
✨Capítulo Diez
Nam Joon sonrió cuando sus ojos se encontraron entre la multitud. Los minutos que le tomó llegar hacia ellos se habían sentido eternos, pero estaba seguro que todo valdría la pena —Hola muñequito —saludó dejando un pequeño beso sobre la tersa mejilla del menor que boqueaba por él. Volteó a mirar a su primo que mantenía uno de sus brazos alrededor de la cintura de su asistente—. Seok Jin —saludó con una media sonrisa—. Tae Hyungnie —el nombrado sonrió casi por amabilidad, no le agradaba demasiado.
—Jackson, debemos hablar —mencionó Seok Jin—. Será solo unos minutos. Taenie por favor ve con Nam a buscar nuestra zona VIP, volveremos en un momento —el menor asintió mirando el ensamble de su novio totalmente serio. Ambos comenzaron a caminar dejando a los mayores en la barra.
—Podrías detener un poco a tu novio, ¿no crees? —bufó Nam Joon—. Estoy seguro que va a sermonear a Jackson.
—Lo conoces mejor que yo, no hay nadie en este mundo que pueda detenerlo cuando se le mete una idea en la cabeza.
—Mm, ¿te ha comentado algo sobre nosotros?
—No exactamente, pero él está preocupado por ti, es todo lo que sé.
—Es muy exagerado —Tae Hyung se había reído mientras revisaba que estaban en la puerta correcta—. Apuesto que piensas lo mismo ¿Crees que puedas hablar con él? Estoy seguro que si le pides el cielo te lo daría, hazlo por mí, por tu hermanito menor —había hecho un par de ojitos tiernos para intentar convencerlo.
—Puedo hacerlo, pero no prometo tener resultados positivos, Namnie.
—Eso bastará —sonrió—. Oye Taenie, me ha sorprendido la noticia. Nunca lo he visto emparejado antes.
—Bueno, fue más simple de lo que parece...
—¿De verdad?
—¡No!, estuve chateando con un hombre en Pied Piper... —había comenzado con su loca historia, ¿por qué no?, Kim Nam Joon es de confianza, era como el hijo adoptado de Seok Jin.
El muchacho no podía dejar de reírse de algo tan surrealista como eso, su hermano mayor ligando por una aplicación era una pasada, ni siquiera podría imaginar que a su hyung le gustaban los juegos de rol. Ahora la conversación había tomado otro rumbo, no era un secreto que también quería un daddy. Seok Jin llegó al sitio donde los menores estaban conversando y riendo, pero apenas pasó por la puerta ambos dejaron de conversar.
—¿Qué le has dicho a Jackie? —acusó con su dedo—, ¿por qué no está aquí?
—Se ha quedado en el pasillo hablando con alguien, pero dijo que vayas con él y es "hyung" —corrigió—, no seas irrespetuoso. Estuve hablando con él de otros temas que no tienen nada que ver contigo y al respecto, solo dije que te cuidara, eso es todo. Una cosa más, cuando terminen regresa aquí, te llevaré a casa.
—Cielos, no eres mi padre...
—Ojalá fuera tu padre, créeme que no sería tan duro como lo será tu papá cuando se entere de esto.
—Ni siquiera quiero pensar en eso...
—Te estoy protegiendo, Nam. Si harás estas cosas en verdad pídele que lo hagan con cuidado.
—Lo sé, ni siquiera quieres decirlo, me estás pidiendo que me esconda.
—Solo quiero cuidarte, no tengo cara para juzgarte, Nam ¿vale? Y tienes razón, no soy tu padre, pero el día que suceda algo, estaré para ti —asintió antes de abrazarlo—. Eres un adulto, voy a tratarte como tal, si quieres que él te lleve, está bien. Tienes derecho a vivir tu vida —Nam Joon asintió y lo soltó antes de irse. Odiaría que sucediera lo que daba vueltas en su cabeza. Quería tanto protegerlo de su padre, pero no podía hacer demasiado, debía aceptar la realidad.
—¿Qué le dijiste en verdad? —cuestionó Tae Hyung cuando Seok Jin se sentó junto a él en el sofá.
—Que le amputaría la jodida polla si lastimaba a Namnie. Wang tiene un tipo diferente cada semana, y él no será su semana del nueve al quince, es mi familia... lo he visto crecer, no puedo desentenderme de él, es tan joven aún... No conoces a su padre, es un homofóbico de mierda —Tae Hyung mantuvo silencio.
En realidad no podrían hacer demasiado cada quién era dueño de sus decisiones y no había nada para detener que Nam Joon se dejara llevar de un nombre como Jackson Wang. Ya podía imaginar el enorme escándalo que se formaría si el padre se enterara de la relación que su hijo tenía con alguien dieciséis años mayor que él, pero lo que era peor para el tipo, que fuera un hombre.
Perder el control, una frase que se volvía recurrente con solo sentir las manos de Kim Seok Jin juguetear por su cuerpo. Estaban a solas, pero había tanto ruido en el ambiente que era inevitable no sentirse con libertad.
Seok Jin estaba disfrutando de la vista, su asistente estaba sentado sobre sus piernas con algunos de los botones de su camisa sueltos. Había fantaseado tanto con Osito Tae Tae, nunca le había puesto un rostro en particular, pero ahora que lo sabía, era tocar el jodido cielo. No mentía cuando decía que Tae Hyung era lo único que necesitaba en ese momento, era muy cierto, iba a darle lo que tanto buscaba y nadie lograba dárselo.
Desde que comenzaron a chatear supo que era el perfil que tanto buscaba en un compañero, no es que Tae Hyung quisiera un sugar daddy, buscaba algo más, él necesitaba un compañero con el cual poder sentirse libre, tal como Seok Jin lo hacía sentir.
Entre sus conversaciones jugaban con un rol donde Daddy RJ era el hombre que cuidaba de él como si fuese de su pertenencia con ciertos límites. Eso era lo que Seok Jin necesitaba, ese rol protector en su pareja, sentir esa necesidad de cuidar, consentir y castigar lo que era suyo. Tae Hyung deseaba ser cuidado, consentido y castigado por su dueño, lo anhelaba.
Así fue como todo comenzó. Al principio creyó que era una locura sentir afecto por alguien que no podía ver, los juegos sexuales eran los mejores, pero siempre temía que su intimidad fuera expuesta, incluso llegó a creer que Daddy RJ no era quien decía ser, pero nadie lo había entendido tan bien como él. Quería conocerlo y experimentar si todo lo que sentía era real, ahora pensar que su jefe todo ese tiempo fue lo que buscaba, era una jodida locura.
—Dile a papi lo que quieres —susurró sobre su delicado cuello. Entonces el menor lo tomó por el rostro para mirarlo a los ojos—, eres tan hermoso —Tae Hyung sonrió antes de besarlo—. No lo había dicho antes porque no tenemos un contrato, pero no puedes besarme si no te doy permiso —sus ojos celestes dieron un brillo especial, no podrían tener una regla más apetecible de romper que esa, el jodido Seok Jin lo conocía demasiado bien, lo había retado al besarlo de nuevo—. Compórtate Tae Tae, has sido un buen chico todo el día.
—No quiero, no va conmigo —sonrió.
—Eso lo sé, por eso necesito tener nuestro contrato antes de que te salgas de mi control.
—¿Temes no poder controlarme? —preguntó con duda antes de besarlo otra vez—, porque no te veo asustado, dijiste que no serás permisivo.
—Intento no serlo, pero es difícil —murmuró tomando con su boca sus suaves labios—. Desde que comenzamos a chatear he deseado tanto que perdamos el control. Adoro los retos como tú y no voy a fallar —Tae Hyung sonrió abrazándolo.
Le fascinaba rolear con que era incorregible, hacer enojar a papi era la parte divertida para Osito Tae Tae, él no era tímido, no era obediente y tampoco reservado, ese era el rol que ocupaba, y Daddy RJ, bueno, paciencia debería de tener, porque estaría dispuesto a corregir a su baby, educarlo, pero también era complaciente y olvidadizo con algunas travesuras. Ese era su rol y por siete meses esa fue su convivencia por el chat.
—Sí soy bueno ¿qué estarías dispuesto a darme? —preguntó con una sonrisa y los ojos celestes chispeando la lujuria que contenía.
—Es muy fácil esa pregunta, conozco tus gustos. Además, aún no escogemos que quieres comenzar a coleccionar ¿Estás dispuesto a venir conmigo?, porque mañana podemos hacer el contrato.
—¿En realidad no iremos a trabajar mañana?
—No cariño, mañana es un día en el que quiero compartir contigo. Se Hun se va a encargar de todo, no te preocupes por eso.
—¿Por mí? —preguntó al pestañear.
—Te volverás caprichoso —tomó sus labios en un beso rudo que hizo a Tae Hyung gemir, porque sí, estaban perdiendo el control y recuperandolo al mismo segundo.
*
Seok Jin lo había mirado a los ojos con intensidad, Jackson no podía dejar de mirar cómo los menores se iban —¿Cuál es tu jodido interés por Nam Joon?, hay millones de hombres, ¿por qué con mi hermano? —una risa por su parte lo terminó de desquiciar, usando su acento nativo hizo que Jackson le prestara atención—. Kim Nam Joon es sagrado, imbécil, es familia. Hazle daño y lo próximo que sabrás es que despertase sin la polla porque olvidaré que estamos más que emparentados, ¿lo entiendes? Su padre no puede saber que se están enrollando. Sabrás lo que te conviene —Jackson mantenía la comisura de sus labios hacia un lado mirando a los ojos de su primo hechos furia.
*
Muchas gracias por leer
-: ✧ :-゜・.FairyWin
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro