvo la reunión? —preguntó mientras mantenía los ojos en la pantalla y tecleaba de nuevo.
—Como una mierda... papá está en el país —los ojos de Se Hun se fijaron en él por unos segundos sin dejar de teclear. El mayor se dejó caer en el sofá, la clase de suerte que tenía últimamente no era ni de exagerar—, se reunió conmigo en vez del señor Chan... solo nos hicieron perder el tiempo.
—Mierda, te la ha metido doblada —dijo con burla, pero Seok Jin no estaba de humor y se hizo notar—. Ya, no seas amargado hombre.
—Tengo derecho a estar enojado... yo quería... estuve por... ¿cómo decirlo? Estaba a nada de decirle a Tae que me gustaba otra vez y...—Se Hun se había reído fuerte mirando a su hermano mayor, una vez más Kim Seok Jin tenía una mala expresión en el rostro mientras miraba a su perfecto hermano menor.
—Hombre no, mejor que no se lo has dicho.
—¿Por qué Se Hun?, no me vengas con mierdas homofóbicas.
—No soy un jodido homofóbico, no seas idiota.
—No me importa demasiado lo que ustedes piensen. Soy un hombre adulto, no necesito la jodida aprobación de ninguno, para mí no es un secreto, sabían que me gustaba Ken en la preparatoria, ¿cuál es la diferencia ahora?
—Cristo, ninguna, no va por ahí el problema. Te lo explico con manzanitas. Primero es tu empleado, ustedes no han tenido otra relación que no sea esa, entonces que le digas que te gusta de la nada, es extraño; segundo, antes de confesar tus sentimientos deberías intentar que él sepa que te interesa y saber si es mutuo, no puedes solo llegar y decirle, ¡hey Tae, me gustas, amigo!, porque lo vas a espantar y pensará que estás loco, y tercero, no sigas consejos de los locos de Hye Jin y Ji Min, confía en mí, tengo un matrimonio.
—Cielos, esto es complicado, le di un obsequio y... —Se Hun se rió, no podía evitarlo—. ¡No te rías, cabrón! A ver, como te lo explico... quizá estuve metido en un sitio de... daddies y babies, entonces... —murmuró.
—¿Qué? —preguntó riendo.
—Si te vuelves a reír me voy.
—Vale, vale, solo déjame reír un poco, eres una jodida caricatura andante, ¿por qué creíste que eso era buena idea?, déjame adivinar, ¿Ji Min?
—Hye Jin —Se Hun volvió a reír, pero Seok Jin se levantó del sofá.
—¡Bro, no te vayas! —dijo al levantarse también—, quiero escuchar la historia, ¿eras el baby o el daddy? —preguntó con burla, pero Seok Jin terminó yéndose.
Cuando se cruzó por el escritorio de Tae Hyung, el menor estaba al teléfono y tecleando frente al monitor, ninguno se volteó a mirar. Una vez en su oficina se dejó caer en su enorme silla y jadeó. Con su padre y abuelo cerca todo iba a ser más estresante.
Seok Jin había cumplido treinta y ocho años, era un hombre soltero el cual no tenía prisa por casarse, cosa que sus parientes querían para él. Para su padre no había mejor partido que Kim Jennie, una mujer con la cual se había hablado al menos dos veces en la vida. No era elegida por ser la mejor de las mujeres, el único motivo por el cual Seok Woo la eligió era por su posición social y apellido, aspectos que no iban con Seok Jin.
Su última aventura había sido con Suzy, pero desde hace un tiempo quién lo mantenía mareado era su asistente. Era consciente que la boda solo iba asegurar una fortuna, pero él no estaba interesado por ello. Su padre y abuelo lo seguían haciendo con sus hermanos hasta que uno de ellos picó el anzuelo, pero el siguiente en la lista era él.
No se caracterizaba por ser el simpático y perfecto de los hermanos, ese se lo llevaba Se Hun, no era ni por lejos el más joven y talentoso, ese era su hermano Tae Min. Seok Jin es el más listo y preparado para los negocios, quien se entrega por ello, era dedicado en lo que le importaba, las reuniones sociales, citas y las parejas donde no incluyan trabajo no eran su prioridad, toda la vida había sido así, pero con Tae Hyung todo se sentía diferente, un sentir que jamás experimentó hasta ahora.
¿Casarse?, por supuesto que en el futuro lo tenía figurado, pero no iba a someterse a la tontería de un matrimonio arreglado.
La puerta de su oficina fue tocada sacándolo de todos sus pensamientos —Adelante —una de las puertas fue abriera y Tae Hyung había entrado un poco apenado—. ¿Necesitas algo? —mantuvo silencio antes de cerrar la puerta y caminar hasta el amplio escritorio.
—Solo quería saber... si aún almorzaremos juntos —el rostro de Seok Jin fue más expresivo de lo que imaginó, había hecho brincar a su corazón.
—Por supuesto, espero que no te disguste el recalentado del microondas —mencionó con una sonrisa.
—No lo hace, si gusta puedo... ir calentando la comida.
—Bien, iré... a preparar las copas —Tae Hyung asintió antes de ir a la puerta de la derecha seguido por le mayor. La puerta daba una sala de descanso donde Seok Jin almorzaba algunas veces.
No podía dejar de preguntarse qué había llevado a Tae Hyung a querer un acercamiento, poco sabría que Ho Seok una vez más tuvo que ver en todo. Estaba angustiado por lo discutido en el Amber Palace, necesitaba un consejo de su mejor amigo y fue lo suficientemente convincente para ayudar a Tae Hyung en su decisión final.
Hobito 14:00
Has visto tres años a Kim como tu jefe, es un choque enorme querer vivir esos siete meses que tuvieron por chat, deben acercarse poco a poco cariño. Si no eres capaz de hacerlo solo te queda renunciar por tu bien, pero el primer paso es tomar el riesgo.
Miró de reojo a Seok Jin, sus hombros anchos lo hicieron babear, se había quitado el saco hace unos minutos dejándolo sobre la isla del comedor privado. El mayor seguía mirando todos sus vinos sin saber cuál de ellos tomar, Tae Hyung sonrió antes de apretar los números en el microondas para acercarse a él.
—¿Indeciso? —mencionó a sus espaldas hasta encontrar los ojos verdes de Seok Jin.
—Estoy tratando de recordar si tengo el vino que te gusta.
—¿Lo recuerdas? —vaciló mientras se atrevía a poner la mano sobre su hombro, Seok Jin sonrió acariciando con sus nudillos la dulce mejilla del más bajo—, sin embargo se te olvida la billetera.
—Un hombre tiene ciertas prioridades en la vida —volvió a sonreír—. Me temo que no lo tengo, tomaremos del que elegiste como segunda opción —Tae Hyung se había reído recordando esa conversación.
—Podría jurar que dijiste algo de llevarme a una cata de vinos para que tuviera una tercera opción.
—Mi propuesta sigue en pie —estaban mirándose cálidamente y no podía evitar pensar lo extraña e irónica que era su situación. Era Tae Hyung, su asistente por el cual suspiraba, al que tocaba y deseaba—, sí todavía quieres conocer la opción número tres —su mano había acunado parte de su mentón y mejilla para tocar con el pulgar su labio cereza.
—Es una cita —el aliento caliente sobre su pulgar lo había enloquecido, Tae Hyung lo miraba hacía arriba, no era tan alto, debía hacerlo. Sus ojos celestes chispeantes indicaban deseo, era un deseo que jamás había visto en los ojos de alguien.
—¿Mañana?
—Mañana... —dijo pensando—, tengo que trabajar —Seok Jin sonrió aún tocando su precioso labio color cereza—, creo que mi jefe no me dejará faltar mañana.
—¿Nos importa tu jefe? —arqueó la ceja antes de acercarse unos centímetros más a su rostro—. ¿Ya le pediste permiso a papi?
—Hum... a mi papi... —respondió sin perderse de esos hermosos ojos verdes—, no... ¿quieres hablar con él para que me de permiso? —vaciló—, o solo podemos no decirle, a ninguno de los dos —sus ojos se fijaron a su labios y una vez subieron a sus ojos.
—Solo si dejas a tu papi por mí. Todavía recuerdo la pregunta que me hiciste anoche —Tae Hyung jadeó sobre los labios del mayor que estaban tan apetecibles y cercanos—. Dime cariño, di por mí la respuesta —su piel se había erizado por completo al sentir una deliciosa mordedura sobre su labio inferior.
No pudo soportarlo más, unieron sus labios con un desespero único. El beso más hambriento que jamás había dado, tomándolo de la cintura lo subió a la isla que estaba detrás suyo. Seok Jin estaba entre sus piernas sin romper el beso y no podía dejar de pensar si era real, ¿qué había pasado con ir poco a poco?
Dejó caer su cabeza hacía atrás cuando soltó del beso bastante ahogado por falta de oxígeno. Seok Jin le abría más las piernas para estar aún más cerca, acariciando sus muslos seguidas veces mientras devoraba su cuello.
—¿No te has decidido aún? —gruñó contra la piel de su cuello antes de mordisquear—, podemos pasar así todo el día hasta que tomes una decisión.
—Ohh... no necesito más tiempo para elegir, pero no me importaría estar aquí contigo —apenas pudo responder cuando Seok Jin lo tomó de la nuca al besarlo fuerte, sus manos tocaban cada centímetro de sus pectorales y su piel no dejaba de estar caliente, el jodido Kim Seok Jin estaba fuerte—, quiero estar contigo, te escojo a ti —gimoteó sonrojado entre sus labios—. Siempre estoy aquí, y eso no cambiará, quiero confiar en ti... no quiero que me lastimen...
—Te voy a cuidar, eres el único para mí —prometió tomando su mano para entrelazar sus dedos y besar la mano de Tae Hyung—, estás primero para mí —susurró acariciando con su rostro la temblorosa mano de su muchacho—. Quiero decirte que entre Suzy y yo no hay nada, ni siquiera una amistad, le he dicho que nos mantengamos como hasta ahora, cada quien en sus asuntos, no volverá por aquí. Tampoco tengo a otras personas, solo estás tú.
—Está bien, papi, te creo —murmuró sobre sus labios—. Esperaba tanto decírtelo... de frente... te quiero.
—También te quiero cariño, voy a cuidar mucho de ti, lo prometo —sus labios se volvieron a tocar, pero ahora con mucha calma y saboreando poco a poco, tal como lo aconsejó Ho Seok ¿verdad?
Sus brazos acunaron la cintura del menor, mientras él mantenía los suyos alrededor el cuello del más alto. Estaban tan distraídos en lo suyo que no escucharon a Se Hun entrar, aunque la puerta del comedor no estaba cerrada la oficina sí.
—Oye Seo... ¡Ohhh lo siento! —Tae Hyung empujó suavemente a Seok Jin para bajarse de la isla—. ¡No, no!, yo no vi nada —exclamó dándose la vuelta—. Debí tocar antes de entrar, pero mierda ¿Entonces era en serio? —preguntó aún de espaldas. Tae Hyung se acomodó el pantalón y su traje.
—Se Hun —gruñó Seok Jin.
—Yo... venía por ti... para que saliéramos a comer y así limamos asperezas, pero ya veo que estás comiendo.
—¡Se Hun! —el hermano se había reído, no había nada más divertido que enfadar a Seok Jin.
—Vale, perdón... —dijo dándose la vuelta por fin—, ¿ya?
—Sí ya —mencionó rodando los ojos.
—¿Y... sí van a querer comer?, Tae puede venir por supuesto —Seok Jin miró a Tae Hyung que estaba apenado, era una situación extraña.
—¿Quieres salir a comer?, podemos evitar la comida de microondas por unas horas —sonrió tomando la mano de Tae Hyung hasta entrelazar sus dedos.
—Bueno si se deciden estaré afuera —mencionó al darse cuenta que ya nadie le prestaba atención. Una vez a solas, Seok Jin lo tomó entre sus brazos.
—Papi... ¿puedes hacer algo por mí? —él asintió tomando sus coloradas mejillas—, podemos por un tiempo mantenernos sin exponernos al público...
—Pensaba lo mismo. Tengo la ligera sospecha de que mi padre sabe que mi molestia tenía que ver por ti, no lo quiero encima de nosotros, al menos no por ahora. También quiero que estés seguro de que nosotros podemos funcionar sin que nada pueda presionarnos.
—Gracias —lo acercó a él hasta obtener un pequeño beso.
Debían conocerse más, un chat no se compararía jamás a una convivencia de pareja física, además no iba soportar a su padre encima de su relación, aunque por el momento solo serían ligues. Incluso si llegaban a aceptar su reacción con Tae Hyung, no iban a casarse mañana y ese era exactamente su problema inicial.
Muchas gracias por leer❤
-: ✧ :-゜・.FairyWin
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro